2. IINNTTRROODDUUCCCCIIOONN
LLaass mmuujjeerreess eenn eell jjuuddaaííssmmoo ddeell ttiieemmppoo ddee JJeessúúss eessttaabbaann
aalleejjaaddaass ddee llaa vviiddaa ppúúbblliiccaa,, eerraann llllaammaaddaass aa sseerr eessppoossaa yy
mmaaddrree..
EExxiissttííaa eenn JJeerruussaalléénn eell pprreecceeppttoo ddee YYoosséébb YYoohhaannaann:: ““NNoo
hhaabblleess mmuucchhoo ccoonn uunnaa mmuujjeerr””.. DDee aallllíí llaa sseenntteenncciiaa ddee llooss
ssaabbiiooss:: ““AAqquueell qquuee ssee eennttrreettiieennee ddeemmaassiiaaddoo ccoonn llaass
mmuujjeerreess,, ssee aattrraaee eell mmaall,, ddeessccuuiiddaa eell eessttuuddiioo ddee llaa lleeyy yy
tteerrmmiinnaarráá eenn eell GGeehheennaa""..
EEll ppaappeell ddee llaass mmuujjeerreess eenn eell áámmbbiittoo rreelliiggiioossoo jjuuddííoo eerraa
lliimmiittaaddoo.. TTeennííaann eell pprriivviilleeggiioo ddee eenncceennddeerr llaass lluucceess yy ddee
ccoocceerr llooss ppaanneess ppaarraa eell ssáábbaaddoo eenn llaa ssiinnaaggooggaa,, ppeerroo llaass
bbeennddiicciioonneess yy llaass pplleeggaarriiaass qquueeddaabbaann rreesseerrvvaaddaass aa llooss
hhoommbbrreess..
Duby, Georges y Perrot Michelle. His to ria d e la s m uje re s . La antigüedad. España: Grupo Santillana de
3. El culto sacrificial del templo estaba asegurado por
un sacerdocio masculino hereditario.
En las lecturas de las homilías del sábado en las
sinagogas, las mujeres no tenían por qué asistir y si
estaban presentes, no se les tomaba en cuenta para
la constitución del quórum necesario para la plegaria
pública. Tampoco se las podía llamar a leer por
“respeto a la congregación”.
Se encontraron diecinueve inscripciones griegas y
latinas del siglo I a. C. al siglo IV d. C., originarias
del Asia Menor, Italia, Egipto y Palestina, donde se
designa a las mujeres como jefes de sinagogas,
dirigentes, ancianas, madres de la sinagogas y hasta
sacerdotisas.
Sin embargo, se pone en duda el que estas mujeres
realmente hayan ejercido ese tipo de liderazgo en la
sinagoga, porque podría tratarse solamente de
títulos honoríficos por la influencia de las mujeres
ricas y notables sobre todo de Asia Menor e Italia.
4. Las mujeres estaban excluidas del estudio de la
Toráh y gran materia de controversia fue la opinión
del Rabí Eliezer, en el primer siglo d. C.: “Enseñar
la Toráh a su hija es enseñarle obscenidades”.
El historiador Flavio Josefo, apelando a la autoridad
de la Escritura, afirmó: “La mujer, dice la Ley, es
inferior al hombre en todo. Por tanto, debe
obedecer, no para ser violentada, sino para ser
mandada, pues es al hombre a quien Dios ha dado el
poder”.
Lo antes expuesto refleja la situación de las
mujeres y su nula participación religiosa dentro del
judaísmo.
Si partimos que las primeras comunidades
cristianas en su origen estaban vinculadas con el
sistema religioso del templo y las sinagogas, surge
la pregunta: ¿Cuál fue el rol de las mujeres en el
contexto de las nuevas comunidades seguidoras de
5. El número de personajes femeninos que encontramos en
Juan es pequeño, pero ellas juegan roles claves. Por
ejemplo:
La petición de la madre de Jesús tuvo como resultado el primero de
los signos (2: 11 – 12) y mueve a Jesús hacia la última señal de la
cruz en la cual él sería levantado (3: 13 – 15).
La petición de la madre de Jesús tuvo como resultado el primero de
los signos (2: 11 – 12) y mueve a Jesús hacia la última señal de la
cruz en la cual él sería levantado (3: 13 – 15).
Marta y María están involucradas en el levantamiento
de la muerte de su hermano Lázaro, por la acción de
Jesús.
Marta y María están involucradas en el levantamiento
de la muerte de su hermano Lázaro, por la acción de
Jesús.
Marta es la voz de confesión de Jesús como el Cristo
(11:27) que en los Sinópticos se atribuye a Pedro.
