UNIDAD DE APRENDIZAJE MARZO 2024.docx para educacion
Discusión
1. INCIDENCIA DE LOS PADRES EN EL COMPORTAMIENTO REBELDE DE LOS
ADOLESCENTES PERTENECIENTES A TRIBUS URBANAS ENTRE LOS 12 Y LOS
19 AÑOS EN GUADALAJARA DE BUGA
Dentro de los resultados encontrados se pueden observar que los patrones
generados por el tipo de familia común (monoparental-normofuncionante) son
inconscientes y determinan la estructura familiar en donde sus integrantes solo perciben las
configuraciones conscientes, manifiestas en forma aparentemente clara. No parece existir
claridad sobre la identidad familiar, sus propósitos y expectativas los cuales determinan en
los miembros de las mismas variables inconstante de constante perturbación, de
insatisfacción psíquica que conlleva a la desorientación individual.
Se observan vestigios de disfuncionalidad en los contactos teniendo en cuenta que la
familia como sistema y grupo social no está desarrollando funciones apropiadas de
socialización, protección y mantenimiento por cuanto los límites al igual que la
comunicación con la que son dados son difusos, los cuales en particular perjudican al
subsistema de los hijos al exaltar el sentido de pertenencia a través del abandono de la
autonomía, motivo por el cual la conducta del miembro enfermo produce un rápido eco en
los otros subsistemas (familia, escuela y sociedad); esto ocurre al dejar entrar y salir
demasiada información en su mayor parte involuntaria o inconsciente a través de patrones
errados comunicacionales; el cambio debe hacer parte del sistema y debe ser asumido con
normalidad, más cuando es traumático por el empalme comunicacional puede generar
malestares de acoplamiento. A simple vista este análisis molar es básico y simple en el cual
se corrobora la hipótesis planteada, y confirma la posición de Satir en su libro “Nuevas
relaciones en el núcleo familiar. 2002”
Las manifestaciones no son visibles ni conscientes por cuanto no existe la violencia
de ningún tipo, ni abuso en algún aspecto en particular; aunque las condiciones económicas
sí son visibles, existen personas en igualdad de condiciones que históricamente hablando
no han desarrollado grupos juveniles por esta situación, aunque no se puede negar que sí es
un detonante de insatisfacciones y socialmente hablando es una forma sutil de ser
marginados y subyugados ante las mentes de otras personas quienes a través de esta
herramienta generan poder y subliman las mentes con incapacidades sociales fuertes.
2. Se puede determinar que la predominancia de la conformación familiar en los
adolescentes estudiados, se enfatiza mucho en la familia incompleta (monoparental) ya sea
por fallecimiento, separación, divorcio, etc., y por consiguiente los valores familiares se
ven minados en cuanto a la forma de crianza al igual que la posible fuente del meollo
juvenil.
Según Satir, padres desadaptados no pueden formar hijos adaptados ni socialmente
ni conductualmente, pues están generando consigo secuelas o consecuencias para el
adolescente y futuro adulto como ansiedad, inseguridad, agresividad, proyección de la vida
personal, social y comunitaria. Aunque no necesariamente una separación implica un
conflicto similar, si existen aspectos determinantes en los individuos investigados como es
el caso de la poca educación, situación económica y antecedentes disfuncionales en las
familias extensas que hace un caldo de cultivo perfecto para estos comportamientos.
Estas familias como organizaciones sociales deben proveer elementos de cambio, de
tradición, hábitos, normas, formas de realizar alianzas y tejer nuevas redes sociales; las
cuales no se ven reflejadas en forma apropiadas por la forma de realizar el traspaso social,
al crear tensiones tanto en la organización interna como en el entorno social; por tanto las
necesidades estructurales del cambio social en los adolescentes encuestados no han sido
suplidos apropiadamente, responsabilidad que cae principalmente en las figuras de
autoridad como tal, las cuales presentan disfunciones e irregularidades en sí misma y su
forma de afrontamiento y resolución de conflictos, pues son detectadas en forma
inconsciente por las figuras pasivas (los hijos) quienes al momento de encontrar su propia
voz o intentar buscar su propio camino entran conflicto con los vacíos e inconsistencias del
entorno al cual pertenecen, creando así la fricción que conlleva a la evasión a través de
otros subsistemas, en este caso, grupos afines que les brinden alivio a la tensión familiar no
deseada y a su vez refugio para los caminos desconocidos a los que pretenden enfrentarse
en su nueva búsqueda de una nueva identidad. (El sistema familiar y el trabajo social.
María José Escartin Caparros, profesora de trabajo social EUTS de Alicante) el individuo
queda inmerso en estos grupos, dejando su identidad y personalidad más ligadas a este
contexto que a sí mismo.
Satir menciona que básicamente la familia provee o no, de recursos a sus individuos
en la cual se supone un desarrollo personal, formas de comportamiento, patrones, formas de
3. interacción social y esquemas mentales determinados. Al ser vista como un conjunto, crea
identidad de grupo y como un todo, realza su fuerza sobre las partes, que en este caso son
los individuos.
Sin embargo es bien claro que el individuo tiende a romper patrones con los cuales
no está de acuerdo al interactuar con otros sistemas dentro del macro sistema social. Aquí
es cuando se observa que si bien la familia provee de patrones y esquemas de
comportamiento en los cuales unos individuos quedan inmersos y sin objeción, otros
individuos entran en oposición por entrar en conflicto con ellos al comparar, observar y
determinar esquemas favorables según criterios propios o inyectados por el consumismo o
por la interacción con otros sistemas.
Básicamente existe un patrón de comportamiento base, el cual sirve de puente al
adolescente para su estructura y éste patrón crea formas de reacción ante las nuevas
estructuras, desarrollando la capacidad por prueba y error de modificar los esquemas
anteriores lo que básicamente es posible siempre y cuando sea aceptado, porque de no ser
así el adolescente queda sujeto al sistema global con un breve vestigio de cambio pero sin
consecuentes permanentes.
