Edgar Morín: Pensador francés de la complejidad y fundador de la epistemología transdisciplinaria
1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO
LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA
PROGRAMA DE PROFESIONALIZACIÓN
BARQUISIMETO – ESTADO LARA
INTEGRANTES:
Camacaro Meiber C.I. N° 12.024.303
Flores Francys J. C.I. N° 15.491.152
Galíndez, Miguel A. C.I N° 12.705.293
Montes María A. J. C.I. N° 12.851.725
Curso: Sociología de la Educación
Facilitador: Prof: Luis Saavedra
Sección 2EC1E
2. Grandes Pensadores del siglo XX.
Edgar Morín.
1. Resumen bibliográfico:
Edgar Morín es un filósofo y sociólogo francés de origen judeo-español
(sefardí). Nacido en París el 8 de julio de 1921, su nombre de nacimiento es Edgar
Nahum.
Con una infancia caracterizada por la enfermedad, Morín empezó a ser un chico
entusiasta de la lectura y aficionado al estudio, a la aviación y al ciclismo. Comenzó su
labor filosófica con la lectura de los diversos representantes de la Ilustración del siglo
XVIII. Se vinculó al socialismo gracias al apoyo del Frente Popular (al cual se unió en
la Federación de Estudiantes Frentistas, dirigida por Gaston Bergery) y al gobierno
republicano español en la Guerra Civil Española. En 1940 huye a Toulouse cuando se
enteró de la invasión de la Alemania nazi y se dedicó a ayudar a los refugiados y a la
vez a profundizar en el socialismo marxista. Toma parte en la resistencia y se une al
Partido Comunista Francés en 1941, siendo perseguido por los miembros de la Gestapo.
Participó en la liberación de Paris (agosto de 1944) y al año siguiente, se casa con
Violette Chapellaubeau, y se van a vivir en Landau in der Pfalz, en calidad de teniente
del Ejército Francés de Ocupación en Alemania.
En 1946, regresa a la capital francesa para darse de baja en su carrera militar y
proseguir con sus actividades con el comunismo, su relación con el partido se deterioró
debido a su postura crítica y finalmente fue expulsado en 1952 debido a un artículo
publicado en France Observateur. Ese mismo año fue admitido en el Centro Nacional
de Investigación Científica (CNRS), previa recomendación de algunos intelectuales.
Al integrarse a la CNRS, Morín se inicia en el campo de la temática social en el
terreno de la cinematografía, aproximándose al surrealismo, aunque todavía no
abandonando el socialismo, del cual comparte ideas con Franco Fortini y Roberto
Guiducci, así como de Herbert Marcuse y otros filósofos. Funda y dirige la revista
3. Argumentos (1956-1962) al tiempo que vive una crisis interior y se manifiesta contra la
guerra argelina (1954-1962).
Al iniciar la década de 1960, Morín inicia trabajos y expediciones por
Latinoamérica y queda impresionado por su cultura. Posteriormente empieza a elaborar
un pensamiento que haga complementar el desarrollo del sujeto. Ya en Poulhan, y en
compañía de sus colaboradores, desarrolla una investigación de carácter experimental
que culmina con la tesis de la transdisciplinariedad, que le genera mayores
contradicciones con otros académicos.
Durante la revuelta estudiantil del mayo francés (1968), escribe artículos para Le
Monde, en la cual descifra el significado y sentido de ese suceso.
Con el surgimiento de la revolución bio-genética, estudia el pensamiento de las
tres teorías que llevan a la organización de sus nuevas ideas (la cibernética, la teoría de
sistemas y la teoría de la información). También se complementa en la teoría de la
autorganización de Heinz von Förster. Para 1977, elabora el concepto del conocimiento
enciclopedante, del cual liga los conocimientos dispersos, proponiendo la epistemología
de la complejidad.
En 1983, fue condecorado con la orden de la Legión de Honor y a mediados de
la década de 1980, ya vislumbra los cambios en el régimen soviético de Mijaíl
Gorbachov.
2. Campo y ciencia particular del autor:
El pensamiento y propuestas de Edgar Morín se enmarcan dentro de lo que se
llama la Ciencia de la complejid, la cual fue conformándose alrededor de las décadas
de los años 50-60 del Siglo XX, cuando el Método Científico clásico y su enfoque
reduccionista entra en crisis, ya que éste no permitía, desde distintas especializadas e
incomunicadas disciplinas, comprender fenómenos políticos, económicos, naturales,
sociales, los que eran estudiados por separado, no pudiendo dar cuenta de fenómenos
que solo se daban a partir de la interacción de grandes colectividades de elementos,
4. pues tal enfoque reduccionista explicaba el todo a partir de sus partes, sin tomar en
cuenta que un elemento estudiado por separado, individualmente, no genera
propiedades que emergen solo cuando entran en interacción con otros elementos – el
ejemplo típico del pánico, las guerras, las actuales grandes caídas en el mercado, o las
organizaciones sociales.
