1. I:E Sagrado Corazón de Jesús – Piura
Área: Comunicación
Docente: Martha Estela Silupú Pedrera
Teoría del texto
La metalectura:
Técnicas de control y autorregulación
Fuente: Metacognición y educación. Mateos, M. Aique. Buenos Aires. 2001
http://www.plec.es/documentos.php?id_documento=152&id_seccion=9&nivel=Bachillerato
2. COMPRENSIÓN LECTORA Y AUTORREGULACIÓN
Texto adaptado
No siempre se leen los mismos textos con el mismo propósito, cada uno requiere unas estrategias
diferentes. Un lector competente debe conocer sus habilidades y se capaz de leer y comprender de
manera autorregulada
Autorregulación de la comprensión lectora
La lectura puede estar dirigida hacia la consecución de propósitos muy diferentes, lo que condiciona la
manera de enfrentarse con los textos y, por tanto, el nivel de comprensión que puede lograrse.
Leer una novela para entretenernos, el manual de instrucciones para saber manejar un aparato, un
libro de texto para un examen, una enciclopedia para buscar información específica, textos para
preparar una clase, para realizar un trabajo escrito o para debatir sobre un tema… son algunos
ejemplos de situaciones en las que leemos con diferentes propósitos. Cada una de estas situaciones
implica un nivel de comprensión distinto y, en consecuencia, demanda unas estrategias de lectura
diferentes. Así, por ejemplo, para responder a una prueba que evalúa el conocimiento adquirido a
partir de una determinada unidad de un libro de texto, suele bastar con que seamos capaces de
recordar o de resumir el contenido de dicha unidad. Sin embargo, cuando se lee con el fin de realizar
un trabajo escrito sobre un tema se requiere poner en marcha estrategias de selección y de síntesis de
la información procedente de múltiples fuentes, estrategias de integración de las diferentes
perspectivas que sobre el tema ofrecen las distintas fuentes, y de éstas, con la propia perspectiva del
lector, lo que implica un nivel de comprensión más profundo.
3. Con el fin de ajustarnos al objetivo con el que leemos en cada situación, tenemos que regular
la propia comprensión.
En definitiva, la competencia lectora –es decir, la competencia para usar la lectura con
propósitos y en contextos diversos– implica la capacidad para leer y comprender de manera
autorregulada.
Hacer una lectura autorregulada supone poner en marcha los siguientes procesos (Mateos,
2001):
• Establecer los objetivos de la lectura.
• Planificar las estrategias de lectura más apropiadas para alcanzarlos.
• Supervisar la comprensión, detectando las dificultades que se presenten en el progreso
hacia el objetivo fijado y tomando medidas para resolverlas.
• Evaluar la comprensión alcanzada determinando el nivel de logro de los objetivos
establecidos.
4. Las principales diferencias entre los estudiantes que alcanzan distintos niveles de comprensión de la
lectura se encuentra en la habilidad para regular la propia comprensión.
Para ilustrar esta diferencia imaginemos una situación que puede ser común en los estudiantes:
Un profesor ha pedido a sus estudiantes que realicen un trabajo sobre una cuestión polémica
(por ejemplo, el cambio climático), que sirva de base para generar después un debate con los
compañeros.
Veamos a continuación cómo dos estudiantes abordan la tarea encomendada.
El primer estudiante piensa que para poder suscitar un debate debe contrastar diferentes posiciones
ante el problema. Para ello decide buscar y seleccionar los argumentos que utilizan los partidarios de
las distintas posturas consultando varias fuentes. Establece, por tanto, un objetivo claro para su
lectura y elabora un plan ajustado al mismo. Después de realizar la consulta, se da cuenta de que, si
bien personalmente se identifica más con la posición mantenida por uno de los autores, no está bien
argumentada, por lo que decide recurrir a nuevas fuentes. Durante la realización de la tarea, en
consecuencia, el primer estudiante va supervisando el progreso de su comprensión hacia la meta
fijada, detecta un problema para lograr su objetivo y toma una medida con el fin de resolverlo.
