La poesía del encarcelamiento de Raúl Zurita en el aula: una propuesta didáctica
Ruptura lca en el rugby
1. Universidad Abierta Interamericana
Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud.
Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría
Seminario:
“Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior
en rugby”
Docente: Prof. y Lic. De San Martín Sergio
Cátedra: Kinesiología Deportiva
Integrantes:
- Bortolossi, Ma. Virginia;
- Hanono, Andrea;
- Lodi, Sebastián;
- Olivero, Roberto.
- Octubre 2010 -
2. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
INDICE
Introducción…………………………………………………………………………………3
Definición y biomecánica…………………………………………………...………………4
Etiopatogenia……………………………………………………………………………….5
• Etiología……………………………………………………………………………5
• Incidencia………………………………………………………………………….6
• Factores de riesgo…………………………………………………………………..7
Clínica y sintomatología……………………………………………………...……………..8
Evaluación semiológica…………………………………………………………………….8
• Pruebas diagnósticas……………………………………………………………….8
Lesiones del LCA en Rugby………………………………………………………………10
Mecanismos lesionales…………………………………………………………..…………10
Complicaciones tras la lesión……………………………………………………..………..11
Rehabilitación………………………………………………………………….…………..12
• Tratamiento no quirúrgico……………………………………………………….…12
• Tratamiento quirúrgico……………………………………………………..………12
Etapas de la rehabilitación (Post-quirúrgica)………………………………………...…….13
-2-
3. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
Introducción:
El LCA forma parte de los cuatro ligamentos más importantes de la rodilla, siendo un
elemento importante en el control pasivo de la articulación, limitando el desplazamiento
anterior de la tibia. Pero además de esta característica mecánica, se lo considera un
verdadero órgano propioceptivo ya que forma un arco reflejo directo con los músculos
isquiotibiales. Es un ligamento intrarticular compuesto principalmente por colágeno tipo I
que le proporciona mayor resistencia y tiene una disposición helicoidal, compuesto por dos
fascículos bien diferenciados: el posterolateral (está oculto por el anterior y resiste a las
rupturas parciales) y el anteromedial (es el más largo y el más expuesto a traumatismos).1
El ligamento cruzado anterior (LCA) se origina en la parte interna de la meseta preespinal
de la meseta tibial en la región de la rodilla, parcialmente confundido con el extremo
anterior del menisco externo. Tiene forma de reloj de arena debido a que una parte de sus
fibras se unen al periostio. Se dirige hacia arriba, atrás y afuera, enrollándose sobre sí
mismo, y se inserta en la parte posterior de la superficie interna del cóndilo externo
femoral. Tiene una inserción femoral en medialuna convexa hacia atrás. En el LCA las
fibras tienen una orientación variada y hay una compleja organización ultraestructural y
abundante sistema elástico, lo que marca una clara diferencia con otros ligamentos y
tendones. Presenta una estructura multiaxial que permite una adaptación a las variaciones
de dirección y tensión a las que es sometido.2 El normal funcionamiento de la rodilla
depende en gran medida de la indemnidad de su LCA, el cual es fundamental tanto en la
estabilidad de la extensión de rodilla como en la estabilidad dinámica de ésta,
contribuyendo además al equilibrio estático y dinámico en la bipedestación y la marcha
debido a su rol propioceptivo. Es por esto que la rotura del LCA es considerada como una
de las principales causas de alteración del normal funcionamiento de la rodilla apareciendo
mecanismos compensatorios que muchas veces terminan dañando otras estructuras de la
rodilla o al LCA mismo. Teniendo esto en mente, la principal razón para la reconstrucción
del ligamento es la historia natural de su ruptura completa sin tratamiento: una
sintomatología de inestabilidad progresiva que lleva a un daño recurrente, daño del menisco
y cartílago articular y osteoartrosis en muchos casos.3
1
Sanchez, J.M. Rehabilitación en la Reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior. Centro de
Rehabilitación Deportiva J.M. Sanchez. 2009. España.
2
Miralles Marrero, R. Biomecánica Clínica del Aparato Locomotor. Ed. Masson. Primera edición. 1998.
España.
3
Farias Torres, S. Marina del Río, J. Comparación funcional entre injertos Hueso-Tendón Patelar- Hueso y
Tendón Semitendinoso-Gracilis en la reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior de
Rodilla. [tesis] Universidad de Chile. Facultad de Medicina. Escuela de Kinesiología. 2005.
