1. Material de Actualización Profesional
Manual para la reducción
del riesgo cardiovascular
ATPIIIATPIII
GUÍASGUÍAS
Basado en las guías del
National Cholesterol Education Program
Adult Treatment Panel III
(NCEP-ATP III)
3. Manual para la Reducción
del Riesgo Cardiovascular
Basado en las guías del National Cholesterol Education Program
Adult Treatment Panel III (NCEP-ATP III)
Primer paso: determinar
el riesgo del paciente
Antes de iniciar cualquier terapia se debe evaluar el riesgo que
tiene el paciente de sufrir un evento coronario. No todas las
personas requerirán igual tratamiento y, como regla general, cuanto
mayor sea el riesgo más intenso será el mismo.
La determinación del riesgo se basa en dos aspectos fundamentales:
• Medición de los niveles de colesterol LDL (actualmente se con-
sidera que los niveles elevados de colesterol LDL constituye
una de las principales causas de enfermedad coronaria).
• Identificación de otros factores de riesgo.
La relación entre el colesterol LDL y el riesgo de enfermedad cardio-
vascular es continua a lo largo de un amplio rango de sus valores y
su clasificación se establece en la Tabla 1.
Tabla 1. Clasificación de los niveles de LDL según ATP III
Colesterol LDL (mg/dl) Nivel
<100 Óptimo
100-129 Casi óptimo
130-159 En el límite superior
160-189 Elevado
≥190 Muy elevado
La enfermedad cardiovascular es una de las principales causas de
muerte en el mundo y en América Latina.
Actualmente se cuenta con herramientas útiles para prevenir esta
patología, tales como la implementación de cambios en el estilo
de vida y la utilización de fármacos para reducir el riesgo. Además,
existen guías internacionales que facilitan la tarea de prevención y
contribuyen a que ésta sea realizada en forma correcta, obtenien-
do los máximos beneficios para el paciente. Tal es el caso de las
guías del NCEP-ATP III (National Cholesterol Education Program
Adult Treatment Panel III) que, de un modo claro y preciso, brindan
una serie de pautas tendientes a reducir el riesgo de padecer enfer-
medad coronaria.
Con la idea de que prevenir es una tarea de todos los médicos, a
continuación se presentan los principales lineamientos de las guías
ATP III para la prevención de la enfermedad coronaria.
4 5
4. ¿Cada cuánto tiempo se deben evaluar
los niveles de colesterol?
En todos los adultos mayores de 20 años se debería ob-
tener cada cinco años una determinación del perfil de
lipoproteínas en ayunas (colesterol LDL, colesterol HDL y
triglicéridos). Si no se cuenta con la posibilidad de conseguir
muestras en ayunas, podrán ser utilizados los valores de
colesterol total y colesterol HDL. En este caso, si los niveles
de colesterol total son ≥200 mg/dl o los niveles de colesterol
HDL son <40 mg/dl, será necesario repetir la evaluación
del perfil lipídico de manera más apropiada, que incluya
la determinación de los niveles de LDL.
Además de evaluar los niveles de colesterol, se debe corroborar la
existencia de otros factores que elevan el riesgo cardiovascular, tales
como enfermedad coronaria previa u otras formas de enfermedad
aterosclerótica, y otros factores de riesgo mayores (Tabla 2).
Tabla 2. Factores de riesgo mayores que
modifican el objetivo de LDL
Tabaquismo
Hipertensión arterial (pacientes con presión arterial
≥140/90 mmHg o que reciben medicación antihipertensiva)
Colesterol HDL bajo (<40 mg/dl)*
Historia familiar de enfermedad coronaria prematura
(antecedente de enfermedad coronaria ocurrida antes de
los 55 años en parientes de primer grado hombres o antes
de los 65 años en parientes de primer grado mujeres)
Edad (≥45 años en los hombres; ≥55 años en las mujeres)
Una vez obtenidos estos datos, se está en condiciones de calcular el
riesgo del paciente y de establecer el principal objetivo terapéutico,
que es determinar a qué niveles deberá llevarse el colesterol LDL, lo
que se denomina “objetivo de LDL”. A partir de este punto se podrá
definir cuál tipo de tratamiento es el más adecuado.
Según las guías ATP III los pacientes pueden ser clasificados dentro
de tres categorías de acuerdo con las probabilidades de sufrir un
evento coronario (Tabla 3).
