2. Gestión Publica Participativa
La nueva gestión pública busca crear un modelo eficiente de administración, que satisfaga las necesidades reales de los
ciudadanos al menor costo, que desarrolle servicios de calidad sin dejar de lado sistemas de control que otorguen plena
transparencia a los procesos, de manera que perfeccionen el sistema de administración pública y favorezcan la
participación ciudadana. La democracia participativa se refiere a la forma en que los ciudadanos tienen mayor participación
en la toma de decisiones políticas en su entorno y así influir de forma directa en asuntos políticos, lo que implica que el
gobierno escuche a los ciudadanos en la formulación de sus propios problemas y en la búsqueda de oportunidades y
mejoras. Para ello el Estado debe asignar los recursos necesarios para la ejecución de una política pública determinada,
establecido en el artículo 62 de nuestra constitución y respondiendo a los postulados de la Nueva Gestión Pública. Si bien
es cierto cada gobierno le imprime sus propias características a la administración pública, vale la pena preguntarnos, ¿en
qué medida ha avanzado el gobierno venezolano en función de la reducción de la burocratización de los procesos
administrativos, la descentralización y el aumento de los espacios de participación pública? elementos presentes en la
nueva constitución de 1999 que además conceden un nivel de modernismo institucional y gobernabilidad desde la
perspectiva del deber ser. Ahora bien, en la realidad la nueva gestión publica enfrenta retos cada vez más agudos, si bien
es cierto merece la pena reducir los procesos burocráticos, disminuir el gasto público y aumentar los recursos destinados a
las comunidades organizadas para sus proyectos, la difícil tarea la tienen en sus manos los órganos de control de gestión y
rendición de cuentas encargados de evaluar la políticas publicas implementadas a través de la participación directa del
pueblo. Vale la pena destacar la importancia del control interno de las estructuras con base en poder popular y así mismo
ejercer controlaría en la evaluación de resultados, lo cuales podrían variar de forma positiva o negativa de acuerdo al
manejo de los recursos, adicionalmente rescatamos la necesidad de ofrecer asistencia técnica, jurídica y administrativa
permanente a toda organización que obtenga recursos del estado, a fin de producir resultados más eficientes, proteger el
capital y garantizar una buena gestión.
3. La Participación Ciudadana como eje articulador de la
administración municipal con las
organizaciones de base del Poder Popular.
La Participación Ciudadana es hoy, en Venezuela, un Derecho y un Deber de la ciudadanía, es decir, de todas y todos los
venezolanos y venezolanas y, adicionalmente, de todo aquel que habita en nuestro país. Existe entonces una relación de
corresponsabilidad de dicha ciudadanía con el Estado, la cual se ha puesto de manifiesto en el marco constitucional, legal y político
de la nación.
La práctica de una participación ciudadana eficiente y eficaz, productiva y provechosa, orientada al colectivo con incidencia
inexorable en lo particular, dedicada a la mejora de las condiciones de vida, a la dignidad y a la búsqueda de la suprema felicidad
social requiere, de la apertura institucional para la intervención del pueblo en la gestión de las instancias administrativas del gobierno
municipal y demanda también el compromiso de la ciudadanía para ejecutar, activamente, estas acciones. Lo anterior, exige de las
instituciones del Estado entre otras cosas, Promover procesos de intercambio de saberes mediante los cuales la ciudadanía se
organice y movilice en la exigencia de sus Derechos Humanos y contribuya activa y protagónicamente en la garantía de los mismos.
Impulsar estos procesos desde la institucionalidad pública de nuestro país redefine al Estado y a sus relaciones con las
organizaciones de base del Poder Popular y con la ciudadanía en general. Se modifica con ello patrones de conducta, creencias,
visiones y prácticas democráticas, identificadas con la representatividad, y se trasciende a la ejecución de acciones que, en lo
concreto, se enmarcan en la democracia participativa y protagónica, tal y como se establece en nuestra constitución nacional y en
nuestro Proyecto Nacional Simón Bolívar.
La Escuela de Nueva Ciudadanía, dependencia adscrita a la Dirección de Interacción Social del Servicio Autónomo Instituto de Altos
Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon” del ministerio del Poder Popular para la Salud, es un espacio-tiempo del intercambio de saberes
para la promoción de la salud y la prevención de daños, riesgos y enfermedades mediante la participación activa y protagónica de la
ciudadanía. Desde esta dependencia, se vienen realizando esfuerzos en el impulso de: una participación activa y protagónica de la
ciudadanía, la organización y movilización ciudadana para la garantía de este Derecho y la sensibilización institucional de servidoras
y servidores públicos para dar apertura a estos procesos en los ámbitos administrativos locales, parroquiales, municipales y
nacionales.
