La Revolución Industrial se presentó con mayor fuerza en varios países europeos y Estados Unidos en el siglo XVIII y XIX, trayendo cambios significativos como la introducción de nuevos sistemas de producción a gran escala, la disminución de los costos, el desarrollo de importantes inventos tecnológicos, el surgimiento de una nueva clase obrera y la desaparición de los pequeños artesanos ante el aumento de la competencia industrial.