Este documento describe la Carta de Casagrande, que clasifica los suelos de grano fino según su límite líquido y su índice de plasticidad. La carta divide los suelos en cuatro zonas basadas en un límite líquido de 50 y una línea inclinada llamada "Línea A", que separa las arcillas de los limos y suelos orgánicos. Una característica clave es que los suelos afines se agrupan a lo largo de líneas paralelas a la Línea A.