El componente social por su parte está determinado por una Colombia actualmente
atropellada no solo por la violencia, los determinantes económicos asfixiantes, las pocas
probabilidades de superación, sin educación y escasamente lo básico es suplido por decir
así, mínimamente. La sensación permanente de milagros económicos, milagros sin ningún
esfuerzo es devastadora para las actuales generaciones en Colombia, lo que al parecer les
está truncando sus proyectos de vida, que van quedando en el limbo y ante los cuales
sucumben con comportamientos pasivos, mediocres y cómodos; ¿Que esperanza tienen
entonces las nuevas generaciones?
Los prototipos idealizados transmitidos inconscientemente a los hijos por sus
padres, parecen proveer de sueños irrealizables a sus críos y esto de inmediato aliena y
determina el vacío inminente del nuevo individuo. El haber retirado a Dios de las aulas
parece empezar a pasar las facturas de cobro sin misericordia de las nuevas generaciones;
enseñanzas básicas como las normas de Carreño, moral y ética, principios básicos de
cortesía, han sido desplazados por idealismos falsos de comportamiento quebrando por
completo aparentemente las estructuras familiares, pues parece que cuanto mayor es el
4. grado de confusión de patrones de la familia, mayor es el grado de confusión del
adolescente y aún más elevado, por cuanto en ellos no existen referentes anteriores que les
sirvan de base de contraste de opinión y por lo tanto no se puede dar una revolución de las
reglas con respecto a referentes anteriores y posteriores, sino mas bien la aceptación pasiva.
Desde la visión de Satir se puede determinar que estos adolescentes van creciendo
con niños heridos en su interior, pero socialmente se espera de ellos que sean personas
sufridas, agradables y calladas, obviamente sucede lo contrario; llevan en su alma mucha
confusión, ya sea violencia comunicacional o crueldad en cuanto a la justicia que impera
dentro del seno familiar no a nivel físico sino de incomprensión; pues en la medida en que
traspasan la línea de la infancia a la adolescencia, los padres empiezan a cambiar su
comportamiento permisivo y tolerante por nuevos que incluyen reglas asfixiantes las cuales
nunca habían sido vistas en sus hogares, reflejando temores y miedos latentes nunca antes
vistos; y lo que es más grave, estos adolescentes se auto castigan, reproduciendo los vacíos
comunicacionales de su infancia, una y otra vez, asumiéndolo como su responsabilidad y
tomando las supuestas acciones para corregir el supuesto error, lo cual se queda solo en el
acto mismo pero no trasciende a una conciencia de verdadera aceptación de la
responsabilidad individual.
Lo malo de este asunto es que el adulto que se está formando no aparece, ni se
desarrolla, siempre hay un niño dolido suplicando ayuda y reclamando justicia, no se
sienten responsables y son los adultos quienes siempre serán culpables de sus actos,
creando en muchas ocasiones dependencias cargadas de culpa y dolor; siempre exigiendo,
nunca asumiendo.
Esta investigación se corrobora una y otra vez, no importa los ángulos que se
observen, ni el aspecto que se mire, por cuanto afirma que los padres sí inciden en el
comportamiento rebelde de los adolescentes pertenecientes a tribus urbanas entre los 12 y
19 años en Guadalajara de Buga al presentar vacíos comunicacionales determinantes en el
comportamiento presentado por éstos. Estas familias en cabeza de sus padres, proveen a
los adolescentes de creencias que limitan al individuo y crean conflictos mentales, pues se
debe actuar de una forma, se piensa de otra, pero se quiere hacer otra diferente, siendo los
resultados decepcionantes no solo para el mismo individuo sino para quienes no entienden
su proceder.
5. En las familias existen muchas situaciones que no se saben interpretar, la
comunicación deficiente delimita y estereotipa acciones aparentemente apropiadas pero
finalmente disfuncionales, las cuales hacen evadir la realidad por temor a la vergüenza, al
fracaso y a todas las indefensiones mentales en las que se ha caído.
De esta manera se puede divisar dentro de las familias, la punta del iceberg
quedando el témpano más grande en el fondo como lo dice el psicoanálisis, que lo visible
del ser es muy pequeño en comparación de su esencia y realidad. Existen sospechas de lo
que ocurre, de lo que se espera de la realidad desenmarañando una cadena de dudas y
temores las cuales se soportan en el desconocimiento que puede llevar a la familia por
senderos peligrosos según Satir. La forma en cómo comprendemos, es muy importante y
esto incluye la forma en que percibimos nuestras emociones y faenas diarias subyacentes a
la cotidianidad familiar. Los pensamientos y las respuestas corporales tienen una fuerte
interrelación y determinan un mensaje por sí solo el cual aparentemente no es percibido
pero es determinante de conductas.
Como tal no se da la comunicación verbal apropiada, cognitivamente hablando,
entonces la comunicación se forma básicamente a través de la configuración de un mensaje
dual y sensorial, lleno de supuestos mentales, interpretados cerebralmente y con emociones
consecuentes; esta información llega a cada adolescente y es transmitida e irradiada por
muchos canales los cuales incluyen el físico, intelecto, emociones, sensualidad,
interacción, nutrición, contexto y espiritualidad, en el caso de los adolescentes encuestados
es la típica manifestación de rebeldía, consecuencia del malestar psíquico producido por la
inconsistencia comunicacional; Satir lo denomina la “Mándala personal” que son ocho
partes de la comunicación, que influyen y reciben influencias entre sí, algo así como un
feedback. Si falla una de el subsistema paterno determinan falencias en el subsistema de
hijos, confirmando nuevamente que la familia “es fuente de salud y enfermedad”
mencionado anteriormente.
