articulo de opinión donde se narra el origen y evolución de la recreación medieval llamada la subida a la encomienda por su autor intelectual, juan jose barragan, dese su incio en el año 2005
1. 28/3/2013
La curiosa historia de la "Subida a la
Encomienda"
Desde que en el año 2005 una población entera asistió atónita al nacimiento de una
nueva tradición, muchas cosas han cambiado en Alfambra. Aquella noche, quien les
escribe como Comendador y seis voluntarios más vestidos del Medievo, dimos inicio a
la “Subida a la Encomienda”.
Para los que desconozcan esta celebración, la finalidad de la misma era la de rememorar
una serie de hechos históricos, consistentes en la renovación anual del Fuero, el pago de
censos y el homenaje al Comendador del castillo (donde tuvieron sede las Órdenes de
Monte Gaudio, Santo Redentor, Temple y Sanjuanistas), desde donde se dictaban los
destinos de un conjunto de territorios, villas y fortalezas del sur de Aragón, agrupados
en torno al señorío de Alfambra.
Estos hechos se desarrollaban en la “Pascua de la muerte del Señor”, por lo que se
reconstruyen en Semana Santa, pero cuyo acto central se celebra hacia la medianoche
del Sábado Santo, cuando se sube al castillo para oír el discurso del Comendador, y
recuperar, por un instante, la forma de barco que tuvo el castillo a través de antorchas y
hachones, acompasados con los tambores y bombos de la agrupación “Tierra Roja”.
La lectura del Fuero, la recreación de diferentes Órdenes Militares, alfambrinas o
relacionadas con Aragón, teatro, concursos y diversión, no debe restar importancia o
fidelidad a los hechos que se rememoran, pues ambos conceptos se complementan,
dándole el sentido del que carecería sin su historicidad. Por ello solicitamos que se
inicien los trámites de declaración de Fiesta de Interés Regional, lo que supondría su
reconocimiento social y su fidelidad al modelo original, que en definitiva ha permitido
su crecimiento durante nueve ediciones, consolidando la Subida en el panorama cultural
y festivo de la Semana Santa aragonesa.
Juan José Barragán