-3-
4. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
Figura 1: Rodilla derecha. Visión frontal retirando la rótula. El ligamento cruzado anterior (LCA) es el
principal ligamento estabilizador de la rodilla. Está situado en el centro de la rodilla desde el fémur a la
tibia. Situado de esta manera previene el desplazamiento del fémur sobre la tibia en sentido
anteroposterior. Extraído de: http://eureka.ya.com/webtraumaweb/ligament.htm
Definición y biomecánica:
El ligamento cruzado anterior (LCA) actúa como la principal estructura que limita la
traslación anterior de la tibia y, secundariamente, la rotación de ésta en tensión en varo y en
valgo.4 Asegura el contacto entre las superficies articulares, asegurando la estabilidad
anteroposterior y permitiendo el movimiento normal de la rodilla, esto porque el ligamento
cruzado solicita el deslizamiento de la tibia en sentido contrario del rodamiento permitiendo
que la articulación se movilice en su rango completo, que va de los 0º (extensión) a los 160º
(máxima flexión), ya que si solo rodara la articulación para llegar a la máxima flexión
tendría que luxarse.5 Es el segundo ligamento de la rodilla lesionado con más frecuencia,
por detrás del ligamento colateral tibial.6 Un LCA intacto puede resistir fuerzas de hasta
2500 N y una tensión de aproximadamente el 20% antes de ceder. El LCA de las personas
mayores cede con cargas más bajas que el de los jóvenes. Las fuerzas que soporta el LCA
intacto oscila entre unos 100 N durante la extensión pasiva de la rodilla hasta unos 400 N
mientras se camina y unos 1700 N cuando se realizan recortes o actividades de aceleración-
desaceleración. Estas cargas exceden la capacidad del LCA únicamente cuando se producen
combinaciones inusuales de patrones de carga sobre la rodilla.7
4
Brotzman, S. Wilk, K. Rehabilitación ortopédica clínica. Ed. Elsevier. 2º Edición. 2005. España.
5
Farias Torres, S. Marina del Río, J. Op. Cit. p. 1
6
Frontera, W. y cols. Medicina deportiva clínica. Tratamiento médico y rehabilitación. Ed. Elsevier. 2008.
España.
7
Brotzman, S. Wilk, K. Op. Cit. p. 2
-4-
5. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
La lesión del LCA puede originar esguinces, microrroturas, roturas parciales, roturas
completas o avulsión de las inserciones tibiales o femorales.8
La rotura parcial o completa del LCA eventualmente se presenta unida a una fractura ósea
(cóndilo del ligamento cruzado de la rodilla).9
Figura 2: La lesión del ligamento cruciforme anterior (LCA) se puede describir como el desgarre parcial
o completo o el desprendimiento total o avulsión de las partes óseas que forman la rodilla. Extraído de:
http://www.clinicadam.com/graphics/images/es/18002.jpg
La rotura aislada del LCA produce la subluxación anterior del platillo tibial externo y un
aplastamiento del cuerno posterior del menisco externo por el cóndilo. La reducción de esta
subluxación provoca el desplazamiento del cóndilo interno hacia atrás y la lesión del
cuerno posterior del menisco interno, y es posible encontrarla en un 16% de los casos al
año de la rotura del LCA. 10
En extensión e hiperextensión de rodilla todas las fibras del LCA están tensas. Esto explica
porqué el LCA es uno de los frenos para la hiperextensión. Esto explicaría además el
mecanismo de lesión más frecuente del ligamento: una desaceleración brusca que implica
una hiperextensión brusca o un deslizamiento a posterior del fémur sobre la tibia, asociado
a valgo y rotación externa.11
Etiopatogenia:
• Etiología:
8
Swearingen, P. Manual de Enfermería Médico-Quirúrgica. Ed. Elsevier. Sexta edición. 2008. España.
9
Buchbauer, J. Steininger, K. Rehabilitación de las lesiones. Entrenamiento funcional de estructuración de la
fuerza en la rehabilitación. Ed Paidotribo. Primera edición. 2005. España.
10
Miralles Marrero, R. Op. Cit. p. 1
11
Farias Torres, S. Marina del Río, J. Op. Cit. p. 1
-5-
6. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
Las fuerzas que pueden causar roturas del LCA comprenden una contracción forzada del
cuádriceps, combinada con una extensión limitada, lesiones en pinzamiento al practicar
algunos deportes, giros forzados sobre la rodilla o un movimiento anterior excesivo de la
tibia que puede ocurrir al detenerse bruscamente.12
El LCA se rompe durante una de estas cinco circunstancias:13
1. Desaceleración súbita con contracción firme del cuádriceps;
2. Desaceleración en valgo con la rodilla flexionada en rotación externa y el pie fijo a
la superficie;