Una mirada a esto se puede percibir en la temática utilizada en escuelas para padres,
en donde toman como ejemplo un escultor y un sembrador. El primero forma a su gusto,
determina qué quiere y que no de su creación y considera el producto como propiedad
moldeable a su gusto sin opinión y sujeta a sus verdades, juicios, formas de pensar, etc. El
segundo, considera el fruto como propio de sí mismo que solo debe darle lo mejor para que
6. se desarrollo en un ambiente sano y saludable sin pretender cambiar nada de lo que está
diseñado salir, su propia esencia, su propio ser, con su propio libre albedrío; siempre
considerándolo ajeno así mismo pero proporcionándole bajo su responsabilidad un
ambiente apropiado para que éste se desarrolle lo mejor posible. Como quiera que se mire,
el individuo resultante de una unión siempre será ajeno a la misma y no una copia vacía y
sin sentido. Pareciera que la aceptación de los padres de ésta realidad es la que en sí genera
los conflictos en los adolescentes y en la cultura en que vivimos se cultiva este pensamiento
de protección y moldeamiento a nuestra forma de pensar, lo que quede fuera de ello,
siempre estará mal.
El sentido de protección impide que los nuevos o futuros adultos aprendan de los
riesgos, de la creatividad. No exploran a profundidad quienes son, sino que más bien
pretenden ser lo que dicta la sociedad, la familia y los patrones impuestos por los medios de
comunicación y los emporios socioeconómicos que parecieran no descansan en buscar
estrategias para dominar el mercado a costa del castramiento del individualismo que nos
hace únicos e irrepetibles, pero en las mentes de los adolescentes creen gozar de
independencia pero dejan sobre el tapete un conflicto de lo propio y lo ajeno el cual se
desarrolla en conducta inapropiadas de protesta pero por supuesto existen demasiadas
barreras y lo más fácil de ir en contra es hacia el mismo ser, degradándose o lastimando a
las personas con las que se interactúa.
Si a esto se le suma la falta de valores morales y éticos perfectamente palpables en
las gráfica expuestas, los cuales se fortalecen y brillan por su ausencia al haber sido
eliminados de las escuelas y familias por ser considerados débiles y opciones de fracaso.
Porque el que triunfa es el que habla más duro, el que tiene más dinero, el que tiene mejor
posición económica, y no la gente buena y decente; dejando “los valores fuera, y los
problemas dentro”.
Si hay novedades en esta investigación, aunque la Biblia dice: “no hay nada nuevo
debajo del sol” Ecl. 1.9, hablando de la ciudad de Buga, sí existen modelos sociales en los
adolescentes rebeldes de la ciudad pues la nueva inclinación se da en comportamientos
sociales de grupos jueveniles, que están inmersos en el tener y poseer, gracias a la cultura
del narcotráfico (60 años dando guerra y envenenado las mentes), a la degradación política
que por mucho tiempo ha hecho su efecto, aprovechando el robo social para el surgimiento.
7. ¿Pero como cambiar una política social si las familias parecen tan vulnerables a tantos
aspectos que rodean la misma, pareciera quedar indefensa y sin opción? La cuestión es que
existen personas que a partir de su núcleo familiar deciden cambiar esto y sus hijos logran
salir brillando con luz propia, resplandeciendo por sus mismos atributos, pues los
fundamentos familiares les sirvieron de catapulta para sobresalir. Según Satir para tener
humanos sanos físicamente, mente alerta, sentimientos amorosos, alegres, auténticos,
creativos, productivos y responsables, la gente debe estar dispuesta a correr riesgos, ser
creativos, competir con valores y estar dispuesta a los cambios adaptándose con buen
ensamble. Y por supuesto la equidad y justicia no pueden faltar y que en las familias
encuestadas obviamente es una debilidad por su poca presencia.
En Colombia nacen cada hora 48 bebés y al día 1.152 según el último censo
publicado por el DANE y revelado por la publicación Semana.com. De estos nuevos seres
humanos ¿Cuantos realmente cuentan con las condiciones ideológicas, económicas,
sociales, humanas y tendrán hogares consistentes que los provean no solo de amor
paternal, de propiedad individual, sino de un amor a su mismo ser para que desarrolle su
potencial tal cual es? Entonces es alarmante la cantidad de población que se puede estar
formando con conflictos familiares, sociales y sobre todo personales.
Por supuesto la fuente de apoyo para encontrar una salida es un grupo de pares o
caer en las redes de otros adultos irresponsables y malintencionados que solo se aprovechan
de su vulnerabilidad para dejarlos en la inopia o mejor dicho como lo menciona Sigmund
Bauman “basuras humanas, deshechos” Estos adultos están por todo lado bombardeando a
éstos adolescentes, pues cuando no están planeando estrategias para manipularlos a
comprar productos, están ideando imperios que los explotan (video juegos, época escolar,
modismos, drogas) potencialmente son un mercado muy alto y campos de cultivo perfecto,
depositarios de el bombardeo mediático y de malas intenciones comunicacionales.
Ahora bien, y ¿los adultos particulares que solo ven en éstos nuevos prospectos de
personas seres que puedan satisfacer sus necesidades sin reconocerles derechos?
explotaciones sexuales, abuso laboral, vendedores de drogas, menosprecio y subestimación
a un nivel más emocional, son los que pueden encontrar, sin temor a equivocarnos al estar
en las calles en lugares oscuros y a altas horas de la noche, representando por tanto un
riesgo en sí mismo, la práctica de estos grupos en su forma de socialización pues se debe
8. tener en cuenta que son adolescentes entre 12 y 19 años de edad en lugares como
discotecas, parques, puentes en sus partes oscuras, cementerios; le han perdido el miedo a
la calle y a la noche tanto que consideran estos lugares propios para sí mismos, sin adultos
que los controlen, lo curioso es que los padres encuestados no tenían problemas en que
estuvieran en estas condiciones y aún llegando a altas horas de la madrugada no les
preguntaban nada y en muchos casos ni cuenta se daba cual era la hora de llegada. Aquí
vemos sin temor a equivocarnos que estas conductas en este aspecto en particular son de
alto riesgo para esta población confiada de que la gente en su totalidad es buena y que si no
se meten con nadie, entonces nadie se meterá con ellos. En realidad no aplica esta regla y
hay un dicho que dice: “papaya servida, papaya partida” entonces, es mejor no dar papaya.
