Racionalismo moderno. Descartes, Espinoza y Malebranche.

1. FILOSOFÍA MODERNA

2. La Edad Moderna abarca desde mediados del s. XV hasta finales del s. XVIII. La filosofía moderna empieza con Descartes como fundador del Racionalismo moderno. RACIONALISMO DESCARTES (1596-1650) SPINOZA. (1632-1677) LEIBNIZ. (1646-1716)

3. EMPIRISMO INGLÉS LOCKE (1632-1704) HUME (1711-1776) BERKELEY (1685-1753)

4. ILUSTRACIÓN MONTESQUIEU. (1689-1755) ROUSSEAU. (1712-1778) VOLTAIRE. (1694-1778)

5. IDEALISMO ALEMÁN KANT (1724-1804) HEGEL (1770-1831)

7. RASGOS DE LA FILOSOFÍA MODERNA La razón liberada de toda imposición ajena a ella se enfrenta consigo misma como única forma de conocer la verdad. Esto supone: ACTITUD OPTIMISTA el hombre es capaz, por sí solo, de descubrir la verdad. ACTITUD PESIMISTA cuando el hombre se encuentra a la sola luz de la Razón se vuelve escéptico, desconfiando de la misma razón ya que ésta nos puede llevar a cometer los mismos errores que los cometidos en épocas anteriores. LA RAZÓN PARA SUPERAR ESTA SITUACIÓN DEBE ACUDIR AL MÉTODO. A

11. DESCARTES (1596-1650) Observa la situación filosófica y cultural de su tiempo: doctrinas sin conexión, opiniones contradictorias, pluralidad de filosofías. EL S. XVII PODEMOS ENCUADRARLO COMO UNA OBSESIVA PREOCUPACIÓN METODOLÓGICA.

13. APLIQUEMOS EL MÉTODO. "Todas las diversas ciencias no son otra cosa que la sabiduría humana, la cual permanece una e idéntica"." Todas las ciencias no son más que una que permanece una y la misma, aunque aplicada a objetos diferentes ". Puesto que la Razón es única, interesa conocer cual es su estructura, su funcionamiento propio para poder aplicarla correctamente y poder alcanzar conocimientos verdaderos y provechosos.

15. PUNTO DE PARTIDA: Encontrar una verdad absolutamente cierta sobre la que no sea posible dudar en absoluto. ¿CÓMO ENCONTRARLA?

16. La primera verdad y el criterio. Descartes pensó durante algún tiempo que la duda llevada e este extremo de radicalidad abocaba a un escepticismo, hasta que encontró una verdad absoluta: la existencia del propio sujeto que duda y piensa . Mi existencia como sujeto piensa está exenta de todo error posible y de toda duda posible: "Cogito ergo sum". Mi existencia como sujeto pensante no sólo la primera verdad y la primera certeza, es también el prototipo de toda verdad y de toda certeza . Mi existencia es algo que percibo con toda claridad y distinción, es algo indubitable. De aquí deduce descartes su criterio de certeza: todo cuanto perciba con igual claridad y distinción será verdadero y, por tanto, podría afirmarlo con inquebrantable certeza.

17. HAY QUE DEDUCIR LA EXISTENCIA EXTRAMENTAL DE LA REALIDAD A PARTIR DE LA EXISTENCIA DEL PENSAMIENTO. TOMEMOS EL EJEMPLO: “ YO PIENSO QUE EL MUNDO EXISTE ”. SÓLO HAY CERTEZA DE PIENSO QUE EL MUNDO EXISTE NO DE QUE EXISTA EL MUNDO. Esta fórmula nos pone de manifiesto la presencia de tres factores: 1º el yo que piensa, cuya existencia es indubitable. 2º el mundo como realidad exterior al pensamiento, cuya existencia es dudosa. 3º las ideas de "mundo" y de "existencia" que indudablemente poseo. ("tal vez el mundo no exista, pero no puede dudarse que poseo las ideas de "Mundo" y "existencia"). De este análisis concluye Descartes que el pensamiento piensa siempre ideas . Para Descartes, al contrario que la filosofía anterior, el pensamiento no recae directamente sobre las cosas sino sobre las ideas. La idea no es una lente transparente, sino una representación o fotografía que contemplamos. ¿Cómo garantizar que a la idea de mundo corresponde una realidad, el mundo?

18. ¿CÓMO GARANTIZAR QUE A MI IDEA DE MUNDO LE CORRESPONDE UNA REALIDAD, EL MUNDO?

