1. EL HUMANISMO Y LAS UTOPÍAS
RENACENTISTAS
HISTORIA MODERNA UNIVERSAL
2013
2. ALGUNAS DEFINICIONES
- Humanitas: filantropía, amor por los hombres.
- Humanidades: aquellos estudios que fomentan y depuran la
filantropía o amor por los hombres.
- Humanista: el que florece en estos estudios de amor.
- Humanista
cristiano:
humanista
bautizado
pero
adjetivamente: quiere decirse que, iluminado por la caridad,
podrá transfigurarse, divinizar su filantropía pero nunca
ensombrecerla equívocamente con el fulgor de la gloria de
Dios.
3. EL HUMANISMO – LOS
HUMANISTAS
El humanismo se entiende como el programa cultural, intelectual
y pedagógico sobre el cual se originó todo el nuevo sistema de
ideas del Renacimiento. Como tal no es ni una filosofía ni una
época filosófica, responde más a una atmófera “en la que nacen y
crecen variados modos de pensar y sentir”.
“No es en sí un movimiento de unidad monolítica, de rígidas y
armónicas coordenadas conceptuales”.
El objetivo primordial de los humanistas era la exaltación del
hombre desde su diferencia del resto de especies animales. Se
exalta entonces su capacidad de discernimiento, se reivindica su
libertad, nutriendo todo su conocimiento a partir del estudio de la
sabiduría y la filosofía antigua.
Serán entonces los humanistas los intermediarios entre la tradición
antigua y el presente ‘moderno’ que estaba viviendo Europa.
4. EL HUMANISMO – LOS
HUMANISTAS
El humanismo integrará el mundo del arte y de la cultura literaria
constituyendo una visión mental única, unitaria del saber a partir
de la concordia universal en la que se intenta entender
generosamente al ser humano.
Como movimiento intelectual no propone una base filosófica
distinta, en la medida que su modelo estaba concebido a partir del
pensamiento antiguo: “es innegable que sólo para poder cantar de
nuevo las bellezas de lo creado, para reivindicar la parte activa del
hombre sobre la tierra. Para hacer de la cultura un órgano
socialmente funcional hicieron resurgir los humanistas, con tanto
prestigio y con tanta fuerza, las obras de los griegos y de los
latinos” (Tenenti, p. 143).
5. EL HUMANISMO – LOS
HUMANISTAS
A pesar del intenso cambio mental y espiritual que están liderando, los
humanistas no fueron conscientes del movimiento intelectual que
estaban gestando, ni del pensamiento intolerante que estaban
cimentando frente al ordenamiento mental cerrado, dogmático,
jerárquico y desigual impuesto por la iglesia. Crean el pensamiento
laico occidental.
De hecho, una de las características específicas de los grupos de
humanistas del renacimiento, es que nunca pensaron que con sus
escritos y reflexiones estaban liderando un ataque directo a la iglesia
católica, a la visión cristiana del mundo, exaltando lo terreno.
Toda su erudición sin duda vendrá de los autores clásicos, lo cual se
presenta por su pasión por la antigüedad. A pesar de esto los
humanistas no renuncian a sus creencias cristianas ni al núcleo de la
religión que es la creencia en la existencia de Dios, la inmortalidad del
alma y la fe en la virtud moral.
6. UTOPÍAS RENACENTISTAS
En general, todas las utopías renacentistas presentan una
exaltación de la ciencia, del saber, un excelso optimismo
frente al progreso técnico y un apoyo irrestricto a la
expansión del conocimiento.
A pesar de que sus autores siguieron legitimando el statu quo
imperante, las utopías en sí no son tradicionalistas pues están
abiertas a lo nuevo, dispuestas a integrar todos aquellos
elementos que permitieran alimentar el conocimiento.