Lo que sí es preocupante es la actitud tan desligada de sus padres en cuanto al control de
sus hijos al permitirles estar a altas horas de la madrugada y no cuestionan ni con quien, ni
porqué, ni qué hacen. Es inquietante la tipología de padres encontrados.
La fuente de poder de dichos jóvenes radica entonces en el núcleo familiar, pero ¿lo
encuentran? ¿Existen las bases suficientes para ayudarlos a salir a delante con criterio y
fundamentos sólidos? ¿Existen factores que influyen en el comportamiento de los
colombianos con relación a su educación, crianza de los niños, organización familiar,
comportamiento sexual y manejo de valores?
El tema parece haber sido abordado por Rubén Ardila en su libro: Psicología del
hombre colombiano en donde estudia varios factores que al parecer influencian el
comportamiento del colombiano. La alienación global invade el comportamiento individual
y grupal marcando aspectos negativos con tendencia de mirar lo oscuro de las situaciones,
comportamientos fatalistas y derrotistas. Los aspectos de crianza se ensamblan en la
colectividad predominante lo cual según María Teresa Herrán (2009) en “la sociedad de la
mentira” queda inmerso en las hipocresías colectivas, complementándose; esta es una
confusa realidad y proveen desventaja social a los adolescentes emergentes de las últimas
generaciones (la generación X).
Demasiadas exigencias y pocas oportunidades dejan a su paso complejos de
inferioridad, desconfianza, aislamiento y alienación. Se dice que el colombiano
históricamente hablando no tiene espíritu de conquista, ni es libre como individuo sino que
9. es dependiente, pesimista y esto gracias a la herencia de las conquistas y abusos a nuestros
antepasados, es probable y sí parece denotar un patrón nacional.
En cuanto al género en los adolescentes es muy determinante pues predomina el
machismo y la sumisión de la mujer al interior de los hogares y lo que es curioso es que
contradictoriamente es el hombre quien más patologías sufre, al igual que es el más
vulnerable en cuanto al consumo de drogas y delincuencia en general; la mujer parece ser
más estable y segura en los propósitos de la vida, más sociable y espontánea, dominada por
el sentido del deber, responsable y organizada, propensa a dejarse llevar por los
sentimientos, soñadora, colaboradora, confiada, preocupada por los demás, trabajadora en
grupo preocupada por la aceptación social y es por esto que según las propias palabras de
los integrantes de las tribus encuestadas la pertenencia de este género es baja (5 de 50) pues
son mas cuidadas por los padres; el hombre por el contrario muestra rasgos que lo
caracterizan como inestable, despreocupado, racional, realista y práctico, egocéntrico,
calculador, independiente, estresado y depresivo y son los más representativos de las tribus
urbanas con un índice igual de alto en el consumo de alcohol, cigarrillo y droga; según
Jairo Báez, La familia en Colombia, 2001) menciona textualmente: “La familia colombiana
actual, (…), sigue estando marcada por el poli clasismo, la pluriétnia y la diversidad
cultural, tal y como lo plantea el profesor Umaña Luna. En Colombia no podemos, aún,
hablar de una sola familia sino de la diversidad de familias. En la clínica de la familia
colombiana es normal encontrar una mujer gravemente afectada en su emocionalidad
debido a la infidelidad de su esposo, tanto como que se ella que no le da la mayor
importancia al hecho; así mismo se puede encontrar el hombre con clara percepción de la
mujer como objeto tanto como un hombre que la valora como su igual, reconociéndole
igualdad en sus derechos. Y esto, no necesariamente debido a su grado de educación
formal o profesional, ni correlativo con su poder adquisitivo. Con los nuevos espacios,
-trabajo asalariado, estudios académicos- la mujer se aleja cada vez más de la casa. El
hogar, la casa, el cuidado de los niños, las labores domésticas son espacios que nadie
quiere ocupar; los hijos se crían cada vez más alejados de sus padres, pasan menos tiempo
juntos y más tiempo con personas extrañas a la familia o con familiares en segundo grado.
El hombre colombiano actual sigue siendo percibido como el victimario y nunca la
víctima; sin embargo, el estrés, la hipomanía, la drogadicción y la violencia cobran más
10. hombres que mujeres en su morbilidad y mortalidad. En conclusión, podemos decir que la
familia colombiana pasa por un momento particularmente álgido, caracterizado por la
trasmutación de roles y funciones de sus integrantes y valores a su interior. No se tiene
claridad sobre la conveniencia de la nuclearización o la extensión, la convivencia en
pareja, la separación o el madre solterismo, la dependencia o independencia familiar: Las
políticas estatales no son claras con la familia, por un lado coaccionan a los padres para
que abandonen el hogar, obligándoles a trabajar para lograr el sustento diario y por el
otro, siguen manifestando la defensa de la familia como núcleo fundamental del Estado
Colombiano” analizando este pensamiento es bien importante tener en cuenta también que
no existe claridad en cuanto a la familia y su función, tener hijos para que otros los críen, es
como cumplir un papel social y así suplir lo establecido más no es un hecho real de
aceptación de la responsabilidad que se tiene entre manos, es decir, los hijos. ¿Y los
adolescentes? ¿Son nuevos elementos emergentes de desastre y será indefinida la cultura
del desastre social? Los adultos tienen derecho de encontrar su identidad y lograr sus metas
y sueños aún a costa de otros adultos, aunque en la mayoría de los casos solo quedan
frustraciones; pero ¿y los adolescentes? ¿Porqué traerlos para seguir generando los mismos
consecuentes?
