4. 8 El día que me vean más viejo y ya no sea yo, tengan paciencia e intenten enterderme
5. 8 Cuando, comiendo, me ensucie; cuando no pueda vestirme: tengan paciencia. Recuerden las horas que pasé enseñándoles lo mismo.
6. Si, cuando hable con ustedes, repito las mismas cosas, mil y una vez, no me interrumpan y escúchenme. Cuando eran pequeños, a la hora de dormir, les tuve que explicar mil y una vez el mismo tema hasta que se el sueño los vencía. 8
7. No se avergüencen cuando no quiera ducharme, ni me riñan. Recuerden cuando tenía que perseguirlos y las mil excusas que inventaba para que quisieran bañarse. 8
8. Cuando vean mi ignorancia sobre las nuevas tecnologías, les pido que me den más tiempo y no me miren con sonrisa burlona.. 8
9. Les enseñé a hacer tantas cosas... Comer bien, vestirse... Y como afrontar la vida. Muchas cosas son producto del esfuerzo y la perseverancia de los dos. 8
10. Cuando en algún momento pierda la memoria o el hilo de nuestra conversación, denme el tiempo necesario para recordar. Y si no puedo hacerlo, no se pongan nerviosos, seguramente lo más importante no era mi conversación y lo único que quería era estar con ustedes y que me escucharan. No me hagan sentir inútil e inservible. 8
11. 8 Si alguna vez no quiero comer, no me obliguen. Alguna razón hay para que no lo haga. No piensen que soy un viejo engreido y caprichoso.
12. Déjenme dar mis opiniones. He vivido mucho y también tengo un punto de vista, aunque esté muy equivocado. 8
13. 8 Cuando mis piernas cansadas no me dejen caminar...
14. ...denme su mano amiga de la misma manera en que yo lo hice cuando dieron sus primeros pasos. 8
15. Y cuando algún día les diga que ya no quiero vivir, que quiero morir, no se enojen. Algún día entenderán que esto no tiene nada que ver con ustedes, con el amor que me dan, o con lo mucho que los amo. 8
16. Intenten entender que a mi edad ya no se vive; sino que sólo se sobrevive y que eso cuesta demasiado. 8
17. Algún día descubrirán que, pese a mis errores, siempre quise lo mejor para ustedes y que intenté preparar con fe y con respeto, el camino que ustedes escogieran. 8
18. 8 No se sientan tristes, enfadados o impotentes por verme ya viejo. Estén sólo a mi lado, intenten comprenderme y ayúdenme como yo lo hice cuando empezaron a vivir o cuando sus adorados hijos luchan por lograrlo.
19. Acompánenme en mi duro caminar. Ayúdenme a terminar mi camino, con amor y paciencia. Yo les pagaré con una sonrisa y con mucho más amor que el que siempre les he dado.. 8
20. 8 Los quiero mucho hijos. Nunca olviden que ustedes son mi eternidad.