Enfermedad coronaria o equivalentes de
riesgo de enfermedad coronaria
Como puede observarse en la Tabla 3, los pacientes que presentan
enfermedad coronaria o algún equivalente de riesgo de enferme-
dad coronaria son quienes tienen mayores probabilidades de sufrir
un evento coronario. Es importante aclarar que quienes presentan
equivalentes de riesgo de enfermedad coronaria tienen un riesgo de
sufrir un evento coronario mayor o igual al establecido para pacientes
con enfermedad coronaria actual (>20% a los 10 años; es decir, más de
20 de cada 100 de estos individuos desarrollará enfermedad coronaria
o tendrá un evento recurrente dentro de los 10 años). El objetivo de
LDL de este grupo es el más bajo (<100 mg/dl) de las tres categorías.
*Los niveles de colesterol HDL >60 mg/dl cuentan como factor de riesgo
“negativo”. Su presencia remueve otro factor de riesgo del recuento total.
Categoría de riesgo Objetivo de LDL (mg/dl)
Enfermedad coronaria o equivalentes
de riesgo de enfermedad coronaria
<100
(Objetivo opcional: <70)
Múltiples (2 o más) factores
de riesgo mayores*
<130
Uno o ningún factor de riesgo <160
Tabla 3. Categorías de riesgo que modifican
el objetivo de LDL
* Los factores de riesgo que modifican el objetivo de LDL se listan en la Tabla 2.
6 7
5. ¿Cuál condición se considera un equivalente
de riesgo de enfermedad coronaria?
• Otras formas clínicas de enfermedad aterosclerótica
(enfermedad arterial periférica, aneurisma de aorta
abdominal y enfermedad asintomática de la arteria
carótida).
• Diabetes. La diabetes cuenta como equivalente de
riesgo ya que confiere una alta probabilidad de
presentar enfermedad coronaria nueva dentro de los
diez años siguientes, en parte debido a su frecuente
asociación con múltiples factores de riesgo. Además,
las personas con diabetes e infarto de miocardio tienen
una tasa de mortalidad muy alta, ya sea a corto o a
largo plazo, por lo que se busca implementar una
estrategia preventiva más intensa.
• Múltiples factores de riesgo que confieran un riesgo a
10 años de sufrir enfermedad coronaria >20%.
La presencia de cualquiera de estas condiciones eleva
el riesgo de presentar un evento coronario a niveles
similares a los de pacientes con enfermedad coronaria
actual (>20% a los 10 años).
Múltiples factores de riesgo (2 o más) y
riesgo a 10 años 10-20%
La segunda categoría consiste en personas con múltiples (2 o más)
factores de riesgo, en quienes la probabilidad de sufrir enfermedad
coronaria a los 10 años es ≤20%. Para asegurarse de que un paciente
corresponde a esta categoría, primero se deberá contar el número de
factores de riesgo presentes, recurriendo a los datos suministrados
por la Tabla 2.
En personas con múltiples (dos o más) factores de riesgo, el cálculo del
riesgo a 10 años se realiza mediante la escala de Framingham. Esta
escala permite clasificar a las personas con múltiples factores de riesgo
en tres niveles de probabilidad de desarrollar enfermedad cardiovas-
cular o muerte de origen cardiovascular: >20%, 10-20% y <10%. En las
personas con 2 o más factores de riesgo y un riesgo a 10 años <20%
el objetivo de colesterol LDL es <130 mg/dl.
¿Cómo calcular el riesgo a 10 años
mediante la escala de Framingham?
Las Tablas 4 y 5 muestran la información necesaria para calcular el
riesgo en hombres y mujeres, respectivamente. Los factores de riesgo
incluidos en la escala de Framingham son: edad, niveles de colesterol
total y colesterol HDL, presión arterial y tabaquismo. A cada uno de
estos factores le corresponde un puntaje determinado.
Después de asignar el valor que corresponde de acuerdo con las
características del paciente, el puntaje final permitirá estimar el
riesgo a 10 años de sufrir un evento cardiovascular. Por ejemplo,
si el paciente es un hombre de 58 años de edad, le corresponden
8 puntos por edad; si su colesterol total es de 210 mg/dl, hay que
sumar 3 puntos más; si es fumador, otros 3 puntos; si su HDL es de
45 mg/dl, le corresponde sumar 1 punto; si su presión sistólica es de
135 mmHg y no recibe fármacos antihipertensivos le corresponde
1 punto más. Sumando estos valores se obtiene un puntaje de 16,
que en la tabla de riesgo corresponde a un riesgo a 10 años de 25%.
Es importante tener en cuenta que los valores de colesterol total
y HDL deberán ser el promedio de al menos dos mediciones. El
valor de presión arterial utilizado será el obtenido al momento de la
consulta, independientemente de si la persona recibe o no fármacos
antihipertensivos. La designación de “fumador” hace referencia a que
ha consumido al menos un cigarrillo en el último mes.