3. Hiperextensión de la rodilla;
4. Hiperflexión de la rodilla;
5. Fuerza en valgo directa en la rodilla.
Figura 3: Mecanismo lesional. Extraído de: http://www.clinicadam.com/graphics/images/es/18002.jpg
• Incidencia:
La incidencia de roturas del LCA es de 31 por 100000 al año. El 90% de las roturas afecta a
pacientes entre 15 – 45 años. El 70% están relacionadas con el deporte por salto, quiebre,
patada brusca o golpe directo en la rodilla. 14
En un estudio realizado en México se ha demostrado que la mayoría de los deportes que
solicitan del atleta cambios bruscos de dirección, rotación del cuerpo con el miembro
pélvico apoyado e impactos en la porción lateral de la rodilla con el pie fijo en el terreno de
juego, son los mecanismos más comunes para la lesión del LCA en esta articulación. El
12
Swearingen, P. Op. Cit. p. 2
13
Buchbauer, J. Steininger, K. Op. Cit. p. 2
14
Frontera, W. y cols. Op. Cit. p. 2
-6-
7. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
rango de edad nos muestra que no hay ninguna edad en la que este ligamento esté “a salvo”
de su ruptura.15
En Estados Unidos se habla de 80.000 lesiones del LCA al año. Las lesiones de rodilla
suponen el 18 y 24% de todas las lesiones en el fútbol. Del total de lesiones deportivas, el
39,8% son de rodilla con una mayor incidencia en la lesión del LCA que supone el 20,3%
del total de lesiones. La rodilla es la articulación más vulnerable en jugadores de baloncesto
y fútbol. La incidencia de lesión del LCA en la mujer respecto al hombre es de una relación
6-8 a 1. En el fútbol profesional en Inglaterra, el 47% de los futbolistas se ha de retirar por
una lesión crónica o aguda.16
Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir una ruptura del LCA que los hombres, pero
la causa de esta situación aún no se entiende completamente, aunque puede deberse a
diferencias en la anatomía (menor fuerza del grupo cuádriceps e isquiotibial) al igual que en
el funcionamiento muscular. Las lesiones del LCA son muy comunes en los deportes, pero
en las mujeres el riesgo de sufrirlas es mayor que en los hombres en un mismo nivel
deportivo.17 Las causas de esta diferencia podrían ser una menor anchura de la escotadura
intercondílea, el acondicionamiento previo, patrón de aterrizaje en valgo de la mujer,
influencias hormonales y tamaño del ligamento.18
• Factores de riesgo:
Se pueden clasificar en19
-Extrínsecos:
• Aspectos específicos del deporte (contacto, tipos de esfuerzo);
• Equipamiento;
• Calzado;
• Superficie de juego;
• Condiciones climáticas.
-Intrínsecos:
• Edad;
• Inexperiencia;
• Laxitud articular,
• Género femenino;
• Fatiga muscular: menos propiocepción;
15
Zenteno Chávez, B. Certeza clínico-artroscópica en las lesiones de ligamento cruzado anterior de la rodilla
en atletas. ¿Es realmente necesaria la resonancia magnética para su diagnóstico? Revista Mexicana de
Ortopedia y Traumatología [revista en línea]. Vol. 13 Nº2. Marzo-Abril 1999 [3 pantallas]. Disponible desde
URL: www.imbiomed.com.mx
16
Sanchez, J.M. Op. Cit. p. 1
17
Carrascal Barrero, C. Lesiones en fútbol: rotura de ligamento cruzado anterior. Protocolo de readaptación.
Ef deportes [revista en línea]. Vol. 14. Nº 136. Septiembre 2009. [11 pantallas]. Disponible desde: URL:
www.efdeportes.com
18
Frontera, W. y cols. Op. Cit. p. 2
19
Carrascal Barrero, C. Op. Cit. p. 4
-7-
8. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
• Condición física;
• Factores genéticos y psicológicos.
Clínica y sintomatología:
La descripción clásica de una rotura completa del LCA es que se oye y siente un “estallido”
seguido de una hemartrosis inmediata de rodilla en 2-6 horas. La mayoría de las veces el
deportista no puede continuar el juego. Una rotura parcial del LCA produce unas
manifestaciones menos llamativas y el deportista con una rotura crónica presenta episodios
de fallo sin estallido ni edema. El antecedente de fallo o sensación de desplazamiento de la
rodilla es coherente con una insuficiencia crónica del LCA.20
Los signos y síntomas de lesión aguda comprenden:
• Derrame articular;
• ROM limitado;
• Inestabilidad articular;
• Dolor;
• Sensación que la rodilla cede.
