1. “Análisis filogenético de la familia Leporidae (Orden
Lagomorfa) respecto a la distribución de especies en
el territorio nacional (México) y el mundo.”
2. México pertenece a las doce
naciones denominadas
megadiversas en flora y fauna
silvestre (Mittermeier &
Goettsch de Mettermeier, 1992)
destacando la riqueza de su
mastofauna la cual ocupa el
segundo lugar a nivel mundial.
Esta biodiversidad, se debe en
gran parte a la heterogeneidad
topográfica, geológica y
climática lo que le confiere una
amplia gama de ambientes.
3. Entre el escaso conocimiento sobre el
tema, los análisis cladísticos y filogenéticos
han producido información útil al respecto.
Inclusive, ha sido posible describir relaciones
de similitud fenética entre poblaciones
silvestres del conejo Oryctolagus cuniculus
(Taylor et al., 1977) que se considera como el
lepórido más distribuido a lo largo y ancho
del mundo, más sin embargo estas
investigaciones aún no son suficientes.
4.
5. Los lepóridos (Leporidae, del
latín lepus, liebre), conocidos
popularmente como conejos
y liebres, son una familia de
mamíferos del orden de los
lagomorfos que engloba a
una cincuentena de especies
agrupadas en 11 géneros
distribuidos en casi todos los
puntos del mundo.
6. Los lepóridos habitan todo el
mundo salvo algunas islas
oceánicas y la Antártida, y son
una plaga alóctona en
Australia, Nueva Zelanda y otros
lugares. Son animales herbívoros
de gran plasticidad ecológica y
que se reproducen a gran
velocidad, por lo que son una
pieza cinegética común en todo el
globo y la presa habitual de
muchos mamíferos carnívoros
(linces, lobos, zorros, mustélidos,
osos, así como de varias águilas).
7. Los lepóridos, mejor
conocidos como conejos o
liebres, son de los
mamíferos más
distinguidos
internacionalmente por su
peculiar forma, atractivos
colores en su afelpado
pelaje y orejas largas que
los caracterizan.
En todo el mundo, podemos encontrar una
extensa distribución de estos
organismos, considerándolos cosmopolitas (a
excepción de algunas islas oceánicas y la
Antártida), albergando un número aproximado de
56 especies agrupados en once géneros
(Chapman y Ceballos, 1990).
8. La diversidad biológica de los conejos y
liebres silvestres de México es amplia y
representa una de las más importantes a nivel
mundial (Chapman y Ceballos, 1990). Incluye
nueve especies de conejos, ocho del género
Sylvilagus, una del género Romerolagus, y
cinco especies de liebres del género Lepus, la
mayoría de las cuales son endémicas. A pesar
de su importancia
ecológica, económica, cultural y en
conservación, actualmente se conoce poco de
las características biológico-ecológicas y
filogenéticas de estos mamíferos (Chapman y
Flux, 1990).
9. Debido a la poca información concentrada respecto a
la filogenia de esta familia de lagomorfos en el
mundo, así como en el país, es necesario dirigir
investigaciones que se enfoquen al estudio de estos
organismos tan peculiares.
Las liebres del género Lepus tienen un fenotipo
característico que las distingue claramente de los
otros géneros de leporidos, aunque
filogenéticamente se encuentres muy emparentada.
Es por ello que se plantea observar el grado de
cercanía entre estos organismos.
Desafortunadamente, ningún estudio cladístico ha
comparado a toda la variedad de conejos respecto
con representantes mexicanos, lo cual delimita
mucho el estudio filogenético y evolutivo de esta
familia en particular.
10. En el caso de México, al comparar
morfométricamente entre sí a los conejos
Sylvilagus cunicularius, S.jloridanus, S. graysoni
y S. audubonii de la región oeste central, se
encontró que S. graysoni y S. cunicularius son
más parecidos entre sí que cualquiera de ellos
con S. jloridanus (Diersing y Wilson 1980). En el
Altiplano Central las formas más parecidas son
S. audubonii y S. floridanus. Otras
comparaciones entre S. brasiliensis, S. dicei y S.
insonus demostraron que S. brasiliensis y S.
dicei son más similares entre sí que con S.
insonus (Diersing, 1981).
11. De manera similar, se
compararon
morfométricamente algunas
especies surafricanas de
lepóridos y se encontró que
Lepus capensis y Bunolagus
monticularis son más
similares entre sí que
cualquiera de las dos con L.
saxatilis (Robinson y
Dippenar, 1987). Estas
comparaciones demostraron
ser útiles para conocer y
entender mejor la magnitud
de las diferencias métricas
entre estos taxa.
