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Rutas de El legado andalusí

Washington Irving
 en su itinerario por      Granada




 Gran Itinerario Cultural del Consejo de Europa
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E    n los agrestes pasos de estas montañas, la contemplación de las ciudades
y pueblos amurallados, construidos como nidos de águilas entre riscos y rodea-
dos por almenas moras o ruinosas atalayas asentadas sobre altos picos, nos ha-
                                                                                           Hasta llegar a Granada definida exquisitamente por Víctor Hugo (1802-1885):
                                                                                            «Sea próxima o lejana / española o sarracena / no hay una ciudad tan sólo
                                                                                       / que a disputarse se atreva / con Granada, la bonita, / el premio de la belleza, /
ce retroceder con el pensamiento a los tiempos caballerescos de la guerra en-
                                                                                       ni ninguna que despliegue / con más gracia y más risueña / más orientales des-
tre moros y cristianos, y la romántica pugna por la conquista de Granada.
                                                                                       tellos / bajo esfera más serena».
     Así escribió Washington Irving sobre esta Ruta en su recorrido por tierras
                                                                                            También abundan los parajes naturales de primerísimo rango, como los
granadinas. Prototipo puro de viajero romántico que pasó la mayor parte de
                                                                                       cercanísimos del Torcal de Antequera: sin duda uno de los más espectacula-
su vida recorriendo Europa, acabando, naturalmente, atraído por el
                                                                                       res de Andalucía. La erosión de las aguas, de los vientos y de los días ha la-
«exotismo» que ofrecía entonces España, donde llegó a ser embajador de los
                                                                                       brado caprichosas formas en la roca, inverosímiles equilibrios de piedra, tur-
Estados Unidos de América entre 1842 y 1846. De origen escocés, Washington
                                                                                       bantes o cabezotas de caliza flotando en la luz irreal del atardecer. La Laguna
Irving en 1829, realizó entre las ciudades de Sevilla y Granada un viaje idéntico
                                                                                       Salada de Fuente Piedra, la Laguna de la Ratosa, la Sierra de Loja y el Desfila-
al que usted puede llevar a cabo. Fascinado por la riqueza de la civilización
                                                                                       dero de los Infiernos, que tanto impresionó a Irving tras la pintura que una
árabe en España, dieron como frutos la Historia de la Conquista de Granada, y
                                                                                       mesonera le realizara sobre estos Infiernos, en una sobremesa de venta, en-
tres años más tarde, sus célebres Cuentos de la Alhambra, en los que narra
                                                                                       tre romances de contrabandistas, historias de salteadores y leyendas moris-
varias leyendas granadinas: sobre Boabdil, un astrólogo árabe y la Torre de las
                                                                                       cas. No debemos olvidar el techo de la Península Ibérica, localizado en Sierra
Infantas, entre otras.
                                                                                       Nevada, el Mulhacén que debe su nombre al penúltimo rey nazarí de Granada,
     Un camino real que se esta-                                                       Muley Hacen.
blece, por vez primera, como
                                                                                                                                                 Desde el punto de vista
tal vía comercial, entre los
                                                                                                                                                 histórico, las ciudades
reinos de Granada y Castilla
                                                                                                                                                     amalgamadas por
después del Tratado de 1244,
                                                                                                                                                     este cordón vial
para que los nazaríes, en tiem-
                                                                                                                                                     presentan soberbios
pos de paz, pudiesen avituallarse
                                                                                                                                                    estigmas de todas las
en tierras cristianas de algunos productos
                                                                                                                                                  civilizaciones históri-
de subsistencia. Ruta marcada, pues, con un carácter netamente fronterizo.
                                                                                                                                                cas de Andalucía. Tam-
     El camino de Irving cuenta con el prólogo extraordinario de un viaje sugeri-                                                             bién de las prehistóricas
do en homenaje al rey poeta al-Mutamid, itinerario que, partiendo desde la ciu-                                                             como la llamada Peña de los
dad de Sevilla atraviesa su provincia, estando jalonado por poblaciones que ha-                                                           Gitanos, cerca de Montefrío,
bían pertenecido con anterioridad a diferentes coras, iqlim o distritos árabes. A                                              donde existen dólmenes y tumbas mega-
partir del siglo XII, llegaban a Granada, fuertemente protegidos por un rosario        líticas. Historia, arte, naturaleza y también literatura, no en vano la Ruta está
de fortalezas, productos alimenticios y ganados, gentes e ideas, especias, colo-       bautizada por un padrino de excepción, Washington Irving. Estas tierras inspi-
rantes, hierbas medicinales, granos, frutas, telas, paños y sobre todo seda, entre     raron su mente y su pluma, como la de otros muchos: la franja fronteriza fue
otras manufacturas artesanales.                                                        el semillero de muchos romances de la conquista o de amores imposibles en-
                                                                                       tre enemigos, con los que el Romancero inició sus balbuceos. Y esa vena po-
     La riqueza y variedad de lugares de este itinerario granadino, determina
                                                                                       pular le llegaría, siglos más tarde, a un hijo del terruño, Federico García Lorca.
una gran diversidad de aspectos que interesan al viajero, como la gastronomía
(fundamentada en la riqueza agrícola de sus huertas, desarrolladas en época                 Emilio García Gómez comparaba la Ruta de Washington Irving, arrancando
andalusí), la artesanía (rica y variada, herencia de la potente actividad gremial      de la Andalucía baja de Frasquita Larrea y subiendo a la Sevilla de Fernán Ca-
desde la Edad Media), las compras, las fiestas (muestran algunas de las más ge-        ballero, como el «camino francés» que desemboca en la Compostela del Após-
nuinas facetas de la Andalucía tradicional, que tanto fascinara, por su autenticidad   tol como aquel otro andaluz en la Alhambra de Muhammad V. El del norte lo
y pintoresquismo, a los románticos), el disfrute de la naturaleza o el cante fla-      hicieron año tras año los peregrinos; el del sur estaba trazado con múltiples
menco. Loja, Montefrío…, poseen monumentos asombrosos que, además, deben               atajos o desviaciones pero lo descubrió Irving, que no iba a la caza de las ar-
buena parte de sus vestigios a la herencia árabe.                                      quitecturas sino de las literaturas.
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                                     Loja
    «Es agreste y pintoresca,                       ha sido también de siempre un centro
    hallándose construida en la                     de mercado), con su alcazaba andalusí
                                                    escoltada por campanarios cristianos
    falda de una árida montaña.                     sobre un mogote peñascoso, sigue pro-
    Las ruinas de un alcázar mo-                    duciendo un golpe de efecto en la retina
    ro coronan un rocoso montí-                     del viajero.
    culo que se yergue en el cen-                   Según el mito, habría sido fundada por
                                                    el nieto de Noé, Túbal, con el nombre
    tro de la ciudad. El río Genil                  de Alfeia. Lo cierto es que los fenicios,
    baña su pie…».                                  que la llamaron Tricolia, le dieron auge
                                                    comercial hacia el s. VIII a.C. Los roma-
    Se comprende que Loja fuera «puerta y           nos de Cneo Escipión cambiaron su
    llave del reino granadino» para los Re-         nombre de Tricolia por el de Lascivis
    yes Católicos. Está enclavada entre dos         (lugar de muchas aguas y delicias); y
    sierras, en el extremo occidental de la         los árabes transformaron éste en Medi-
    vega granadina, donde el Genil asesta           na Lawsa. Fueron precisamente los mu-
    un tajo a las últimas estribaciones sub-        sulmanes quienes le dieron verdadera
    béticas, formando el desfiladero de los         dimensión urbana; ocupó lugar desta-
    Infiernos, antes de entrar en el embalse        cado en las guerras civiles del califato
    de Iznájar. El agua filtrada en la Sierra       de Córdoba y posteriormente adquirió
    de Loja, al margen del cauce del Genil,         un carácter marcadamente militar, con
    hace brotar numerosos manantiales en            la función de custodiar la Vega, antesa-
    fuentes centenarias, siempre frescas.                         la del reino nazarí.
    El perfil de esta ciudad estratégica
    (no sólo militarmente:




    Vista general con la Iglesia
   de la Encarnación y
    al fondo la alcazaba
6
    Fernando el Católico la asedió en                         el caserón de los Alcaides Cris-
    1482, pero en vano; cercada de                               tianos, del s. XVII, junto a la
    nuevo en 1486, logró final-                                     Alcazaba, cuyo perfil urba-
    mente su capitulación,                                           no refuerza y matiza; el
    acontecimiento que tuvo                                           pósito nuevo, del s. XVI,
    un gran eco psicológico                                            la Antigua Casa de Cabil-
    en el avance de la con-                                            dos y el palacio de Nar-
    quista. Más de 5.000 mu-                                           váez, construcción
    sulmanes abandonaron la                                            afrancesada del s. XIX,
    ciudad dirigiéndose a Gra-                                        así como los jardines de
    nada; la caída de ésta y de                                      Narváez, cortijo rural, en
    todo el reino nazarí estaba a                                  el paraje de Plines, con mo-
    punto, y así lo recogieron con                              biliario isabelino.
    júbilo los romanceros anónimos.                         Loja, que ya era presentada por
    La Alcazaba, centro militar y adminis-          al-Idrisi como importante nudo de co-
    trativo de la urbe medieval, mantiene su        municaciones, ha sabido mantener y
    perfil ruinoso desde los tiempos de Feli-       cuidar una buena cantidad de usos
    pe II. Queda en ella buena parte de la          y tradiciones. Habría que destacar las
    cerca medieval, la torre Ochavada, un           de orden gastronómico: sobreusa de
    aljibe muy bien conservado y restos del         habas, remojón de naranja, porra, gaz-
    edificio nuclear. Cuesta trabajo imagi-
    nar su aspecto cuando se consideraba
    prácticamente inaccesible.
    Arropando este perfil desmigajado, se
    yergue la torre de Santa María de la En-
    carnación, levantada sobre la mezquita
    medieval, con parte gótico-mudéjar,
    otra parte barroca y otra neoclásica,
    debida ésta a Ventura Rodríguez; la igle-
    sia de San Gabriel, uno de los más be-
    llos ejemplos de renacimiento granadi-
    no, obra de Diego de Siloé; y la iglesia
    de Santa Catalina, ss. XVI y XVII.
    Habría que mencionar además el con-
    vento de Santa Clara, y varias ermitas;

                                                    pacho y los célebres roscos y huesos
                                                    de santo. Pero también variedades del
                                                    cante, como el fandango lojeño, o el
                                                    trovo (existe un popular certamen fla-
                                                    menco, llamado «la Volaera»). También
                                                    cabe mencionar el Festival de Teatro,
                                                    en verano, y los «incensarios» de Se-
                                                    mana Santa.
                                                    La cocina popular y las artes culinarias
                                                    más elaboradas conviven en la oferta
                                                    gastronómica de Loja. De modo especial,
                                                    hay que señalar la importancia de la tru-
                                                    cha que tiene su particular paraíso en el
                                                    anejo de Riofrío unida a la reciente co-
                                                    mercialización del esturión y su caviar, y
                                                    la tradicional repostería artesana.

    Campanario de San Gabriel                                   Interior de la Iglesia Mayor





    Iglesia de la Encarnación                               Fuente de los Veinticinco Caños        
    Iglesia de San Gabriel                                         Cascada de los Infiernos
                                                       Los incensiarios de la Semana Santa
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                 Huétor Tájar
    El trayecto se dulcifica al de-                caserío— y, sobre to-
    jar los angostos desfiladeros                  do, el magnífico
                                                   sistema de rega-
    de Loja y explayarse en el fe-                 dío de la Vega; don-
    raz valle del río Genil. La en-                de antes había more-
    calada figura del pueblo de                    ras y seda, hoy se
    Huétor Tájar se vislumbra en-                  cultivan, sobre todo, espárra-
                                                   gos, protagonistas indiscutible
    tre el verdor de arboledas,                    de la gastronomía de Huétor
    huertos y campos.                              Tájar, alcanzando en sus huertas una
                                                   calidad insuperable y que se preparan
    Formada por dos núcleos de población           de mil maneras, en tortilla, sopa, salsa…
    que no llegaron a fusionarse hasta 1483,       Para conocer en directo tan delicioso
    precisamente el mismo año en que vol-          fruto, puede uno acercarse a alguna de
    vía —una vez más— a ser devastada por          las cooperativas que lo producen.
    el rey Fernando en sus escaramuzas de          En la misma plaza del ayuntamiento se
    conquista. Ambas poblaciones cuentan           sitúa la iglesia parroquial de Santa Isa-
    con un antiguo origen: Huétor sería co-        bel, con un hermoso campanario de la-
    rrupción de un nombre romano y Tájar           drillo. Merece la pena deambular a ori-
    de uno árabe; Ibn al-Jatib la nombra Ta-       llas del Genil en dirección al barrio de la
    rayat, de ahí Taxara, Táhara, Tájar.           Esperanza por caminos entre huertas y
    Conquistada definitivamente en 1497, si-       vergeles refrescados por el rumor del
    guió viviendo en ella su población mo-         río y las acequias.
    risca y ha conservado como herencia
    una torre árabe —asfixiada ahora por el




    Iglesia parroquial de
   Santa Isabel
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 Moraleda de Zafayona
En su guía viajera, Richard                       Área con campos de labor en el valle y
Ford apunta que, a continua-                      pastos ganaderos en las alturas, en épo-
                                                  ca andalusí estuvo habitada por clanes
ción de Loja, «pasando por un                     árabes, al igual que los contornos, insta-
torrente de montañas llega-                       lados en asentamientos dispersos que,
mos a la Venta de Cacín, y                        tras la conquista y la repoblación, die-
luego se abre ante nosotros                       ron lugar a cortijos como los de Luján,
                                                  la Duquesa o la Venta de Cacín. Ya en el
como una tierra prometida la                      s. XIX, la localidad contaba con un nú-
famosa Vega de Granada».                          cleo, germen de la población actual, for-
                                                  mado por «80 cuevas que sirven de al-
El tramo de la Ruta continúa paralelo al          bergue al vecindario, hallándose cons-
Genil, al que se le unen las aguas del río        truidas en su base algunas casas…».
Cacín. El camino transita ahora por el            La esbelta torre de la iglesia parroquial
término de Moraleda de Zafayona, viejo            señala el corazón del casco urbano, que
partido rural recostado en los escalones          ocupa una loma descendente hasta las
de la meseta que crece hacia Alhama.              orillas del río Cacín. En los alrededores
Aquí se situaban los límites entre la tie-        del pueblo es digno de mención el cerro
rra de Loja y la de Granada, en el Campo          de la Mora, antiguo poblado íbero-ro-
de Zafayona, o Campo de las Fuentes,              mano cuya excavación ha deparado una
del árabe Fa al-uyun, por donde discu-            amplia secuencia cultural que abarca
rría uno de los principales ramales que           desde el segundo milenio antes de
conectaban Málaga con la capital nazarí.          nuestra era a la época medieval. Tam-
                                                  bién destaca por su curiosidad el museo
                                                       de automóviles antiguos.