Las roturas del LCA no tratadas originan una inestabilidad evidente, lo que puede causar,
en último término, artrosis.21
Evaluación semiológica:
Es necesaria una historia clínica detallada, así como una exploración física sistematizada
con pruebas completas para diagnosticar la lesión del LCA de la rodilla en atletas.22
Las técnicas de imagen más útiles para la evaluación del LCA son la radiografía simple y la
RM. Las radiografías simples muestran un edema de partes blandas, aunque también
pueden mostrar una avulsión de la espina tibial (más frecuente en la lesión del LCA
juvenil) o una fractura con avulsión capsular lateral (fractura de Segond) que se
correlaciona con rotura del LCA. La RM muestra la rotura del LCA, así como la contusión
ósea, lesiones meniscales y rotura de los ligamentos colaterales asociadas.23
• Pruebas diagnósticas:24
1. Prueba de Lachman: el examinador sitúa la rodilla entre la
extensión completa y los 15º de flexión. Con la mano craneal
sobre la cara anterior del tercio inferior del muslo estabiliza
el fémur, mientras la otra sostiene la pierna por su tercio
superior y aplica una presión firme cuya finalidad es producir
20
Frontera, W. y cols. Op. Cit. p. 2
21
Swearingen, P. Op. Cit. p. 2
22
Zenteno Chávez, B. Op. Cit. p.4
23
Frontera, W. y cols. Op. Cit. p. 2
24
Jurado Bueno, A. Medina Porqueres, I. Manual de Pruebas Diagnósticas. Traumatología y Ortopedia.
Editorial Paidotribo. Primera edición. 2002. España.
-8-
9. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
un desplazamiento anterior de la tibia, para el cual es necesaria la relajación completa
de la musculatura anterior.
La prueba es positiva si se observa una traslación anterior anormal o excesiva de la tibia
respecto al fémur, unida a un punto final blando, indicativa de afectación del LCA.
2. Prueba del cajón anterior: el examinador abraza con ambas
manos la epífisis proximal tibial, sitúa los pulgares sobre la
cara anterior de la interlínea para sentir el grado de
desplazamiento anterior o aumento del escalón femorotibial, e
induce una traslación anterior de la tibia, en posición neutra de
la rodilla. La prueba es positiva cuando se aprecia un
deslizamiento anterior excesivo del extremo proximal de la
tibia a los cóndilos femorales.
3. Prueba de Macintosh: la mano caudal del examinador imprime una rotación interna
forzada a la pierna desde el pie, al tiempo que la mano libre induce una flexión pasiva y
lenta en sentido valguizante acentuada por la fuerza de la gravedad. La rotación se
mantiene en todo momento. La prueba es positiva cuando a los 25-30º de flexión, y tras
apreciar una resistencia, acontece
un súbito resalte que externamente
se manifiesta como un salto del
platillo tibial lateral delante del
cóndilo femoral homolateral, y que
puede llegar a ser palpable y/o
doloroso.
4. Prueba activa del cajón: el examinador coloca la mano caudal
a la altura del mediopie y aplica el pie contra la camilla, sin
permitir el movimiento del mismo. Se le pide al paciente que
intente extender la pierna.
La prueba es positiva cuando se aprecia un ligero
desplazamiento anterior de la tibia.
5. Prueba de Arnold: el examinador se coloca de pie, detrás del
paciente, sujeta con ambas manos los hombros de éste y con un
pie fija al suelo el pie del miembro afecto, pisándolo. Se lleva el
tronco del paciente en rotación hacia el lado del pie fijado,
aproximadamente unos 90º. En esta posición efectúa una
contracción del cuádriceps, que mantiene mientras flexiona las
rodillas.
La prueba es positiva si hay aparición de malestar, sensación de
inestabilidad o incapacidad para ejecutar la prueba.
6. Maniobra del resalte rotatorio (pivot shift25): se rota la tibia internamente con una
mano, mientras que con la otra se aplica tensión en valgo sobre la rodilla. A
25
Swearingen, P. Op. Cit. p. 2
-9-
10. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
continuación se flexiona la rodilla 20-30º. La prueba es positiva cuando la tibia se
subluxa anteriormente.
Lesiones del LCA en Rugby:
Las lesiones agudas de la rodilla son comunes en los deportes con o sin contacto, y se ven
con relativa frecuencia en fútbol, rugby,hockey y fútbol americano. Las lesiones agudas
pueden afectar a cualquiera de los ligamentos, meniscos o estructuras óseas existentes en la
articulación de la rodilla o a su alrededor. Las lesiones del ligamento cruzado anterior, el
ligamento lateral interno y el menisco interno con comunes.26
Los esguinces del ligamento cruzado anterior son frecuentes en los deportistas, y la mayoría
de las veces no se deben a golpes. El mecanismo típico es una desaceleración brusca con
movimiento de giro. El atleta siente un dolor brusco y la rodilla cede, y no puede seguir
jugando a causa de la inestabilidad y el dolor de la rodilla. En cuestión de minutos u horas
se nota tumefacción en la rodilla por hemartrosis aguda. La hemartrosis aguda se puede
deber también a fractura, luxación de la rótula y desgarro periférico de un menisco. El
apoyo puede ser posible o imposible. El paciente quizá no pueda extender ni flexionar por
completo la rodilla debido al derrame articular y al espasmo de los músculos de la corva.
