2. La tarea de la filosofía de las religiones consiste en formular y en
pensar hasta el fondo un concepto de religión de tal categoría
que pueda aplicarse a la interpretación de la experiencia y del
pensamiento humano. La historia del pensamiento humano
conoce numerosos intentos de formular este concepto, Las
tendencias principales pueden resumirse de la siguiente manera:
•formulaciones del concepto « religión" en el contexto de una
concepción del ser como tal y de la distinción entre ser absoluto
y ser relativo;
3. • partiendo de una antropología filosófica, intentos de formular el
concepto de religión en el contexto del obrar humano:
• en el contexto de una filosofía de los valores, la religión se concibe
como un bien para el ser humano, que está obligado a reconocer como
tal y a realizar tanto a nivel individual como colectivo;
•la formulación y " definición " del concepto de religión sobre la base
de un análisis lingüístico; el camino de la fenomenología filosófica que,
mediante un análisis sistemático de los fenómenos, intenta alcanzar una
percepción de su esencia.
4. Parece ser que solamente un método filosófico que tenga en
cuenta estas cinco tendencias juntamente ofrece una
posibilidad de alcanzar el objetivo de las investigaciones de la
filosofía de las religiones.
Se discute a veces el lugar de la filosofía de las religiones en el
conjunto de las ciencias de las religiones. No se puede olvidar
el hecho de que en el ámbito de varias tradiciones religiosas se
han desarrollado diversos sistemas filosóficos, y que algunas
doctrinas religiosas se autodefinen como filosofía.
5. El estudio comparativo de estos sistemas entraría en el
terreno de la historia de las religiones. Para llevar a cabo
el estudio de este tema, no son suficientes los métodos
de la historia de las religiones.
Para comprender hasta el fondo una filosofía, es
necesaria una aproximación filosófica.
6. Esta aproximación se inscribe en la metodología basada en una selección
particular de principios eurísticos y hermenéuticos, y por esto se ha de
realizar necesariamente mediante un procedimiento dialéctico en
relación con los principios de la filosofía que se estudia. De esta manera
se podrían sacar argumentos no sólo para justificar el puesto de la
filosofía de las religiones (en plural), sino también en favor de su
aportación indispensable en el conjunto de las ciencias de las religiones.
Con esto no se intenta negar que el estudio filosófico de la religión
encuentra, de manera distinta, su lugar en los mismos sistemas
filosóficos.