El documento describe el nuevo rol del Estado en la economía chilena después del colapso del modelo de desarrollo hacia afuera en 1929. El Estado decidió intervenir más en la economía para promover la industrialización sustitutiva de importaciones a través de empresas estatales como ENDESA, ENAP y CAP. También asumió un rol social más amplio para proveer salud, educación, previsión y vivienda a los ciudadanos.