Marta es la voz de confesión de Jesús como el Cristo
(11:27) que en los Sinópticos se atribuye a Pedro.
6. La confesión de la hermana de Marta es expresada en
acción, lavando los pies de Jesús (12:1–8), acción que
después Jesús identificará como la apropiada de las y
los discípulos que le siguen (13:12–17).
La confesión de la hermana de Marta es expresada en
acción, lavando los pies de Jesús (12:1–8), acción que
después Jesús identificará como la apropiada de las y
los discípulos que le siguen (13:12–17).
Un Un grupo de mujeres en Juan es testigo
de de la muerte muerte de de Jesús (19:25).
25).
María Magdalena es identificada como la primera que vio a
Jesús resucitado (20: 11 – 18) y es quien lleva el mensaje
de resurrección de Jesús a los otros discípulos.
María Magdalena es identificada como la primera que vio a
Jesús resucitado (20: 11 – 18) y es quien lleva el mensaje
de resurrección de Jesús a los otros discípulos.
7. LECTURA DDEE JJUUAANN 44:: 11--4422
1. Como entonces conoció Jesús que oyeron
los fariseos que Jesús hace y bautiza más
discípulos que Juan.
2. Aunque Jesús mismo no bautizaba, sino sus
discípulos.
3. Dejó la Judea y se fue otra vez a la Galilea.
4. Pero le era necesario pasar por Samaria.
5. Viene pues a ciudad de Samaria que se llama
Sicar, cerca del campo que Jacob dio a José
su hijo.
6. Pero estaba allí un pozo de Jacob. Entonces
Jesús cansado del camino, se sentó así junto
al pozo; era como hora sexta.
7. Viene (una) mujer de Samaria a sacar agua.
Le dice Jesús: dame a beber.
8. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad
para comprar alimentos.
9. Le dice la mujer samaritana: ¿Cómo tú
siendo judío me pides de beber, siendo mujer
samaritana?; porque no se tratan entre sí
judíos con samaritanos.
10. Respondió Jesús y le dijo: si conocieras el
don de Dios y quién es el que te dice: dame a
beber, tú le pedirías a él y él te daría agua
viva.
11. Le dice la mujer: Señor, no tienes vasija y
el pozo es hondo. ¿De dónde pues tienes el
agua viva?
12. ¿Acaso tú eres más grande que nuestro
padre Jacob que nos dio el pozo y él
mismo de él bebió, y sus hijos y su
rebaño?
13. Respondió Jesús y le dijo: todo el que
bebe de esta agua tendrá sed otra vez.
14. Pero el que bebiere del agua que yo le
daré, no tendrá sed jamás; sino el agua
que le daré se hará en él fuente de agua
que brote para vida eterna.
15. Le dice la mujer: Señor dame esa agua
para que no tenga yo sed ni venga aquí a
sacarla.
16. Él le dice: ve, llama a tu marido y ven acá.
17. Respondió la mujer y le dijo: no tengo
marido. Le dice Jesús: bien has dicho, no
tengo marido.
18. Porque cinco maridos has tenido y el que
ahora tienes no es tu marido, esto has
dicho verdaderamente.
19. La mujer le dice: Señor me parece que tú
eres profeta.
20. Nuestros padres en este monte adoraron y
vosotros decís que en Jerusalén es el lugar
8. 21. Le dijo Jesús: mujer créeme, porque viene
hora cuando ni en este monte ni en Jerusalén
22. Vosotros adoráis lo que no sabéis, nosotros
adoramos lo que sabemos, porque la salvación
de los judíos es.
23. Pero viene hora y ahora es cuando los
verdaderos adoradores adorarán al padre en
espíritu y verdad, y porque el padre busca a
tales que le adoran.
24. Dios es espíritu y los que le adoran en espíritu
y verdad deben adorar.
25. Le dice la mujer: sé que el Mesías viene, el
que es llamado Cristo; cuando él venga, nos
declarará todas las cosas.
26. Le dice Jesús: yo soy, el que te habla.
27. Y en esto vinieron sus discípulos y se
extrañaban porque hablaba con mujer, sin
embargo, ninguno dijo: ¿Qué buscas o qué
hablas con ella?
28. Dejó pues su cántaro la mujer, y se fue a la
ciudad y dice a los hombres:
29. Venid, ved un hombre que me dijo todo
cuanto he hecho. ¿Acaso este es el Cristo?
30. Salieron de la ciudad y vinieron a él.
31. En el intervalo le rogaban los discípulos
diciendo: rabí come.
32. Él entonces les dijo: yo tengo comida
para comer que vosotros no sabéis.
33. Así que decían los discípulos los unos a los otros:
¿Acaso alguien le trajo para comer?