En el esguince aislado del LCA no suelen existir hipersensibilidad dolorosa perirrotuliana
ni de la línea articular.27
El rugby es un deporte con gran popularidad en nuestro país que puede generar golpes de
alto impacto con la posibilidad de ocasionar lesiones graves.28
Es un deporte en el que se producen caídas y encontronazos de alta energía, lo que hace
frecuente la aparición de luxaciones. Requiere que el pie se mantenga fijo y que el cuerpo
cambie de dirección brusca y rápidamente por lo que también son frecuentes en él las
lesiones del ligamento cruzado anterior (el jugador para y gira repentinamente y siente
como un “estallido” en la rodilla acompañado de un dolor repentino y su posterior
hinchazón) e incluso la llamada tríada: rotura de ligamento cruzado anterior, colateral
medio y menisco.29
Mecanismos lesiónales:
El mecanismo de lesión más frecuente, en el LCA, es la rotación del fémur sobre una tibia
fija (pie apoyado) durante un movimiento de valgo excesivo o forzado (pivote). También es
común la hiperextensión de la rodilla, aislada o en combinación con rotación interna de la
26
Greydanus, D. y cols. Clínicas Pediátricas de Norteamérica. Salud en Ámbito Educativo. Vol. 52. Nº 1. Ed.
Masson. 2005. España.
27
Ibid.
28
Costa Paz, M. y cols. Lesiones severas en el rugby: estudio sobre cuatro temporadas anuales consecutivas.
Revista de la Asociación Argentina de Traumatología del Deporte. [revista en línea]. Vol. 13 Nº 1. 2006 [3
pantallas]. Disponible desde: URL: www.bireme.br
29
Garrote, G. Bonet, R. Lesiones traumáticas de extremidades inferiores. Educación Sanitaria [revista en
línea] Vol. 22 Nº 7. Julio – Agosto 2003. [6 pantallas] Disponible desde: URL: www.doyma.es
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11. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
tibia. Últimamente se han observado lesiones del LCA durante una flexión forzada de
rodilla, por lo que puede considerarse un tercer mecanismo lesional.30
El fascículo medial se lesiona más en traumatismos o esfuerzos con la rodilla en flexión.
Como consecuencia, la rodilla con dicha lesión, tiene mayor desplazamiento anterior de la
tibia en flexión, no aumenta la hiperextensión y puede no haber evidencia clínica de
inestabilidad rotacional.
La hiperextensión con rotación interna pone en tensión el fascículo posteromedial y
esfuerzos o traumatismos en hiperextensión pueden lesionarlo, resultando una exploración
en la que se aprecia un aumento de la traslación anterior con la rodilla en hiperextensión
con aumento de la rotación interna y externa con la rodilla en extensión y de la rotación
externa con la rodilla en 45º de flexión.
En la práctica clínica, las lesiones del LCA se producen como consecuencia de un accidente
sin contacto ni impacto directo en el cual se han producido mecanismos de flexión más
valgo más rotación externa de la rodilla o flexión más varo más rotación interna o bien, un
forzamiento en rotación externa o hiperextensión.
Una desaceleración brusca con rotaciones añadidas somete al LCA a una situación de gran
riesgo de rotura.
Frecuentemente, el traumatismo que produce una lesión del LCA se acompaña, en la fase
aguda, de impotencia funcional transitoria para el apoyo y de una hemartrosis. Puede haber
rotura del LCA sin hemartrosis detectable a tensión debido a que se haya producido una
rotura amplia de la cápsula articular.31
Complicaciones tras la lesión:32
Uno de los principales problemas en relación con el retorno a las actividades deportivas y el
ejercicio físico tras la lesión del LCA, es la incidencia de recaídas o re lesión del ligamento
y/o estructuras adyacentes (menisco, cartílago u otros ligamentos). Pocos estudios han
evaluado la frecuencia de la ruptura de injerto, pero los datos disponibles hablan del 2,3-
13%.
Independientemente del tratamiento utilizado, la lesión del LCA suele aumentar la
posibilidad de una osteoartrosis (OA) en el futuro, cuyo principal factor etiológico se
encontrará en las cargas subsecuentes en los próximos años. El riesgo de desarrollar una
OA tras una lesión de LCA es aproximadamente del 50% a los 10 años. Una extrapolación
de estos datos indica que casi todos los pacientes desarrollarán una OA entre los 15-20 años
posteriores a la lesión.
30
Alvarez Ramos, J.J. y cols. Rehabilitación del paciente con lesión del ligamento cruzado anterior de la
rodilla. Revisión. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. [revista
en
línea]. Nº 29 Vol. 8. [30 pantallas]. Disponible desde: URL: http://cdeporte.rediris.es
31
Alonso Santos, J. Criterios de valoración del daño corporal. Ediciones Díaz de Santos. 2009. Madrid.
32
Alvarez Ramos, J.J. Op. Cit. p. 11
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12. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
Es importante destacar que asumir que la reparación de un LCA, de un menisco o del
cartílago, convierte a la rodilla lesionada en “normal”, puede ser un equívoco. Tras la
reparación de LCA se requieren muchos años para alcanzar la normalidad biomecánica.
