El documento resume la biografía y obra del dramaturgo español Leandro Fernández de Moratín del siglo XVIII. Destaca sus principales comedias como La comedia nueva, El sí de las niñas y La derrota de los pedantes, en las que criticó los defectos teatrales de su época y promovió la reforma del teatro español siguiendo las reglas neoclásicas.
El PROGRAMA DE TUTORÍAS PARA EL APRENDIZAJE Y LA FORMACIÓN INTEGRAL PTA/F
Moratín, autor del siglo XVIII
1. Leandro Fernández de
Moratín
Autor relevante en el siglo XVII
Lluís Lupión Requena
2. CONTENIDO
– 1 Biografía
– 2 Obra dramática
– 3 Teoría de la comedia
– 4 Obra escrita:
4.1- El viejo y la niña
4.2- La comedia nueva
4.3- El barón
4.4- La mojigata
4.5- El sí de las niñas
4.6- La derrota de los pedantes
3. 1. BIOGRAFÍA
Leandro Fernández de Moratín nació en Madrid en 1760, hijo de
noble familia. Su padre era el poeta, dramaturgo y abogado
Nicolás Fernández de Moratín y su madre Isidora Cabo Conde.
Moratín no pudo cursar en universidad ya que su padre no lo
aceptaba y comenzó a trabajar en una joyería.
A los diecinueve años, en 1779, ya había conseguido el accésit de
poesía al concurso público convocado por la Academia. En 1782
ganaría el segundo premio con su lección poética . En 1787, y
gracias a la amistad de Jovellanos, emprende un viaje a París en
calidad de secretario del conde de Cabarrús, entonces
encargado de una misión a París. La experiencia fue muy
provechosa para el joven escritor. Vuelto a Madrid, obtiene su
primer gran éxito con la publicación de la sátira La derrota de
los pedantes . El conde de Floridablanca le hace entonces la
merced de un beneficio de trescientos ducados, y Moratín se
ordena de primera tonsura, requisito indispensable para poder
disfrutar del beneficio. A poco de llegar Godoy al poder logró
la protección del favorito, que le ayudó a estrenar sus comedias
y aumentó sus ingresos con otras sinecuras eclesiásticas.
4. Durante cinco años viajó por Europa, regresando a Madrid en 1797
para ocupar el cargo de secretario de Interpretación de
Lenguas, que le permitió vivir sin apuros económicos.
En 1808, a la caída de Godoy, tomó partido por los franceses y
llegó a ser nombrado bibliotecario mayor de la Real Biblioteca
por el rey José Bonaparte. A partir de entonces fue tachado de
"afrancesado", por lo que hubo de refugiarse en Valencia,
Peñíscola y Barcelona al producirse el cambio político.
Leandro Fernández de Moratín fue un hombre de teatro en el
sentido amplio de la palabra. A su condición de autor teatral
hay que añadirle otros aspectos menos conocidos, pero que
fueron tan importantes para él como éste y le ocuparon a veces
más tiempo, esfuerzo y dedicación que sus propias obras. Fue
Moratín uno de los fundadores de la historiografía teatral
española. Sus Orígenes del teatro español , obra que dejó inédita
y que fue publicada en 1830-1831 por la Real Academia de la
Historia, es uno de los primeros estudios serios y
documentados del teatro español anterior a Lope de Vega. Es
también de gran interés el «Prólogo» a la edición parisina de sus
obras en 1825, en donde resume, desde una perspectiva
clasicista la historia del teatro español del siglo XVIII. Moratín
fue también un activo impulsor de la reforma teatral de su
tiempo. Relacionado con los círculos del poder que estaban
interesados en esta reforma y heredero de las ideas de su
padre, no dejó de promover una renovación de toda la
estructura teatral vigente en la España de su época. La comedia
nueva es uno de los hitos de esta campaña de reforma
emprendida por los intelectuales que se movían alrededor del
gobierno desde mediados del siglo cuando proponían reformas
5. 2. OBRA DRAMÁTICA
Es el más importante autor dramático de la escuela
neoclásica española. Sus máximas son: el teatro como
deleite e instrucción moral (escuela de buenas
costumbres) y una acción que imite de modo verosímil la
realidad. De ahí nace el apego a las reglas dramáticas en
todas sus facetas, especialmente la regla de las tres
unidades: la de unidad de acción, de lugar y tiempo.