12. Consideramos que los lepóridos, al ser un grupo
de organismos muy distribuido en todo el mundo
han presentado variaciones fenotípicas tanto en
su morfología y color como en sus hábitos, así
discernimos en que las especies de conejos y
liebres correspondientes a determinada zona
geográfica (Figurativamente el territorio
nacional), presenta mayor afinidad en cuanto a
relaciones filogenéticas respecto a lepóridos
distribuidos en todo el mundo que no comparten
interacciones biogeográficas entre sí.
13. conocer las relaciones
filogenéticas de la familia
leporidae (Orden
Lagomorpha) así como las
afinidades que tienen con
los organismos distribuidos
en el territorio
nacional, expresando estas
bases mediante
cladogramas y mapas de
distribución geográfica en
México
14. Los datos diagnósticos sobre cada uno de los taxones
se obtuvieron mediante investigación
literaria, revisión de bases de datos y artículos
científicos. Teniendo los datos diagnósticos para
cada especie se realizó una base de datos (Matriz)
para representar los caracteres compartidos mediante
la realización de cladogramas, con la ayuda del
programa Hennig86, escogiendo los cladogramas
más parsimoniosos. Después de esto se realizó la
interpretación de estos para determinar la relación
filogenética identificando los taxones más primitivos
de los derivados.
Obtención de los datos del taxón estudiado.
(Base de latos de la IUCN, 2010).
17. Una vez analizadas las matrices de datos
correspondientes, los resultados obtenidos se
muestran en las figuras a) y b), que son los
cladogramas obtenidos por el programa
Henning86 (Farris, 1988), considerados los más
parsimoniosos de un total de 25 árboles
obtenidos. Estos dos árboles muestran las
relaciones existentes entre los once géneros de
lepóridos en el mundo, los cuales contienen tan
solo 19 pasos evolutivos y por tanto se
consideran en igual grado de importancia.
18.
19.
20. Tras el arduo análisis realizado para concertar
la distribución de la familia Leporidae en
México, observamos que el territorio
nacional, caso en tu totalidad (a excepción de
algunos cuerpos insulares) se encuentra
poblado llanamente por conejos y liebres. De
esta manera ponemos observar los mapas por
cada especie, donde al
superponerlos, encontramos que el país se
encuentra ampliamente concurrido por este
taxón.
36. Los lepóridos son un grupo de organismos
cosmopolitas, por tanto habitan casi todos los
puntos en el planeta, por ello, su distribución
es muy amplia (Chapman y Flux, 1990). Su
gran extensión los ha llevado a especializar
hábitos así como su morfología dependiendo
del medio que han colonizado. De este modo
es notable observar que estos organismos
comparten muchas de sus características
principales divergiendo únicamente
morfométricamente unos de otros.
37. Se aprecian así mismo los demás géneros que
se expresan como grupos derivados
compartiendo ciertos caracteres, pero que
naturalmente de diferencian gracias a sus
autapomorfías. Entonces, al considerar estos
dos cladogramas considerados los más
parsimoniosos de un total de 25 árboles se
demuestra el grado de proximidad
filogenética entre las especies de lepóridos
que habitan el país respecto a lepóridos
distribuidos en el mundo.
38. Por tanto, como se observa en
los cladogramas a) y b), estas
relaciones muestran cómo los
géneros romerolagus y
syvillagus presentan alto
grado de parentesco y
comparten muchas de sus
características
considerándose grupos
hermanos, aún más es
importante decir que estos
dos géneros son los que
encontramos en el territorio
nacional (con sus respectivas
especies para syvillagus, y la
única para romerolagus que
es endémico del centro del
país).
Romerolagus diazi
Sylvilagus sp.
39. Haciendo un análisis a los once géneros de
lepóridos en todo el mundo, comprobamos
mediante la aplicación de programas
cladísticos, que los géneros y especies de
organismos que cohabitan y mantienen un área
de distribución cercana se encuentran más
emparentados entre sí que organismos que
habitan áreas geográficas diferentes; es
decir, organismos provenientes de un ancestro
común, que mantienen áreas biogeográficas
compartidas presentan mayores afinidades
evolutivas.
40. En México, las especies de los dos géneros de
lepóridos (Romerolagus, Syvillagus) se
encuentran fuertemente relacionados entre
sí, además de figurar ser uno de los grupos más
antiguos que se han mantenido hasta
entonces, compartiendo sus características
morfométricas y hábitos biológicos.
Consideramos que estos análisis son
fundamentales para comprender mucho mejor la
importancia de la cladística en el desarrollo de
investigaciones biológicas. Las interrelaciones y
afinidades y divergencias entre distintos taxas y
la creación de nuevas fuentes de información
científica ligada a la biología y la biogeografía.