De allí que, revisar, rectificar, reimpulsar y reflexionar los modos, los estilos, las formas, las metodologías, las cotidianidades y las
razones por las cuales se impulsan los procesos de formación antes descritos nos invita a traer el tema La Participación Ciudadana,
eje articulador de la administración municipal con las organizaciones de base del Poder Popular a una discusión dialéctica para que
ello permita mejorar sustancialmente nuestros procesos de aprendizajes y que los mismos sean mas eficientes y eficaces.
4. Desarrollo
Tal y como lo establece nuestra Constitución Nacional , la República Bolivariana de Venezuela es: Un Estado democrático y
social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida,
la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los
Derechos Humanos, la ética y el pluralismo político.
Como bien se puede observar, esta constitución compromete axiológicamente su existencia de Estado de Derecho a la
garantía universal de los Derechos Humanos, materializados estos Derechos y haciendo énfasis en los Derechos Sociales,
Culturales y Económicos sin minar los Derechos políticos y civiles, se procura satisfacer las necesidades mas sentidas de la
población y en consecuencia la mejora de sus condiciones de vida, fin este en el cual se enmarca la segunda línea del Primer
Plan Socialista, Proyecto Nacional Simón Bolívar 2007-2013 .
Por otro lado, la Justicia Social en la que se enmarca nuestra Constitución Nacional esta referida, según Blanco (2008) a las
condiciones necesarias para que se desarrolle una sociedad relativamente igualitaria en términos económicos, del mismo
modo comprende el conjunto de decisiones, normas y principios considerados razonables para garantizar condiciones de
trabajo y de vida decentes para toda la población.
En este mismo orden de ideas, el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la
componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de
mandatos revocables . Emerge de lo anterior, una referencia vital que caracteriza al ejercicio de la participación ciudadana en
nuestro país, para reflexionar en cuanto a esto tomaremos cuatro características de las antes comentadas el gobierno de
Venezuela es democrático, participativo, responsable, descentralizado
5. De la Democracia, la Ciudadanía y la Participación.
El concepto de democracia, como bien sabemos todos, viene de dos palabras griegas: “DEMOS”(pueblo) y “KRATOS”(gobierno) que
significa Gobierno del pueblo.
En la Grecia donde se dio origen a estos términos, existía un contexto social y político que definía la práctica de esta democracia, en
primera instancia una estructura de clases facultaba a pocas personas de la condición de ciudadanos, siendo estos los sujetos aptos para
la toma de las decisiones, eran estos ciudadanos, los grandes propietarios de tierras y riquezas, otros miembros de esta sociedad eran los
esclavos quienes hacían todo tipo de trabajo y por último los metecos quienes eran artesanos y extranjeros libres que podían hacer
riquezas pero que no estaban autorizados para poseer tierras ni casas y al igual que los esclavos no tenían Derechos a participar el las
tomas de las decisiones que en la Polis (ciudad) se llevaban a cabo .
En los tiempos actuales, las estructuras políticas y sociales han cambiado, el concepto de ciudadanía se ha ampliado y las formas de
tomar decisiones también se han diversificado, se ha trascendido por lo tanto la concepción de la democracia. Sin embargo es importante
señalar que la democracia de hoy tiene sus derivaciones, de allí que, se hace vital discernir acerca de ello y consideremos entonces la
necesidad de traer a la discusión una diferenciación entre la democracia representativa la cual caracteriza a muchos países de Nuestra
America y la democracia participativa establecida en la constitución venezolana y en otras naciones del continente.
Como ya se ha dicho, en la democracia el gobierno es ejercido por el pueblo, uno elementos importantes a considerar acá son las formas
como interviene la ciudadanía en las instituciones democráticas, en este sentido Zovatto (2007) describe a estas instituciones como las
diversas formas de participación política que se realizan a través del ejercicio del voto directo y universal, su objetivo principal es involucrar
al conjunto de la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones sobre cuestiones públicas.
