Este documento describe el formato de discusión conocido como "la pecera", el cual organiza a los participantes en un pequeño grupo central (la pecera) que puede hablar, rodeado por observadores. Solo los participantes de la pecera pueden hablar, y solo cuando hay una silla vacía, la cual puede ser ocupada por un observador en cualquier momento para unirse a la discusión. Este formato promueve una discusión enfocada y participativa al asegurar que solo una pequeña cantidad de personas hablen a la vez y que cualquiera puede unirse.
1. La pecera
La pecera es un formato para facilitar la discusión grupal que estimula el interés
y fomenta la participación, enfocándose en pequeños grupos de personas a la vez, y permitiendo
que la composición de dicho grupo sea fluida. Esta técnica es muy interesante para organizar
debates y discusiones entre muchas personas, brindando órden y sentido a la charla.
Veamos en detalle como armar una discusión dentro de una pecera.
¿Cómo se usa la pecera?
Se ubican cinco o seis sillas en un círculo en el centro de la sala, apuntando hacia el centro (es
decir, armando una ronda). Este grupo de sillas es la pecera. Se ubican más sillas en los
alrededores por fuera del círculo interno, también apuntando al centro.
Cuatro o cinco participantes ocupan las sillas de la pecera (es decir, exactamente un partipante
menos que la cantidad de sillas; una silla queda libre). Estos participantes son los peces. El resto de
los participantes se sientan en las sillas adicionales por fuera de la pecera. Ellos son los
observadores. Un facilitador se encuentra parado cerca de la pecera. Su trabajo es mantener a la
discusión en movimiento, asegurar que se sigan las reglas de la pecera, y tomar notas sobre
cualquier punto interesante que surja durante la discusión.
Solo los peces pueden hablar. Más aún, sólo pueden hablar si hay exactamente una silla libre en la
pecera. En cualquier momento, un observador puede avanzar y sentarse en la silla libre. Cuando
esto ocurre la discusión se detiene hasta que alguno de los peces se retire voluntariamente y pase
al área de los observadores. Cualquier observador puede unirse a la discusión en cualquier
momento ocupando la silla libre. Un participante puede pasar de ser observador a pez cuantas
veces quiera durante la discusión.
También se permite que un pez se retire al área de observadores en cualquier momento, aunque
nadie se haya sentado en la silla libre. En este caso, la discusión se detiene hasta que un
observador se una voluntariamente.
2. ¿Y por qué funciona?
En las presentaciones del tipo "orador versus audiencia", el orador habla mientras la audiencia
lucha por no dormirse. Esto tiende a ser un mecanismo bastante ineficiente para intercambiar
información. En grupos de discusiones grandes, cualquier puede hablar en cualquier momento. En
este caso, la tendencia es que nadie hable en ningún momento.
El formato de la pecera evita estos problemas de manera que grupos grandes pueda experimentar
una discusión viva, intensa y enfocada. Dado que sólo un pequeño número de personas tienen el
privilego de hablar en un instante determinado, y sabiendo que pueden ser reemplazadas en
cualquier momento cuando un observador se una al círculo, los participantes tienden a decir lo que
piensan de manera directa, y comparten sus reacciones a los comentarios sin dudar ni con miedo a
romper algun protocolo. A la vez, todos en la sala tienen oportunidades de expresarse, ya que
pueden entrar a la pecera en cualquier momento.
A menudo, el resultado es una discusión rápida, intesa y apasionada en la cual los asistentes
participan mucho más que en reuniones convencionales. Una vez que se logre una discusión
acalorada, no es inusual que las personas se muevan dentro y fuera de la pecera con bastante
velocidad y por espacios de tiempo cortos. Todo esto resulta en un valioso intercambio de
información, y a la vez es una experiencia personal memorable.
Variantes
Una variante muy popular de este formato es que las sillas de la pecera estén todas ocupadas. Los
observadores que quieran ingresar al círculo deben tocar a algún pez en el hombro, momento en el
cual el participante debe abandonar la pecera. Este cambio le resta algo de libertad al formato, ya
que el abandono de la pecera deja de ser voluntario.
También pueden armarse peceras con muchos participantes (10 o 12), y todos participan de la
discusión. Este formato tiende a parecerse más a una discusión grupal abierta.
Por otro lado, el facilitador puede intentar dirigir la discusión presentando una agenda de temas
para que el equipo se enfoque. Sin embargo, esto le resta el aspecto auto-gestionado del formato
original, y desalienta a que las personas se expresen libremente con lo que piensan en el momento.
Usos
3. El formato de la pecera puede resultar útil como base para toda una sesión, cuando el propósito es
encontrar nuevas perspectivas sobre un tema. También resulta útil como actividad final de un taller
de aprendizaje, de manera que los participantes puedan explorar sus impresiones sobre la
experiencia e identifiquen cosas valiosas que hayan aprendido.