Hay que tener en cuenta que la práctica deportiva, especialmente de impacto o pivote,
contribuye a desgastar la articulación de la rodilla y que una articulación lesionada presenta
una estabilidad/movilidad, significativamente diferentes a pesar del tratamiento o de la
rehabilitación.
Rehabilitación:33
El ligamento cruzado anterior roto se deshace como el trenzado de una cuerda y no se
puede curar por sí mismo. La decisión entre tratamiento quirúrgico o no quirúrgico se basa
en múltiples variables específicas para cada individuo.
• Tratamiento no quirúrgico:
- Edad (avanzada) y nivel de actividad física del paciente (bajo);
- Grado de inestabilidad de la rodilla: si globalmente parece buena y el nivel de
actividad física es bajo;
- Si no hay lesiones asociadas: rotura de meniscos, ligamentos, cartílago.
El tratamiento no quirúrgico implica:
- Capacidad del lesionado para cumplir con un programa de rehabilitación
prolongado: reforzamiento muscular (cuádriceps, isquiotibiales, etc.);
- A menudo se precisa una rodillera estabilizadora para realizar determinadas
actividades deportivas (especialmente en las que existe un stress rotacional de la
rodilla) o simplemente para caminar (decisión personal y opcional);
- Probablemente cambiar el nivel y tipo de actividad deportiva.
• Tratamiento quirúrgico:
- Rotura reciente del LCA y un estilo de vida activo;
- Deficiencia crónica del LCA que desestabiliza la rodilla y lesiona los meniscos y el
cartílago;
- Rotura del LCA y práctica de deportes en los que se precise saltar, correr y pararse
bruscamente, girar bruscamente la rodilla mientras el pie está apoyado en el suelo
(pivotar).
33
López Soto, J.C. y cols. Rehabilitación de lesiones deportivas en el ligamento cruzado anterior. Efdeportes
[revista en línea]. Vol. 15 Nº 148. 2010. Disponible desde: URL: www.efdeportes.com
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13. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
Sin cirugía estos pacientes son incapaces de volver a su actividad deportiva debido a la
inestabilidad de su rodilla, y hay riesgo elevado de presentar otras lesiones.
Lesiones asociadas:
- Uno o ambos meniscos: más del 50% de roturas del LCA se acompañan de lesión
meniscal;
- La ausencia parcial o total del menisco aumenta el deterioro de la rodilla, por tanto
el objetivo es preservar el máximo posible de menisco;
- Otro ligamento: puede precisar reconstrucción del ligamento lesionado y del LCA;
- Cartílago: puede precisar reparación del cartílago dañado y reconstrucción del LCA.
Teniendo en cuenta que, a causa de la inflamación y la inmovilización, el cuádriceps, puede
perder hasta el 30% de su fuerza muscular en los primeros 7 días, es fundamental que en
este momento se realice un acondicionamiento pre-quirúrgico intentando que el paciente
acceda en las mejores condiciones físicas y funcionales al acto reparador favoreciendo este
accionar a las primeras fases del programa de rehabilitación.
Sugerencias Pre-quirúrgicas:
-Objetivos:
Disminuir el dolor;
Disminuir el edema;
Conservar arcos de movilidad;
Minimizar la pérdida de fuerza y masa muscular.
-Medios: agentes físicos y técnicas kinésicas.
Reposo;
Elevación del miembro afectado;
Vendaje compresivo;
Crioterapia;
AINES;
TENS;
Magnetoterapia;
Electroestimulación muscular.
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14. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
Etapas de la rehabilitación (Post-quirúrgica)
Etapa 1: aguda (protección – prevención). 1º semana luego de realizada la cirugía.
-Objetivos:
Prevenir instalación del edema;
Controlar el dolor.
-Medios: agentes físicos y técnicas Kinésicas.
Reposo;
Elevación del miembro afectado;
Vendaje compresivo, rodilleras;
Crioterapia (bolsas con hielo o actualmente en sistemas de flujo de frío continuo).
El control de la inflamación y el dolor promueve el control neuromuscular y la activación
de los cuádriceps, lo cual ayuda a mantener la extensión y facilita la deambulación.
Hay escuelas que consideran de utilidad el uso de rodillera para proporcionar seguridad a
los pacientes durante la marcha. Suele aconsejarse cuando hay dolor/inflamación con
actividades normales, si la medición del desplazamiento anterior de la tibia supera los
5mm, o cuando existe debilidad muscular objetiva (déficit mayor del 30% para el
cuádriceps o mayor de 20% en los isquiotibiales), y muy habitualmente a petición del
propio paciente.