8 9
6. Tabla 4. Hombres: riesgo estimado a 10 años (Escala de Framingham)
Edad Puntaje
20-34 -9
35-39 -4
40-44 0
45-49 3
50-54 6
55-59 8
60-64 10
65-69 11
70-74 12
75-79 13
Colesterol Total
20-39 años 40-49 años 50-59 años 60-69 años 70-79 años
Puntaje
<160 0 0 0 0 0
160-199 4 3 2 1 0
200-239 7 5 3 1 0
240-279 9 6 4 2 1
≥280 11 8 5 3 1
20-39 años 40-49 años 50-59 años 60-69 años 70-79 años
Puntaje
No Fumador 0 0 0 0 0
Fumador 8 5 3 1 1
HDL (mg/dl) Puntaje
≥60 -1
50-59 0
40-49 1
<40 2
Presión arterial sistólica (mmHg)
Si no está tratado Si está tratado
Puntaje
<120 0 0
120-129 0 1
130-139 1 2
140-159 1 2
≥160 2 3
Puntaje total Riesgo a 10 años (%)
<0 <1
0 1
1 1
2 1
3 1
4 1
5 2
6 2
7 3
8 4
9 5
10 6
11 8
12 10
13 12
14 16
15 20
16 25
≥17 ≥30
Tabla 5. Mujeres: riesgo estimado a 10 años (Escala de Framingham)
20-39 años 40-49 años 50-59 años 60-69 años 70-79 años
Puntaje
No Fumadora 0 0 0 0 0
Fumadora 9 7 4 2 1
Edad Puntaje
20-34 -7
35-39 -3
40-44 0
45-49 3
50-54 6
55-59 8
60-64 10
65-69 12
70-74 14
75-79 16
Colesterol Total
20-39 años 40-49 años 50-59 años 60-69 años 70-79 años
Puntaje
<160 0 0 0 0 0
160-199 4 3 2 1 1
200-239 8 6 4 2 1
240-279 11 8 5 3 2
≥280 13 10 7 4 2
HDL (mg/dl) Puntaje
≥60 -1
50-59 0
40-49 1
<40 2
Presión arterial
sistólica (mmHg)
Si no está tratada Si está tratada
Puntaje
<120 0 0
120-129 1 3
130-139 2 4
140-159 3 5
≥160 4 6
Puntaje total Riesgo a 10 años (%)
<9 <1
9 1
10 1
11 1
12 1
13 2
14 2
15 3
16 4
17 5
18 6
19 8
20 11
21 14
22 17
23 22
24 27
≥25 ≥30
10 11
7. Uno o ningún factor de riesgo
La tercera categoría consiste en personas con 0-1 factor de
riesgo. En estas circunstancias no es necesario calcular el
riesgo a 10 años mediante la escala de Framingham ya que, con
pocas excepciones, es <10%. Su objetivo de LDL es <160 mg/dl.
Papel de otros factores en el cálculo del riesgo
Las guías ATP III reconocen que el riesgo de sufrir una enfer-
medad coronaria está influenciado por otros elementos no
incluidos entre los factores de riesgo mayores e independientes
(Tabla 3). Entre estos elementos se encuentran los factores de
riesgo relacionados con el estilo de vida y los llamados factores
de riesgo emergentes.
Los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida inclu-
yen: obesidad, inactividad física y dieta aterogénica.
Los factores de riesgo emergentes comprenden: lipoproteína (a),
homocisteína, factores protrombóticos y proinflamatorios, al-
teración de la glucemia en ayunas y evidencia de enfermedad
aterosclerótica subclínica.
Los factores de riesgo asociados a hábitos de vida son objeti-
vos directos sobre los cuales intervenir clínicamente, pero no
modifican el objetivo de colesterol LDL.
Por su parte, los factores de riesgo emergentes, si bien no
modifican categóricamente los objetivos de LDL, contribuyen
al riesgo cardiovascular en diferentes grados y pueden resultar
de utilidad para guiar la intensidad de la terapia de reducción
en personas seleccionadas. Esto significa que su presencia
puede influir sobre el criterio clínico al momento de tomar
decisiones terapéuticas.
Existen dos aproximaciones terapéuticas que ayudan a alcanzar
el objetivo de LDL:
• terapia basada en cambios en el estilo de vida
• terapéutica farmacológica
La terapia basada en cambios en el estilo de vida hace hincapié en
la reducción de la ingesta de grasas saturadas y de colesterol. Cuan-
do están presente el síndrome metabólico o sus factores de riesgo
lipídicos asociados (triglicéridos elevados, colesterol HDL disminuido),
es importante también reducir el peso corporal y aumentar el nivel
de actividad física.