                                                                         Iglesia parroquial
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     Alhama de Granada
    «Salimos de Vélez para Al-                       su nombre actual, al-hammam, aguas
    hammah, o las Termas, o                          termales, o el baño.
                                                     Se la disputaron moros y cristianos y
    Alhama, villa pequeña, con                       fueron las tropas de los Reyes Católicos
    una mezquita muy bien situa-                     las que, en un golpe de audacia, la arre-
    da y muy bien construida.                        bataron a los musulmanes en 1482. Cuen-
    Posee una fuente de agua ca-                     tan los cronistas de la época que «murie-
                                                     ron 800 moros y fueron presos 3.000,
    liente a la orilla de su río, y a                que dejaron un rico botín de oro y plata
    la distancia de cerca de una                     e aljófar, e sedas e alhajas e caballos e
    milla de la población. Se ve                     acémilas, e infinito trigo y cebada».
    allí una casa para los baños                     De aquellos tiempos gloriosos todavía
                                                     se conserva la torre vigía de Torresola-
    de los hombres y otra para                       na, y el Pósito, que, situado en la plaza
    los de las mujeres».                             de Los Presos, es hoy uno de los edifi-
                                                     cios más emblemáticos de la Alhama
    Alhama se cuelga desde sus casas so-             medieval. Fue, además, sinagoga en el
    bre un barranco imponente. Su origen             s. XIII, convirtiéndose en el s. XVI en pó-
    se pierde, como se suele decir, en la no-        sito, granero comunal de la población
    che de los tiempos. Íbera primero, des-          Pero donde más se conserva la impron-
    pués fenicia, cartaginense más tarde,            ta andalusí es, como su propio nombre
    acogió a todas las culturas mediterrá-           indica, en el llamado barrio árabe, una
    neas. Plinio la llamó Stici y los
    romanos Artigi, pero fueron
    los árabes quienes le dieron




    Iglesia del Carmen,
   antiguo convento de
    carmelitas
15
                                                      neral es gótica, con una sola nave de
                                                      amplias proporciones bajo bóvedas es-
                                                      trelladas de nervadura y potentes con-
                                                      trafuertes al exterior. A la fábrica gótica
                                                      del templo se añadieron después ele-
                                                      mentos de estilo renacentista, como el
                                                      coro y los cuerpos superiores de la to-
                                                      rre, y el detalle renacentista de la porta-
                                                      da meridional, antepuesta a la original
    apretada muestra del urbanismo hispa-
                                                      de líneas góticas.
    no-musulmán.
                                                      El balneario local es de gran interés,
    Tras la iglesia mayor destaca la man-
                                                      aparece al final de una pintoresca gar-
    sión del s. XV, de estilo gótico-flamíge-
                                                      ganta rodeado de un paisaje de riscos,
    ro denominada Casa de la Inquisición,
                                                      aguas y vegetación exuberante. El apro-
    con una impresionante fachada de can-
                                                      vechamiento de sus aguas termales, in-
    tería rematada por una artística venta-
                                                      dicadas para afecciones traumatológi-
    na geminada.
                                                      cas (reuma, artrosis, artritis…) y vías
    La Cárcel y el Hospital de la Reina son
                                                      respiratorias, se remonta a los romanos.
    otros de los edificios públicos de las in-
                                                           Sobre la obra de éstos construye-
    mediaciones de la plaza. Una ins-
                                                                ron los musulmanes hacia el si-
    cripción, de 1674, en su facha-
                                                                   glo XII los magníficos baños
    da nos recuerda su cons-
                                                                    que todavía perviven, con
    trucción durante el reinado
                                                                      una hermosa sala central,
    de Carlos II. Las influen-
                                                                      donde surge el manantial
    cias mudéjares, góticas y
                                                                       con arcos de herradura y
    renacentistas son las
                                                                       bóvedas esquifadas.
    combinaciones arquitec-
                                                                      La cocina de Alhama ofre-
    tónicas del hospital inicia-
                                                                     ce una excepcional calidad
    do en 1485 y fundado como
                                                                    en las leguminosas de su
    primer hospital de sangre
                                                                  comarca, sobre todo garban-
    del reino de Granada por los
                                                               zos, y en los derivados del cer-
    Reyes Católicos.
                                                         do. Entre pucheros, migas y otros
    La Iglesia del Carmen forma parte de
                                                      guisos, destaca la olla jameña. Han de
    un extinto convento de carmelitas, su
                                                      señalarse, además, la repostería, con
    obra va del sobrio clasicismo manierista
                                                      los finos dulces de las monjas clarisas
    al barroco más recargado. El templo es
                                                      de San Diego.
    de planta rectangular, con techo de ar-
    madura de madera y capillas laterales;
    en sus portadas campean los escudos
    de la nobleza de Alhama, y cúpula sobre
    el crucero decorada con pinturas al
    fresco. Particular interés revisten el ca-
    marín de la Virgen, detrás del altar ma-
    yor, y la capilla de Jesús Nazareno, típi-
    cas realizaciones del barroco churrigue-
    resco granadino del s. XVIII.
    La poderosa torre de la Iglesia Mayor
    de Santa María de la Encarnación, esta-
    blecida probablemente sobre la mezqui-
    ta mayor, es el punto de referencia vi-
    sual de Alhama. Comenzada a fines del
    s. XV e inicios del XVI, su estructura ge-

    Calle típica con la Iglesia Mayor de                      Interior de los baños de Alhama
   Santa María de la Encarnación al fondo                               Casa de la Inquisición
                                                                          Dulces de las monjas
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                        Montefrío
    La potencia visual, la monu-                     rey nazarí Ismail III fue coronado aquí
    mentalidad geográfica y ar-                      por los Abencerrajes, y aquí permane-
                                                     cieron siete años temerosos de volver a
    quitectónica de Montefrío se-                    la corte granadina, donde reinaba Mo-
    ducen al recién llegado desde                    hammed X (1445-1453). El rey Juan II
    el primer instante. El casco                     ayudó a Ismail y a los Abencerrajes a si-
    del pueblo tiende una cinta                      tiar Granada; el astuto Mohammed lla-
                                                     mó a estos últimos en embajada y los
    blanca entre la peña con la                      hizo degollar en la hoy llamada Sala de
    iglesia de la Villa y el cerro                   los Abencerrajes de la Alhambra. Ismail
    del Calvario.                                    huyó a las Alpujarras donde más tarde
                                                     sería proclamado rey de Granada con el
    La carretera enfila hacia el norte y co-         nombre de Yusuf V.
    mienza a ascender. Aparece de pronto,            Montefrío sería tomada por los Reyes
    casi amenazante, Montefrío, encarama-            Católicos en 1486. Éstos levantaron, en-
    da en una ola geológica que parece fue-          tre las murallas de la fortaleza árabe,
    ra a volcarla; uno de los perfiles más           que comprende un castillo y sus mura-
    pintorescos, sin duda, de la geografía           llas donde permanecen todavía algunas
    granadina.                                       torres, lienzos de la original muralla, el
    Fue rica ya en la antigüedad: el Mons            aljibe y diversos restos constuidos a me-
    Frigus de los latinos, Montefrid de los          diados del s. XIV, sobre cimientos ante-
    árabes, debió jalonar una ruta comer-            riores. La iglesia de la Villa es el monu-
    cial desde Torre del Mar y Vélez-Málaga,         mento más llamativo de Montefrío por
    pasando por Alhama y este lugar, hacia           su emplaza-
    las campiñas y valle del Guadalquivir. El        miento al




    Casas blancas de
   Montefrío y al fondo, sobre la
    peña, la Iglesia de la Villa
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    filo de la peña; de estilo gótico-renacen-        caballo, de escalada, etc. De sus rinco-
    tista y edificada sobre una antigua mez-          nes de interés se señalan el puente ro-
    quita entre 1549 y 1570, atribuida a Die-         mano, aún en uso, a 1,5 km. hacia Algari-
    go de Siloé asistido por Francisco Her-           nejo, y, a unos 5 km. en dirección a Íllo-
    nández. Un heraldo de los Reyes donó el           ra, el paraje de la Peña de los Gitanos,
    hospital de San Juan de los Reyes del             una extensa área de terrazas entre ro-
    s. XVI. Extramuros se levantó la impo-            quedales calizos donde se han excavado
    nente iglesia de San Antonio («la Pane-           más de un centenar de enterramientos
    ra», por ocupar una fábrica de harina el          megalíticos y poblados, un extraordina-
    antiguo convento franciscano), enclava-           rio conjunto arqueológico.
    da en el cerro del Calvario con una                     Aceite, gastronomía: el clima, los
    fachada barroca a modo de re-                              suelos y las variedades cultiva-
    tablo de piedra tallada, con                                  das –predominan las picual,
    amplia nave y bóveda. El                                       picuda y hojiblanca junto con
    Ayuntamiento está instala-                                      algunas autóctonas– contri-
    do en una casa solariega                                         buyen a la excepcional cali-
    de 1787 y el Pósito, un al-                                      dad del aceite de oliva vir-
    macén de granos labrado                                          gen extra de Montefrío,
    en 1795 de estilo neoclási-                                      cuyos olivares constituyen
    co. A este estilo pertenece                                     el principal capítulo de su
    también la iglesia de la En-                                   agricultura. Además de esta
    carnación, un sólido, original y                             rica grasa vegetal y los quesos,
    voluminoso edificio en sillería de                        la gastronomía local depara un
    planta central, llamada popularmen-                   jugoso repertorio de recetas tradi-
    te «la rotonda» importantísimo expo-              cionales, con platos como el choto con
    nente del neoclasicismo andaluz, figu-            ajos, el relleno de carnaval, sesos al
    rando entre los mejores proyectos que             mojeteo, los potajes, tortillas de papas,
    Ventura Rodríguez dejó por tierras gra-           espárragos y collejas, el remojón –ensa-
    nadinas. En ella se venera a la patrona           lada de tomates y pimientos asados,
    local, la Virgen de los Remedios.                 naranja, cebolla, huevos y atún–, y hor-
    Al pie del mirador del castillo, las casas        nazos, sin olvidar las especialidades de
    se incrustan en la roca y descienden              caza, la charcutería y la repostería, con
    por San Sebastián hasta la plaza de Es-           bollos de manteca, de aceite con pasas,
    paña, el centro urbano con el Ayunta-             roscos de sartén, borrachuelos, cuajaos
    miento, la Casa de Oficios, armónico              y pestiños.
    edificio de 1579, y la Encarnación. De
    aquí, largas calles onduladas llevan al
    altozano del otro extremo del pueblo,
    con la iglesia de San Antonio, en cuyas
    inmediaciones se encuentra el sobrio
    edificio neoclásico del Pósito.
    Los montuosos alrededores son ideales
    para el paseo y los deportes, en bici, a

    Vista general de Montefrío                                       Iglesia de la Encarnación
                                                           Dolmen de la Peña de los Gitanos        
                                                                        Iglesia de San Antonio
                                                             Aceite virgen extra de Montefrío
20




                             Íllora
«El ojo derecho de Granada»:                    en su regazo. Ante la vista del viajero se
así se llamó a esta privilegia-                 despliega el multicolor paisaje de oliva-
                                                res, tierras de labor y huertas que des-
da fortaleza asentada en un                     cienden por la Vega del Genil; al fondo,
refajo de la Sierra de Para-                    a oriente, Sierra Nevada.
panda y asomada a la Vega.                      El blanco caserío de Íllora se agarra a
Plinio la menciona como Ilur-                   las laderas del peñón rocoso donde es-
                                                tuvo su germen. Si en los alrededores
co ; pero fueron los suevos,                    proliferan los hallazgos prehistóricos,
visigodos y árabes, los naza-                   en el casco urbano se han descubierto
ríes en especial, quienes hi-                   los restos de unas termas romanas que
cieron la potente fortaleza en                  desvelan los antecedentes de una loca-
                                                lidad consolidada en época musulmana.
torno a la cual fue cuajando                    Sus noticias se remontan a los ss. X y
el pueblo.                                      XI, cuando al-Udri la cita con el nombre
                                                de Illywra al referirse a la provincia de
El recorrido por los Montes Occidentales        Elvira. Ubicada cerca de varios pasos
prosigue a lomos de la sierra de Para-          entre el norte y la Vega, a partir del
panda hasta re-                                 s. XIII se convirtió en uno de los princi-
calar en Íllo-                                      pales baluartes de la frontera nazarí,
ra, asen-                                                 en primera línea tras la caída
tada                                                                       de Alcalá la
                                                                           Real en 1341.




