2. El proyecto es obra de Stephen Wolfram, un emprendedor británico que tiene en su haber diversos logros y proyectos, y fue el ganador más joven del premio MacArthur Fellow, otorgado a los trabajos más creativos en Estados Unidos. El prestigioso portal de tecnología TechCrunch no ha dudado en comparar las implicaciones de este proyecto con la llegada de Google a nuestras pantallas.
3. WolframAlpha se adentra en las entrañas de la pregunta e interpreta su significado. ¿Cómo lo hace? Mediante complejos modelos y algoritmos aderezados con potentes bases de datos que representan el mundo real. Dicho de otra manera, dispone de ingentes cantidades de datos que de alguna manera interpreta y filtra atendiendo a nuestra consulta. Lo realmente innovador es que este sistema no está programado para dar respuesta a cada una de las preguntas que formulamos, sino que las interpreta y devuelve una respuesta concreta.
4. Por si todo esto fuera poco, WolframAlpha habla un lenguaje llano y responde también a los modismos. Así, uno podrá preguntar con lenguaje de la calle y obtener una respuesta científica y contrastada con una descomunal base de datos. Con todo y pese a su poderío, WolframAlpha no es más que una herramienta que maneja los datos con una sorprendente agilidad y precisión y no puede equipararse a una mente humana (ni desde luego llegará a ello). El secreto de esta bestia es una base datos alimentada por el equipo de Wolfram y gestionada por un algoritmo matemático de gran precisión.