Más del 10% de los pacientes reciben una rodillera funcional después de la reconstrucción
de LCA. Teóricamente el uso de las rodilleras disminuye la inflamación, reduce la
posibilidad de hemartrosis y disminuye el dolor, pero no hay estudios suficientes ni a largo
plazo que apoyen dicha hipótesis.
Algunos protocolos utilizan inmovilizadores durante 24 horas, retirando su aplicación
durante la terapia física y progresando en su retirada de acuerdo a los avances de la función
muscular, y sustituyéndolos por rodilleras funcionales que limitan los grados de movilidad
según las pautas y necesidades del programa de rehabilitación.
Etapa 2: sub-aguda (reabsorción). De 1 a 5 semanas luego de la cirugía.
-Objetivos:
Combatir las reacciones de hipoxia secundaria ya instaladas;
Recuperar arcos de movilidad
Evitar adherencia de rotula.
Mantener / fortalecer músculos periarticulares
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15. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
Reeducar fases de la marcha.
Mantener fuerza y movilidad de articulaciones vecinas, miembro contralateral,
miembros superiores y tronco.
-Actividades sugeridas:
• Manejo del dolor / inflamación y recuperación del tono muscular:
Crioterapia. 15 min. puede combinarse junto con magnetoterapia.
Electroestimulación (Ondas Rusas);
Magnetoterapia; pulsante, 150- 180 gauss por 30 min.
TENS;
Ultrasonido pulsátil; de 1 Mhz ; a bajas intensidades (1 a 1,5 wts) de 7 a 10 min
para mejorar la disposición aleatoria de las fibras colágenas a nivel de la cicatriz.
Láser;
Hidroterapia; para mejorar y aumentar los rangos de movilidad articular, mantener
y mejorar fuerza muscular. Además permite la descarga de peso y reeducación de
marcha en etapas tempranas.
• A fin de recuperar el ROM y facilitar la funcionalidad se sugieren:
Movilizaciones pasivas de rótula;
Flexión mínima de 90° de manera activa y 110° de manera pasiva. Lograr extensión
mínima de hasta - 4°
Movilizaciones activas sin presencia de dolor.
Descarga parcial de peso sin presencia de dolor.
Actividades de transferencia de peso y reeducación de la marcha: descarga de peso
parcial para la segunda semana y aumentar gradualmente, hacia la cuarta semana
descarga de peso total (dependiendo de criterio medico).
Movilizaciones activas y activas libre gravitacional (poleoterapia) sin presencia de
dolor.
Iniciar trabajo Propioceptivo: vigilancia muscular, control postural en superficies
estables.
FNP: Primera variante del patrón flexor de la diagonal funcional de miembros
inferiores (patrón de marcha).Patrón de flexión de la diagonal primitiva de
miembros inferiores. Primera y segunda variante del patrón de flexión de la
diagonal primitiva (cuando el dolor y la movilidad lo permitan)
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16. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
Fortalecimiento muscular mediante ejercicios excéntricos e isométricos de
cuádriceps, isquiotibiales, gemelos y glúteo principalmente.
La recuperación del arco de movilidad es, sin duda, el aspecto más importante de esta fase.
La movilización temprana de la articulación después de la reconstrucción del LCA puede
reducir el dolor, disminuye los cambios adversos al cartílago articular, favorece la nutrición
articular, promueve la cicatrización y previene la contracción de la cápsula articular. Ya
que la pérdida del arco de movilidad en extensión y en flexión es un hecho frecuente tras la
cirugía, se plantea como fundamental obtener una extensión completa y una flexión a 90°
en la primera semana post quirúrgica. El arco de movilidad se incrementa utilizando una
combinación de ejercicios activos y pasivos de forma progresiva.
El deportista debe ser instruido para reconocer e informar ante la aparición de dolor o
inflamación, hechos objetivos, que reflejan sobrecarga. De producirse esta complicación,
además de aplicar las medidas analgésicas y antiinflamatorias habituales (crioterapia,
vendaje compresivo, etc.), se debe revisar el programa de trabajo y reducir la sobrecarga
(intensidad, duración, frecuencia).
Etapa 3: reeducación por la función analítica. Desde la semana 6 a la semana 12 luego de
la cirugía.
-Objetivos:
Completar arcos de movilidad (flexión y extensión);
Fortalecer musculatura;
Aumentar flexibilidad;
Aumentar propiocepción;
Conseguir marcha normal34
-Medios: técnicas kinésicas y agentes físicos si son necesarios.
Magnetoterapia;
Rusas. Combinadas con contracciones activas;
-Actividades sugeridas:
Ejercicios en cadena cinética cerrada (bicicleta, sentadillas, prensa);
Ejercicios en cadena cinética abierta (ejercicios concéntricos y excéntricos de
cuádriceps, isquiotibiales y gemelos). El inicio de estos ejercicios dependerá del
34
La recuperación del patrón normal de la marcha se relaciona directamente con la movilidad y especialmente con el
fortalecimiento de los cuádriceps.