Esta investigación tiene un gran impacto social y debe ser así, si se observa con
ojos de adultos desde un aspecto humano y con responsabilidad social que no se funden en
teorías huecas en donde se menoscabe la problemática como tal, minimizándola de su
verdadero impacto, no solo social, sino que obviamente tiene también un impacto
psicológico en donde se detectan conductas e interacciones de comportamientos insanos
para generaciones vulnerables. El hecho de encontrar que el vínculo de entrada a esta
problemática es a través de los proyectos de vida no provistos por sus familias y los cuales
no logran percibir los mismos adolescentes, es fuente de progreso en cuanto a no dejar
desprovistos de herramientas de trabajo individual y social para estos adolescentes sus
familias y su futuro; y todo detectado gracias, a los quiebres comunicacionales fuente de
esta investigación a través de los cuales se forman imaginarios y supuestos que dejan en el
limbo el futuro de estos adolescentes rebeldes. El solo hecho de que se pueda evitar a través
de la concientización de lo que ocurre al interior de estas familias y que estos padres
puedan ver el impacto de sus acciones en sus hijos, los cuales los están llevando a que
11. caigan en convicciones insanas y recurrentes que arrastren como una bolita de nieve nuevas
consecuencias irascibles, es ganancia para esta investigación. A sí mismo crear conciencia a
los nuevos padres a través de las escuelas de la importancia de la comunicación clara y las
formas correctas de impartir los valores y los principios, determina otro aspecto fuerte de la
investigación, pues andamos entonces en el terreno de la prevención de riesgos para las
nuevas generaciones de infantes y “es mejor prevenir que tener que lamentar”. La misma
ciudadanía con el proyecto de impartir conocimiento de las tribus urbanas puede crear
cultura en cuanto a su reconocimiento y detonantes sociales.
Los aportes de la psicología competen en cuanto se pone de manifiesto a nivel de
conciencia que sí existe una problemática en los adolescentes siendo obvio que existen
problemáticas familiares sin resolver y por consiguiente son vulnerables al mundo exterior
y sus influencias y que para mejorar en los hogares esta transición de los adolescentes en
forma sana es corregir notablemente las herramientas comunicacionales que permitan
elementos de vida para los retos que se presenten en el proceso de crecimiento y desarrollo.
En su contexto Satir maneja aspectos fundamentales del desarrollo y enfoque
familiar pero es necesario el vistazo colombiano que provee otros elementos de juicio para
así complementar nuestra información cultural y comportamientos, pues su visión es más
enmarcada a una cultura en donde los adolescentes son más dependientes a nivel socio
económico, pues es diferente por más precariedad que haya, las oportunidades en un país
europeo o en E.U son incalculables; tanta diversidad ofrece demasiados puntos de vista
que les puede permitir a los adolescentes forjarse una vida a partir de una decisión
individual o grupal. Caso contrario ocurre en Colombia, pues la sociedad no considera los
hijos dueños de sí mismo sino que existe la idea mental de pertenencia y control y que
deben velar por los adultos cuando fuere el momento, prácticamente es una deuda y una
carga a largo plazo que también sujeta las mentes de estos, pues “si voy a responder por
alguien después, entonces prefiero no salir y así la ganancia es mía” ¿egoísmo colectivo o
temor colectivo? En la Pág. 17 Satir, dice que el contexto en el que se desarrolla una
persona con sus dimensiones es la familia y los adultos que se encuentra a cargo son los
responsables.
Mirándolo así, en Colombia no se acepta responsabilidad por los hijos pues asisten a
las comisarías y al gobierno local para dejar sus hijos porque “se les han salido de las
12. manos”, niños de 6 o menos, hasta 15 años, se les salen de las manos a los padres y
sencillamente la respuesta es dejarlos al estado como responsable y continuar con sus vidas.
En muchas familias se puede observar esto, en otras se opta por la pasividad y sujeción a un
menor, dejándole poco control de su vida y al amparo de la vida familiar y los adultos; los
extremos son típicos en Colombia, no hay claridad ni familiar, ni social y por consiguiente
individual.
La pregunta aquí es, si verdaderamente existe una norma explícita o es solo una
suposición implícita de deseos y normas imaginarias. Existen aspectos considerables a tener
en cuenta como por ejemplo, si las normas son siempre, o si por cada etapa las normas van
cambiando y se vuelve aparentemente obvias para el adulto pero confusas y desubicadas
para el adolescente. Según Satir, existen unos aspectos generales dentro de las familias que
presenten disfunciones ya sea en el adolescente o en los adultos desencadenantes de
problemas como son: autoestima baja; comunicación indirecta, vaga y poco sincera; reglas
rígidas inhumanas, fijas e inmutables; (aquí es necesario incluir que no solo por exceso se
puede fallar sino también por defecto es decir, reglas flexibles, variables, demasiada
tolerancia); y el enlace de la familia con la sociedad es temeroso, aplacador e inculpador.
En la actualidad los niños se forman en múltiples configuraciones y son estas
relaciones las que les dan vida a los sistemas realizando el respectivo ensamble de las
partes en el todo; con todo lo anterior existen mayores posibilidades de éxito en el ajuste si
la familia tiene disposición, siempre expresan su deseo de manera adecuada, son pacientes
y tienen confianza. Con esto en mente podemos asumir que los valores éticos y morales
realmente afianzan las personas y determinan los nuevos individuos, siendo el único patrón
común que define las familias en general y por supuesto esto no es típico ni real en la
investigación planteada delimitando un porcentaje demasiado bajo en los ítems que los
calificaban.
Según Satir, el dolor en las familias es siempre inevitable ya que en algunos casos el
solo reconocer los problemas, la culpa y el esfuerzo de conseguir soluciones creativas y
apropiadas, genera ansiedad; pero si en este proceso se manejan valores como serenidad,
amor, respeto, paciencia entre otros hace más fácil el cambio y el encontrar soluciones.