Complejidad y Ciencias Sociales
Hay que recordar que somos parte de un sistema ecosocial complejo, es decir,
con redes y jerarquías morales y económicas, donde las ciencias sociales, bajo el
métoco científico clásico han sido las grandes “acomodadoras” de los fenómenos
sociales al enfoque lineal deterministamente interpretado por el Método clásico
encajando el camino de las sociedades en una progresividad que busca la
estabilidad, cuando en realidad, nos regimos bajo la incertidumbre.
Las llamadas ciencias sociales han tratado desde hace más de 100 años predecir
los femómenos sociales aplicando el método reduccionista tomando a la comunidad
– de 10 mil a 50 mil- como laboratorio y no se ha logrado nada concreto hasta
ahora, solo predecir fenómenos esperados en comunidades relativamente pequeñas
en determinadas circunstacias, a ciertos niveles y encajar el modelo a grandes
poblaciones de diversos grupos bio-socioculturales humanos sin tener resultado,
llámese politicas de desarrollo, politicas publicas, medioambientales, culturales
etc…de eso hay ejemplos por montón, sobre todo en zonas de violencia extrema
normalmente hubo antropólogos tratando de “aplicar el desarrollo” de la mano del
método reduccionista de los estudios de comunidad. Con ello se pensó que
estudiando una parte de la sociedad se podría hacer una verdadera ciencia social que
explicara todos los procesos habidos y por haber, haciendo taxonomías, como en la
biología.
El método científico clásico es muy exitoso y con razón, pues genera
especialistas que confirman y generalizan no solo la valiosa Teoría de la relatividad,
si no otras verdades que sostienen la noción de “ciencia verdadera” y “conocimiento
5. verdadero” manteniendo un orden de las cosas por el que un determinado mundo
político y social se explica incuestionablemente. A lo que Morin sostiene:
“Existe una visión estática que consiste en que consideramos a nosotros mismos en
tanto organismos; estamos constituidos por 30 ó 50 mil millones de células: En
modo alguno, pues no estamos constituidos por células, estamos constituidos por la
interacción de dichas células. (…) El universo obedece estrictamente a leyes
deterministas y todo lo que parece desorden (agitador,dispersivo) solo es una
apariencia debida únicamente a la insuficiencia de nuestro conocimiento. Las
nociones de orden y ley son necesarias pero insuficientes. La antigua visión, la
visión simplificante (reduccionista), es una visión en la que evidentemente la
causalidad es simple, es exterior a los objetos, es lineal.”
El Enfoque sistémico
El térmimo de sistemas complejos respecto a un organismo vivo es que es
complejo en tanto cantidad de información contenga éste, información entendida no
solo en construcción y producción de la misma, sino en cómo ésta información se
interrelaciona.
Esto conlleva a que a mayor información, mayor orden -jerarquia ideal- pues
hay que clasificar dicha información generada y para clasificarla se necesita más
información de la que en sí contenga ese organismo. Lo complejo es difícil de
observar a simple vista.
En cuanto al homo sapiens parece que nosotros somos de las especies que se
complejiza además, por medio de la llamada evolución cultural pues aseguramos
nuestra existencia no solo transmitiendo información inherente a nuestra naturaleza
biológica sino social, de ahí lo que Edgar Morin explica respecto a la educación. La
oralidad puede manejar y asegurar la trasmisión de información eficaz, solo a
pequeños niveles de población, unos cientos de miles, no más, por tanto es
necesario recurrir a la teoría social de la información y cibernética para poder
manejar las grandes cantidades de información producidas en la actualidad y que
lleguen de la manera más equitativa posible.
6. El conocimiento
Edgar Morin propone una que ubique al homo sapiens no
antropocéntricamente sino de una manera sistémica y no reduccionista ni
simplificante, una ubicación en concordancia con el mundo, que sea capaz de
formar personas con criterios que puedan integrar los conocimientos sin
hiperespecializaciones atrofiantes previendo además la posibilidad de errar, pues
aunque la ciencia se rige por leyes aparentemente inamovibles, éstas son
susceptibles de error constantemente.
” El desarrollo del conocimiento científico es un medio poderoso de detección de
errores y de lucha contralas ilusiones. No obstante, los paradigmas que controlan la
ciencia pueden desarrollar ilusiones y ninguna teoría científica estáinmunizada para
siempre contra el error. Además, el conocimiento científico no puede tratar
únicamente los problemas epistemológicos, filosóficos y éticos. La educación debe,
entonces, dedicarse a la identificación de los orígenes de errores de ilusiones y de
cegueras. (…) Nuestros sistemas de ideas (teorías doctrinas, ideologías) no solo
están sujetos al error sino que también protegen los errores e ilusiones que están
incritos en ellos. Forma parte de la lógica organizadora de cualquier sistema de
ideas el hecho de resistir a la información que no conviene oque no se puede
integrar.” Los siete saberes necesarios a la educación del futuro Ha sido en la
enseñanza en colectivo, en la educación, que el conocimiento llega al resto, digerido
desde la ciencia oficial para ajustar la linealidad a la evolución biológica o cultural
que se interpretó de una manera lineal spenceriana y selectiva para describir cosas
directamente relacionadas secuencialemente, de abajo hacia arriba, de menos a más.
3. Tesis principales del autor.
LOS SIETE SABERES NECESARIOS A LA EDUCACIÓN DEL FUTURO.