19. "las ideas primitivas a partir de las cuales se ha de construir el edificio de nuestros conocimientos son innatas". Por ej.: ideas de "pensamiento" y "existencia", que ni son construidas por mí ni proceden de experiencia externa alguna, sino que me las encuentro en la percepción misma del "pienso, luego existo". Entre las ideas innatas, Descartes descubre la idea de Infinito , que se apresura a identificar con la idea de Dios. Descartes demuestra con argumentos convincentes que la idea de Dios no es adventicia (no poseemos experiencia directa de Dios), y con argumentos menos convincentes se esfuerza en demostrar que tampoco es facticia. (Tradicionalmente se ha mantenido que la idea de Infinito proviene, por negación de los límites, de la idea de lo finito; Renato invierte esta relación afirmando que la noción de finitud, de limitación presupone la idea de Infinitud: esta no deriva de aquélla, no es facticia). Una vez establecido que la idea de Dios -como ser Infinito- es innata, el camino de la deducción queda expedito:

20. a) La existencia de Dios es demostrada a partir de la idea de Dios. La idea de un ser Infinito requiere una causa Infinita; luego ha sido causada en mí por un ser Infinito; luego el ser infinito existe. b) La existencia del mundo es demostrada a partir de la existencia de Dios. "Puesto que Dios existe y es infinitamente bueno y veraz, no puede permitir que me engañe al creer que el mundo existe, luego el mundo existe". Dios aparece como garantía de que a mis ideas corresponde un mundo, una realidad extramental . Dios no garantiza que a todas mis ideas corresponda una realidad extramental. Descartes (como Galileo, como toda la Ciencia Moderna) niega que existan las cualidades secundarias, a pesar de que tenemos las ideas de los colores, los sonidos, etc. Dios sólo garantiza la existencia de un mundo constituido exclusivamente por la extensión y el movimiento (cualidades primarias). A partir de estas ideas de extensión y movimiento puede, según Descartes, deducirse la física, las leyes generales del movimiento.

22. El concepto de sustancia es fundamental en Descartes y, a partir de él, de todos los filósofos racionalistas. "Sustancia es una cosa que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra cosa para existir". Descartes reconoció que tal definición es aplicable sólo a Dios, si bien la definición puede seguir manteniéndose por lo que se refiere a la independencia mutua entre la sustancia pensante y la sustancia extensa, que no necesita la una de la otra para existir.

23. El objetivo último del pensamiento cartesiano al afirmar que alma y cuerpo, pensamiento y extensión constituyen sustancias independientes, es salvaguardar la autonomía del alma respecto de la materia . La ciencia clásica (cuya concepción de la materia comparte Descartes) imponía una concepción mecanicista y determinista del mundo material, en el cual no queda lugar alguno para la libertad. La libertad sólo podía salvaguardarse sustrayendo al alma del mundo de la necesidad mecanicista y esto, a su vez, exigía situarla como una esfera de la realidad autónoma e independiente. Esta idea del alma y el cuerpo es la idea central aportada por el concepto cartesiano de sustancia.

24. LA EXPERIENCIA CARTESIANA DE LA LIBERTAD Descartes presenta un dualismo aún más radical que el de Platón cuando separa el alma del cuerpo, considerándolas independientes y autosuficientes. Así se agudiza el problema de la relación, calificada por Descartes como "combate", entre la Razón y la voluntad y los apetitos naturales o pasiones.

25. a) Las pasiones. Pasiones: " aquellas percepciones o sentimientos que hay en nosotros y que afectan al alma sin tener su origen en ella ". Su origen se halla en las fuerzas que actúan en el cuerpo (=espíritus vitales). Estas son involuntarias, inmediatas y no siempre racionales. " Las pasiones agitan perversamente la voluntad, y así hacen al alma esclava e infeliz ". Descartes está tocando un tema típicamente estoico : el tema del autodominio , del autocontrol . Su actitud no es totalmente negativa, "a lo que hay que enfrentarse es, no a las pasiones como tales, sino a la fuerza ciega con que tratan de arrastrar la voluntad de un modo inmediato, sin dejar lugar para la reflexión razonable". La tarea del alma es someterlas y ordenarlas conforme al dictamen de la Razón. La razón suministra no sólo el criterio adecuado respecto de las pasiones, sino también la fuerza necesaria para oponerse a ellas : las armas de que se vale la parte superior del alma son " juicios firmes y determinados referidos al conocimiento del bien y del mal, según los cuales ha decidido conducir las acciones de su vida ".

