La industria ganadera industrial causa un gran sufrimiento a los animales. Los cerdos, vacas y pollos son criados en condiciones extremadamente estresantes y antihigiénicas, y a menudo son maltratados por los trabajadores. Cuando son llevados al matadero, a menudo son golpeados, electrocutados o despellejados en vida debido a la línea de producción rápida. Este trato cruel hacia los animales es inaceptable desde una perspectiva ética.