                                                       Vista general con la iglesia de la
                                                         Encarnación y el cerro con los      
                                                                      restos del castillo
22                                                                                               23
                                                     Después de sitiarla y atacar los arraba-         ritorios retablos barrocos, pinturas
                                                         les, el cañoneo de dieciocho lombar-         –como la Virgen con el Niño, cercana al
                                                             das decidió la capitulación de los       estilo de Alonso Cano–, imágenes y pie-
                                                                musulmanes, que salieron ca-          zas de orfebrería, así como enseres y
                                                                  mino de Granada. Su primer          reliquias del culto a San Rogelio, pa-
                                                                   alcaide fue Gonzalo Fernán-        trón de la villa.
                                                                    dez de Córdoba, el Gran Ca-       La plaza de San Rogelio es el punto de
                                                                    pitán, del que se conservan       encuentro tradicional de Íllora, con la
                                                                    los restos de su mansión          voluminosa iglesia parroquial, que do-
                                                                    con su escudo de armas en         mina el centro del pueblo, y el antiguo         panorámicas se obtienen a lo largo de
                                                                   la fachada. En su nueva eta-       ayuntamiento, habilitado para museo             la carretera de Montefrío, que sube por
                                                                  pa, Íllora fue una de las Siete     de historia local. A su espalda se eleva        las sierras de Parapanda y Pelada. La de
                                                                Villas que servían de granero         el accidentado peñasco con las ruinas           Parapanda, con sus 1.604 m. de altitud,
                                                              y despensa de la capital; poco a        de las murallas y el castillo, arran-                 ocupa un lugar destacado en la vi-
                                                          poco, mientras el cerro de la villa         cando del mismo caserío; en-                              da de la Vega, considerándose
                                                      se despoblaba, crecía a sus pies el nú-         trando por la calle Almeni-                                 su barómetro, de ahí el di-
                                                     cleo de la población actual, en torno a          llas, se encuentra una de                                      cho «cuando Parapanda
    Illywra reforzó en esos tiempos su fiso-         la plaza y la iglesia.                           las puertas más añejas                                          tiene montera, llueve
    nomía de villa fortificada con castillo,         En la elevación rocosa que sobresale en          de la fortaleza, del s. X.                                       aunque Dios no quiera».
    recinto amurallado y arrabales, mere-            medio del pueblo aparecen las fortifica-         Las calles Real, de la                                           Mención especial mere-
    ciendo el sobrenombre de «ojo derecho            ciones de la villa medieval el castillo y        Cárcel, la cuesta del Pi-                                         cen el paraje del molino
    de Granada» por su importancia como              murallas, obra musulmana con elemen-             lar Alto, articulan las                                           del Rey, en la zona del
    enclave defensivo. Protagonista de in-           tos califales y taifas, de los ss. X y XI, re-   principales vías de un                                           Soto de Roma, con un
    cesantes hechos de armas, fue conquis-           vestidos por las reformas del s. XIV de          casco urbano donde lla-                                          espectacular acueducto
    tada por los Reyes Católicos en la pri-          los nazaríes, que le dieron su configura-        man la atención algunas                                         de principios del s. XIX, y
    mavera de 1486. Con motivo de esta               ción definitiva. En la cúspide se distin-        casonas y el nuevo ayun-                                      el núcleo de Alomartes,
    conquista, el cronista Hernando del Pul-         guen las torres del castillo, los «dientes       tamiento, en el antiguo con-                                con su iglesia neoclásica del
    gar la describe con las siguientes pala-         de la vieja», y más abajo, los vestigios         vento franciscano de la orden                            XVIII, sus mesones y el molino
    bras: «Esta villa está puesta en un valle        de otros dos recintos amurallados que            de San Pedro Alcántara.                             de la Torre, uno de los mejores
    donde hay una vega muy extendida, y              protegían el área, hoy despoblada, por           El término ofrece paisajes de indudable         ejemplos conservados de molinos hi-
    en aquel valle está una peña alta que            donde se hallaba la mezquita aljama.             interés. Aún se observan los restos de          dráulicos tradicionales. Bien vale dete-
    señorea todo el circuito; y en lo alto de        La iglesia de la Encarnación constituye          la atalaya de la Mesa, hacia Alcalá la          nerse aquí y echar un rato de conversa-
    aquella peña está fundada la villa, de           una espléndida muestra de la arquitec-           Real, y de las torres de Tocón y la En-         ción arrullado por los rumores de la co-
    fuertes torres e muros…».                        tura de transición del gótico al renaci-         cantada, en Brácana. Excelentes vistas          rriente del agua.
                                                     miento, que predomina en los templos
                                                     levantados después de la conquista en
                                                     la comarca de los Montes. Proyectada
                                                     por Diego de Siloé con la intervención
                                                     de su discípulo Juan de Maeda y otros
                                                     maestros, se construyó básicamente
                                                     entre 1542 y 1573, empleándose piedra
                                                     «almendrilla», de tono tostado, extrai-
                                                     da de los pagos cercanos. Es un edificio
                                                     de rotunda volumetría, una sencilla y
                                                     monumental estructura de proporcio-
                                                     nes renacentistas, con un sólido cam-
                                                     panario y elegantes portadas con es-
                                                     culturas clasicistas de Diego de Pes-
                                                     quera. El interior presenta una nave de
                                                     notable amplitud con bóvedas de cru-
                                                     cería, pilastras adosadas y capillas late-
                                                     rales, por donde se distribuyen dos me-

    Fachada porticada del molino de la Torre                                                                                                                                        Calle típica
                                                                                                                                                                                                    





    Torre de la iglesia de la Encarnación                                                                                                                      Portada con relieve escultórico
                                                                                                                                                                     Iglesia de la Encarnación
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       Fuente Vaqueros
    «En este pueblo tuve mi pri-                     río, el paseo del
    mer ensueño de lejanía. En es-                   Prado, con el mo-
                                                     numento a Gar-
    te pueblo yo seré tierra y flo-                  cía Lorca de Ca-
    res». Federico García Lorca na-                  yetano Aníbal, que se prolonga hacia el
    cía el 5 de junio de 1898 en la                  norte por el paseo de la Reina. Aquí se
    casa de la maestra del pueblo,                   sitúa un lugar de peregrinación obliga-
                                                     da para el viajero de esta Ruta: la Casa-
    doña Vicenta Lorca, su madre.                    Museo de Federico García Lorca, donde
    Estas tierras formaron parte del Sitio           nació el poeta un 5 de junio de 1898.
    Real que la Corona se reservó después            Restaurada con gusto y acierto, sus ha-
    de la conquista, con densos bosques y            bitaciones evocan el ambiente de su ju-
    plantíos donde se construyó una Casa             ventud en la decoración y mobiliario,
    Real. Tras varias vicisitudes, en 1813 el        mientras en la planta primera, que fue
    Soto de Roma fue cedido al duque de              granero, se dispone una sala para expo-
    Wellington como recompensa por los               siciones y actos culturales. Los alrede-
    servicios prestados durante la guerra            dores, punteados de cortijos, con los
    de Independencia.                                anejos de la Paz, con su sencilla ermita,
    La plaza del ayuntamiento es el                  y Pedro Ruiz, invitan también a la poéti-
    centro del que irradian las princi-              ca magia de un paseo por la Vega entre
    pales vías que estructuran el                    umbrosas choperas y parcelas verdean-
    casco urbano de Fuente Va-                                tes, arrulladas por el eterno
    queros: la avenida de Anda-                                        fluir de las acequias.
    lucía, al este, la avenida del
    Genil, que baja hasta el




    Patio y fachada de la casa
   natal de Federico García Lorca
    Iglesia de la Paz
27




                         Chauchina
    En el siglo XIV el lojeño Ibn                    ríodo musulmán. En la le-
    al-Jatib menciona ya el lugar,                   gendaria torre de Roma,
                                                     que prestó su nombre al
    transcrito como Yay´yana.                        Soto de Roma –vergel
    Más documentada está una                         que, en palabras de
    fortaleza de su término, la                      Washington Irving,
    torre de Roma, a la que debió                    «era un retiro fundado
                                                     por el conde Julián para
    acogerse la población en los                     consuelo de su hija Florinda»–, prota-
    convulsos momentos finales                       gonizó diversos hechos de armas.
    del medievo.                                     El centro del pueblo oscila entre la pla-
                                                     za del Ayuntamiento y la iglesia parro-
    En plena Vega del Genil, la vinculación          quial, un edificio iniciado a fines del
    de Chauchina con su feraz entorno es             s. XV que aún conserva el campanario
    tal que hay quien sostiene que su deno-          de la obra primitiva. A su lado llama la
    minación deriva del vocablo latino san-          atención «la Peana», fragmento de una
    cius, corrupción de salix, sauce, dada su        columna extraída de las canteras de Lo-
    abundante presencia en la vegetación             ja destinada al palacio de Carlos V de la
    natural de ribera. En todo caso, sí se ha        Alhambra. Particular atractivo tiene la
    demostrado la remota presencia huma-             histórica Torre de Roma, baluarte de-
    na en la zona gracias al hallazgo de di-         fensivo nazarí del s. XV.
    versos restos –cerámicas, útiles, mone-
    das– cuya cronología abarca desde el
    neolítico a época ibérica. El poblamien-
    to se consolidó, sin embargo, en el pe-




    Iglesia parroquial
28




                      Santa Fe
La villa, fundada en 1491, sir-                  mismo, en su recinto se llevaron a cabo
vió de cuartel a los Reyes Ca-                   las decisivas conversaciones con Cristó-
                                                 bal Colón que condujeron a las capitula-
tólicos durante el asedio a la                   ciones con el almirante, firmadas «en
ciudad. Fue trazada a cordel,                    Sancta Fee a diez y siete de abril de mill
con planta rectangular y una                     y quatrocientos noventa e dos años…»,
puerta en cada lado.                             hito angular que llevaría al descubri-
                                                 miento de América y a una nueva época
Santa Fe sirvió de sede exclusiva de la          marcada por la apertura de relaciones.
corte de los Reyes Católicos, simultane-         Al dejarla los reyes, fue nombrado alcai-
ando este papel con Granada hasta la             de don Francisco de Bobadilla, siguien-
partida de los reyes en mayo de dicho            do la villa una historia pausada, inmersa
año, convirtiéndose durante meses en             en las faenas agrícolas propias de una
un escenario histórico privilegiado. En          localidad de la Vega, sacudida tan sólo
la modesta Casa Real de la ciudad se fir-        en 1806 por un violento terremoto que
maron el 25 de noviembre de 1491 las             le causó graves daños.
capitulaciones entre el rey Boabdil e            El propio casco urbano de Santa Fe
Isabel y Fernando en las que acordaban           constituye en sí mismo un objeto de vi-
la entrega del reino nazarita y se deta-         sita, en el sector correspondiente al es-
llaba el futuro de sus pobladores. Asi-          tablecimiento original realizado en 1491.
                                                                 La construcción de la vi-
                                                                   lla efectuada ‘ex novo’
                                                                     por mandato de los
                                                                       Reyes Católicos fue
                                                                        encomendada a




                                                                        Iglesia parroquial
                                                                        de la Encarnación
30
                         las ciudades de Se-           La Iglesia Parroquial: bajo la advoca-
                            villa, Jerez, Cór-         ción de Nuestra Señora de la Encarna-
                              doba y Andújar,          ción, el templo primitivo fue sustituido
                               a cuyos conce-          en el s. XVIII por la monumental obra
                               jos se les asig-        neoclásica que hoy se contempla. Fue
                               nó cada uno de          concebida por el arquitecto Domingo
                              los cuatro cuar-         Lois de Monteagudo, con el asesora-
                             teles en que que-         miento de Ventura Rodríguez, y dirigida
                           dó dividida. Su             por Francisco Quintillán, concluyéndose
                        planta adoptó el mo-           en 1785. Es de planta de cruz latina con
    delo castrense de Briviesca, sobre un              cúpula en el crucero, y una elegante ca-
    solar rectangular con calles trazadas a            pilla del Sagrario, hoy baptisterio. Des-
    cordel cortándose perpendicularmente,              taca su imponente fachada con dos to-
    rodeándose de foso, muros, torres y ba-            rres ochavadas y diversos elementos
    luartes de defensa. Cuentan las cróni-             alusivos al tiempo de su fundación.
    cas que en su ejecución se invirtieron             La visita al casco histórico, con sus edi-
    ochenta días. En el centro de la retícula          ficios y monumentos, y el paseo por al-
    urbana se emplazaron los edificios pú-
    blicos, la Casa Real, la parroquia y, en
    sus inmediaciones, un hospital, la al-
    hóndiga y otros. En la actualidad, a un
    lado de la plaza de España, en el solar
    de la Casa Real, se ubica la casa del pá-
    rroco, que la sustituyó en el s. XVIII. En-
    frente se alza el pósito, el granero co-
    munal, fundado por Carlos III. En el flan-
    co oriental de la plaza aparece el Ayun-
    tamiento, levantado en 1923 en estilo
    neomudéjar, con fachada de ladrillo y
    emblemas de azulejería de los países
    hispanoamericanos.
    Los dos ejes centrales que articulan el
    casco histórico terminan en cuatro
    puertas monumentales. Son éstas las                gunos puntos de interés inmediato, co-
    de Granada, al este, Sevilla, al sur, Jaén,        mo la ermita de los Gallegos o del Se-
    al norte y Loja, al oeste. La de Loja fue          ñor de la Salud, y el barroco convento
    realizada en 1652, mientras las otras              de los Agustinos, completan un atracti-
    tres obedecen a esquemas del s. XVIII,             vo itinerario. Más allá quedan las fera-
    alojando sobre el hueco de paso central            ces tierras de la vega, regadas por el
    sendas capillas.                                   curso del Genil y una multitud de ace-
                                                       quias que recorren los densos campos
                                                       de cultivos intensivos, maizales, chope-
                                                       ras, huertas, punteadas de caserías y
                                                       secaderos de tabaco.
                                                       La gastronomía local se basa en las ex-
                                                       celentes verduras y frutas de las huer-
                                                       tas de la vega. Gran arraigo tienen los
                                                       platos elaborados con tomillo y hierbas
                                                       aromáticas, así como el dulce emblemá-
                                                       tico de Santa Fe, los piononos. De sus
                                                       artesanías, cabe citar la taxidermia, to-
                                                       davía presente en algún taller.

    Retrato de Isabel la Católica                                                Puerta de Loja





    Escudo de Santa Fe                                                                              
    Plato elaborado con tomillo
33




                           Granada
    Washington Irving, en sus cé-                    musulmanes, el enclave creció hasta
    lebres Cuentos de la Alham-                      convertirse en el s. XI en un principado
                                                     de al-Andalus. La dinastía berebere de
    bra, deja patente sus impre-                     los ziríes rigió sus destinos sucumbien-
    siones en las líneas que escri-                  do ante el imperio norteafricano de los
    biera al salir de Granada en                     almorávides, que tuvieron en Garnata
    1829: «pude ahora compren-                       uno de sus principales puntos de apoyo
                                                     hasta su ocaso en la primera mitad del
    der en parte los sentimientos                    s. XIII. Es entonces cuando Granada ad-
    del infortunado Boabdil cuan-                    quiere gracias a Muhammad Ibn al-Ahma
    do se despidió del paraíso                       su singularidad, alumbrando una brillan-
    que dejaba tras de sí…».                         te etapa de esplendor artístico y cultu-
                                                     ral, cuajado de sucesos que habrían de
    Los anhelos del viajero se colman ple-           subyugar la imaginación de los román-
    namente al culminar la Ruta y vislum-            ticos hasta 1492, convirtiéndola los Re-
    brar la capital, como les sucediera a los        yes Católicos en cristiana, proliferando
    viajeros románticos hace dos siglos. Su          iglesias, monasterios, palacios y otros
    denso pasado no es ajeno a este irresis-         edificios que sumaron al legado anda-
    tible magnetismo. Todo empezó en el              lusí un majestuoso conjunto de arte
    pequeño poblado ibérico de Ilibe-                gótico, renacentista y barroco. En el
    ris, que prosperó en época                                                    s. XIX, los
    romana y visigoda con el
    nombre de El-
    vira. Tras la
    llegada de los