Finalmente, evalúa el resultado de las lecturas que ha hecho y decide que una buena manera de poner
por escrito las conclusiones que ha podido extraer para presentárselas después a los compañeros
puede ser a través de la elaboración de un cuadro comparativo, acompañado de un conjunto de
preguntas basadas en los diferentes argumentos para animar la discusión.
5. El segundo estudiante, al igual que hace siempre que algún profesor le pide un trabajo escrito
sobre un tema, consulta el término en internet y copia el primer texto que encuentra, aunque
tratando de reducirlo un poco si es demasiado largo. Este estudiante, a diferencia del anterior,
parece adoptar de un modo más o menos automático el procedimiento de lectura con el que
habitualmente consigue «salir del paso», sin pararse a pensar en la demanda concreta que les ha
hecho el profesor y sin plantearse siquiera la posibilidad de realizar la tarea de manera diferente.
En este caso, no puede decirse que haya establecido una meta para la tarea ni que la haya
planificado de manera intencional; en ningún momento comprueba su progresión hacia la meta y,
por consiguiente, no experimenta dificultades ni ajusta su forma de actuar; tampoco evalúa el
resultado obtenido.
Es evidente que la estrategia que ha seguido el primer estudiante, en comparación con la
empleada por el segundo, puede llevarle a una comprensión más profunda del tema. Se
puede concluir que el primer estudiante se ha enfrentado a la tarea propuesta de un modo
autorregulado. El segundo estudiante, en cambio, no ha ejercido el mismo control sobre su
actuación y, aunque pudiera aumentar su conocimiento sobre el tema a partir de la
consulta hecha en internet, difícilmente podrá utilizarlo para responder en forma adecuada
a las demandas planteadas por el profesor.
6. Metacognición: conocimiento y control de la propia actividad cognitiva
Metaconocimiento o conocimiento Metacognitivo. Es el conocimiento que uno tiene sobre su
propia actividad cognitiva, este metaconocimiento comprende:
• El conocimiento que tenemos sobre nuestras propias capacidades, habilidades y experiencia como
lectores
• El conocimiento de diferentes tareas de lectura, de sus demandas y de todas aquellas
características de las mismas que afectan a la comprensión
• El conocimiento de las diferentes estrategias de lectura
• El conocimiento que poseamos y la valoración que hagamos de las características personales, de la
tarea y de las estrategias para abordarla en una situación de lectura concreta nos ayudarán, en
mayor o menor medida, a regular nuestra propia actividad, esto es, a planificar, supervisar y evaluar
la propia comprensión.
El lector competente no sólo usa sus conocimientos metacognitivos para autorregular eficazmente
su comprensión durante la lectura sino que, al mismo tiempo, la regulación que ejerce sobre su
comprensión al leer puede conducirle a adquirir nuevos conocimientos metacognitivos.
En la medida en que uno tome conciencia de su propia ejecución durante la lectura podrá aprender
nuevas cosas sobre su propia capacidad y recursos en relación con la misma, sobre la tarea
realizada y sobre las estrategias empleadas para realizarla
7. Enseñar a autorregular la comprensión lectora
Es necesario que el estudiante se enfrente a las tareas de lectura de forma
reflexiva y autorregulada. De manera más específica, se trata de conseguir que los
alumnos se enfrenten a la lectura…
• …con unos objetivos claros,
• …que planifiquen las acciones que tienen que llevar a cabo para alcanzarlos,
• …que autogestionen las dificultades que puedan presentarse a los largo del
proceso y
• …que se autoevalúen..
Es evidente que el profesor no debe declinar su responsabilidad en el proceso de
evaluación y regulación de la comprensión y del aprendizaje que realizan sus
alumnos a partir de los textos que leen
8. El siguiente diagrama (Mateos, 2001) representa el proceso de transferencia gradual del control
de la actividad durantela lectura.
http://www.plec.es/documentos.php?id_documento=152&id_seccion=9&nivel=Bachillerato
Aplica las Técnicas de control y autorregulación con el texto de García Gual, El viaje sobre el tiempo o la
lectura de los clásicos C. (1998,27 de octubre) Comunicación 5 - Santillana, pp. 12-13