Sintesis visión compartida de desarrollo sostenible
1. VISIÓN COMPARTIDA DE DESARROLLO SOSTENIBLE
INTRODUCCIÓN
El soñar es una realidad que todos hacemos a diario. Soñamos despiertos tanto como cuando dormimos.
A veces soñamos y no nos damos cuenta. Soñar, como dice el refrán, no cuesta nada. Lo que si cuesta es
realizar lo soñado. Soñar es fácil y todos lo sabemos hacer.
Más difícil es tener un sueño común sobre nuestras vidas. A este sueño común los especialistas o
técnicos en planificación lo llaman VISIÓN. Decimos común, porque deseamos que se involucre en este sueño
la mayor cantidad de personas.
A esta Visión que invitamos a construir juntos, la hemos querido dar determinadas características y es
por eso que la llamamos Visión Compartida de Desarrollo Sostenible.
1.- VISIÓN COMPARTIDA
La Visión es un sueño. Cuando soñamos vemos cosas, no vemos ideas. Una visión es una pintura o dibujo
del futuro que nos gustaría ser y alcanzar.
No es la pintura de un sueño tenebroso, es la pintura del futuro que nos entusiasma. Es una pintura o dibujo
que podemos hacer con lápiz de colores o con palabras muy sencillas. Todas las personas soñamos con nuestro
futuro, con la casa que nos gustaría tener, con la familia que nos gustaría crear.
Hoy hablamos de una visión de nuestra comunidad, de nuestra parroquia y de nuestro municipio. Por ser
“de nosotros” la comunidad, la parroquia o el municipio; somos todos nosotros los que debemos soñar juntos
para construir una visión compartida.
La visión es compartida cuando la visión de cada persona aflora y se expresa. Entonces deja de ser visión
singular de cada uno y se hace visión mutuamente compartida.
Una visión compartida es fruto de un proceso de diálogo y reflexión realizado por un grupo humano
(hombres, mujeres, jóvenes, niños) que en su territorio definen participativamente una imagen o sueño
futuro en el que el bienestar de todos sea posible.
La visión compartida no es la solución de un problema, es el primer paso hacia la solución. Es una
herramienta valiosa para visualizar la realidad futura que queremos construir. Después es necesario trazar el
camino o el plan para construirla, después ejecutar el plan o recorrer el camino. La visión compartida es el
primer paso de una planeación.
Una visión, tiene que ser formulada en dibujo o en palabras, de manera tal que conquiste el respaldo de la
mayoría de la gente, que convenza, que sea atractiva, que llene de entusiasmo, que genere sentido de
pertenencia a la tierra, que sugiera esperanza e ilusión, que sea tan atractiva que convoque a luchar por
conseguirla.
Una visión compartida bien construida genera identidad y pertenencia. Es capaz de movilizar a los
diferentes actores y fuerzas que hacen vida en la comunidad para la realización de las acciones necesarias que
consoliden la construcción del futuro.
2. “La visión es, por tanto, una imagen y no un conjunto de conceptos o ideas. Por eso se llama visión. Es
imaginarnos, cómo será nuestra vida en el futuro”.
2.- DESARROLLO SOSTENIBLE
Una visión compartida ¿de qué? La respuesta es clara: de desarrollo sostenible de nuestra comunidad, de
nuestra parroquia y de nuestro municipio.
Desde nuestra experiencia podemos comprender lo que significa desarrollo. Al mirar lo que hoy somos nos
damos cuenta de que somos las mismas personas de hace años y a la vez somos distintas. En el tiempo
transcurrido hemos cambiado, nos hemos transformado, sin perder nuestra propia identidad. Nos hemos
desarrollado. Las potencialidades y capacidades con que nacimos se han desarrollado, como se desarrolla la
semilla que plantamos.
Todo aquello que éramos y teníamos como potencialidad, enrollado en una seminal germinal, se ha ido
desenrollado a lo largo de la vida produciendo un continuo desarrollo. Lo que en la semilla está oculto, en
reserva, enrollado, brota, se despliega, se desenrolla en el tiempo. El desarrollo es el desenrollamiento de
todas las potencialidades y capacidades. Necesitan tiempo, espacio, condiciones favorables, y también
dirección y esfuerzo.
