El documento habla sobre la educación para la comunicación y la educomunicación. Explora cinco áreas de la práctica educomunicativa como la educación para la recepción mediática, la mediación tecnológica, la expresión comunicativa a través del arte, la gestión de información, y la reflexión epistemológica. También discute cómo organizaciones como la UNESCO han promovido la educomunicación y la educación para los medios, aunque esta última se mantiene marginal en los currículos de América Latina.