El documento resume la reacción en las redes sociales después de que el músico argentino Gustavo Cerati sufriera una descompensación después de un concierto en Caracas que resultó en un grave problema cerebrovascular. Se formaron grupos de apoyo en Facebook y Cerati se convirtió en tendencia en Twitter, pero también circuló información falsa, incluida una supuesta portada que anunciaba su muerte. El documento concluye que las redes sociales a veces generan reacciones extremas y desinformación.