Historia del arte, pintura y escultura del periodo del rococo y neoclasico.
Doce rosas
1. Un ramo de 12 rosas para los que quieran vivir su primavera.
2. Rosa de la sinceridad ¡Qué bonito decir de una persona que “siempre dice la verdad”! Es una de las mejores cualidades. La mentira, en cambio, sólo granjea desconfianza. Nadie es feliz al lado de un mentiroso.
3. Rosa de la amistad Los buenos amigos son un gran tesoro. Quien tiene un amigo o amiga tiene alguien en quien confiar plenamente, en quien apoyarse en los momentos difíciles y con quien contar para poner fin a sus males. Pero,... ojo con los falsos amigos.
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5. Rosa del amor El amor es el motor de la vida. Lo necesitan los niños para crecer, los adolescentes para afirmarse y los adultos para vivir. Cuando el amor inunda el corazón, todo es armonía y plenitud. Pero, su hermosura puede ser destruida por sustitutos que abundan en nuestra sociedad..
6. Rosa de la belleza La belleza, en las personas y en las cosas, es un regalo que toca las fibras de la sensibilidad. Hay ojos incapaces de ver la belleza; pero, ella existe, sea o no contemplada.
7. Rosa de las convicciones Cada cual vale lo que valen sus convicciones. Tener criterio propio, avalado por profundas convicciones, es lo contrario de ser una veleta, que se mueve en la dirección del viento reinante. Sembrar convicciones es una meta familiar; enraizarlas y hacerlas crecer una labor personal.
8. Rosa del esfuerzo Casi todo, en la vida, tiene un precio. El esfuerzo es el tributo del triunfo. Camina, por tanto, sin desmayo, con los ojos puestos en la meta.
9. Rosa de la solidaridad Es una suerte vivir con cierto desahogo económico. Los padres hacen un gran esfuerzo y merecen agradecimiento. Otras personas no tienen nuestra oportunidad. Imposible valorar el bien que podemos hacerles.
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11. Ser sabio no es tener muchos conocimientos. De nada sirven éstos si no se emplean para hacer bien todas las cosas y hacer el bien a todas las personas. Rosa de la sabiduría
12. Rosa de la alegría Tal vez, las rosas anteriores sean un poco serias. Diré que nada valen si no van unidas a una perenne alegría que haga cantar y bailar, que brille en los ojos y se esparza alrededor. Ser portador de alegría es un don muy grande. .
¡Qué bonito decir de una persona que “siempre dice la verdad”. La sinceridad es una de las mejores cualildades.
Es una suerte vivir con desahogo; los padres se esfuerzan a diario para conseguirlo Merecen nuestro agradecimiento. Hay otros niños que no tienen esa oportunidad.
Tal vez, las rosa anteriores ean demasiado serias. Te diré que nada valen si no van unidas a una perenne alegría. La alegría hace cantar y