1. María Centeno, madre de la empresa minera en Antioquia
Pionera del empresario minero; audaz, inteligente, visionaria, valiente, osada. El historiador
Bernardo Martínez Villa anota que María Centeno fue mujer de armas tomar, figura
celebérrima, casi de leyenda, que a principios del siglo XVII, llamado el siglo de oro, figuró en
toda la provincia de Antioquia; provincia que tanto ayudó a formar ya administrar, con sus ideas
y aportes económicos, producto de sus exitosas empresas. La emprendedora minera fue una
de las tres hijas del capitán Fernando de Zafra y Centeno, caballero extremeño, que después
de muchas andanzas por diversos países europeos al servicio de Su Majestad, apareció por
estas tierras en el año de 1548, para luego sentar su residencia en la ciudad de Antioquia.
El Historiador, Jaime Sierra García, afirma que “esta legendaria mujer es la madre de la minería
de Antioquia”; por más de 25 años se dedicó a extraer el mineral de nuestras cordilleras con
sus cuadrillas de esclavos. En la región de Buriticá construyó un famoso acueducto para la
explotación del ambicionado mineral. Fue propietaria de las minas de Remedios”.
Su historia está llena de leyendas diabólicas; así se cuenta que atravesaba el Río Cauca,
cabalgando por los aires en el demonio, en forma de mula negra. En la región de Puerto
Valdivia se conserva la roca donde quedaron impresas las herraduras de este diabólico corcel
antes de lanzarse al vacío.
Trabajadora, enigmática, tuvo además preocupaciones especialísimas por obras de progreso,
comenzando por el acueducto ya citado, apertura de caminos, puentes y enlaces para el
intercambio comercial.
Se dice que ella fue la más famosa buscadora de oro, mujer de muchos ímpetus de lucha y de
perseverancia, que logró enfrentársele con tenacidad a la naturaleza y con fortaleza a los
hombres. María Centeno vivió, en razón de los datos expuestos, entre los años 1568 y 1645.
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María del Pardo: una leyenda muy
antioqueña y maceíta
En el día de hoy les presentó la LEYENDA DE MARÍA DEL PARDO; leyenda que vincula
la historia del pueblo antioqueño en relación a la búsqueda y explotación del oro y también
a nuestra población, donde se conserva en la memoria oral de sus pobladores alguna s
historias sobre la presencia de María del Pardo, en particular con relación al origen de
nombre de nuestro cerro titular: El Patiburrú. A continuación les transcribo un texto escrito
por Paula Andrea Giraldo Restrepo, historiadora de la Universidad Nacional de Colombia,
quien realizó en trabajo para la Gobernación de Antioquia en el año de 2007 titulado
"Mujeres Antioqueñas en la memoria de la Ciudad". Esta transcripción se acerca al origen
de la Leyenda de María del Pardo a nivel regional. Finalmente, después de este relato, les
transcribo una narración de un Maceíta que nos cuenta una versión local de dicha leyenda.
Espero disfruten de la lectura de esta apasionante narración.
María Ceteno o María Zafra o María del Pardo
2. "María Centeno era una de las tres hijas de Capitán Fernando de Zafra y Centeno y de
Juana Taborda, vivió entre 1658 y 1645 y fue propietaria de grandes minas de oro en
Buriticá y Remedios. A María, los mineros antioqueños le tenían una especial admiración
por ser la primera mujer que con su cuadrilla de esclavos se dedicó a explotar el oro en las
minas de Buriticá.
El Capitán Zafra y Centeno era hijo lejítimo de don Fernando de Zafra Centeno y de
Catalina Fernández y desde muy joven se vinculó a la carrera militar para prestarle sus
servicios al Rey de España. A las órdenes de su Majestad estuvo en Italia, España,
Alemania y Hungría y en 1548 llegó al puerto de Pernambuco, en Brasil, como Alguacil
Mayor de una expedición; posteriormente el Capitán llegó a la isla Margarita -en
Venezuela- para defenderla de los ataques de corsarios franceses y en 1555 pasó a la
Gobernación de Popayán.