Entre los siete planteamientos fundamentales de Edgar Morín respecto de la
educación de futuro podemos resumir:
7. 1) El conocimiento permanece ciego ante lo que es el conocimiento humano, sus
disposiciones, sus imperfecciones, sus dificultades, sus tendencias tanto al error
como a la ilusión y no se preocupe en absoluto por hacer conocer lo que es conocer.
Es necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características
cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus procesos y
modalidades, de las disposiciones tanto síquicas como culturales que permitan
arriesgar el error y la ilusión.
2) La supremacía de un conocimiento fragmentado según las disciplinas impide a
menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades y debe dar paso a un
modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus
complejidades, sus conjuntos. Es necesario enseñar los métodos que permiten
aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el
todo en un mundo complejo.
3) El ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social, histórico. Es
esta unidad compleja de la naturaleza humana la que está desintegrada en la
educación a través de las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser
humano. Es posible reconocer la unidad y la complejidad humanas reuniendo y
organizando conocimientos dispersos en las ciencias de la naturaleza, en las
ciencias humanas, la literatura y la filosofía y mostrar la unión indisoluble entre la
unidad y la diversidad de todo lo que es humano.
4) El conocimiento de los desarrollos de la era planetaria que van a incrementarse en
el siglo XXI y el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más
indispensable para cada uno y para todos, debe convertirse en uno de los mayores
objetos de la educación. Habrá que señalar la complejidad de la crisis planetaria
que enmarca el siglo XXI mostrando que todos los humanos, confrontados desde
ahora con los mismos problemas de vida y muerte, viven en una misma comunidad
de destino.
5) Las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos
han revelado, en el siglo XX, innumerables campos de incertidumbre. Se tendrían
que enseñar principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos, lo
8. inesperado, lo incierto, y modificar su desarrollo en virtud de las informaciones
adquiridas en el camino.
6) La comprensión mutual entre humanos, tanto próximos como extraños es en
adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de
incomprensión. El estudio de la incomprensión sería tanto más importante cuanto
que se centraría, no sólo en los síntomas, sino en las causas de los racismos, las
xenofobias y los desprecios. Constituiría, al mismo tiempo, una de las bases más
seguras para la educación por la paz.
7) La ética no se podría enseñar con lecciones de moral. Ella debe formarse en las
mentes a partir de la conciencia de que el humano es al mismo tiempo individuo,
parte de una sociedad, parte de una especie. La educación debe no sólo contribuir a
una toma de conciencia de nuestra Tierra-Patria, sino también permitir que esta
conciencia se traduzca en voluntad de realizar la ciudadanía terrenal.
4. Conclusión
Edgar Morín, ha demostrado que en su vida personal y en su vida intelectual ha
sido una especie de esponja que ha absorbido, que ha consumido enteramente el
pensamiento complejo del contexto en el cual le ha tocado vivir para plasmarlo en sus
textos. Morín, ha investigado de lo imaginario de nuestro tiempo (mitos), de su
naturaleza y su función en una sociedad de masas y consumidora. Realiza una reflexión
política que, partiendo del análisis desengañado del otrora stalinismo, intentando
comprender la impotencia del mundo antiguo y moderno para hacerse mundo y la
impotencia del hombre de todos los tiempos por hacerse hombre y la conjunción de la
crisis de la barbarie mundial y de la crisis interior del individuo. Viendo al autor
estudiado exclusivamente como sociólogo, encontramos una investigación sociológica
concreta a partir de un proceso multidimensional que une la observación
fenomenográfica, la entrevista y la participación en la praxis social del grupo,
permitiendo la captación comprehensiva de un individuo sociológico. La historia viva y
vivida lo llevó a tener y a desarrollar un mestizaje cultural, convirtiéndose en un
hombre planetario.
9. El pensamiento complejo, expuesto por Morín, comporta en su seno el principio
de solidaridad e implicaciones mutuas entre objetos arbitrariamente separados y
aislados. Se esfuerza en reconocer dónde se encuentra la dialógica, es decir, el orden, el
desorden y la organización. Concibe la implicación mutua entre sistemas y ecosistemas.
Incluye sus objetos de conocimiento como producto de una cooperación entre una
realidad objetiva y las operaciones mentales de los observadores/conceptualizadores
para conseguir una sinergia entre el pensamiento y la acción. Para Morín, la historia es
una ciencia multidimensional, poliscópica y en cuyo interior se siente el ruido y se
presenta con todo su furor (como un terremoto, primero se oye un ruido sordo que
envuelve y después el movimiento o sacudida con furor). Cuando la define expresa que
ésta, es una enmarañada sucesión de variaciones y manifestaciones semialeatorias de las
virtualidades del sapiens. La historia nunca ha avanzado de manera lineal o frontal
como un río, sino por desviaciones que proceden de innovaciones o creaciones internas
de acontecimientos accidentes externos. La historia, las ciencias humanas y las ciencias
naturales deben y pueden desarrollar la transdisciplinariedad, como un esquema
cognitivo que atraviesa las disciplinas, pero con la virulencia que las ponga en trance.