7. UTOPÍAS RENACENTISTAS
“Tomadas al pie de la letra, parecen relatos infantiles en los
que se retratan sociedades anacrónicas: culturas
imperturbables donde todos fueron felices”. Sin embargo,
esto no quiere decir que dichas utopías no representaban
nuevos e innovadores valores que incorporaban lo antiguo
con lo moderno.
Respecto a la construcción de los textos, en primera
instancia, las utopías renacentistas poseen un narrador
inventado, en boca de quien se escucha el relato, un narrador
testimonial que se convierte en testigo de lo que ve y siente.
8. UTOPÍAS RENACENTISTAS
Como tal, la utopías está referida a ‘ningún lugar’. En sí cada
utopía reflejará entonces una sociedad ideal – imaginaria, ubicada
en un sitio remoto, lejano de Occidente, ausente de los mapas, al
cual sólo se llega a partir de un naufragio o un extravío.
“El carácter inubicable es, si se quiere necesario para la
consistencia de la narración, y esto por dos razones: para que la
verosimilitud del relato no pueda ponerse a prueba, y porque el
mundo utópico que se describe es un mundo estable, intacto y
milenario, de manera que sería contradictorio que las utopías
estuvieran expuestas al conocimiento público y al acceso de
conquistadores ávidos de poder y dinero”
9. UTOPÍAS RENACENTISTAS
El tipo de población, de sociedad que aparece caracterizado en
las utopías, corresponde a un pueblo que se supone ha sido
elegido por la Providencia, un pueblo único, bendecido por la
gracia divina.
Generalmente se encuentra que la mayoría de los textos
utópicos son inconclusos, en los cuales se denota un orden
cerrado, autosuficiente.
En sí uno de los objetivos primordiales de este tipo de textos es
establecer una visión crítica con respecto al contexto real
europeo, oponiendo a esta visión un nuevo modelo
construccionista. La utopía en el fondo tratará de cuestionar la
difícil situación europea.
10. UTOPÍAS RENACENTISTAS
Respecto al orden político, las utopías renacentistas intentan ante todo
cuestionar los preceptos establecidos por los príncipes europeos, los
cuales están basados más en términos de eficacia que en principios
éticos trascendentales. Mientras en las sociedades occidentales, quien
lleva las riendas del poder es el Príncipe, cuyo poder se legitima según
la capacidad de dominación, en las utopías, el gobernante es quien sea
más sabio.
Las utopías en el nivel económico plantean la necesidad de que la
sociedad posea una organización económica que apele a bases
comunitaristas, objetando las disparidades que el naciente capitalismo
mercantil imponía en el contexto europeo. Por tanto, en dichos textos
existe una negación tajante del lujo y el consumo irracional de los
grupos acaudalados, de las relaciones de servidumbre y de la
subordinación de la ley al beneficio privado.
11. UTOPÍAS RENACENTISTAS
Las utopías renacentistas exaltan ante todo el saber y la cultura,
en la medida que el papel central de este tipo de sociedades lo
cumple la expansión del conocimiento en el bienestar de la
comunidad y en la maximización de la felicidad social.
Tal saber se ve representado en el conocimiento que poseen los
habitantes utópicos quienes son conocedores de la sociedad
occidental y de las otras culturas, igual o más de lo que éstas se
conocen a sí mismas. De hecho, evidencian estas sociedades
perfectas en las que se hace especial hincapié en el desarrollo
científico – técnico y en la gestación de un sistema totalizador
de saberes y conocimientos que se encontraban en función del
progreso de la sociedad.
12. “El
hombre es para sus obras semejante a Dios; lo
único que lo separa del creador es que no dispone del
material y los instrumentos divinos” (Marsilio Ficino).
“Si hay que silenciar como insólito y absurdo cuanto las
perversas costumbres de los hombres han hecho
parecer extraño, habría que disimular entre los
cristianos muchas cosas enseñadas por Cristo, cuando
Él, por el contrario, prohibió que se ocultasen y
mandó incluso predicar las que susurró al oído de sus
discípulos”.