Por Democracia Representativa, según el Equipo Educación y Equipo Poder Local CEDIB (2006) se entiende una forma de gobierno en la
que el pueblo delega su soberanía a autoridades elegidas de forma periódica mediante elecciones libres y secretas. En este tipo de
democracias, la delegación de la soberanía se concreta por la vía del voto universal, la participación ciudadana es un complemento a esta
forma de democracia. Aquí en Venezuela esta representatividad valoraba la participación de la ciudadanía en la gestión pública en el solo
momento de las elecciones, y al momento de alcanzar el poder, aquellos convertidos en representantes, en muchos casos dieron la
espalda a sus electores mediante el incumplimiento de las promesas por medio de las cuales alcanzaron el poder.
En este orden de ideas, Font (2003) realiza un interesante cuestionamiento a la democracia representativa cuando señala que con el voto
universal las pequeñas élites políticas, que contaban con los conocimientos y la información necesaria, impusieron a las grandes masas
(para ellos y sus intereses) los únicos mecanismos obvios de expresión popular: el partido y las élites políticas gremiales.
6. De la Democracia, la Ciudadanía y la Participación.
Otro cuestionamiento no menos interesante lo realiza CEBIT (2006) , señalando que en la democracia representativa las elites en el poder, los
partidos, se hicieron de todos los mecanismos de adjudicación mediante la representación social. Esta democracia fue también usada, según el autor
antes citado, para desconocer las tradiciones organizativas propias de nuestro pueblo. Dicha realidad compartida con Venezuela por muchos países
de nuestro continente trajo consigo la puesta en marcha de políticas y medidas de carácter socioeconómico que afectaban negativamente las ya
difíciles condiciones de vida del pueblo Venezolano. Con dichas medidas se erosionó la legitimidad de la democracia representativa, se
desencadenaron estallidos sociales, intentonas de toma de poder y la necesidad de hacer emerger desde la organización social de base nuevas
propuestas del ejercicio de la democracia y un llamado general a recuperar los espacios de decisión y participación política.
Surge así en Venezuela, la Democracia Participativa y Protagónica, como alternativa para superar las dificultades sociales, políticas, económicas,
ambientales, culturales entre otras dejadas por una democracia representativa. El elemento más central de la democracia participativa, según el Foro
International de Izquierda (2005) es el derecho de los ciudadanos a participar en la toma de decisiones sobre sus ciudades, sus vidas, sus impuestos,
sus presupuestos, derecho que se ejerce colectivamente.
La compilación de obras expuestas en el foro antes citado establece una diferencia entre ambas formas de democracias, señalando que ninguna es
mejor que la otra, la diferencia mas importante entre ellas radica en que se trata de dos maneras de toma de decisiones y de procesos decisorios, una
de ellas basada en el sufragio de un número muy grande de individuos, que luego dejan la toma de decisiones en manos de otros individuos que son
los concejales, diputados, alcaldes, gobernadores, presidente, y la otra en la participación en la toma de decisiones de un número esencialmente
inferior de individuos, que así legitiman las decisiones que se tomen en los niveles comunitarios, locales, parroquiales, municipales, regionales y
nacionales. Importante es señalar que en la democracia participativa se delinea el camino para la construcción del Poder Popular.
La construcción de este Poder, implica la participación activa y protagónica de la ciudadanía, y esta se pone en práctica en nuestra democracia
participativa mediante diversas formas, las correspondientes al ámbito municipal están descritas en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal :
cabildos abiertos, asambleas ciudadanas, consultas públicas, iniciativa popular, presupuesto participativo, control social, referendos, iniciativa
legislativa, medios de comunicación social alternativos, instancias de atención ciudadana, autogestión, cogestión.
7. De la Democracia, la Ciudadanía y la Participación.
Dicha participación ciudadana, es definida por Borja (2003) como un derecho instrumental vinculado con las demandas, necesidades, aspiraciones o lo que
los ciudadanos colectiva o individualmente consideren que son sus derechos y las políticas públicas. En los ámbitos municipales venezolanos, la unidad
político administrativa del poder ejecutivo es la alcaldía, que, a través de sus servidores públicos, compone con la ciudadanía, esa relación dialéctica deberes-derechos
que es la participación ciudadana. Dicha ciudadanía, definida por Bermúdez (2001) como aquella condición que posee un individuo en una
comunidad que comprende un conjunto de derechos y responsabilidades, cuyo ejercicio es garantizado constitucional e institucionalmente por el Estado de
construir y fortalecer una comunidad, esta llamada a expresar a través de las organizaciones de base del Poder Popular las exigencias para mejorar las
condiciones de vida en los ámbitos locales y a su vez ha de contribuir mediante propuestas con la garantía de sus derechos sociales.