34. Jesús les dice: mi comida es que hiciese la
voluntad de quien me ha enviado y terminase su
obra.
35. ¿No decís vosotros que aún 4 meses es y la
cosecha viene? He aquí yo les digo: levanten sus
ojos y miren los campos que ya están blancos para
cosecha.
36. El que siega recibe salario y recoge fruto para
vida eterna, a fin de que el que siembra y el que
siega se gocen juntos.
37. Porque en esto el dicho es verdadero: que uno es
el que siembra y otro el que siega.
38. Yo os envié a segar lo que vosotros no habéis
labrado, otros han labrado y vosotros en el
trabajo de ellos habéis entrado.
39. De aquella ciudad muchos de los samaritanos
creyeron en él por la palabra de la mujer que
daba testimonio: me dijo todo lo que hice.
40. Como entonces vinieron a él los samaritanos, le
rogaban quedarse con ellos y se quedó en aquel
lugar dos días.
41. Y muchos más creyeron por su palabra.
42. Y a la mujer decían: porque ya no creemos por tu
dicho, ya que nosotros mismos hemos oído y
sabemos que éste es verdaderamente el salvador
del mundo.
10. Reflexiones sobre eell tteexxttoo bbííbblliiccoo::
Es la samaritana quien establece un verdadero y
profundo diálogo con Jesús. Es el único diálogo
en el Evangelio que no termina en un monólogo
de Jesús.
La samaritana es una mujer fuerte, escrutadora,
cuestiona (es quien hace más preguntas), tocando
aspectos neurálgicos que por siglos habían
permeado las relaciones entre judíos y
samaritanos y que alcanzan las instituciones
religiosas de ambos pueblos.
La mujer habla por sí misma y por los
samaritanos, ella se convierte en la voz de los
11. La mujer samaritana hace 2 declaraciones y 2 demandas
que son el eje central del relato y que permiten que la
incursión de Jesús en Samaria fuera un éxito.
Dos declaraciones en relación a la identidad de Jesús:
“me parece que eres profeta”, “sé que el MMeessííaass vviieennee.. eell
qquuee eess llllaammaaddoo CCrriissttoo””.. A esto hay que añadirle las
preguntas sobre la identidad de Jesús.
Sus dos demandas: ““ddaammee eell aagguuaa vviivvaa”” yy ““vveenniidd,, vveedd aa
uunn hhoommbbrree qquuee mmee hhaa ddiicchhoo ttooddoo lloo qquuee hhiiccee””..
El Resultado de su trabajo: tteenneemmooss llaa iiddeennttiiddaadd ddee
JJeessúúss eenn llaabbiiooss ddee uunnaa mmuujjeerr nnoo jjuuddííaa,, eenn tteerrrriittoorriioo nnoo
jjuuddííoo,, JJeessúúss eess rreecciibbiiddoo ppoorr uunn ppuueebblloo mmeennoosspprreecciiaaddoo
ppoorr llooss jjuuddííooss yy mmuucchhooss ssaammaarriittaannooss ccrreeyyeerroonn eenn JJeessúúss
ppoorr llaa ppaallaabbrraa ddee llaa mmuujjeerr..
12. la mujer samaritana es capaz de establecer un
diálogo con un rabino judío mucho más amplio
y profundo que el que Jesús sostuvo con
Nicodemo en el capítulo tres de nuestro
Evangelio.
Ella tuvo la firmeza de tomar sus decisiones y
conducir el diálogo por donde ella consideró
necesario.
Seguramente, ella volvió por el cántaro, porque
tuvo sed física otra vez, pero ella misma se dio
la oportunidad de dejarlo por un día y hacer la
obra de dar testimonio de Jesús y convertirse
en la primera mujer discípula del Evangelio de
Juan.
13. Junto al pozo de Jacob, se dio un encuentro de
un hombre (rabino) y una mujer (samaritana), y
de dos pueblos.
Fue un diálogo abierto y revelador de ambos
personajes que no los podemos ver solamente
como individuos, sino también como
representantes de sus pueblos. Diálogo que no
se podía realizar ni en el templo ni en la
sinagoga.
En el trasfondo de este relato podemos captar
que era necesario hacer cambios en la visión y
práctica de la vida religiosa. Nueva relación con
Dios y con el otro y otra.
14. Nuestro pasaje evidencia la pluralidad
étnica y religiosa, la necesidad de
cambios en la vida cultual, la afirmación
de la identidad cristiana frente a la
pluralidad, el liderazgo de las mujeres y
su participación en las discusiones
teológicas de la comunidad, rol que se
había confiado a los hombres, pero Jesús
rompe el esquema.