    Casa morisca
34                                                                                              35
                                                     centro de estudios fundado por Yusuf I                                                          trense y varias torres, como la del Ho-
                                                     en 1349, dedicada a la teología, filosofía,                                                     menaje, primera residencia regia, de las
                                                     medicina, matemáticas y otros saberes.                                                          Armas, sobre una puerta, y de la Vela, o
                                                     Enfrente, al costado de la Catedral y en                                                        de la Campana, la más adelantada, inme-
                                                     el lugar que ocupaba la mezquita, están                                                         jorable mirador sobre Granada y la Vega.
                                                     la Lonja y la Capilla Real, símbolo de los                                                      En la Casa Real Vieja se instala una su-
                                                     Reyes Católicos en la ciudad que con-                                                           cesión de núcleos palatinos como el
                                                     quistaron, encontrándose su panteón,                                                            Mexuar, lugar de reunión de la Sura
                                                     obra señera del s. XVI. Al lado de la Ca-                                                       (Consejo de ministros), con un oratorio
                                                     pilla crece el cuerpo de la Catedral,                                                           y el Cuarto Dorado, en cuyo patio el
    viajeros románticos airearon a los cua-          grandioso templo renacentista donde                                                             Sultán recibía a sus súbditos, con una
    tro vientos su «descubrimiento» y la             participó Diego de Siloé y remató con la                                                        rica fachada con yeserías mandada ha-
    elevaron a la categoría de paraíso, atra-        fachada barroca Alonso Cano. En los al-                                                         cer en 1370 por Muhammad V. Flanquea
    yendo desde entonces a un torrente de            rededores de la catedral se desgrana                                                            el paso al patio de los Arrayanes o de
    visitantes.                                      una sucesión de agradables barrios con                                                          la Alberca, manso estanque que refleja
    A continuación se propone una breve              reductos llenos de recuerdos románti-                                                           la torre de Comares, sede del fabuloso
    serie de paseos que evocan las huellas           cos, como la casa de Eugenia de Montijo                                                         salón de Embajadores, bajo la simbólica
    del protagonista de la Ruta, Washington          de la calle Gracia e innumerables refe-        diendo murallas, torres, puertas, mezqui-        armadura que representa los siete cie-
    Irving, y los rincones favoritos de los          rencias monumentales, desde la Iglesia         tas, palacios y jardines, hasta completar        los que llevan a Allah, en uno de los es-
    románticos. Según el itinerario habi-                de los santos Justo y Pastor, a San        el más extenso complejo militar y palati-        pacios más importantes de todo el re-
    tual de los viajeros de antaño ve-                      Juan de Dios, pieza magistral del       no del orbe musulmán.                            cinto. A continuación se halla el palacio
    nidos por el camino de Santa Fe                           barroco, y San Jerónimo.              Tras el pasadizo en recodo de la Puerta          de los Leones, distribuido en torno a un
    resalta el Hospital Real manda-                            Después del callejeo por el cen-     de la Justicia, una rampa lleva a la             patio con una galería con 124 columnas
    do construir por los Reyes Ca-                              tro, Irving se dirige de inmedia-   puerta del Vino, muestra del refina-             de mármol y una fuente sobre 12 leones.
    tólicos y erigido en el s. XVI, en                         to a la Alhambra, ‘sancta sanc-      miento de la arquitectura nazarí. A su           Al sur, la sala de los Abencerrajes, don-
    el que destaca un delicioso                                torum’ del viajero romántico.        lado se abre la plaza de los Aljibes y el        de se cuenta que perecieron los nota-
    claustro renacentista. Conti-                             Tras cruzar la plaza de Isabel la     palacio de Carlos V, majuestuoso edifi-          bles de este clan, bajo fastuosa bóveda
    nuando hacia el centro por la Gran                      Católica y Plaza Nueva, flanqueada      cio del renacimiento pleno, trazado por          de mocárabes; al norte, la sala de las
    Vía, principal arteria de Granada, has-             por la armónica fachada de la Chanci-       Pedro Machuca a comienzos del XVI, con           dos Hermanas y el mirador de Lindara-
    ta recalar en el Corral del Carbón, la           llería edificada en 1531, subimos por la       un patio porticado circular que se ins-          ja, que asoma a un jardincillo junto a los
    antigua Alhóndiga Yidida, obra nazarí            calle de los Gomeres, nombre de una fa-        cribe en la planta cuadrada.                     apartamentos de Carlos V, sector donde
    de mediados del s. XIV con una primo-            milia mora famosa en crónicas y roman-         La Alcazaba, levantada a mediados del            se alojó Washington Irving durante su
    rosa portada con arco de herradura y             ces, hasta la Puerta de las Granadas. So-      s. XIII, consta de un fuerte perímetro           estancia en Granada, y cerca del toca-
    patio porticado. En sus inmediaciones            bre un espolón al sur sobresale el castillo    amurallado, patio de armas, barrio cas-          dor de la Reina, privilegiado mirador
    se sitúan la plaza del Carmen, con el            de Torres Bermejas, que remonta su ori-
    Ayuntamiento, y la encrucijada de                gen al s. XI; adelante trepan los empina-
    Puerta Real, así como la enrevesada              dos senderos a través del bosque entre
    trama de calles y plazas rebosantes de           murmullos de acequias hasta el pilar de
    sabor y actividad como la plaza Bib-             Carlos V y la puerta de la Justicia, man-
    Rambla, la calle del Zacatín, la Alcaice-        dada edificar por Yusuf I en 1348. Ostenta
    ría, la calle Oficios, la plaza del              en su fachada la mano de Fátima, talis-
    Cabildo, aquí se yergue la Madraza, el           mán de los musulmanes alusivo a los
                                                     preceptos coránicos, y la llave, emblema
                                                     del poder de la fe usado con frecuencia
                                                     por los nazaríes. Al fin, la Alhambra, del
                                                     árabe ‘al-hamra’, la roja, «Como siempre,
                                                     el sol poniente derramaba un melancóli-
                                                     co fulgor sobre las rojizas torres de la Al-
                                                     hambra…» W. Irving, frente al Albayzín. A
                                                     lo largo de los ss. XIII y XIV, sus suceso-
                                                     res, en especial Yusuf I y Muhammad V,
                                                     continuaron la labor constructiva, aña-

    Fachada de la Capilla Real                                                                                                                                          Balcón de la Madraza





    Retrato de Washington Irving                                                                                                                                                La Alhambra       
    Patio del Corral del Carbón
36                                                                                               37
                                                      do se alinean el Bañuelo, los baños ára-                                                         presidida por las puntiagudas torres de
                                                      bes del Nogal, el convento de santa Ca-                                                          la barroca Iglesia de las Angustias, pa-
                                                      talina y la casa de Zafra, la casa de Cas-                                                       trona de la ciudad, se deselvuelve has-
                                                      tril, sede del Museo Arqueológico, y la                                                          ta el paseo del Salón y el cauce del río
                                                      iglesia de san Pedro y Pablo, hasta el                                                           Genil. En la orilla izquierda, por el pa-
                                                      paseo de los Tristes. Río arriba se inter-                                                       seo del Violón, surgen dos recordato-
                                                      na una senda entre sotos y arboledas,                                                            rios finales: la ermita de San
                                                      rumbo a la fuente del Avellano, reposa-                                                          Sebastián, antiguo morabito u oratorio
                                                      do enclave de resonancias literarias                                                             musulmán, a extramuros de la ciudad,
                                                      donde acostumbraban a reunirse escri-                                                            una obra de fina albañilería, y el Alcá-
                                                      tores y artistas granadinos. En el barrio     ceres del mundo…», mientras en sus cer-            zar del Genil, el suntuoso palacete ro-
                                                      del Albayzín, que se alza sobre la colina     canías se suceden el arco de las Pesas,            deado de albercas y huertos que perte-
                                                      que bordea la margen derecha del Da-          el convento de Santa Isabel la Real y el           neció a las reinas nazaríes, con exquisi-
                                                      rro y salpicado de miradores y cipreses,      palacio de Daralhorra, la refinada «casa           tas salas recubiertas de delicadas yese-
                                                      cuestas, callejas empedradas y plazue-        de la sultana» construida en el s. XV en           rías e inscripciones.
                                                      las con aljibes, de casas y cármenes –las     el recinto de la antigua alcazaba de los           La ciudad es todavía
                                                      residencias de recreo con jardines ate-       reyes ziríes del s. XI. Hacia el oeste y el        un importante cen-
    hacia el Albayzín; entre Comares y los            rrazados tan del gusto nazarí–, de igle-      norte bajan las calles, como la pintores-          tro artesano des-
    Leones, los Baños Reales; al este, la lu-         sias que fueron mezquitas, de conven-         ca de la Calderería, hasta encontrar la            tacando en las la-
    josa sala de los Reyes, ámbito de re-             tos, murallas y puertas, de esquinas, ta-     línea de la vieja muralla urbana, señala-          bores de madera —
    cepciones y banquetes. El palacio del             lleres artesanos y tabernas de ambiente       da por la formidable puerta de Elvira,             como la taracea—,
    Partal, el más antiguo, edificado a prin-         popular, se descubren las más genuinas        de factura nazarí, la puerta de Monaita            cerámica, metal,
    cipios del s. XIV, con la torre de las Da-        esencias granadinas. Entre palacios y         y las murallas de la cuesta de                     joyería, piedra y vi-
    mas, y el Oratorio, alrededor todos del           casas andalusíes, la cuesta del Chapiz        Alhacaba, que delimitaban el perímetro             drio. En la alfarería y la cerámica tam-
    estanque central. Varias torres,                              remonta las laderas, dejando      de la alcazaba zirí. San Cristóbal y San           bién se mantiene la herencia tradicional
    como las de la Cautiva y                                           a un lado el camino del      Miguel Alto, con sus iglesias y sus es-            en todas sus variedades, distinguiéndo-
    de las Infantas se su-                                                Sacromonte, el cerro      pectaculares miradores, coronan, por               se la cerámica de inspiración andalusí,
    ceden camino del Ge-                                                   con la abadía y el fa-   último, las alturas al oeste y al norte del        la de reflejos metálicos, la de cuerda se-
    neralife, el palacio de                                                moso barrio gitano       Albayzín y la Alhambra.                            ca, y la granadina o de Fajalauza.
    verano construido                                                      de cuevas, escapara-     Tomando la Alhambra como eje central               El fascinante recorrido por la ciudad se
    entre fines del XIII y                                               te del tipismo folclóri-   para estos paseos por Granada, se pro-             completa con el monasterio de la Cartu-
    comienzos del XIV que re-                                        co y costumbrista que          longan ahora hacia el sur y el este, por           ja y la lorquiana huerta de San Vicente.
    crea un paradisíaco universo                               tanto apreciaron los románti-        los barrios del Mauror, que fue judería,           Aguas arriba del Genil, por la carretera
    de verdor y agua, con una espléndida              cos. Un reguero de lugares de interés         y la Antequeruela, dulces vericuetos               de Sierra Nevada, Solair o «montañas de
    residencia entre jardines y huertas.              jalonan el paseo por el Albayzín, como        embellecidos por el carmen de la funda-            la nieve», se llega al techo de la Penín-
    El descenso del hechizante «palacio en-           la iglesia de San Juan de los Reyes y la      ción Rodríguez Acosta, la casa museo               sula Ibérica, dominado por la cima de
    cantado» de la Alhambra conduce al pa-            del Salvador, en la parte alta, que pre-      del compositor Manuel de Falla, el Audi-           3.482 metros del pico Mulhacén. Hace
    seante a otros rincones no menos ro-              serva el patio de abluciones de la mez-       torio y el carmen de los Mártires, don-            más de un siglo y medio, Richard Ford no
    mánticos. Desde Plaza Nueva, con el               quita mayor del barrio. En la cúspide se      de se respira una vez más la celestial             dudó en recomendar esta excursión: «El
    pórtico de la iglesia de Santa Ana, sín-          yergue la Iglesia de San Nicolás, con su      placidez de los jardines granadinos. Más           amante del paisaje alpino debiera, por
    tesis de renacimiento y mudéjar, sube la          plaza, su aljibe y su mirador desde don-      abajo se extienden el campo del Prínci-            todos los medios a su alcance, ascender
    carrera del Darro; junto al río encauza-          de se presencian los «más bellos atarde-      pe, un abierto y acogedor espacio de               a Sierra Nevada…».
                                                                                                    reunión, y el barrio del Realejo hasta el
                                                                                                    Campillo Bajo. Palacios, como la casa
                                                                                                    de los Tiros y la casa del Padre Suárez,
                                                                                                    iglesias como la de Santo Domingo, en-
                                                                                                    claves como la plaza de Mariana Pineda,
                                                                                                    de directa alusión romántica, y el cuar-
                                                                                                    to Real de Santo Domingo, o Palacio de
                                                                                                    Almanxarra, restos de una residencia
                                                                                                    real nazarí, son algunos de sus hitos de
                                                                                                    mayor relevancia. La carrera del Genil,

    Patio de la Iglesia del Salvador                                                                                                                                   Iglesia de San Cristóbal





