El documento compara las perspectivas neoclásicas y keynesianas sobre la economía. Los neoclásicos ven los mercados como equilibrados por las fuerzas de oferta y demanda, mientras que los keynesianos argumentan que los precios son rígidos y que los desequilibrios de ingresos y gastos requieren intervención del gobierno. Keynes rechazó la "mano invisible" del mercado y propuso medidas como obras públicas para estimular el empleo durante las recesiones. Friedman criticó la intervención estatal propuesta por Keynes,