La separación de géneros la realizó con tal precisión, que
no llegó a escribir tragedias, pese a ser un género muy en
moda en el Neoclasicismo europeo. Su carácter le llevó a
la comedia, género que define diciendo: «pinta a los
hombres como son, imita las costumbres nacionales
existentes, los errores comunes, los incidentes de la vida
doméstica; y de estos acaecimientos, de esos privados
intereses, forma una fábula verosímil, instructiva y
agradable»
Aquí pues, daremos un vistazo a sus obras teatrales más
6. 3. Teoría de la
comedia
La exposición más extensa y detallada de sus
ideas sobre la comedia se encuentra en el
'Prólogo' que compuso para acompañar la
edición definitiva de sus obras publicada en
París en 1825. Hablando de sí mismo en tercera
persona, el dramaturgo proporciona, entre otras
muchas doctrinas sobre el teatro, su definición
del género cómico: «imitación en diálogo
(escrito en prosa o en verso) de un suceso
ocurrido en un lugar y en pocas horas entre
personas particulares, por medio del cual […]
resultan puestos en ridículo los vicios y errores
comunes en la sociedad, y recomendadas por
consiguiente la verdad y la virtud».
7. 4. OBRA ESCRITA
El viejo y la niña
La comedia nueva
El barón
La mojigata
El sí de las niñas
La derrota de los pedantes
8. El viejo y la niña
La primera comedia escrita por don Leandro fue
estrenada el 22 de mayo de 1790, pero su
génesis y redacción se remontan a varios años
antes, quizás a 1783. El propósito del autor
(condenar una unión que no debía haberse
efectuado, no sólo por la desigualdad en la
edad de los cónyuges, sino sobre todo por el
interés y el engaño con que fue concertada)
queda bien manifiesto desde el primer momento.
9. La comedia nueva
La compañía de Eusebio Ribera estrenó el 7 de febrero de
1792 en el Teatro del Príncipe La comedia nueva ,
acompañada de un fin de fiesta de Ramón de la Cruz, El
muñuelo . La comedia se mantuvo en cartel siete días con
una entrada muy aceptable, y se repuso a menudo durante
los años siguientes. La comedia estaba terminada en
diciembre de 1791.
Se trata de una obra maestra de la sátira teatral. El asunto
es el estreno de una «comedia nueva», El gran cerco de
Viena , escrita por el ingenuo e inexperto en la escritura
dramática don Eleuterio Crispín de Andorra. El apelativo
de «comedia nueva» se daba, como es lógico, a una obra
que se publicaba o representaba por primera vez, en
oposición a las «antiguas», esto es, las del Siglo de Oro; y
las de repertorio, estrenadas en fecha anterior. En el café
donde se desarrolla la acción se produce una animada
discusión entre partidarios y detractores de la comedia,
que representa el tipo de teatro que triunfaba entonces en
los escenarios madrileños. Así consigue Moratín,
mediante un artificio meta teatral, dar idea de los
absurdos y despropósitos del teatro de su tiempo.
10. Ya en sus comentarios a La comedia nueva se ocupó el mismo
Moratín de documentar minuciosamente todas y cada una de las
particularidades de la comedia heroica de don Eleuterio, desde
el mismo título, remedo de tantas comedias que narraban cercos
y tomas de ciudades, hasta las escenas de falsos diálogos en
forma de soliloquios simultáneos, pasando por las
descripciones de hambres pavorosas, de las que cita
significativos ejemplos de La destrucción de Sagunto (1787), de
Gaspa Zavala y Zamora, y El sitio de Calés (1790) de Luciano
Francisco Comella.
El primer elemento que llama la atención es que la obra está
escrita en prosa. Era esta una forma de escribir teatro poco
común en la década de 1790. Dramas como El delincuente
borrado de Jovellanos son prácticamente los únicos en prosa
escritos hasta entonces.