    Baile con la Alhambra al fondo                                                                                                                                                   Cerámica       
    Muralla zirí                                                                                                                                          Sierra Nevada con Granada a los pies
    San Cecilio
38                                                                                          39
INFORMACIÓN PRÁCTICA                              FUENTE VAQUEROS                             • Hotel Paraíso                                 Visitas
                                                  • Punto de Información. Ayuntamiento          Autovía A-92, km. 212                         • Abadía del Sacromonte
ALHAMA DE GRANADA                                                                               Tfno.: 95 844 30 40                             Camino del Sacromonte
                                                  Paseo Doctor Pareja, 1
• Oficina de Turismo                                                                                                                            Tfno.: 95 822 14 45
                                                  Tfno.: 95 851 65 35                         SANTA FE
Paseo Monte Jovellar, s/n                                                                                                                     • Alhambra y Generalife
                                                  Autobuses                                   • Oficina Comarcal de Turismo
Tfno.: 95 836 06 86                                                                                                                             Tfno.: 902 441 221
                                                  • Ureña. Tfno.: 95 845 41 54                Arco de Sevilla. Isabel la Católica, 7
Autobuses                                                                                                                                     • Bañuelo. Baños árabes
• Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80             LOJA                                        Tfno.: 95 851 31 10
                                                                                                                                                Carrera del Darro
Dormir                                            • Punto de Información. C. I. Histórico     Autobuses
                                                                                                                                                Tfno.: 95 802 78 00
• Hotel Balneario Alhama de Granada               Plaza Joaquín Costa, s/n                    • Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80
                                                                                                                                              • Capilla Real
  Ctra. del Balneario, s/n                        Tfno.: 95 832 15 20                         Dormir
                                                                                                                                                Oficios, s/n
  Tfno.: 95 835 00 11                             Autobuses                                   • Hotel Capitulaciones
                                                                                                                                                Tfno.: 95 822 92 39
• Hotel Los Caños de la Alcaicería                • Alsina Graells. Tfno.: 95 832 01 02         Ctra. de Málaga, km. 443
                                                                                                                                              • Carmen de los Mártires
  Ctra. Vélez, km. 10. Tfno.: 95 835 03 25        Dormir                                        Tfno.: 95 851 33 60
                                                                                                                                                Paseo de los Mártires
• Hotel Baño Nuevo                                • Hotel La Bobadilla                        • Hotel Colón
                                                                                                                                                Tfno.: 95 822 79 53
  Balneario, s/n. Tfno.: 95 835 00 11               Autovía A-92, Salida 175                    Buenavista, s/n. Edif. V Centenario
                                                                                                                                              • Casa de los Pisas. Museo S. Juan de Dios
• Casa Rural La Seguiriya                           Tfno.: 95 832 18 61                         Tfno.: 95 844 09 89
                                                                                                                                                Convalescencia, s/n
  Las Peñas, 12. Tfno.: 95 836 08 01              • Hotel Almazara                            • Hotel Santa Fe
                                                                                                                                                Tfno.: 95 822 21 44
CHAUCHINA                                           Cerro de la Estación, s/n. Riofrío          Avda. Palos de la Frontera, 17
                                                                                                                                              • Catedral
• Punto de Información. Ayuntamiento                Tfno.: 95 832 69 10                         Tfno.: 95 844 03 70                             Gran Vía de Colón, s/n
Plaza de la Constitución, 12                      • Hotel-Restaurante Los Abades              GRANADA                                           Tfno.: 95 822 29 59
Tfno.: 95 845 51 27                                 Autovía A-92, km. 192                     • Oficina del Patronato Provincial              • Centro de Arte Contemporáneo
Autobuses                                           Tfno.: 95 832 38 04                         de Turismo de Granada                           José Guerrero
• Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80             • Hotel Manzanil Área                         Plaza de Mariana de Pineda, 10                  Oficios, s/n
                                                    Autovía A-92, km. 192                       Tfno.: 95 824 71 28                             Tfno.: 95 822 51 85
Dormir
                                                    Tfno.: 95 832 32 00                         infotur@dipgra.es                             • Corral del Carbón
• Hotel El Cruce
                                                  • Hotel Del Manzanil                        • Oficinas de Turismo                             Mariana de Pineda, s/n
  Autovía A-92, Cruce Chauchina
                                                    Ctra. Granada-Málaga, km. 335               de la Junta de Andalucía                      • Casa Museo de Federico García Lorca
  Tfnos.: 95 844 60 62
                                                    Tfno.: 95 832 17 11                         Plaza Nueva. Santa Ana, 2                       Virgen Blanca, s/n. Huerta de S. Vicente
• Hotel Marinetto
                                                  • Hotel El Mirador                            Tfno.: 95 822 59 90                             Tfno.: 95 825 84 66
  Ctra. Málaga (Cruce Chauchina - A-92)
                                                    Ctra. Jerez-Cartagena, km. 485              otgranada@andalucia.org                       • Monasterio de la Cartuja
  Tfno.: 95 844 60 52
                                                    Tfno.: 95 832 00 42                         Alhambra                                        Paseo de Cartuja, s/n
HUÉTOR TÁJAR
                                                  MONTEFRÍO                                     Avda. del Generalife, s/n                       Tfno.: 95 816 19 32
• Punto de Información. Ayuntamiento
                                                  • Oficina de Turismo                          Tfno.: 95 822 95 75                           • Monasterio de San Jerónimo
Plaza de Andalucía, 2
                                                  Plaza de España, 1                            otalhambra@andalucia.org                        Rector López Argueta
Tfno.: 95 833 21 11
                                                  Tfno.: 95 833 60 04                         • El legado andalusí                              Tfno.: 95 827 93 37
Autobuses                                                                                                                                     • Museo Arqueológico
• Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80             Autobuses                                     Mariana Pineda, s/n. Corral del Carbón
                                                  • Alsina Graells. Tfno.: 95 833 62 58         Tfno.: 95 822 59 95                             Carrera del Darro, 41-43
Dormir                                                                                                                                          Tfno.: 95 822 56 40
• Cortijo de Tájar                                Dormir                                        http://legadoandalusi.andalucia.org
                                                                                                                                              • Museo de Bellas Artes
  Autovía A-92, Salidad 203                       • Hotel La Enrea                            Estación de Autobuses                             Palacio de Carlos V
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ÍLLORA                                                                                                                                        • Museo de la Alhambra
• Punto de Información. Museo Municipal           MORALEDA DE ZAFAYONA                        Estación de Renfe                                 Palacio Carlos V
Plaza de San Rogelio, s/n                         • Punto de Información. Ayuntamiento          Avda. de los Andaluces, s/n                     Tfno.: 95 802 79 00
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W irving