Enfrentar los errores no solo nuestros sino del grupo, puede generar momentos dolorosos y
es por esto que a más elementos a favor, menos sufrimiento y mas ajuste.
13. Los sentimientos de valía según Satir, solo pueden florecer cuando se aprecian los
aspectos individuales (Pág. 40) los Colombianos por excelencia pretenden vaciar
información en mentes y que estas personas hagan lo que supuestamente están programadas
a hacer, pero no se tiene en cuenta que existe un ser con todo el libre albedrío con el cual
puede tomar decisiones y asumir consecuencias. La inutilidad e inseguridad acompañan a
los hijos que se les programa para actuar de una forma y en su interior quiere florecer o
surgir el verdadero yo, quien en realidad es su propia esencia.
Según Freud cuando el Yo se ve amenazado es cuando genera todo tipo de
conflictos que pueden ser internos o pueden ser exteriorizados. Si el yo se debilita se vuelve
víctima derrotada de la vida, pero esto es básicamente una actitud, una decisión, pues no
importa cuán grave fuera la situación familiar aún así los padres fueron personas que
estaban aprendiendo con errores y los seres humanos podemos corregirlos con el solo deseo
de querer hacerlo. Según John Bradshaw (1996) en su libro La familia dice: “la familia
modela la identidad de sus miembros e impacta la vida de éstos a través de las
generaciones”. Los valores tradicionales garantizan matrimonios sólidos y paternidad
madura y eficiente (pág. 17) o sea que es la familia la que moldea el carácter de los
individuos y desarrolla los cimientos de las virtudes de los individuos. Para éste autor la
“democracia profunda” puede darse al haber rupturas abruptas como divorcios e hijos
abandonando sus hogares y esto implica una mente abierta y deseando un cambio para
romper con los viejos esquemas de maltrato pasivo y subyugado a los que las familias se
veían sujetos eternamente con abuso indefinido y sin posibilidades de nada. Según este
libro el hecho de que exista rebeldía es la lucha por mejorar y demostrarnos amor propio e
independencia de la cultura a la que se ha sido sometido durante la vida. Es una especie de
desobediencia civil en la que se están dando rupturas de viejos patrones y bajo las cuales se
pretende romper todo lazo o yugo inadecuado colocando a los participantes en un entorno
de igualdad e independencia mental y humana, evadir los fenómenos sociales creando
rupturas drásticas conllevan situaciones inesperadas y duras de aceptar pero que a la postre
van a dar resultados adecuados.
En este punto es un poco duro confrontar hasta donde la marcada sociedad tiende a
ir desapareciendo a costa de unos cuantos conejillos de indias que sacrifican su vida para ir
generando un cambio, el cual puede ser demasiado riesgoso y expuesto para determinantes
14. en el futuro de cada uno de los individuos; porque el adolescente que cae en amistades
sociales inestables se expone inminentemente a andar por corrientes desconocidas en busca
de libertad e independencia, la gente joven cae víctima de la gente adulta y si quizás existe
un abuso en la infancia en donde no se les provee herramientas adecuadas se crea un mayor
problema social, pues estos futuros adultos salen al mundo cargados de vacíos y
desacuerdos que pueden hilarlo en forma incorrecta en la sociedad y el entorno en el cual se
van a desenvolver con futuros hogares.
María Montessori por su parte señala que existe un abuso en las reglas de
educación infantil basadas en un sistema monárquico y patriarcal. Se ha hecho referencia a
estos puntos pues al venir hablando del yo, encontramos en estos pensamientos que la
pérdida del yo es codependencia que implica cierto grado de confusión. Es algo así como la
“pérdida del yo” y se refiere a la pérdida de una sólida autoestima y el desarrollo de una
“falsa personalidad” pues según Bradshaw, los niños educados con reglas paternales
aprenden que para obtener lo que deseen deben renunciar a su personalidad auténtica y
desarrollar un yo que satisfaga las demandas del deber y la obediencia ciega. Cuando esto
ocurre, el auténtico yo reemplazado por la falsa personalidad no hay amor propio ni una
sana autoestima. (pág. 21) pareciera que un alto grado de autoestima es un alto grado de
individualidad y diferenciación. Una persona que se quiere no se lastima ni a sí misma ni a
los demás es entonces que se puede observar el alto grado de riesgo de la independencia la
cual puede llevar a la degradación, pues la autoestima es baja y no brinda los elementos
necesarios para contrarrestar la fuerza exterior. En las gráficas relacionadas con la
autoestima se determina un contraste que pareciera demostrar que existe autoestima al
mencionar que se aman y respetan así mismo pero bien se confirma con expuesta hasta aquí
que al existir conductas autolesivas no solo física, sino de exposición geográfica y social, es
el determinante de una baja autoestima que puede declinar en forma vertiginosa sin
posibilidad de elevarse porque las conductas de indefensión son adictivas y progresivas,
este es uno de los muchos riesgos que corren estos adolescentes rebeldes.
Examinemos brevemente lo que dice María del Carmen González García en su libro
“La comunicación efectiva” 2002, hace alusión a la comunicación como esencia de la vida
la cual se define y enfoca en todos los niveles, parece ser que es un sistema activo dentro de
sí y dentro de su medio. Ahora bien la tensión interna a la que se ven sometidos los jóvenes
15. en éste siglo, con ello la frustración personal y la desesperanza que acompañan los patrones
de comunicación conllevan a la frustración intencional del darse por vencidos sin antes
haber peleado la batalla, al parecer el mensaje es ¡para qué luchar!, si de igual forma el
mundo se va a acabar, el planeta se está destruyendo, la pobreza se incrementa y no hay
futuro seguro, es mejor disfrutar o vivir el momento.