El desarrollo de una comunidad, de una parroquia o de un municipio es:
El desplegamiento y reforzamiento de todas las potencialidades existentes en su territorio, en su
ambiente, en su gente, en su tradición, en su historia, en sus usos y costumbres, en sus prácticas productivas, en
sus prácticas relacionales y organizacionales, hacia el horizonte de una visión compartida construida con el
esfuerzo de todos, para satisfacer las necesidades de la generación actual sin disminuir ni mucho menos
eliminar las posibilidades de las generaciones futuras.
Este desarrollo humano, desde hace ya más de 20 años, se llama desarrollo sostenible.
El desarrollo sostenible implica la conjunción de tres componentes fundamentales:
• El Económico-Productivo: vinculado a la creación y acumulación de la riqueza que se produce en
un país, o en un estado, o en una comunidad. El desarrollo productivo tiene que ver con el aumento
de las capacidades productivas para satisfacer todas las necesidades de la población. Un municipio
que no es productivo sólo puede repartir pobreza.
• El Humano-Social: relacionado con las condiciones de vida de la gente: con la cantidad y calidad de
educación, con la salvaguarda preventiva de la salud y los medios de atención a la salud, con la
seguridad social, con la seguridad ciudadana, con el funcionamiento de las instituciones públicas,
con la vigencia de los derechos humanos, con condiciones laborales dignas y justas para todos. Un
municipio que no garantice condiciones dignas para la vigencia de todos los derechos humanos de
todos, no está desarrollado por más dinero que reparta.
• El Ecológico-Ambiental: referente a la custodia y uso racional de los recursos naturales,
conservación y respeto a la biodiversidad. Un municipio en el que no se conserven y protejan las
bases naturales de la existencia es pan para hoy y hambre para mañana.
3. El desarrollo sostenible cuando, además de satisfacer las condiciones anteriormente citadas, nace desde
la especificidad local (de las potencialidades existentes en su tierra, en sus mares, en sus ríos, en su clima, en
su gente, en los saberes y tradiciones históricamente cultivadas) y es definido, planificado, ejecutado,
administrado por su propia gente, si bien enriquecido con una tecnología no invasiva ni avasallante, se
convierte en desarrollo sostenible endógeno.
No podemos hablar de desarrollo sostenible de un país, de un estado, de un municipio, de una parroquia
o de una comunidad, cuando sólo tienen un alto ingreso de Producto Interno Bruto (cantidad de dinero
producido) y no se han desarrollado productivamente para la satisfacción de todas las necesidades de la
población.
Tampoco son sosteniblemente desarrollados si sólo alcanzan un alto nivel productivo pero no se
garantiza una distribución equitativa de la riqueza producida. Igualmente no podemos hablar de desarrollo
sostenible cuando todo esto se logra si se hace atentando contra las bases naturales de la existencia o a
espalda de los procesos históricos y culturales de los pueblos, desconociendo sus potencialidades o
ignorando sus saberes tradicionales.
3.- IMPORTANCIA DE CONSTRUIR UNA VISIÓN DE DESARROLLO SOSTENIBLE
La Visión Compartida de Desarrollo Sostenible es importante para:
• Tener un claro horizonte hacia al que avanzar en un determinado tiempo. Es decir, para tener una
idea o imagen común de desarrollo: equitativo, solidario, participativo.
• Promover un desarrollo coherente con las necesidades. Con una Visión en común los diagnósticos y
la priorización de necesidades no surgen sólo mirando las carencias sino sobre todo mirando el futuro
deseable.
• Modificar la relación de la gente con su territorio, fortaleciendo su sentido o sentimiento de
pertenencia al mismo.
• Ofrecernos un “lugar de encuentro”, en el que nos reconocemos con otros.
• Despertar el compromiso de muchas personas, (en cada comunidad, parroquia y municipio), para
mejorar el bienestar de todos.
• Crear una “identidad” como comunidad, parroquia y municipio, fundamentada en la adhesión
colectiva a principios, tradiciones, costumbres, valores y anhelos que nos identifican a todos.
• Utilizar e invertir con mayor eficiencia los recursos destinados a las comunidades, parroquias y
Municipios, para la solución de la pobreza. Evitando la dispersión del dinero, el derroche y la mala
utilización del dinero público en obras incoherentes, descoordinadas e, incluso, contradictorias.
• Realizar una buena planificación participativa, en la que se considere y se tome en cuenta la decisión
de todos.
En la realización de los Presupuestos Participativos, contar con una Visión Compartida de Desarrollo
Sostenible, en cada uno de los ámbitos señalados, constituyen una poderosa herramienta para el éxito o fracaso
de aquellos.