  • 1. Rutas de El legado andalusí Washington Irving en su itinerario por Granada Gran Itinerario Cultural del Consejo de Europa
  • 2. 2 3 E n los agrestes pasos de estas montañas, la contemplación de las ciudades y pueblos amurallados, construidos como nidos de águilas entre riscos y rodea- dos por almenas moras o ruinosas atalayas asentadas sobre altos picos, nos ha- Hasta llegar a Granada definida exquisitamente por Víctor Hugo (1802-1885): «Sea próxima o lejana / española o sarracena / no hay una ciudad tan sólo / que a disputarse se atreva / con Granada, la bonita, / el premio de la belleza, / ce retroceder con el pensamiento a los tiempos caballerescos de la guerra en- ni ninguna que despliegue / con más gracia y más risueña / más orientales des- tre moros y cristianos, y la romántica pugna por la conquista de Granada. tellos / bajo esfera más serena». Así escribió Washington Irving sobre esta Ruta en su recorrido por tierras También abundan los parajes naturales de primerísimo rango, como los granadinas. Prototipo puro de viajero romántico que pasó la mayor parte de cercanísimos del Torcal de Antequera: sin duda uno de los más espectacula- su vida recorriendo Europa, acabando, naturalmente, atraído por el res de Andalucía. La erosión de las aguas, de los vientos y de los días ha la- «exotismo» que ofrecía entonces España, donde llegó a ser embajador de los brado caprichosas formas en la roca, inverosímiles equilibrios de piedra, tur- Estados Unidos de América entre 1842 y 1846. De origen escocés, Washington bantes o cabezotas de caliza flotando en la luz irreal del atardecer. La Laguna Irving en 1829, realizó entre las ciudades de Sevilla y Granada un viaje idéntico Salada de Fuente Piedra, la Laguna de la Ratosa, la Sierra de Loja y el Desfila- al que usted puede llevar a cabo. Fascinado por la riqueza de la civilización dero de los Infiernos, que tanto impresionó a Irving tras la pintura que una árabe en España, dieron como frutos la Historia de la Conquista de Granada, y mesonera le realizara sobre estos Infiernos, en una sobremesa de venta, en- tres años más tarde, sus célebres Cuentos de la Alhambra, en los que narra tre romances de contrabandistas, historias de salteadores y leyendas moris- varias leyendas granadinas: sobre Boabdil, un astrólogo árabe y la Torre de las cas. No debemos olvidar el techo de la Península Ibérica, localizado en Sierra Infantas, entre otras. Nevada, el Mulhacén que debe su nombre al penúltimo rey nazarí de Granada, Un camino real que se esta- Muley Hacen. blece, por vez primera, como Desde el punto de vista tal vía comercial, entre los histórico, las ciudades reinos de Granada y Castilla amalgamadas por después del Tratado de 1244, este cordón vial para que los nazaríes, en tiem- presentan soberbios pos de paz, pudiesen avituallarse estigmas de todas las en tierras cristianas de algunos productos civilizaciones históri- de subsistencia. Ruta marcada, pues, con un carácter netamente fronterizo. cas de Andalucía. Tam- El camino de Irving cuenta con el prólogo extraordinario de un viaje sugeri- bién de las prehistóricas do en homenaje al rey poeta al-Mutamid, itinerario que, partiendo desde la ciu- como la llamada Peña de los dad de Sevilla atraviesa su provincia, estando jalonado por poblaciones que ha- Gitanos, cerca de Montefrío, bían pertenecido con anterioridad a diferentes coras, iqlim o distritos árabes. A donde existen dólmenes y tumbas mega- partir del siglo XII, llegaban a Granada, fuertemente protegidos por un rosario líticas. Historia, arte, naturaleza y también literatura, no en vano la Ruta está de fortalezas, productos alimenticios y ganados, gentes e ideas, especias, colo- bautizada por un padrino de excepción, Washington Irving. Estas tierras inspi- rantes, hierbas medicinales, granos, frutas, telas, paños y sobre todo seda, entre raron su mente y su pluma, como la de otros muchos: la franja fronteriza fue otras manufacturas artesanales. el semillero de muchos romances de la conquista o de amores imposibles en- tre enemigos, con los que el Romancero inició sus balbuceos. Y esa vena po- La riqueza y variedad de lugares de este itinerario granadino, determina pular le llegaría, siglos más tarde, a un hijo del terruño, Federico García Lorca. una gran diversidad de aspectos que interesan al viajero, como la gastronomía (fundamentada en la riqueza agrícola de sus huertas, desarrolladas en época Emilio García Gómez comparaba la Ruta de Washington Irving, arrancando andalusí), la artesanía (rica y variada, herencia de la potente actividad gremial de la Andalucía baja de Frasquita Larrea y subiendo a la Sevilla de Fernán Ca- desde la Edad Media), las compras, las fiestas (muestran algunas de las más ge- ballero, como el «camino francés» que desemboca en la Compostela del Após- nuinas facetas de la Andalucía tradicional, que tanto fascinara, por su autenticidad tol como aquel otro andaluz en la Alhambra de Muhammad V. El del norte lo y pintoresquismo, a los románticos), el disfrute de la naturaleza o el cante fla- hicieron año tras año los peregrinos; el del sur estaba trazado con múltiples menco. Loja, Montefrío…, poseen monumentos asombrosos que, además, deben atajos o desviaciones pero lo descubrió Irving, que no iba a la caza de las ar- buena parte de sus vestigios a la herencia árabe. quitecturas sino de las literaturas.
  • 3. 5 Loja «Es agreste y pintoresca, ha sido también de siempre un centro hallándose construida en la de mercado), con su alcazaba andalusí escoltada por campanarios cristianos falda de una árida montaña. sobre un mogote peñascoso, sigue pro- Las ruinas de un alcázar mo- duciendo un golpe de efecto en la retina ro coronan un rocoso montí- del viajero. culo que se yergue en el cen- Según el mito, habría sido fundada por el nieto de Noé, Túbal, con el nombre tro de la ciudad. El río Genil de Alfeia. Lo cierto es que los fenicios, baña su pie…». que la llamaron Tricolia, le dieron auge comercial hacia el s. VIII a.C. Los roma- Se comprende que Loja fuera «puerta y nos de Cneo Escipión cambiaron su llave del reino granadino» para los Re- nombre de Tricolia por el de Lascivis yes Católicos. Está enclavada entre dos (lugar de muchas aguas y delicias); y sierras, en el extremo occidental de la los árabes transformaron éste en Medi- vega granadina, donde el Genil asesta na Lawsa. Fueron precisamente los mu- un tajo a las últimas estribaciones sub- sulmanes quienes le dieron verdadera béticas, formando el desfiladero de los dimensión urbana; ocupó lugar desta- Infiernos, antes de entrar en el embalse cado en las guerras civiles del califato de Iznájar. El agua filtrada en la Sierra de Córdoba y posteriormente adquirió de Loja, al margen del cauce del Genil, un carácter marcadamente militar, con hace brotar numerosos manantiales en la función de custodiar la Vega, antesa- fuentes centenarias, siempre frescas. la del reino nazarí. El perfil de esta ciudad estratégica (no sólo militarmente: Vista general con la Iglesia de la Encarnación y al fondo la alcazaba
  • 4. 6 Fernando el Católico la asedió en el caserón de los Alcaides Cris- 1482, pero en vano; cercada de tianos, del s. XVII, junto a la nuevo en 1486, logró final- Alcazaba, cuyo perfil urba- mente su capitulación, no refuerza y matiza; el acontecimiento que tuvo pósito nuevo, del s. XVI, un gran eco psicológico la Antigua Casa de Cabil- en el avance de la con- dos y el palacio de Nar- quista. Más de 5.000 mu- váez, construcción sulmanes abandonaron la afrancesada del s. XIX, ciudad dirigiéndose a Gra- así como los jardines de nada; la caída de ésta y de Narváez, cortijo rural, en todo el reino nazarí estaba a el paraje de Plines, con mo- punto, y así lo recogieron con biliario isabelino. júbilo los romanceros anónimos. Loja, que ya era presentada por La Alcazaba, centro militar y adminis- al-Idrisi como importante nudo de co- trativo de la urbe medieval, mantiene su municaciones, ha sabido mantener y perfil ruinoso desde los tiempos de Feli- cuidar una buena cantidad de usos pe II. Queda en ella buena parte de la y tradiciones. Habría que destacar las cerca medieval, la torre Ochavada, un de orden gastronómico: sobreusa de aljibe muy bien conservado y restos del habas, remojón de naranja, porra, gaz- edificio nuclear. Cuesta trabajo imagi- nar su aspecto cuando se consideraba prácticamente inaccesible. Arropando este perfil desmigajado, se yergue la torre de Santa María de la En- carnación, levantada sobre la mezquita medieval, con parte gótico-mudéjar, otra parte barroca y otra neoclásica, debida ésta a Ventura Rodríguez; la igle- sia de San Gabriel, uno de los más be- llos ejemplos de renacimiento granadi- no, obra de Diego de Siloé; y la iglesia de Santa Catalina, ss. XVI y XVII. Habría que mencionar además el con- vento de Santa Clara, y varias ermitas; pacho y los célebres roscos y huesos de santo. Pero también variedades del cante, como el fandango lojeño, o el trovo (existe un popular certamen fla- menco, llamado «la Volaera»). También cabe mencionar el Festival de Teatro, en verano, y los «incensarios» de Se- mana Santa. La cocina popular y las artes culinarias más elaboradas conviven en la oferta gastronómica de Loja. De modo especial, hay que señalar la importancia de la tru- cha que tiene su particular paraíso en el anejo de Riofrío unida a la reciente co- mercialización del esturión y su caviar, y la tradicional repostería artesana. Campanario de San Gabriel Interior de la Iglesia Mayor Iglesia de la Encarnación Fuente de los Veinticinco Caños Iglesia de San Gabriel Cascada de los Infiernos Los incensiarios de la Semana Santa
  • 5. 9 Huétor Tájar El trayecto se dulcifica al de- caserío— y, sobre to- jar los angostos desfiladeros do, el magnífico sistema de rega- de Loja y explayarse en el fe- dío de la Vega; don- raz valle del río Genil. La en- de antes había more- calada figura del pueblo de ras y seda, hoy se Huétor Tájar se vislumbra en- cultivan, sobre todo, espárra- gos, protagonistas indiscutible tre el verdor de arboledas, de la gastronomía de Huétor huertos y campos. Tájar, alcanzando en sus huertas una calidad insuperable y que se preparan Formada por dos núcleos de población de mil maneras, en tortilla, sopa, salsa… que no llegaron a fusionarse hasta 1483, Para conocer en directo tan delicioso precisamente el mismo año en que vol- fruto, puede uno acercarse a alguna de vía —una vez más— a ser devastada por las cooperativas que lo producen. el rey Fernando en sus escaramuzas de En la misma plaza del ayuntamiento se conquista. Ambas poblaciones cuentan sitúa la iglesia parroquial de Santa Isa- con un antiguo origen: Huétor sería co- bel, con un hermoso campanario de la- rrupción de un nombre romano y Tájar drillo. Merece la pena deambular a ori- de uno árabe; Ibn al-Jatib la nombra Ta- llas del Genil en dirección al barrio de la rayat, de ahí Taxara, Táhara, Tájar. Esperanza por caminos entre huertas y Conquistada definitivamente en 1497, si- vergeles refrescados por el rumor del guió viviendo en ella su población mo- río y las acequias. risca y ha conservado como herencia una torre árabe —asfixiada ahora por el Iglesia parroquial de Santa Isabel
  • 6. 10 Moraleda de Zafayona En su guía viajera, Richard Área con campos de labor en el valle y Ford apunta que, a continua- pastos ganaderos en las alturas, en épo- ca andalusí estuvo habitada por clanes ción de Loja, «pasando por un árabes, al igual que los contornos, insta- torrente de montañas llega- lados en asentamientos dispersos que, mos a la Venta de Cacín, y tras la conquista y la repoblación, die- luego se abre ante nosotros ron lugar a cortijos como los de Luján, la Duquesa o la Venta de Cacín. Ya en el como una tierra prometida la s. XIX, la localidad contaba con un nú- famosa Vega de Granada». cleo, germen de la población actual, for- mado por «80 cuevas que sirven de al- El tramo de la Ruta continúa paralelo al bergue al vecindario, hallándose cons- Genil, al que se le unen las aguas del río truidas en su base algunas casas…». Cacín. El camino transita ahora por el La esbelta torre de la iglesia parroquial término de Moraleda de Zafayona, viejo señala el corazón del casco urbano, que partido rural recostado en los escalones ocupa una loma descendente hasta las de la meseta que crece hacia Alhama. orillas del río Cacín. En los alrededores Aquí se situaban los límites entre la tie- del pueblo es digno de mención el cerro rra de Loja y la de Granada, en el Campo de la Mora, antiguo poblado íbero-ro- de Zafayona, o Campo de las Fuentes, mano cuya excavación ha deparado una del árabe Fa al-uyun, por donde discu- amplia secuencia cultural que abarca rría uno de los principales ramales que desde el segundo milenio antes de conectaban Málaga con la capital nazarí. nuestra era a la época medieval. Tam- bién destaca por su curiosidad el museo de automóviles antiguos. Iglesia parroquial
  • 7. 13 Alhama de Granada «Salimos de Vélez para Al- su nombre actual, al-hammam, aguas hammah, o las Termas, o termales, o el baño. Se la disputaron moros y cristianos y Alhama, villa pequeña, con fueron las tropas de los Reyes Católicos una mezquita muy bien situa- las que, en un golpe de audacia, la arre- da y muy bien construida. bataron a los musulmanes en 1482. Cuen- Posee una fuente de agua ca- tan los cronistas de la época que «murie- ron 800 moros y fueron presos 3.000, liente a la orilla de su río, y a que dejaron un rico botín de oro y plata la distancia de cerca de una e aljófar, e sedas e alhajas e caballos e milla de la población. Se ve acémilas, e infinito trigo y cebada». allí una casa para los baños De aquellos tiempos gloriosos todavía se conserva la torre vigía de Torresola- de los hombres y otra para na, y el Pósito, que, situado en la plaza los de las mujeres». de Los Presos, es hoy uno de los edifi- cios más emblemáticos de la Alhama Alhama se cuelga desde sus casas so- medieval. Fue, además, sinagoga en el bre un barranco imponente. Su origen s. XIII, convirtiéndose en el s. XVI en pó- se pierde, como se suele decir, en la no- sito, granero comunal de la población che de los tiempos. Íbera primero, des- Pero donde más se conserva la impron- pués fenicia, cartaginense más tarde, ta andalusí es, como su propio nombre acogió a todas las culturas mediterrá- indica, en el llamado barrio árabe, una neas. Plinio la llamó Stici y los romanos Artigi, pero fueron los árabes quienes le dieron Iglesia del Carmen, antiguo convento de carmelitas
  • 8. 15 neral es gótica, con una sola nave de amplias proporciones bajo bóvedas es- trelladas de nervadura y potentes con- trafuertes al exterior. A la fábrica gótica del templo se añadieron después ele- mentos de estilo renacentista, como el coro y los cuerpos superiores de la to- rre, y el detalle renacentista de la porta- da meridional, antepuesta a la original apretada muestra del urbanismo hispa- de líneas góticas. no-musulmán. El balneario local es de gran interés, Tras la iglesia mayor destaca la man- aparece al final de una pintoresca gar- sión del s. XV, de estilo gótico-flamíge- ganta rodeado de un paisaje de riscos, ro denominada Casa de la Inquisición, aguas y vegetación exuberante. El apro- con una impresionante fachada de can- vechamiento de sus aguas termales, in- tería rematada por una artística venta- dicadas para afecciones traumatológi- na geminada. cas (reuma, artrosis, artritis…) y vías La Cárcel y el Hospital de la Reina son respiratorias, se remonta a los romanos. otros de los edificios públicos de las in- Sobre la obra de éstos construye- mediaciones de la plaza. Una ins- ron los musulmanes hacia el si- cripción, de 1674, en su facha- glo XII los magníficos baños da nos recuerda su cons- que todavía perviven, con trucción durante el reinado una hermosa sala central, de Carlos II. Las influen- donde surge el manantial cias mudéjares, góticas y con arcos de herradura y renacentistas son las bóvedas esquifadas. combinaciones arquitec- La cocina de Alhama ofre- tónicas del hospital inicia- ce una excepcional calidad do en 1485 y fundado como en las leguminosas de su primer hospital de sangre comarca, sobre todo garban- del reino de Granada por los zos, y en los derivados del cer- Reyes Católicos. do. Entre pucheros, migas y otros La Iglesia del Carmen forma parte de guisos, destaca la olla jameña. Han de un extinto convento de carmelitas, su señalarse, además, la repostería, con obra va del sobrio clasicismo manierista los finos dulces de las monjas clarisas al barroco más recargado. El templo es de San Diego. de planta rectangular, con techo de ar- madura de madera y capillas laterales; en sus portadas campean los escudos de la nobleza de Alhama, y cúpula sobre el crucero decorada con pinturas al fresco. Particular interés revisten el ca- marín de la Virgen, detrás del altar ma- yor, y la capilla de Jesús Nazareno, típi- cas realizaciones del barroco churrigue- resco granadino del s. XVIII. La poderosa torre de la Iglesia Mayor de Santa María de la Encarnación, esta- blecida probablemente sobre la mezqui- ta mayor, es el punto de referencia vi- sual de Alhama. Comenzada a fines del s. XV e inicios del XVI, su estructura ge- Calle típica con la Iglesia Mayor de Interior de los baños de Alhama Santa María de la Encarnación al fondo Casa de la Inquisición Dulces de las monjas