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17. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
tipo de técnica quirúrgica realizada, ya que si el injerto es rotuliano se deben
realizar sólo ejercicios de CCC durante estas primeras fases.
Marcha exagerada.
Se continúan con ejercicios de propiocepción de la etapa anterior, aumentando el
nivel de complejidad. Comienzo en planos inestables;
Pliometría Nivel 0 y 1. A fin de esta etapa Nivel 2.
Hidroterapia: continuar con reeducación de la marcha en diferentes direcciones,
lograr rangos de movilidad articular normales, aumento de la fuerza.
FNP: Se continua principalmente con los patrones utilizados en la etapa anterior
utilizando la jaula y elementos que brinden resistencia (por ejemplo tera-band)
Ejercicios de gimnasio de miembros superiores y miembro inferior no afectado
(maquinas de resistencia fija y variable, y pesos libres)
Control lumbo - pélvico para tronco.
Elongación de los músculos trabajados durante la sesión.
Crioterapia post entrenamiento.
Para iniciar el trabajo de fortalecimiento muscular, es necesaria una estabilidad articular
que resulta del equilibrio estático y dinámico de las estructuras, la propiocepción y la
coordinación. La influencia de estos factores sobre la estabilidad de la articulación ha hecho
que los programas de ejercicios trabajen simultáneamente sobre dichos componentes
Etapa 4: reeducación por el movimiento integrado - Trabajo de campo. Desde la semana
13 a la semana 18 luego de la cirugía.
-Objetivos:
Recuperar aspectos motores y funcionales;
Mejorar cualidades físicas específicas.
-Actividades:
Se continua el entrenamiento progresivo en tronco, tren superior, miembro inferior
sano y afectado (hipertrofia sarcomerica);
EN GIMNASIO se mantienen e incrementan ejercicios en CCC y CCA;
En el CAMPO DE JUEGO se agregan actividades de desplazamiento multilateral
o Trote lineal, lateral, hacia atrás;
o Trote sobre distintas superficies;
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18. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
o Carrera (aceleración y desaceleración);
o Carrera con obstáculos;
o Carrera con zig-zag;
o Correr con giros de 90º, 180º y 360º;
En el trabajo propioceptivo se aumentan complejidad en superficies inestables y se
incorporan actividades funcionales relacionada con el deporte;
Ejercicios pliométricos: saltos desde steps, bancos, etc. en direcciones frontales y
laterales y saltos hasta altura Q (nivel 2 y 3)
Ejercicios específicos de rugby (gestos deportivos).
Trabajo de flexibilidad.
Etapa 5: retorno a la actividad. Desde la semana 19 a la semana 24 luego de la cirugía.
-Objetivos:
Reinsertar al deportista en su actividad y equipo;
Afianzar gestos deportivos para el retorno a la competencia;
Trasladar al campo de juego los gestos deportivos.
Incorporar elementos del juego.
-Actividades:
Mantenimiento de cualidades físicas obtenidas en etapas anteriores;
Trabajos de entrenamiento de fuerza hipertrófica sarcomérica.
Continuar con trabajo pliométrico aumentando la complejidad de los ejercicios
(nivel 3);
Trabajos diferenciados. Dependiendo su evolución comenzar a incluir al deportista
junto al equipo en situaciones de juego.
Incluir al deportista en el entrenamiento habitual técnico-táctico del equipo;
Ejercicios con cambios de ritmo (aceleración, desaceleración) y dirección (cortes);
Entrenamiento especifico del deporte y posición de juego.
Etapa 6: educación deportiva. De 6 a 12 meses luego de la cirugía.
-Objetivos:
Minimizar riesgos de recidiva.
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19. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
Se debe buscar la educación constante del deportista y la adquisición de aspectos
preventivos.
Concientización sobre los mecanismos lesionales y los factores de riesgo para
prevenir una nueva lesión.
Enseñanza de trabajos de propiocepción, musculación, coordinación y flexibilidad
mediante estímulos de por lo menos 3 veces por semanas ;
La mayoría de los estudios sobre rehabilitación de LCA consiguen un retorno completo a
las actividades deportivas en un plazo medio de 6 meses.
Para actividades concretas existen datos con amplios rangos y valores medios. El tiempo
medio de regreso a la carrera es de 4 meses, con un rango entre 3-12 meses.
La recuperación del sujeto para el salto, se produce en un tiempo medio de 6 meses, con un
rango entre 3-12 meses.
Para los deportes de bajo impacto, la media de recuperación es de 5 meses, con rangos entre
3-9 meses. La incorporación a los deportes de impacto medio se produce a los 5 meses, con
rangos entre 4-9 meses.
Por último para participar en deportes de alto impacto el tiempo medio estimado es de 8
meses, con variabilidad entre 4-18 meses.
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20. Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior en rugby
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