En 1556, el Capitán Fernando de Zafra y Centeno llegó a la ciudad de Antioquia donde
conoció a Doña Juana Taborda, su futura esposa; ella era hija de Don Juan Taborda, el
hombre más importante de la ciudad, y se casó en primeras nupcias con Don Francisco
Moreno de León, quien acompañaba al capitán en su expedición. Don Francisco Moreno
falleció a principios de 1562 y en abril de 1563 el Capitán Fernando de Zafra contrajo
matrimonio con Doña Juana, de cuya unión nacieron Hernando de Zafra y Taborda, María,
Catalina y en 1572 Juan Centeno Taborda, pocos meses después de haber muerto su
padre en Tunja.
María Centeno contrajo matrimonio tres veces, su primer esposo fue Don García Jaramillo
de Andrade, un acaudalado minero y hacendado que explotaba las ricas minas de San
Román en Buriticá, en compañía del gobernador de la provincia de Antioquia don Gaspar
de Rodas; al morir el señor García Jaramillo, su viuda heredó las minas y durante más de
veinticinco años, con 508 negros, siguió extrayendo oro en enormes cantidades para
enviarlo a España. El segundo matrimonio de María Centeno con Alonso de Rodas
Carvajal -apodado "El Mozo"- , un Capitán que era hijo de Don Gaspar de Rodas y aunque
tenía origen mestizo, en razón de su fortuna aparecía como blanco y tenía el mismo
estatus social privilegiado de la élites. Por último María se casó con el Capitán Fernando
de Ocio y Salazar, quien murió cuatro meses antes que ella, el 7 de abril de 1645.
María Centeno heredó de su padre y de sus esposos una rica fortuna representada en
minas de oro y en grandes latifundios en el occidente antioqueño, para llevar el aguas a
las minas construyó un acueducto de quince kilómetros. Los mineros convirtieron a esta
mujer en un mito y pensaban que tenía pactos con el diablo, algunos decían haberla
visto atravesar el río Cauca cabalgando por los aires con el demonio en forma de mula
negra y otros que en Puerto Valdivia existía la roca de María Centeno, con la huella de las
herraduras del satánico corcel.
Cuenta la leyenda que en los primeros años del siglo XVII, María Centeno le ordenó a un
esclavo que ocultara sus tesoros en lugares difíciles de encontrar, pero cuando pasaron
cerca de uno de los afluentes del río Herradura, las mulas cargadas de oro se enfermaron
y se vieron obligados a quedarse en ese sitio. Al no encontrar seguridad para su tesoro,
María Centeno le dijo a su esclavo "Abrí un hoyo aquí" y desde entonces el pueblo
antioqueño de Abriaquí quedó ligado a las tradiciones legendarias de esta aguerrida
minera.
Se dice que María Centeno fue la más famosa buscadora de oro, una mujer con muchos
ímpetus, luchadora y perseverante, que se enfrentó con tenacidad a la naturaleza y con
fortaleza a los hombres."
La Leyenda de María del Pardo en Maceo
No se ha podido establecer en que momento los maceítas adoptaron esta leyenda y
3. vincularon el cerro Patiburrú a ella. Lo cierto es que la leyenda aún pervive entre los
maceítas después de ser transmitida oralmente de generación en generación. Veamos la
versión que nos dio el Señor Roberto Castaño (Q.E.P.D).
"María del Pardo era una señora que venía de Yolombó, por el camino rial, y cuando iba
atravezando el cerro uno de los burros que llevaba una carga de oro se cayó y como iban
amarrados unos con otros se los llevó a todos, y éste se quebró una pata, rodó y fue a dar
a una quebrada que queda por allí. Doña María del Pardo era de las mujeres que más
ricas existían en ese tiempo existían. Es por eso que desde ese día bautizaron ese cerro
con el nombre de Patiburrú.