  • 9. 17 Montefrío La potencia visual, la monu- rey nazarí Ismail III fue coronado aquí mentalidad geográfica y ar- por los Abencerrajes, y aquí permane- cieron siete años temerosos de volver a quitectónica de Montefrío se- la corte granadina, donde reinaba Mo- ducen al recién llegado desde hammed X (1445-1453). El rey Juan II el primer instante. El casco ayudó a Ismail y a los Abencerrajes a si- del pueblo tiende una cinta tiar Granada; el astuto Mohammed lla- mó a estos últimos en embajada y los blanca entre la peña con la hizo degollar en la hoy llamada Sala de iglesia de la Villa y el cerro los Abencerrajes de la Alhambra. Ismail del Calvario. huyó a las Alpujarras donde más tarde sería proclamado rey de Granada con el La carretera enfila hacia el norte y co- nombre de Yusuf V. mienza a ascender. Aparece de pronto, Montefrío sería tomada por los Reyes casi amenazante, Montefrío, encarama- Católicos en 1486. Éstos levantaron, en- da en una ola geológica que parece fue- tre las murallas de la fortaleza árabe, ra a volcarla; uno de los perfiles más que comprende un castillo y sus mura- pintorescos, sin duda, de la geografía llas donde permanecen todavía algunas granadina. torres, lienzos de la original muralla, el Fue rica ya en la antigüedad: el Mons aljibe y diversos restos constuidos a me- Frigus de los latinos, Montefrid de los diados del s. XIV, sobre cimientos ante- árabes, debió jalonar una ruta comer- riores. La iglesia de la Villa es el monu- cial desde Torre del Mar y Vélez-Málaga, mento más llamativo de Montefrío por pasando por Alhama y este lugar, hacia su emplaza- las campiñas y valle del Guadalquivir. El miento al Casas blancas de Montefrío y al fondo, sobre la peña, la Iglesia de la Villa
  • 10. 19 filo de la peña; de estilo gótico-renacen- caballo, de escalada, etc. De sus rinco- tista y edificada sobre una antigua mez- nes de interés se señalan el puente ro- quita entre 1549 y 1570, atribuida a Die- mano, aún en uso, a 1,5 km. hacia Algari- go de Siloé asistido por Francisco Her- nejo, y, a unos 5 km. en dirección a Íllo- nández. Un heraldo de los Reyes donó el ra, el paraje de la Peña de los Gitanos, hospital de San Juan de los Reyes del una extensa área de terrazas entre ro- s. XVI. Extramuros se levantó la impo- quedales calizos donde se han excavado nente iglesia de San Antonio («la Pane- más de un centenar de enterramientos ra», por ocupar una fábrica de harina el megalíticos y poblados, un extraordina- antiguo convento franciscano), enclava- rio conjunto arqueológico. da en el cerro del Calvario con una Aceite, gastronomía: el clima, los fachada barroca a modo de re- suelos y las variedades cultiva- tablo de piedra tallada, con das –predominan las picual, amplia nave y bóveda. El picuda y hojiblanca junto con Ayuntamiento está instala- algunas autóctonas– contri- do en una casa solariega buyen a la excepcional cali- de 1787 y el Pósito, un al- dad del aceite de oliva vir- macén de granos labrado gen extra de Montefrío, en 1795 de estilo neoclási- cuyos olivares constituyen co. A este estilo pertenece el principal capítulo de su también la iglesia de la En- agricultura. Además de esta carnación, un sólido, original y rica grasa vegetal y los quesos, voluminoso edificio en sillería de la gastronomía local depara un planta central, llamada popularmen- jugoso repertorio de recetas tradi- te «la rotonda» importantísimo expo- cionales, con platos como el choto con nente del neoclasicismo andaluz, figu- ajos, el relleno de carnaval, sesos al rando entre los mejores proyectos que mojeteo, los potajes, tortillas de papas, Ventura Rodríguez dejó por tierras gra- espárragos y collejas, el remojón –ensa- nadinas. En ella se venera a la patrona lada de tomates y pimientos asados, local, la Virgen de los Remedios. naranja, cebolla, huevos y atún–, y hor- Al pie del mirador del castillo, las casas nazos, sin olvidar las especialidades de se incrustan en la roca y descienden caza, la charcutería y la repostería, con por San Sebastián hasta la plaza de Es- bollos de manteca, de aceite con pasas, paña, el centro urbano con el Ayunta- roscos de sartén, borrachuelos, cuajaos miento, la Casa de Oficios, armónico y pestiños. edificio de 1579, y la Encarnación. De aquí, largas calles onduladas llevan al altozano del otro extremo del pueblo, con la iglesia de San Antonio, en cuyas inmediaciones se encuentra el sobrio edificio neoclásico del Pósito. Los montuosos alrededores son ideales para el paseo y los deportes, en bici, a Vista general de Montefrío Iglesia de la Encarnación Dolmen de la Peña de los Gitanos Iglesia de San Antonio Aceite virgen extra de Montefrío
  • 11. 20 Íllora «El ojo derecho de Granada»: en su regazo. Ante la vista del viajero se así se llamó a esta privilegia- despliega el multicolor paisaje de oliva- res, tierras de labor y huertas que des- da fortaleza asentada en un cienden por la Vega del Genil; al fondo, refajo de la Sierra de Para- a oriente, Sierra Nevada. panda y asomada a la Vega. El blanco caserío de Íllora se agarra a Plinio la menciona como Ilur- las laderas del peñón rocoso donde es- tuvo su germen. Si en los alrededores co ; pero fueron los suevos, proliferan los hallazgos prehistóricos, visigodos y árabes, los naza- en el casco urbano se han descubierto ríes en especial, quienes hi- los restos de unas termas romanas que cieron la potente fortaleza en desvelan los antecedentes de una loca- lidad consolidada en época musulmana. torno a la cual fue cuajando Sus noticias se remontan a los ss. X y el pueblo. XI, cuando al-Udri la cita con el nombre de Illywra al referirse a la provincia de El recorrido por los Montes Occidentales Elvira. Ubicada cerca de varios pasos prosigue a lomos de la sierra de Para- entre el norte y la Vega, a partir del panda hasta re- s. XIII se convirtió en uno de los princi- calar en Íllo- pales baluartes de la frontera nazarí, ra, asen- en primera línea tras la caída tada de Alcalá la Real en 1341. Vista general con la iglesia de la Encarnación y el cerro con los restos del castillo
  • 12. 22 23 Después de sitiarla y atacar los arraba- ritorios retablos barrocos, pinturas les, el cañoneo de dieciocho lombar- –como la Virgen con el Niño, cercana al das decidió la capitulación de los estilo de Alonso Cano–, imágenes y pie- musulmanes, que salieron ca- zas de orfebrería, así como enseres y mino de Granada. Su primer reliquias del culto a San Rogelio, pa- alcaide fue Gonzalo Fernán- trón de la villa. dez de Córdoba, el Gran Ca- La plaza de San Rogelio es el punto de pitán, del que se conservan encuentro tradicional de Íllora, con la los restos de su mansión voluminosa iglesia parroquial, que do- con su escudo de armas en mina el centro del pueblo, y el antiguo panorámicas se obtienen a lo largo de la fachada. En su nueva eta- ayuntamiento, habilitado para museo la carretera de Montefrío, que sube por pa, Íllora fue una de las Siete de historia local. A su espalda se eleva las sierras de Parapanda y Pelada. La de Villas que servían de granero el accidentado peñasco con las ruinas Parapanda, con sus 1.604 m. de altitud, y despensa de la capital; poco a de las murallas y el castillo, arran- ocupa un lugar destacado en la vi- poco, mientras el cerro de la villa cando del mismo caserío; en- da de la Vega, considerándose se despoblaba, crecía a sus pies el nú- trando por la calle Almeni- su barómetro, de ahí el di- cleo de la población actual, en torno a llas, se encuentra una de cho «cuando Parapanda Illywra reforzó en esos tiempos su fiso- la plaza y la iglesia. las puertas más añejas tiene montera, llueve nomía de villa fortificada con castillo, En la elevación rocosa que sobresale en de la fortaleza, del s. X. aunque Dios no quiera». recinto amurallado y arrabales, mere- medio del pueblo aparecen las fortifica- Las calles Real, de la Mención especial mere- ciendo el sobrenombre de «ojo derecho ciones de la villa medieval el castillo y Cárcel, la cuesta del Pi- cen el paraje del molino de Granada» por su importancia como murallas, obra musulmana con elemen- lar Alto, articulan las del Rey, en la zona del enclave defensivo. Protagonista de in- tos califales y taifas, de los ss. X y XI, re- principales vías de un Soto de Roma, con un cesantes hechos de armas, fue conquis- vestidos por las reformas del s. XIV de casco urbano donde lla- espectacular acueducto tada por los Reyes Católicos en la pri- los nazaríes, que le dieron su configura- man la atención algunas de principios del s. XIX, y mavera de 1486. Con motivo de esta ción definitiva. En la cúspide se distin- casonas y el nuevo ayun- el núcleo de Alomartes, conquista, el cronista Hernando del Pul- guen las torres del castillo, los «dientes tamiento, en el antiguo con- con su iglesia neoclásica del gar la describe con las siguientes pala- de la vieja», y más abajo, los vestigios vento franciscano de la orden XVIII, sus mesones y el molino bras: «Esta villa está puesta en un valle de otros dos recintos amurallados que de San Pedro Alcántara. de la Torre, uno de los mejores donde hay una vega muy extendida, y protegían el área, hoy despoblada, por El término ofrece paisajes de indudable ejemplos conservados de molinos hi- en aquel valle está una peña alta que donde se hallaba la mezquita aljama. interés. Aún se observan los restos de dráulicos tradicionales. Bien vale dete- señorea todo el circuito; y en lo alto de La iglesia de la Encarnación constituye la atalaya de la Mesa, hacia Alcalá la nerse aquí y echar un rato de conversa- aquella peña está fundada la villa, de una espléndida muestra de la arquitec- Real, y de las torres de Tocón y la En- ción arrullado por los rumores de la co- fuertes torres e muros…». tura de transición del gótico al renaci- cantada, en Brácana. Excelentes vistas rriente del agua. miento, que predomina en los templos levantados después de la conquista en la comarca de los Montes. Proyectada por Diego de Siloé con la intervención de su discípulo Juan de Maeda y otros maestros, se construyó básicamente entre 1542 y 1573, empleándose piedra «almendrilla», de tono tostado, extrai- da de los pagos cercanos. Es un edificio de rotunda volumetría, una sencilla y monumental estructura de proporcio- nes renacentistas, con un sólido cam- panario y elegantes portadas con es- culturas clasicistas de Diego de Pes- quera. El interior presenta una nave de notable amplitud con bóvedas de cru- cería, pilastras adosadas y capillas late- rales, por donde se distribuyen dos me- Fachada porticada del molino de la Torre Calle típica Torre de la iglesia de la Encarnación Portada con relieve escultórico Iglesia de la Encarnación
  • 13. 25 Fuente Vaqueros «En este pueblo tuve mi pri- río, el paseo del mer ensueño de lejanía. En es- Prado, con el mo- numento a Gar- te pueblo yo seré tierra y flo- cía Lorca de Ca- res». Federico García Lorca na- yetano Aníbal, que se prolonga hacia el cía el 5 de junio de 1898 en la norte por el paseo de la Reina. Aquí se casa de la maestra del pueblo, sitúa un lugar de peregrinación obliga- da para el viajero de esta Ruta: la Casa- doña Vicenta Lorca, su madre. Museo de Federico García Lorca, donde Estas tierras formaron parte del Sitio nació el poeta un 5 de junio de 1898. Real que la Corona se reservó después Restaurada con gusto y acierto, sus ha- de la conquista, con densos bosques y bitaciones evocan el ambiente de su ju- plantíos donde se construyó una Casa ventud en la decoración y mobiliario, Real. Tras varias vicisitudes, en 1813 el mientras en la planta primera, que fue Soto de Roma fue cedido al duque de granero, se dispone una sala para expo- Wellington como recompensa por los siciones y actos culturales. Los alrede- servicios prestados durante la guerra dores, punteados de cortijos, con los de Independencia. anejos de la Paz, con su sencilla ermita, La plaza del ayuntamiento es el y Pedro Ruiz, invitan también a la poéti- centro del que irradian las princi- ca magia de un paseo por la Vega entre pales vías que estructuran el umbrosas choperas y parcelas verdean- casco urbano de Fuente Va- tes, arrulladas por el eterno queros: la avenida de Anda- fluir de las acequias. lucía, al este, la avenida del Genil, que baja hasta el Patio y fachada de la casa natal de Federico García Lorca Iglesia de la Paz
  • 14. 27 Chauchina En el siglo XIV el lojeño Ibn ríodo musulmán. En la le- al-Jatib menciona ya el lugar, gendaria torre de Roma, que prestó su nombre al transcrito como Yay´yana. Soto de Roma –vergel Más documentada está una que, en palabras de fortaleza de su término, la Washington Irving, torre de Roma, a la que debió «era un retiro fundado por el conde Julián para acogerse la población en los consuelo de su hija Florinda»–, prota- convulsos momentos finales gonizó diversos hechos de armas. del medievo. El centro del pueblo oscila entre la pla- za del Ayuntamiento y la iglesia parro- En plena Vega del Genil, la vinculación quial, un edificio iniciado a fines del de Chauchina con su feraz entorno es s. XV que aún conserva el campanario tal que hay quien sostiene que su deno- de la obra primitiva. A su lado llama la minación deriva del vocablo latino san- atención «la Peana», fragmento de una cius, corrupción de salix, sauce, dada su columna extraída de las canteras de Lo- abundante presencia en la vegetación ja destinada al palacio de Carlos V de la natural de ribera. En todo caso, sí se ha Alhambra. Particular atractivo tiene la demostrado la remota presencia huma- histórica Torre de Roma, baluarte de- na en la zona gracias al hallazgo de di- fensivo nazarí del s. XV. versos restos –cerámicas, útiles, mone- das– cuya cronología abarca desde el neolítico a época ibérica. El poblamien- to se consolidó, sin embargo, en el pe- Iglesia parroquial
  • 15. 28 Santa Fe La villa, fundada en 1491, sir- mismo, en su recinto se llevaron a cabo vió de cuartel a los Reyes Ca- las decisivas conversaciones con Cristó- bal Colón que condujeron a las capitula- tólicos durante el asedio a la ciones con el almirante, firmadas «en ciudad. Fue trazada a cordel, Sancta Fee a diez y siete de abril de mill con planta rectangular y una y quatrocientos noventa e dos años…», puerta en cada lado. hito angular que llevaría al descubri- miento de América y a una nueva época Santa Fe sirvió de sede exclusiva de la marcada por la apertura de relaciones. corte de los Reyes Católicos, simultane- Al dejarla los reyes, fue nombrado alcai- ando este papel con Granada hasta la de don Francisco de Bobadilla, siguien- partida de los reyes en mayo de dicho do la villa una historia pausada, inmersa año, convirtiéndose durante meses en en las faenas agrícolas propias de una un escenario histórico privilegiado. En localidad de la Vega, sacudida tan sólo la modesta Casa Real de la ciudad se fir- en 1806 por un violento terremoto que maron el 25 de noviembre de 1491 las le causó graves daños. capitulaciones entre el rey Boabdil e El propio casco urbano de Santa Fe Isabel y Fernando en las que acordaban constituye en sí mismo un objeto de vi- la entrega del reino nazarita y se deta- sita, en el sector correspondiente al es- llaba el futuro de sus pobladores. Asi- tablecimiento original realizado en 1491. La construcción de la vi- lla efectuada ‘ex novo’ por mandato de los Reyes Católicos fue encomendada a Iglesia parroquial de la Encarnación
  • 16. 30 las ciudades de Se- La Iglesia Parroquial: bajo la advoca- villa, Jerez, Cór- ción de Nuestra Señora de la Encarna- doba y Andújar, ción, el templo primitivo fue sustituido a cuyos conce- en el s. XVIII por la monumental obra jos se les asig- neoclásica que hoy se contempla. Fue nó cada uno de concebida por el arquitecto Domingo los cuatro cuar- Lois de Monteagudo, con el asesora- teles en que que- miento de Ventura Rodríguez, y dirigida dó dividida. Su por Francisco Quintillán, concluyéndose planta adoptó el mo- en 1785. Es de planta de cruz latina con delo castrense de Briviesca, sobre un cúpula en el crucero, y una elegante ca- solar rectangular con calles trazadas a pilla del Sagrario, hoy baptisterio. Des- cordel cortándose perpendicularmente, taca su imponente fachada con dos to- rodeándose de foso, muros, torres y ba- rres ochavadas y diversos elementos luartes de defensa. Cuentan las cróni- alusivos al tiempo de su fundación. cas que en su ejecución se invirtieron La visita al casco histórico, con sus edi- ochenta días. En el centro de la retícula ficios y monumentos, y el paseo por al- urbana se emplazaron los edificios pú- blicos, la Casa Real, la parroquia y, en sus inmediaciones, un hospital, la al- hóndiga y otros. En la actualidad, a un lado de la plaza de España, en el solar de la Casa Real, se ubica la casa del pá- rroco, que la sustituyó en el s. XVIII. En- frente se alza el pósito, el granero co- munal, fundado por Carlos III. En el flan- co oriental de la plaza aparece el Ayun- tamiento, levantado en 1923 en estilo neomudéjar, con fachada de ladrillo y emblemas de azulejería de los países hispanoamericanos. Los dos ejes centrales que articulan el casco histórico terminan en cuatro puertas monumentales. Son éstas las gunos puntos de interés inmediato, co- de Granada, al este, Sevilla, al sur, Jaén, mo la ermita de los Gallegos o del Se- al norte y Loja, al oeste. La de Loja fue ñor de la Salud, y el barroco convento realizada en 1652, mientras las otras de los Agustinos, completan un atracti- tres obedecen a esquemas del s. XVIII, vo itinerario. Más allá quedan las fera- alojando sobre el hueco de paso central ces tierras de la vega, regadas por el sendas capillas. curso del Genil y una multitud de ace- quias que recorren los densos campos de cultivos intensivos, maizales, chope- ras, huertas, punteadas de caserías y secaderos de tabaco. La gastronomía local se basa en las ex- celentes verduras y frutas de las huer- tas de la vega. Gran arraigo tienen los platos elaborados con tomillo y hierbas aromáticas, así como el dulce emblemá- tico de Santa Fe, los piononos. De sus artesanías, cabe citar la taxidermia, to- davía presente en algún taller. Retrato de Isabel la Católica Puerta de Loja Escudo de Santa Fe Plato elaborado con tomillo
