El capítulo describe la presidencia de Lula en Brasil y sus esfuerzos por lograr un crecimiento económico sostenible a largo plazo. Lula nombró un equipo económico que tranquilizó a los inversionistas y siguió una política de apertura económica. Reconoció que Brasil necesitaba competir agresivamente por inversiones extranjeras. Aunque buscó fortalecer los lazos con otros países emergentes, su prioridad fue el realismo económico. Su objetivo era establecer las bases para un ciclo