26. b) El "yo" como pensamiento y libertad. El yo como res cogitans es centro y sujeto de actividades anímicas que, en último término, se reducen a dos facultades, el entendimiento y la voluntad . La voluntad se caracteriza por ser libre: - La libertad es indubitable "ha de considerarse una de las nociones primeras y máximamente comunes que hay innatas en nosotros". - La libertad es perfección fundamental del hombre. - El ejercicio de la libertad constituye un elemento esencial del proyecto de Descartes. La libertad nos permite ser dueños tanto de la naturaleza (objetivo último de la filosofía de Descartes), como de nuestras pasiones . ¿En qué consiste exactamente la libertad, su ejercicio? La libertad consiste en elegir lo que es propuesto por el entendimiento como bueno y verdadero. La libertad es, pues no la mera indiferencia, ni la arbitrariedad, sino el sometimiento positivo de la voluntad al entendimiento.

28. EL MONISMO PANTEISTA Esta sustancia única, es denominado por Espinosa Deus sive Natura (Dios o Naturaleza). Si sustancia es lo que se concibe por sí mismo y, por tanto, , existe por sí mismo(lo que no necesita de otra cosa para existir) la idea de una sustancia creada es contradictoria . S u definición incluye necesariamente la idea de Dios (¿cómo definir una sustancia creada sino como una sustancia producida por Dios?). No hay, pues, sustancias creadas, no hay pluralidad de sustancias . Existe una sustancia única, infinita que se identifica con la totalidad de lo real . Esta sustancia infinita, Dios o Naturaleza, posee infinitos atributos de los cuales nos son conocidos dos: el pensamiento y la extensión . A su vez, cada uno de estos infinitos atributos se realiza en infinitos modos. (Los modos son las distintas realidades individuales, almas y cuerpos particulares.)

29. EL ORDEN DE LO REAL. La definición espinosista de sustancia se basa en que existe una correspondencia perfecta entre el orden de las ideas y el orden de lo real. Este principio (implícitamente supuesto por Descartes) aparece explícitamente afirmado por Espinosa en su proposición: “ el orden y conexión de las ideas es el mismo que el orden y conexión de las cosas ” (Ética II, prop.7).

31. Al negar que la extensión sea la esencia de la realidad corpórea, Leibniz llega a la conclusión de que existe una infinidad de sustancias simples, inextensas, que denomina mónadas . Al negar el mecanicismo, Leibniz afirma que estas sustancias son activas : los distintos procesos y determinaciones que afectan a una mónada tienen su origen en la actividad de ésta, son internos a ella y no el resultado de influjo alguno exterior . Las mónadas no actúan, pues, las unas sobre las otras . Ahora bien, a pesar de que las sustancias o mónadas no ejercen influjo alguno recíproco, el universo manifiesta un orden como totalidad: ¿cómo es posible este orden si cada mónada actúa por sí y desde sí, desconectada realmente de las demás? La respuesta de Leibniz a esta pregunta se halla en su teoría de la armonía preestablecida : Dios, al crear las mónadas, las ordenó de tal modo que, aun sin existir influencias mutuas entre ellas, el resultado de la actividad de todas ellas es el orden armónico de la totalidad .

32. Uno de los problemas teóricos cruciales en el Racionalismo es el de la relación existente entre las distintas sustancias, específicamente, entre la sustancia pensante (alma) y la sustancia extensa (cuerpo; o bien, en el caso de Leibniz, la multitud de mónadas que “componen” el cuerpo). La noción cartesiana de sustancia llevaba a negar la intercausalidad de las sustancias, la posibilidad de que una sustancia influya o actúe sobre otra.

33. Descartes sostiene que el alma está unida a todo el cuerpo, a través de la glándula pineal , localizada en en cerebro. A través de esta glándula, el alma comunica al cuerpo sus pensamientos y demás operaciones y recibe de éste las impresiones. Quien siente es el alma, y las sensaciones son ideas confusas o maneras confusas de pensar. El alma es también la que sufre las pasiones: deseo, odio, alegría, tristeza.

34. Malebranche introdujo la doctrina ocasionalista. Según el ocasionalismo, unas sustancias no actúan sobre otras, sino que es dios quien realmente actúa: una lesión cerebral (cuerpo) no es causa de la pérdida de la memoria (alma), sino que con ocasión de tal lesión cerebral es Dios quien actúa, causando la pérdida de la memoria.

35. Leibniz propone la teoría de la armonía preestablecida. En cuanto a Espinosa, su monismo le permite obviar perfectamente el problema de la interacción de la mente y el cuerpo: en realidad, mente y cuerpo “son una y la misma cosa que se concibe, en un caso, bajo el atributo del pensamiento y, en el otro caso, bajo el atributo de la extensión” (Ética III, prop.2).