Los usuarios en el centro Guadalinfo de Salar antes de la modernización carecían de habilidades digitales básicas y tenían dificultades para usar computadoras e internet. La mayoría eran personas mayores con poca educación formal que buscaban comunicarse con familiares y realizar trámites en línea. El centro necesitaba actualizar su equipamiento y capacitar a los usuarios para aprovechar mejor los recursos tecnológicos.