Las Nuevas leyes del Poder Popular decretadas recientemente en Venezuela, definen que las organizaciones de base del Poder Popular son: aquellas
constituidas por ciudadanas y ciudadanos para la búsqueda del bienestar colectivo . El alcance de dicho bienestar implica que la relación Estado-Pueblo,
profundizada en la democracia participativa y puesta en práctica por la ciudadanía, requiere del involucramiento activo y protagónico de cada uno y cada una
de los venezolanos y venezolanas de su compromiso y su voluntad absoluta para transformar permanentemente y en positivo su realidad local.
Los procesos de planificación de desarrollo municipal, de organización territorial, del sistema económico local, de transferencias de competencias y del control
social, por fuerza de ley obligan a que la Relación Estado Pueblo permita el ejercicio ciudadano del derecho a la soberanía, la participación protagónica y
corresponsable y que apunten a fin de cuentas a formas de autogobierno comunitario para el ejercicio directo del Poder.
Se ha iniciado una apertura institucional para impulsar la consolidación de ese Poder Popular, el pueblo hoy participa a diario y activamente en seminarios de
formación, programas de ordenamiento territorial, en la organización y formulación de misiones sociales, en políticas de salud, proyectos de mejora de
condiciones sanitario-ambientales, en la planificación de presupuestos locales, en proyectos de leyes, ordenanzas y normativas. Todo ello a través de sus
voceros comunitarios y mediante la asamblea de ciudadanos, principal elemento de la toma de decisiones en el ámbito comunitario, en el cual la organización
más relevante, el Consejo Comunal, es la instancia de participación, articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales
y los ciudadanos y ciudadanas que permiten al pueblo organizado, ejercer directamente la gestión de políticas públicas y proyectos orientados a responder a
las necesidades y aspiraciones de la comunidad en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social .
8. Algunas consideraciones finales
Las condiciones que favorecen el ejercicio de la democracia participativa son aun hoy una aspiración en Venezuela, a pesar de
existir un marco legal que favorece a la participación en la gestión pública, se debe enfatizar en lo siguiente para que la misma
de pasos a su consolidación:
Procurar, desde la institucionalidad, un acercamiento a las organizaciones de base del poder popular en condiciones de igualdad
y respeto. Ello requiere de la construcción de una nueva institucionalidad que supere las trabas propias del burocratismo y de las
estructuras jerárquicas y verticalistas de las instituciones públicas venezolanas.
Promover la visión del ciudadano desde la perspectiva de usuario, sujeto de Derechos, un ciudadano propiamente dicho. Ello
favorecerá la integración Estado-Pueblo, necesaria para garantizar los Derechos Humanos en los Ámbitos locales.
Reconocer, desde la institucionalidad, la importancia de los espacios comunitarios y de su realidad cotidiana para promover la
solución de las problemáticas locales. La toma de decisiones, es una acción coordinada y consensuada, de acuerdo común
entre las partes involucradas, hacerlo de manera impositiva niega y desconoce la existencia del otro en su condición de sujeto de
Derechos y Deberes.
Impulsar la transparencia de la gestión pública como condición para la participación ciudadana y la rendición de cuentas del
servidor público como su principio básico y favorecer la conducta ciudadana para la exigibilidad de esta práctica democrática.
Afianzar desde los espacios locales, el compromiso del Derecho y el Deber de la participación ciudadana, la organización,
comunicación y movilización comunitaria como elementos fundamentales para la superación de sus realidades y las mejoras de
las condiciones de vida en la comunidad. El dominio de información, la disposición a participar, la confianza, el alcance de metas,
la eficiencia y la eficacia en los procesos de organización comunitaria favorece el rescate de la esperanza, disminuye el fatalismo
comunitario y amplia la incorporación de nuevos sujetos colectivos a la acción popular para la mejora de sus condiciones de vida.
Y finalmente, lo más importante para alcanzar una acción participativa exitosa es que se promuevan, en el ámbito municipal y
local, procesos formativos, informativos y de intercambio de saberes permanentes para los ciudadanos y los servidores públicos,
que estos procesos motiven a la reflexión crítica, al libre pensamiento, a la emancipación, a la autonomía y al espíritu de cambio
y transformación y que además estén enmarcados en el enfoque de Derechos Humano, la participación protagónica y en la
mejora de las condiciones de vida.