Los transgénicos han existido desde la manipulación del genoma de seres vivos en el neolítico, pero los avances tecnológicos modernos permiten una mayor intervención en la naturaleza con amplia selección de variedades. Mientras que los transgénicos pueden tener beneficios como una mayor variedad de selecciones, también representan una amenaza para la humanidad si no se toman precauciones para conocer sus posibles perjuicios y efectos en la naturaleza.