La distribución de la población se refiere a cómo los habitantes se reparten sobre la tierra, dividiéndose en ecúmene, las áreas permanentemente habitadas, y anecúmene, las áreas escasamente pobladas. La ocupación territorial se ve afectada por factores climáticos, de altitud, relieve, agua, suelos, cultura como asentamientos ancestrales, y desarrollo económico y tecnológico.