Este documento describe detalladamente la tortura que sufren los toros en las corridas, incluyendo cómo son debilitados y heridos antes de entrar a la arena para entretenimiento del público. Se les recortan los cuernos, les cuelgan peso en el cuello, les inducen diarrea y lesiones, y se les unta grasa en los ojos. Una vez en la arena son pinchados repetidamente con lanzas y banderillas para desangrarlos, debilitarlos y causarles un sufrimiento agonizante antes de ser finalmente matados con una espada