Las ideologías van desapareciendo y queda la nada absoluta, la sin razón y la
vaciedad, el éxtasis del momento y la euforia de una emoción. La frivolidad, el
aturdimiento, el aburrimiento y la escasez de oportunidades o de sueños, generan
desesperanza a la cual se adaptan con suma facilidad y docilidad. Al parecer la nueva
generación de padres de familia trajo consigo una problemática bien fuerte como es la
supuesta idea de no repetir los errores de sus antecesores en sus hijos, desechando por
completo las bases primeras sin corregir básicamente el problema sino más bien generando
uno mayor y a gran escala. Esa protesta generacional de no querer repetir los mismos
supuestos errores que por cierto nos hicieron mejores personas, personas de bien, honestas,
disciplinadas, trabajadoras, serviciales, responsables, etc., aunque en algunos aspectos
frágiles socialmente no con menos valor ni respeto; esto ha conllevado no solamente a
abolir los supuestos abusos del pasado que en muchos casos si existieron y en otros no,
sino que se arrastró consigo el más grave error de todos, darle la espalda a lo bueno que
tenía el pasado, a lo que tenía valor y era realmente provisión segura para el futuro como
los valores familiares, la autoridad y el respeto, trayendo consigo hoy día niños “igualados”
mencionado en el fulgor de internet en éste término, niños formados con falsas ambiciones
respecto a los ideales y sueños de los padres (irreales y frustraciones personales quienes
ponderan en sus hijos lo que no pudieron hacer o realizar como ideal y lo cual se les
derrumbó o por el contrario nunca se construyó), estos sueños no son más que cargas
insufribles de vidas nuevas y con nuevas expectativas sociales, las cuales son demandadas
diariamente en su vida social y cultural.
Este sufrimiento interno es muy intenso formando comportamientos volubles y
manejo de sentimientos al antojo. Esta actitud genera astutas y sutiles manifestaciones
agresivas y si el adolescente no puede verse reflejado en los padres, entonces no sabe quién
es, ni cuál es su identidad lo cual conlleva a una búsqueda insaciable de amor y aceptación,
pero como la ley de Murphy dice: “cualquier solución entraña nuevos problemas”. La
16. conducta evitada es la vivida por asociación mental y como no ven en sus padres seguridad,
desarrollan un sentido de desconfianza. La pauta de confianza proporciona seguridad, es
por esto que con todas las personas los adolescentes se relacionan en forma diferente pues
al valorar las personas se dan cuenta si pueden confiar o no en ellos y es así que los grupos
de pares proporcionan confiabilidad por su misma afinidad, caso contrario de los padres
quienes han demostrado insuficiencia ya sea social, familiar, personal, económico, etc.
La fuerza motivadora son las emociones, las cuales crean un vínculo con las
personas y así mismo son la energía que se enfoca para el manejo de las relaciones
familiares o sociales. Este motor generador de energía social es base de acciones y
decisiones, las cuales pueden determinar la vida de un adolescente y a su vez de su entorno.
Pareciera que esa emoción que generó el malestar, es la que en últimas redarguye la mente
cada vez que es asociado racionalmente. Este matrimonio imaginario hace que una acción,
acto o circunstancia quede unido en un lazo con una emoción, la cual es generadora de
fuerza y poder de acción.
Sus manifestaciones son tristeza, alegría, enojo, discordia, etc. Y estas proveen de
elementos justificables para la toma de acciones a los individuos heridos emocionalmente y
mentalmente. Se dice que los niños viven en el presente, los jóvenes en el futuro y los
mayores en el pasado. Es posible que el futuro agobie a los adolescentes con incapacidades
imaginarias, determinantes de insuficiencia, y espacios de vaciedad ansiosa, determinando
con las emociones generadas en situaciones especiales, las explicaciones y excusas
necesarias para dar ese paso tan determinante y por comparación con sus congéneres,
estresante.
Las frustraciones infantiles parecieran ser la excusa perfecta para la evitación de las
responsabilidades que se vienen, por supuesto es esta cultura, la causante del
individualismo e incapacidades mentales. Se podría hacer la pregunta, es ¿Colombia
generadora de individualismo, al punto de preparar mentalmente a las familias para que
teman a enfrentarse a la realidad y transmitir el miedo a sus generaciones? El famoso
cuento del colombiano y los chinos, pareciera confirmar que nosotros somos individualistas
y lo confirmamos en nuestros actos, los cuales seguimos transmitiendo sin responsabilidad
ni conciencia a los futuros adultos.
17. Pareciera que tanto miedo es tradicional y está encriptado para que se siga
realizando generación tras generación, y quizás la cultura del narcotráfico lo ratifique o lo
refuerce. Es triste ver que los niños siguen percibiendo el desengaño de sus padres,
generando desconfianza y desprecio. Existe por tanto un sistema de creencias sociales que
parecieran negar otra vía de ver las cosas. Dejando solo la posibilidad de cerrarnos ante el
cambio y no permitir que se evidencie las creencias adquiridas; dando por cierto el
desarrollo de jóvenes conflictivos porque es natural que así sea, cuando en otras partes del
mundo no existe este tipo de conflictos en el crecimiento o por el contrario, peores.
¿Estamos programados para sufrir el traspaso de la infancia a la adolescencia y a su vez a la
adultez? ¿Es esta transición cultural? ¿Las mentes inconscientes son archivos de recuerdos,
capaces de manipularnos en el buen desempeño, formando por tanto adolescentes
problema? Siempre incapaces de salir del cascaron pero siempre deseosos de tener una vida
propia. Pareciera que cualquier creencia bien arraigada tiende a perpetuarse, pero en cada
generación es más agobiante y asfixiante el yugo impuesto por la misma, deseando
explotar, deseando un cambio pero a su vez temiéndolo. El hecho de que dos creencias
antagónicas convivan en un cerebro hace que realmente surja un conflicto interno.
Cualquier incoherencia resalta las divisiones al interior teniendo conflictos entre las
creencias y las acciones a tomar. Por tanto se queda en la inmovilidad. Muchas de esas
creencias limitan el desarrollo sano del adolescente imposibilitándole y limitando una
acción ante la vida.
