Chaya era una niña pobre de África cuyos padres no podían darle una buena alimentación, educación o cuidados. Una mujer llamada Elena decidió adoptar a Chaya y darle la oportunidad de crecer en un hogar donde recibiría todo lo que necesitaba. Ahora Chaya tiene una buena educación, planes para el futuro y ha alcanzado la felicidad al convertirse en maestra, tal como su nueva mamá le enseñó.