1. Retrato y figura humana
En el arte, un retrato es la representación de la figura humana (principalmente el rostro), de
manera tridimensional, cuando es una escultura, o en dos dimensiones, si es dibujo, pintura
o fotografía.
Se han realizado retratos en el transcurso de la historia del arte, desde los egipcios hasta
nuestros días. Se han utilizado todas las técnicas y materiales al alcance de los artistas,
llevados a cabo en todas las tendencias y han evolucionado, desde un trabajo minucioso,
perfeccionista, meticuloso y objetivo, hasta un dislocado y cubista retrato de Picasso.
Paisaje
Es el nombre que la historiografía del arte da al género pictórico que representa escenas de
la naturaleza, tales como montañas, valles, árboles, ríos y bosques. Casi siempre se incluye
el cielo (que recibe el nombre técnico de celaje), y las condiciones atmosféricas pueden ser
un elemento importante de la composición.
Además del paisaje natural, también se trata, como un género específico, el paisaje urbano.
Tradicionalmente, el arte de paisajes plasma de forma realista algún paisaje real, pero puede
haber otros tipos de paisajes, como los que se inspiran en los sueños (paisaje onírico, muy
usado en el surrealismo).
Bodegón
Un bodegón, también conocido como naturaleza muerta, es una obra de arte que representa
objetos inanimados, generalmente extraídos de la vida cotidiana, que pueden ser naturales
(animales, frutas, flores, comida, plantas, rocas o conchas) o hechos por el hombre
(utensilios de cocina, de mesa o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas, pipas, etc.)
en un espacio determinado. Esta rama de la pintura se sirve normalmente del diseño, el
cromatismo y la iluminación para producir un efecto de serenidad, bienestar y armonía.
Histórico
En esta acción se centra en la representación pictórica de los hechos históricos.
Probablemente la representación más conocida que se ha hecho en torno a las Cortes de
Cádiz sea la pintura “La promulgación de la Constitución de 1812” (1911-1912) del pintor
gaditano Salvador Viniegra y Lasso de la Vega.
Tomando como punto de partida esta representación de las Cortes, se construye una nueva.
Tras cien años, ha habido una evolución en los lenguajes artísticos y, probablemente, en
nuestro modo de entender los acontecimientos de 1812. Por tanto ¿Cómo hacer esta nueva
representación?
2. Mitológica
Pintura mitológica es un género pictórico, subgénero de la pintura de historia, cuyo tema
artístico son personajes o escenas de la mitología, pero no usados con fines religiosos, sino
como pintura profana.1 La más utilizada para proporcionar sus temas artísticos ha sido la
mitología greco-romana; tanto por razones intelectuales como por la perfecta excusa que
suponía para la representación de escenas escabrosas (especialmente las de Las
metamorfosis) y desnudos muy demandados en el mercado de arte.2 Menos frecuentemente
se han utilizado otras mitologías europeas (como la nórdica o la eslava) o extraeuropeas.
Religioso
La pintura religiosa es aquella que tiene como tema las representaciones de los textos
sagrados, especialmente dentro de los tres monoteísmos. Es un subgénero dentro de la
categoría general de pintura de historia caracterizada, en Europa, por tomas las escenas que
representa del Antiguo o el Nuevo Testamento, así como las vidas de los santos y otros
textos apócrifos cristianos. Es un género ampliamente desarrollado, que constituye una parte
muy importante de la producción artística de los pintores en determinadas épocas.
Figurativo
La expresión figurativo califica aquellas obras de arte en las que se reconoce por su
apariencia externa el modelo del natural representado. Es un concepto opuesto al de arte
abstracto. Pese al equívoco que pueda causar el término figurativo, no representa
únicamente figuras: retratos y naturalezas muertas. Abarca también otros géneros como el
paisaje o escenas, cualquier imagen reconocible por su parecido con la realidad.
Samuel Morse
Samuel Finley Breese Morse, fue un inventor y pintor estadounidense, contribuyó a la
invención del telégrafo con Joseph Henry y del método de transmisión conocido como código
Morse. Samuel Morse nació en Charlestown, un vecindario del área urbana de Boston. Era el primer
hijo del geógrafo y pastor Jedidiah Morse (1761–1826) y de Elizabeth Ann Finley Breese (1766–
1828).1 Dio inicio a sus estudios en la Phillips Academy de Andover, de donde pasó al Yale College,
formándose en filosofía religiosa, matemática y veterinaria equina. Y también estudió electricidad con
Benjamin Silliman y Jeremiah Day. Se mantuvo financieramente con la pintura. En 1810, se graduó
con honores Phi Beta Kappa.2
En sus años de estudiante descubrió su vocación por la pintura y decidió dedicarse a ella,
pero también le atraían los recientes descubrimientos y experimentos respecto a la
electricidad. Por una temporada, trabajó en Boston para un editor y posteriormente viajó a
Inglaterra para estudiar dibujo en Londres, y pasó a ser un reconocido pintor de escenas
históricas, cuyo cuadro más célebre es el retrato de La Fayette (1825). De regreso a Nueva
York, se había convertido uno de los retratistas más importantes del país, y formaba parte de
los grupos intelectuales más distinguidos. En 1826 fue uno de los fundadores y primer
presidente de la Academia Nacional de Dibujo.