2. ¿DE QUÉ SE TRATA LA
CONTAMINACIÓN
AUDITIVA?
En general, podemos decir que se refiere a la emisión de ruidos que
atentan contra la salud y la seguridad de los seres vivos o el disfrute
de la naturaleza, a tal punto que las sociedades modernas conviven
con el ruido y, lamentablemente, se han acostumbrado a él.
La contaminación acústica crece junto al desarrollo urbano afectando
cada vez más la calidad de vida de sus habitantes, los cuales por
desconocer sus efectos irreversibles no la tienen en cuenta. Las
molestias que los ruidos ocasionan pueden ser de muy distinta índole,
dependiendo de la intensidad y duración de los mismos. Cuando nos
afectan en exceso pueden producir además de problemas en la
audición, efectos nocivos sobre nuestra salud como alteraciones del
sueño y del ritmo respiratorio, taquicardia, náuseas, cefaleas,
irritabilidad, disminución de la potencia sexual y del rendimiento
laboral, cansancio, fatiga, aislamiento psicológico, tensión, trastornos
en el organismo, alteraciones cardiovasculares, entre otros.
3. ¿CUÁLES SON LAS
CAUSAS DE LA
CONTAMINACIÓN
AUDITIVA?
Podemos afirmar que la causa principal de esta
contaminación es la actividad humana: el tráfico
vehicular, bocinas, gritos, radios de automóviles,
aeropuertos, ferrocarriles, construcción de edificios y
obras públicas, industrias, etc. Si prestamos atención,
la contaminación sonora está presente en la mayoría
de las actividades de la vida cotidiana: si a ello le
sumamos los altos niveles de ruidos que emiten las
fábricas y otros medios laborales, estamos frente a un
importante problema de salud en el que todos somos
responsables.
Los boliches, los pubs, los cines, la calle y muchas
veces hasta la escuela, se han convertido en focos
contaminantes de la vida moderna.
4. ¿QUÉ SE PUEDE HACER
CONTRA LA
CONTAMINACIÓN
AUDITIVA?
No abusar del uso de auriculares y otros artefactos que
pueden dañar directamente los oídos.
Disminuir los sonidos que podemos controlar, como
televisores, equipos de música, radios, etc., evitando usar
aparatos muy ruidosos como aspiradoras, cortadoras de
césped, sirenas de autos, herramientas eléctricas, etc.
Usar materiales especiales que absorban los ruidos (corcho,
hule, espuma)
Alejarse de fuentes potenciales de ruido.
Mejorar los sistemas de combustión (motores) o
industriales (máquina) para que funcionen y generen menos
ruidos.
Usar protección auditiva (tapones, orejeras).