  • 17. 33 Granada Washington Irving, en sus cé- musulmanes, el enclave creció hasta lebres Cuentos de la Alham- convertirse en el s. XI en un principado de al-Andalus. La dinastía berebere de bra, deja patente sus impre- los ziríes rigió sus destinos sucumbien- siones en las líneas que escri- do ante el imperio norteafricano de los biera al salir de Granada en almorávides, que tuvieron en Garnata 1829: «pude ahora compren- uno de sus principales puntos de apoyo hasta su ocaso en la primera mitad del der en parte los sentimientos s. XIII. Es entonces cuando Granada ad- del infortunado Boabdil cuan- quiere gracias a Muhammad Ibn al-Ahma do se despidió del paraíso su singularidad, alumbrando una brillan- que dejaba tras de sí…». te etapa de esplendor artístico y cultu- ral, cuajado de sucesos que habrían de Los anhelos del viajero se colman ple- subyugar la imaginación de los román- namente al culminar la Ruta y vislum- ticos hasta 1492, convirtiéndola los Re- brar la capital, como les sucediera a los yes Católicos en cristiana, proliferando viajeros románticos hace dos siglos. Su iglesias, monasterios, palacios y otros denso pasado no es ajeno a este irresis- edificios que sumaron al legado anda- tible magnetismo. Todo empezó en el lusí un majestuoso conjunto de arte pequeño poblado ibérico de Ilibe- gótico, renacentista y barroco. En el ris, que prosperó en época s. XIX, los romana y visigoda con el nombre de El- vira. Tras la llegada de los Casa morisca
  • 18. 34 35 centro de estudios fundado por Yusuf I trense y varias torres, como la del Ho- en 1349, dedicada a la teología, filosofía, menaje, primera residencia regia, de las medicina, matemáticas y otros saberes. Armas, sobre una puerta, y de la Vela, o Enfrente, al costado de la Catedral y en de la Campana, la más adelantada, inme- el lugar que ocupaba la mezquita, están jorable mirador sobre Granada y la Vega. la Lonja y la Capilla Real, símbolo de los En la Casa Real Vieja se instala una su- Reyes Católicos en la ciudad que con- cesión de núcleos palatinos como el quistaron, encontrándose su panteón, Mexuar, lugar de reunión de la Sura obra señera del s. XVI. Al lado de la Ca- (Consejo de ministros), con un oratorio pilla crece el cuerpo de la Catedral, y el Cuarto Dorado, en cuyo patio el viajeros románticos airearon a los cua- grandioso templo renacentista donde Sultán recibía a sus súbditos, con una tro vientos su «descubrimiento» y la participó Diego de Siloé y remató con la rica fachada con yeserías mandada ha- elevaron a la categoría de paraíso, atra- fachada barroca Alonso Cano. En los al- cer en 1370 por Muhammad V. Flanquea yendo desde entonces a un torrente de rededores de la catedral se desgrana el paso al patio de los Arrayanes o de visitantes. una sucesión de agradables barrios con la Alberca, manso estanque que refleja A continuación se propone una breve reductos llenos de recuerdos románti- la torre de Comares, sede del fabuloso serie de paseos que evocan las huellas cos, como la casa de Eugenia de Montijo salón de Embajadores, bajo la simbólica del protagonista de la Ruta, Washington de la calle Gracia e innumerables refe- diendo murallas, torres, puertas, mezqui- armadura que representa los siete cie- Irving, y los rincones favoritos de los rencias monumentales, desde la Iglesia tas, palacios y jardines, hasta completar los que llevan a Allah, en uno de los es- románticos. Según el itinerario habi- de los santos Justo y Pastor, a San el más extenso complejo militar y palati- pacios más importantes de todo el re- tual de los viajeros de antaño ve- Juan de Dios, pieza magistral del no del orbe musulmán. cinto. A continuación se halla el palacio nidos por el camino de Santa Fe barroco, y San Jerónimo. Tras el pasadizo en recodo de la Puerta de los Leones, distribuido en torno a un resalta el Hospital Real manda- Después del callejeo por el cen- de la Justicia, una rampa lleva a la patio con una galería con 124 columnas do construir por los Reyes Ca- tro, Irving se dirige de inmedia- puerta del Vino, muestra del refina- de mármol y una fuente sobre 12 leones. tólicos y erigido en el s. XVI, en to a la Alhambra, ‘sancta sanc- miento de la arquitectura nazarí. A su Al sur, la sala de los Abencerrajes, don- el que destaca un delicioso torum’ del viajero romántico. lado se abre la plaza de los Aljibes y el de se cuenta que perecieron los nota- claustro renacentista. Conti- Tras cruzar la plaza de Isabel la palacio de Carlos V, majuestuoso edifi- bles de este clan, bajo fastuosa bóveda nuando hacia el centro por la Gran Católica y Plaza Nueva, flanqueada cio del renacimiento pleno, trazado por de mocárabes; al norte, la sala de las Vía, principal arteria de Granada, has- por la armónica fachada de la Chanci- Pedro Machuca a comienzos del XVI, con dos Hermanas y el mirador de Lindara- ta recalar en el Corral del Carbón, la llería edificada en 1531, subimos por la un patio porticado circular que se ins- ja, que asoma a un jardincillo junto a los antigua Alhóndiga Yidida, obra nazarí calle de los Gomeres, nombre de una fa- cribe en la planta cuadrada. apartamentos de Carlos V, sector donde de mediados del s. XIV con una primo- milia mora famosa en crónicas y roman- La Alcazaba, levantada a mediados del se alojó Washington Irving durante su rosa portada con arco de herradura y ces, hasta la Puerta de las Granadas. So- s. XIII, consta de un fuerte perímetro estancia en Granada, y cerca del toca- patio porticado. En sus inmediaciones bre un espolón al sur sobresale el castillo amurallado, patio de armas, barrio cas- dor de la Reina, privilegiado mirador se sitúan la plaza del Carmen, con el de Torres Bermejas, que remonta su ori- Ayuntamiento, y la encrucijada de gen al s. XI; adelante trepan los empina- Puerta Real, así como la enrevesada dos senderos a través del bosque entre trama de calles y plazas rebosantes de murmullos de acequias hasta el pilar de sabor y actividad como la plaza Bib- Carlos V y la puerta de la Justicia, man- Rambla, la calle del Zacatín, la Alcaice- dada edificar por Yusuf I en 1348. Ostenta ría, la calle Oficios, la plaza del en su fachada la mano de Fátima, talis- Cabildo, aquí se yergue la Madraza, el mán de los musulmanes alusivo a los preceptos coránicos, y la llave, emblema del poder de la fe usado con frecuencia por los nazaríes. Al fin, la Alhambra, del árabe ‘al-hamra’, la roja, «Como siempre, el sol poniente derramaba un melancóli- co fulgor sobre las rojizas torres de la Al- hambra…» W. Irving, frente al Albayzín. A lo largo de los ss. XIII y XIV, sus suceso- res, en especial Yusuf I y Muhammad V, continuaron la labor constructiva, aña- Fachada de la Capilla Real Balcón de la Madraza Retrato de Washington Irving La Alhambra Patio del Corral del Carbón
  • 19. 36 37 do se alinean el Bañuelo, los baños ára- presidida por las puntiagudas torres de bes del Nogal, el convento de santa Ca- la barroca Iglesia de las Angustias, pa- talina y la casa de Zafra, la casa de Cas- trona de la ciudad, se deselvuelve has- tril, sede del Museo Arqueológico, y la ta el paseo del Salón y el cauce del río iglesia de san Pedro y Pablo, hasta el Genil. En la orilla izquierda, por el pa- paseo de los Tristes. Río arriba se inter- seo del Violón, surgen dos recordato- na una senda entre sotos y arboledas, rios finales: la ermita de San rumbo a la fuente del Avellano, reposa- Sebastián, antiguo morabito u oratorio do enclave de resonancias literarias musulmán, a extramuros de la ciudad, donde acostumbraban a reunirse escri- una obra de fina albañilería, y el Alcá- tores y artistas granadinos. En el barrio ceres del mundo…», mientras en sus cer- zar del Genil, el suntuoso palacete ro- del Albayzín, que se alza sobre la colina canías se suceden el arco de las Pesas, deado de albercas y huertos que perte- que bordea la margen derecha del Da- el convento de Santa Isabel la Real y el neció a las reinas nazaríes, con exquisi- rro y salpicado de miradores y cipreses, palacio de Daralhorra, la refinada «casa tas salas recubiertas de delicadas yese- cuestas, callejas empedradas y plazue- de la sultana» construida en el s. XV en rías e inscripciones. las con aljibes, de casas y cármenes –las el recinto de la antigua alcazaba de los La ciudad es todavía residencias de recreo con jardines ate- reyes ziríes del s. XI. Hacia el oeste y el un importante cen- hacia el Albayzín; entre Comares y los rrazados tan del gusto nazarí–, de igle- norte bajan las calles, como la pintores- tro artesano des- Leones, los Baños Reales; al este, la lu- sias que fueron mezquitas, de conven- ca de la Calderería, hasta encontrar la tacando en las la- josa sala de los Reyes, ámbito de re- tos, murallas y puertas, de esquinas, ta- línea de la vieja muralla urbana, señala- bores de madera — cepciones y banquetes. El palacio del lleres artesanos y tabernas de ambiente da por la formidable puerta de Elvira, como la taracea—, Partal, el más antiguo, edificado a prin- popular, se descubren las más genuinas de factura nazarí, la puerta de Monaita cerámica, metal, cipios del s. XIV, con la torre de las Da- esencias granadinas. Entre palacios y y las murallas de la cuesta de joyería, piedra y vi- mas, y el Oratorio, alrededor todos del casas andalusíes, la cuesta del Chapiz Alhacaba, que delimitaban el perímetro drio. En la alfarería y la cerámica tam- estanque central. Varias torres, remonta las laderas, dejando de la alcazaba zirí. San Cristóbal y San bién se mantiene la herencia tradicional como las de la Cautiva y a un lado el camino del Miguel Alto, con sus iglesias y sus es- en todas sus variedades, distinguiéndo- de las Infantas se su- Sacromonte, el cerro pectaculares miradores, coronan, por se la cerámica de inspiración andalusí, ceden camino del Ge- con la abadía y el fa- último, las alturas al oeste y al norte del la de reflejos metálicos, la de cuerda se- neralife, el palacio de moso barrio gitano Albayzín y la Alhambra. ca, y la granadina o de Fajalauza. verano construido de cuevas, escapara- Tomando la Alhambra como eje central El fascinante recorrido por la ciudad se entre fines del XIII y te del tipismo folclóri- para estos paseos por Granada, se pro- completa con el monasterio de la Cartu- comienzos del XIV que re- co y costumbrista que longan ahora hacia el sur y el este, por ja y la lorquiana huerta de San Vicente. crea un paradisíaco universo tanto apreciaron los románti- los barrios del Mauror, que fue judería, Aguas arriba del Genil, por la carretera de verdor y agua, con una espléndida cos. Un reguero de lugares de interés y la Antequeruela, dulces vericuetos de Sierra Nevada, Solair o «montañas de residencia entre jardines y huertas. jalonan el paseo por el Albayzín, como embellecidos por el carmen de la funda- la nieve», se llega al techo de la Penín- El descenso del hechizante «palacio en- la iglesia de San Juan de los Reyes y la ción Rodríguez Acosta, la casa museo sula Ibérica, dominado por la cima de cantado» de la Alhambra conduce al pa- del Salvador, en la parte alta, que pre- del compositor Manuel de Falla, el Audi- 3.482 metros del pico Mulhacén. Hace seante a otros rincones no menos ro- serva el patio de abluciones de la mez- torio y el carmen de los Mártires, don- más de un siglo y medio, Richard Ford no mánticos. Desde Plaza Nueva, con el quita mayor del barrio. En la cúspide se de se respira una vez más la celestial dudó en recomendar esta excursión: «El pórtico de la iglesia de Santa Ana, sín- yergue la Iglesia de San Nicolás, con su placidez de los jardines granadinos. Más amante del paisaje alpino debiera, por tesis de renacimiento y mudéjar, sube la plaza, su aljibe y su mirador desde don- abajo se extienden el campo del Prínci- todos los medios a su alcance, ascender carrera del Darro; junto al río encauza- de se presencian los «más bellos atarde- pe, un abierto y acogedor espacio de a Sierra Nevada…». reunión, y el barrio del Realejo hasta el Campillo Bajo. Palacios, como la casa de los Tiros y la casa del Padre Suárez, iglesias como la de Santo Domingo, en- claves como la plaza de Mariana Pineda, de directa alusión romántica, y el cuar- to Real de Santo Domingo, o Palacio de Almanxarra, restos de una residencia real nazarí, son algunos de sus hitos de mayor relevancia. La carrera del Genil, Patio de la Iglesia del Salvador Iglesia de San Cristóbal Baile con la Alhambra al fondo Cerámica Muralla zirí Sierra Nevada con Granada a los pies San Cecilio
  • 20. 38 39 INFORMACIÓN PRÁCTICA FUENTE VAQUEROS • Hotel Paraíso Visitas • Punto de Información. Ayuntamiento Autovía A-92, km. 212 • Abadía del Sacromonte ALHAMA DE GRANADA Tfno.: 95 844 30 40 Camino del Sacromonte Paseo Doctor Pareja, 1 • Oficina de Turismo Tfno.: 95 822 14 45 Tfno.: 95 851 65 35 SANTA FE Paseo Monte Jovellar, s/n • Alhambra y Generalife Autobuses • Oficina Comarcal de Turismo Tfno.: 95 836 06 86 Tfno.: 902 441 221 • Ureña. Tfno.: 95 845 41 54 Arco de Sevilla. Isabel la Católica, 7 Autobuses • Bañuelo. Baños árabes • Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80 LOJA Tfno.: 95 851 31 10 Carrera del Darro Dormir • Punto de Información. C. I. Histórico Autobuses Tfno.: 95 802 78 00 • Hotel Balneario Alhama de Granada Plaza Joaquín Costa, s/n • Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80 • Capilla Real Ctra. del Balneario, s/n Tfno.: 95 832 15 20 Dormir Oficios, s/n Tfno.: 95 835 00 11 Autobuses • Hotel Capitulaciones Tfno.: 95 822 92 39 • Hotel Los Caños de la Alcaicería • Alsina Graells. Tfno.: 95 832 01 02 Ctra. de Málaga, km. 443 • Carmen de los Mártires Ctra. Vélez, km. 10. Tfno.: 95 835 03 25 Dormir Tfno.: 95 851 33 60 Paseo de los Mártires • Hotel Baño Nuevo • Hotel La Bobadilla • Hotel Colón Tfno.: 95 822 79 53 Balneario, s/n. Tfno.: 95 835 00 11 Autovía A-92, Salida 175 Buenavista, s/n. Edif. V Centenario • Casa de los Pisas. Museo S. Juan de Dios • Casa Rural La Seguiriya Tfno.: 95 832 18 61 Tfno.: 95 844 09 89 Convalescencia, s/n Las Peñas, 12. Tfno.: 95 836 08 01 • Hotel Almazara • Hotel Santa Fe Tfno.: 95 822 21 44 CHAUCHINA Cerro de la Estación, s/n. Riofrío Avda. Palos de la Frontera, 17 • Catedral • Punto de Información. Ayuntamiento Tfno.: 95 832 69 10 Tfno.: 95 844 03 70 Gran Vía de Colón, s/n Plaza de la Constitución, 12 • Hotel-Restaurante Los Abades GRANADA Tfno.: 95 822 29 59 Tfno.: 95 845 51 27 Autovía A-92, km. 192 • Oficina del Patronato Provincial • Centro de Arte Contemporáneo Autobuses Tfno.: 95 832 38 04 de Turismo de Granada José Guerrero • Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80 • Hotel Manzanil Área Plaza de Mariana de Pineda, 10 Oficios, s/n Autovía A-92, km. 192 Tfno.: 95 824 71 28 Tfno.: 95 822 51 85 Dormir Tfno.: 95 832 32 00 infotur@dipgra.es • Corral del Carbón • Hotel El Cruce • Hotel Del Manzanil • Oficinas de Turismo Mariana de Pineda, s/n Autovía A-92, Cruce Chauchina Ctra. Granada-Málaga, km. 335 de la Junta de Andalucía • Casa Museo de Federico García Lorca Tfnos.: 95 844 60 62 Tfno.: 95 832 17 11 Plaza Nueva. Santa Ana, 2 Virgen Blanca, s/n. Huerta de S. Vicente • Hotel Marinetto • Hotel El Mirador Tfno.: 95 822 59 90 Tfno.: 95 825 84 66 Ctra. Málaga (Cruce Chauchina - A-92) Ctra. Jerez-Cartagena, km. 485 otgranada@andalucia.org • Monasterio de la Cartuja Tfno.: 95 844 60 52 Tfno.: 95 832 00 42 Alhambra Paseo de Cartuja, s/n HUÉTOR TÁJAR MONTEFRÍO Avda. del Generalife, s/n Tfno.: 95 816 19 32 • Punto de Información. Ayuntamiento • Oficina de Turismo Tfno.: 95 822 95 75 • Monasterio de San Jerónimo Plaza de Andalucía, 2 Plaza de España, 1 otalhambra@andalucia.org Rector López Argueta Tfno.: 95 833 21 11 Tfno.: 95 833 60 04 • El legado andalusí Tfno.: 95 827 93 37 Autobuses • Museo Arqueológico • Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80 Autobuses Mariana Pineda, s/n. Corral del Carbón • Alsina Graells. Tfno.: 95 833 62 58 Tfno.: 95 822 59 95 Carrera del Darro, 41-43 Dormir Tfno.: 95 822 56 40 • Cortijo de Tájar Dormir http://legadoandalusi.andalucia.org • Museo de Bellas Artes Autovía A-92, Salidad 203 • Hotel La Enrea Estación de Autobuses Palacio de Carlos V Tfno.: 95 833 40 88 Paraje de la Enrea, s/n Ctra. Jaén, s/n Tfno.: 95 802 78 00 Tfno.: 95 833 66 62 Tfno.: 95 818 54 80 ÍLLORA • Museo de la Alhambra • Punto de Información. Museo Municipal MORALEDA DE ZAFAYONA Estación de Renfe Palacio Carlos V Plaza de San Rogelio, s/n • Punto de Información. Ayuntamiento Avda. de los Andaluces, s/n Tfno.: 95 802 79 00 Tfno.: 95 846 38 70 Ctra. del Canal, 6. Tfno.: 95 844 30 02 Tfno.: 902 240 202 • Museo Gómez Moreno- Autobuses Autobuses Aeropuerto Fundación Rodríguez Acosta • Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80 • Alsina Graells. Tfno.: 95 818 54 80 Ctra. Granada-Málaga Callejón Niños del Rollo, 8 Dormir Dormir Tfno.: 95 824 52 23 Tfno.: 95 822 74 97 • Casa Rural Cortijo La Loma • Hotel María José • Oficina de Iberia • Parque de las Ciencias Loma de Taura, s/n Ctra. Comarcal 335. Cruce Moraleda Plaza Isabel la Católica, 2 Avda. del Mediterráneo, s/n Tfno.: 625 871 081 Tfnos.: 95 844 37 33 Tfno.: 95 822 75 92 Tfno.: 95 813 19 00
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