La obesidad se considera una enfermedad causada por el exceso de grasa corporal que puede tener orígenes genéticos, ambientales o psicológicos. Si bien antiguamente se asociaba con buena salud, hoy se sabe que aumenta el riesgo de diversas enfermedades físicas y mentales. Su tratamiento implica lograr el equilibrio entre la ingesta y gasto de calorías mediante dieta balanceada y ejercicio físico para prevenir las complicaciones a la salud y mantener el peso ideal a largo plazo.
1. Este término hace referencia
al exceso de peso corporal.
2. La obesidad está considerada
una enfermedad, ya que el
exceso de peso acarrea grandes
problemas de salud. Una persona
obesa corre el riesgo de sufrir
diabetes, hipertensión arterial y
trastornos cardíacos, entre otras
complicaciones físicas.
3. Esta enfermedad, que se caracteriza por la acumulación de grasa
en el cuerpo, puede tener múltiples causas, ya sean
genéticas, ambientales o psicológicas. Esto quiere decir que la
obesidad no se asocia únicamente a la ingesta de alimentos en
grandes cantidades.
Es importante tener en cuenta que en la antigüedad se creía que el
sobrepeso era sinónimo de buena alimentación y, por lo
tanto, condiciones saludables de vida. Hoy en día se sabe que se
trata de un factor que incide en el desarrollo de múltiples
enfermedades, tanto físicas como mentales.
4. En principio, es importante hacer una distinción
entre quienes sufren de obesidad y logran
superarla, y quienes deben padecerla hasta el
final de sus vidas.
Los niños obesos son tildados de
afeminados, mientras que las niñas, de
masculinas. Ambos géneros son sometidos a un
sinnúmero de chistes maliciosos y de
apodos, que la sociedad misma renueva
periódicamente para su cómodo usufructo por
parte de los desalmados agresores.
5.
6. FACTOR GENÉTICO
FACTOR AMBIENTAL
cada vez hay más evidencia de que en
Los factores ambientales son capaces
una proporción importante la obesidad está
de
genéticamente determinada. Si bien es
la obesidad, además del estilo de vida, los
difícil diferenciar entre la herencia genética
aspectos relacionados con el estado socio-
y la herencia cultural (lo aprendido), existe
un consenso cada vez mayor de que el
IMC es heredable en cerca de 33% de los
casos.
influir
en
el
determinismo
de
económico, tamaño familiar y ambiente
físico. Particular relieve adquieren los
factores de conducta familiar, como tiempo
dedicado
a
la
televisión,
conducta
alimentaria en la mesa familiar y actividad
física.
7. La obesidad se puede prevenir y tratar buscando el equilibrio en la ingesta
de calorías con una dieta balanceada teniendo en cuenta los aportes calóricos de
los alimentos. Se sabe que cada 250 gramos de grasa equivalen a 2250 calorías, y
cada gramo de grasa equivale a 9 kcal. Si existe un exceso de grasa corporal, se
debe calcular la energía (medida en calorías) que representan y disminuirla en la
ingesta alimentaria durante un período adecuado.
Un método se basa en estimar el aporte de energía de la dieta (energía de
metabolización) a partir de su contenido en macronutrientes (y de etanol, en el caso
de incluir bebidas alcohólicas). Esta energía de metabolización se calcula a partir de
los factores de Atwater, que solo son válidos para la dieta y no para alimentos
particulares.
8.
Es necesario tratar adecuadamente las enfermedades subyacentes, si existen. A partir de aquí depende
de buscar el equilibrio, mediante ajustes en la dieta. La dieta debe ser adecuada a la actividad necesaria, por
ello una dieta muy intensiva en personas muy activas es contraproducente. Debe de tenderse a realizar dietas
más suaves y mantenidas. Una vez alcanzado el peso ideal, lo ideal es mantenerlo con un adecuado
programa de ejercicios y alimentación que sobre todo permitan no volver a recuperar la grasa y el peso
perdido.
El principal tratamiento dietético para la obesidad es reducir la grasa corporal comiendo menos calorías y
ejercitándose más. El efecto colateral beneficioso del ejercicio es que incrementa la fuerza de los
músculos, los tendones y los ligamentos, lo cual ayuda a prevenir lesiones provenientes de accidentes y
actividad vigorosa. Los programas de dieta y ejercicios producen una pérdida de peso promedio de
aproximadamente 8 % del total de la masa corporal (excluyendo los sujetos que abandonaron el programa).
No todos los que hacen dieta están satisfechos con estos resultados, pero una pérdida de masa corporal tan
pequeña como 5 % puede representar grandes beneficios en la salud.