Los cafés eran una de las novedades de la España del siglo XVIII,
como lo habían sido en el resto de Europa. Esta moda encontró
su reflejo en el teatro: Carlo Goldoni había escrito una comedia
titulada La bottega del caffè , conocida sin duda por Moratín,
pues en La comedia nueva se utiliza alguna situación de la obra
goldoniana, como es el reloj parado del pedante.
La comedia es de una factura técnica perfecta, un ejemplo de ajuste
a las normas neoclásicas. Las unidades se siguen de forma
rigurosa. La sala del café es el único espacio donde sucede
toda la acción. La unidad de tiempo es tan perfecta que es una
de las pocas obras en donde se cumple el ideal de que la
representación dure exactamente lo mismo que la acción
11. El barón
En 1787 Moratín había recibido un encargo que no podía
menos que cumplir. La condesa de Benavente, doña
Faustina, le encargó escribir una zarzuela. Haciendo de
tripas corazón, escribió El barón , zarzuela en dos actos
que envió a la condesa. Con gran alegría de Moratín, no
se llegó a representar nunca, pero corrió manuscrita y
durante el viaje a Italia se hizo una adaptación sin
permiso del autor que, con música de José Lidón, llegó a
los escenarios. Moratín recuperó la obra y decidió
convertirla en comedia. Así lo hizo. La obra se estrenó,
allá por el año 1803, en el Teatro de la Cruz.
12. La mojigata
También de esta comedia empezaron a circular copias
manuscritas a partir de 1791. Fue enmendada y ensayada
por los actores de la compañía de Ribera, y finalmente
representada en el Teatro de la Cruz el 19 de mayo de
1804. Con La mojigata Moratín seguía con su análisis
personal del problema de la educación femenina en sus
repercusiones sociales.
13. El sí de las niñas
El sí de las niñas es una comedia que trata sobre Doña Paquita,
una joven de 16 años obligada por su madre doña Irene a
casarse con Don Diego, un sensible y rico caballero de 59 años.
Sin embargo este ignora que Doña Paquita está enamorada de
un tal 'Don Félix', quien en realidad se llama Don Carlos, y es
sobrino de Don Diego. Con este triángulo amoroso como
argumento se desarrolla la obra, cuyo tema principal es la
opresión de las muchachas forzadas a obedecer a su madre y
entrar en un matrimonio desigual y en este caso con una gran
diferencia de edad entre los contrayentes.
La clave de la obra se encuentra en la contradicción que
caracteriza a Don Diego en el tema de la educación de los
jóvenes y la elección de estado: su práctica, su actuación, no
concuerda con la teoría. Pide libertad para la elección de
estado (una libertad negada entonces a los jóvenes), critica la
falsa concepción de la autoridad por parte de los padres:
comprende que ese falso autoritarismo es la raíz de muchos
males; quiere que Paquita elija con libertad.
Pero en la práctica, don Diego, que es el protector de su sobrino
Carlos, comete con él los mismos errores que critica en teoría.
Esta contradicción entre la teoría y la práctica es el hilo que
conduce la trama teatral.
14.
15. La derrota de los
pedantes
• La obra en prosa más conocida de Moratín es La derrota
de los pedantes , artificio alegórico, compuesto a la
manera del Viaje del Parna so cervantino, la República
literaria de Saavedra Fajardo, o las Exequias de la lengua
castellana de Forner: las Musas, ayudadas por los buenos
poetas, arrojan del Parnaso a librazo limpio a los malos
escritores. Muchas de sus burlas van contra los tópicos y
variedades de los poetas de todo tiempo, pero otras
muchas se dirigen contra autores concretos que se citan
o que, por los datos aducidos, pueden reconocerse
fácilmente. La cultura y el gusto artístico de Moratín
hacen de la generalidad de sus juicios certeras
definiciones, pero claro está que no puede faltar alguna
estrecha interpretación propia del gusto de la época y de
las ideas literarias del autor; así, por ejemplo, entre los
libros que se disparan como «malos» se incluyen las
comedias de Cervantes, el «Arte» de Gracián y no pocos
poetas barrocos, como Jacinto Polo de Medina, Bocángel,
Villamediana y otros varios.