1. José Martí
(1853-1895)
José Martí nace el 28 de enero de 1853 en La Habana,
Cuba, hijo de padres españoles. Todavía niño, vivió en
España entre 1857-1859. En 1866 inició sus estudios de
secundaria en la Escuela Superior Municipal de Varones,
cuyo director, el poeta cubano Rafael Mendive, tuvo gran
influencia en la formación y en el pensamiento separatista
de Martí. En 1869 publica sus primeros escritos y
participa en los movimientos independentistas de Cuba,
por lo que es encarcelado y condenado a seis años de
prisión. En 1871 se le conmuta la prisión por el destierro
en España. Allí se matricula en la Universidad Central de
Madrid primero y luego, por razones de salud, se traslada
a Zaragoza. En 1873 publica su ensayo La República
Española ante la Revolución Cubana. En 1874, tras
finalizar sus estudios en Derecho y Filosofía y Letras,
sale de España en un viaje de regreso a Cuba que le lleva
primero a México (1875-1876), una breve estancia en Cuba en diciembre de 1876 y de
nuevo a México. Luego se instala en Guatemala hasta mediados de 1878, fecha en la que
regresa a Cuba para incorporarse otra vez a los grupos independentistas. En 1879 es de
nuevo deportado a España, pero esta vez no se queda allí y en 1880 está ya en Nueva York,
incorporado en el Comité Revolucionario. En 1881 viaja a Venezuela y funda la Revista
Venezolana y comienza, desde Nueva York, a colaborar en La Opinión Nacional de
Caracas y a partir de 1882 también en La Nación de Buenos Aires. Su prestigio de escritor
y de pensador profundo se extiende pronto por todo el continente americano y sus
contribuciones aparecen también en el Partido Liberal de México, La Opinión Pública de
Montevideo, entre otros periódicos. En 1892 funda el Partido Revolucionario Cubano e
intensifica su acción pública a través de sus discursos y sus viajes. En 1895 regresa a Cuba,
esta vez para participar activamente en la fase bélica, y muere en el campo de batalla el 19
de mayo de 1895.
En este breve resumen biográfico se destaca ya una de las dimensiones de su persona y de
su obra: su carácter americanista y que articula tan bien en su ensayo “Nuestra América”.
En las letras se conoce a Martí como poeta y ensayista principalmente. Como poeta se da a
conocer ante todo con Ismaelillo (1882), su primer libro de poesías. A través de este libro y
de sus Versos libres, Martí influyó directamente en el incipiente movimiento modernista.
La repercusión de su pensamiento ha sido más lenta; era muy avanzado para su época, pero
es uno de los pilares del pensamiento iberoamericanista de mediados del siglo XX. Su
prosa es poética, aforística, con riqueza metafórica. Peter Earle y Robert Mead describen
así su estilo: “Su prosa es rítmica, pero de un ritmo constantemente variado; su vocabulario
no admite voces pedantescas, y sólo acude a las palabras técnicas cuando son
indispensables; en cambio se encuentran en su léxico algunos latinismos y galicismos y
hasta voces indígenas; su sintaxis ostenta giros y construcciones inesperadas, chispeantes, y
combina las palabras a veces de modo poco común” (55-56).*
2. El pensamiento de José Martí se caracteriza por un fuerte humanismo, que le lleva a
combatir todo tipo de opresión o de racismo (“Esa de racista está siendo una palabra
confusa y hay que ponerla en claro. El hombre no tiene ningún derecho especial porque
pertenezca a una raza o a otra: dígase hombre, y ya se dicen todos los derechos,” “Mi
raza”).
En la antología de este curso incluimos dos ensayos de José Martí: “Mi raza” y “Nuestra
América”. El contexto de ambos ensayos es Cuba y América. El primero es breve y busca
superar el racismo que dominaba en su época. El segundo ensayo es más extenso y su
lectura más difícil. “Nuestra América” usa un lenguaje metafórico. Las metáforas se
construyen sobre referencias cotidianas, aunque en ocasiones tienen como contexto la
historia de los países iberoamericanos.