Básicamente la asimilación de la comunicación no clara hace que los adolescentes
estén cargados con las frustraciones personales de los padres, pero se les inyecta o vende la
idea de que son poderosos sin prepararlos para la misma carrera, e igualmente se les hace
creer que es su idea lograr el objetivo impuesto.
Se les dice inteligentes y se les consciente dejándoles sus cerebros fritos al borde de
la torpeza, no solo en los patrones de sueño y actividades físicas, sino alimenticias con
alimentos insanos llenos de azúcar; se les exige, pero se les tolera la pereza y la
mediocridad; y luego como buen fruto, producen inexistencia y vaciedad y se preguntan los
padres ¿de dónde salió esa persona que solía ser mi hijo y ahora es un completo extraño? O
esta es mejor ¡mi hijo se me salió de las manos! Contando con tan solo 3 años o menos de
15 años. No existe autoridad por parte del adulto a cargo quien por supuesto evade la idea
18. de asumir su culpa y responsabilidad en la crianza de su hijo. “El fruto no cae muy lejos del
árbol” parece un buen refrán para éste punto. Solo se percibe hijos “beligerantes y
poderosos”, irreverentes. Según un tal Gustavo de internet quien diseñó un Power Point el
cual no tiene fecha ni más información precisa pues esos correos viajan sin rutas fijas,
menciona que esta generación de supuestos adultos de hoy se consideran “buenos padres”
(“el infierno está llenos de gente buena con buenas intenciones pero malas acciones”)
queriendo hacer las cosas bien derrumbando las bases antiguas y construyendo sobre arena,
nuevas ideas, pasaron de un extremo al otro, convirtiéndose en las víctimas de todos los
tiempos, hijos regañados y padres maltratados y humillados por los hijos propios, pero en
últimas lo que realmente ocurre es que parecen ser más bien los más grandes detonantes de
las ideas modernistas sembradas en territorios sin pasado y con visión negra del futuro.
Temer a los padres y ahora temer a los hijos porque éstos ya están produciendo
temor pues no existen bases morales, ni éticas que rijan sus vidas, jóvenes consentidos,
intocables o maltratados comunicacionalmente y psicológicamente y dejados a su buena
voluntad por temor a lo que no conocen como es “como educar un hijo”, pues al rechazar la
forma en que se fue criado, no se proveen de nuevos elementos mejores para realizar esta
labor sino que lo dejan todo a la buena de Dios, a ver qué pasa. Al parecer los extremos
generaron cambios inesperados e inestables en las nuevas generaciones desarrollando el
lado permisivo y dejando a un lado la autoridad y la disciplina, es posible que de haberse
aplicado bien la transición hubiera sido para bien y no para mal, aunque como en todo hay
excepciones y en un país de tanta diversidad se quiebran las reglas siempre. Según éste
Gustavo, las fronteras jerárquicas proveía disciplina y control del ambiente social y
familiar, pero al no existir, se han invertido los roles y papeles pues se ha dejado a un lado
el respeto y la tolerancia a las diferencias, quedando solo en la mesa la idea yoica del
adolescente.
Estos nuevos adultos se embarcan en vidas familiares que en el fondo no desean
pero que socialmente son “necesarias” porque es lo apropiado, pero desean continuar con la
vida libre y rebelde que les provee la suficiente independencia individual del ser, aún así
tienen hijos que no programan, que no asumen con responsabilidad y que básicamente son
parte de un ciclo, más no los ven como debe ser en su calidad de adulto responsable hacia
una nueva criatura viviente. Los judíos a la luz de las escrituras por el contrario asumen con
19. demasiada responsabilidad el tener un hijo, tanto como un legado el cual deben proteger,
valorar y respetar hasta cuando sea el momento de dejarlos caminar por sí mismo que es
simbólicamente a los 13 años para los niños y a los 12 para las niñas. Una forma interesante
de manejar esto se puede ver por ejemplo en la tradición judía, en el Bar Mitzva,
celebración que se realiza cuando un niño llega a los 13 años y una niña a los 12, allí
alcanzan la mayoría de edad, se vuelven responsables de sus actos y se convierten en
hombre o mujer.
La palabra en sí, significa sujeto o sometido a una obligación, o sea, queda con toda
la responsabilidad de sus actos sobre sus hombros; antes de esta edad los padres son
responsables de los infantes pero en el transcurso de su infancia son enseñados con
responsabilidad de sus leyes, tradiciones, ética y valores judíos. El padre agradece a Dios
que ya no será castigado por los pecados de su hijo o hija porque esta nueva persona es
reconocida a partir de allí como una persona completa, dejando el proceso personas con
altos valores morales, sociales, disciplina e integridad.
En cambio en Colombia, las nuevas criaturas o generaciones caen presas fáciles del
entorno porque en su mayoría no tienen bases sólidas en donde apoyarse, caen presas del
hastío de la televisión, de la música, de la comida chatarra, de la vida fácil, de la rutina sin
sentido y del descontrol social, hundiéndose en la sociedad que los absorbe a través de la
culturas predominantes que por lo general siempre va a la deriva, sin parámetro y sin
destino. Dentro de la cultura general, existe una particular y de allí salen subculturas que a
su vez son producciones escénicas para el teatro de la vida en el cual se sumergen cada vez
más a medida que tienen contacto a través del submundo en el que habitan como son los
lugares sociales.
Los aportes que esta investigación a nosotros como profesionales es demasiado
grande al permitirnos visualizar desde muchos ángulos la problemática actual de los
jóvenes no solo en la ciudad de Buga sino a nivel nacional, el cual se está volviendo en
términos generales un patrón recurrente. Poder analizar la fuente de un detonante social es
sumamente agradable y satisfactorio para la profesión.
Se culmina de acuerdo a los resultados y es que corrobora la hipótesis planteada al
igual que se crea modelos de intervención propios para la condición encontrada.