Este documento discute la importancia de orar para conocer y hacer la voluntad de Dios. Explica que nuestra mayor necesidad no es física o emocional, sino espiritual, y que debemos pedir a Dios ser llenos del conocimiento de Su voluntad a través de la obediencia, no solo del estudio intelectual. También enfatiza que la sabiduría y el entendimiento son claves para ver la realidad desde la perspectiva divina y comprender el propósito detrás de lo que vivimos.

1. La mayor
necesidad de la
vida cristiana
La vida cristiana normal.

2. Principio
• La oración es la
herramienta que Dios
ha determinado para
que su voluntad sea
hecha en la tierra

3. Dos modos de orar
• Orar: Es acercarse a Dios
presentando una necesidad,
confiando que Dios es
suficiente para satisfacer
• Pedir: Es pedir basado en una
promesa o en un
derecho, transmite el sentido
de pedir con urgencia.

4. •¿Qué tengo que
pedir a Dios?

5. ¿Qué pido a Dios?
•Pedir lo que uno
quiere
•Pedir lo que Dios
quiere

6. ¿Qué pedir a Dios?
• La mayor necesidad del
hombre no es física,
emocional, intelectual
• Nuestra mayor necesidad
es conocer la voluntad de
Dios para nuestras vidas

7. ¿Qué pedir a Dios?
• ¿Cuál es el problema?
Todos tenemos
conocimiento de algo de la
voluntad de Dios
• Conocimiento por intuición
• Conocimiento por
información

8. ¿Qué pedir a Dios?
• La mayor necesidad es ser
“Lleno del conocimiento
de la voluntad de Dios”
• No es el conocimiento
intelectual, adquirido por
el estudio
• Es el conocimiento por la
experiencia de la
obediencia

9. Estilo de
vida que
agrada al
Padre

10. La voluntad de Dios
• No es algo que esta
escondido solo para unos
privilegiados
• Esta al alcance de todos
los que se arrepiente y
convierten Rom 12:2

11. La sabiduría
• La sabiduría es la
comprensión de la
verdadera naturaleza de
las cosas.
• Es ver la realidad desde la
perspectiva divina

12. Entendimiento
• Hemos sido entrenados para ver más
los aspectos negativos, que son reales
• El entendimiento (o inteligencia) es la
capacidad de ver el cuadro
completo, entender que , aunque no
se entienda, hay un propósito en las
realidades que vivimos

13. Mi responsabilidad
• Seguir la dirección que
Dios, obedeciendo primero
la voluntad revelada y
luego la voluntad
especifica para mi vida,
familia y ministerio.