La Tabla 6 (ver página siguiente) define los objetivos de colesterol LDL y los
puntos de corte para el inicio de la terapia basada en cambios en el estilo de
vida o para considerar el uso de fármacos en las tres categorías de riesgo.
Enfermedad coronaria o equivalentes de riesgo
de enfermedad coronaria
• En los pacientes con alto riesgo cardiovascular el objetivo terapéutico
de LDL es alcanzar valores <100 mg/dl. Sin embargo, en base a diversos
estudios clínicos, un objetivo de LDL de <70 mg/dl es una opción recomen-
dable, en especial en pacientes de muy alto riesgo.
Es importante destacar que según la última actualización de las guías ATPIII
los factores que determinan que un paciente se encuentre en muy alto
riesgo (y que por consiguiente requiera tratamiento intensivo) comprenden
la presencia de enfermedad cardiovascular establecida más 1) múltiples
factores de riesgo (especialmente diabetes), 2) factores de riesgo severos
y pobremente controlados (en especial tabaquismo), 3) múltiples factores
de riesgo del síndrome metabólico (especialmente triglicéridos ≥200 mg/dl
más colesterol no HDL ≥130 mg/dl y colesterol HDL <40 mg y 4) pacientes
con síndromes coronarios agudos.
Segundo paso: definir
el objetivo terapéutico
12 13
8. • Si los niveles de colesterol LDL son ≥100 mg/dl se debe comenzar con la
implementación de tratamiento farmacológico hipolipemiante junto con
cambios en el estilo de vida y un máximo control de los demás factores
de riesgo.
• Si los niveles de colesterol LDL son <100 mg/dl, la institución de tratamiento
farmacológico para reducir el LDL hasta alcanzar un valor <70 mg/dl es una
opción terapéutica justificada por la evidencia científica.
• Si un paciente con alto riesgo cardiovascular presenta triglicéridos eleva-
dos o colesterol HDL bajo, se debe considerar la combinación de fibratos
o ácido nicotínico con un fármaco reductor del LDL.
• Se debe enfatizar en la reducción de peso y en el incremento del nivel de
actividad física en personas con síndrome metabólico.
#
Cualquier persona con riesgo alto o moderadamente alto que presente factores de riesgo
relacionados con el estilo de vida (obesidad, inactividad física, triglicéridos elevados, colesterol
HDL bajo o síndrome metabólico) es candidato a recibir terapia de cambios en el estilo de vida
para modificar esos factores de riesgo, independientemente de los niveles de colesterol LDL.
Múltiples factores de riesgo (2 o más)
y riesgo a 10 años 10-20%
En esta categoría el objetivo de LDL es alcanzar niveles <130 mg/dl. Sin
embargo, en base a diversos estudios clínicos, un objetivo de LDL de
<100 mg/dl es una opción terapéutica.
Se busca reducir el riesgo de enfermedad coronaria tanto a corto como
a largo plazo.
Si el colesterol LDL basal es ≥130 mg/dl, se debe iniciar cambios en el
estilo de vida. Si luego de tres meses el LDL permanece ≥130 mg/dl, es
necesario considerar el uso de farmacoterapia hipolipemiante.
Cuando el nivel de colesterol LDL se encuentra entre 100 y 129 mg/dl,
tanto de forma basal como durante la terapia de cambios en el estilo de
vida, es posible recurrir a fármacos hipolipemiantes para alcanzar valores
<100 mg/dl.
*
Cuando se emplee terapia farmacológica para reducir los niveles de LDL, esta debe ser suficien-
temente intensa como para alcanzar una reducción de al menos 40% de los valores iniciales.
**
Si los niveles basales de cholesterol LDL son <100 mg/dl, la utilización de fármacos hipolipe-
miantes es una opción terapéutica. Si una persona con alto riesgo presenta valores elevados
de triglicéridos o colesterol HDL bajo, se puede considerar la utilización de fibratos o ácido
nicotínico junto al tratamiento reductor del LDL.
14 15
Tabla 6. Objetivos de LDL y puntos de corte para terapia de cambios en el estilo de vida y terapia farmacológica en diferentes
categorías de riesgo (Actualización 2004)
Categoría de riesgo Objetivo de LDL
Nivel de LDL a partir del cual
se debe iniciar terapia de
cambios en el estilo de vida
Nivel de LDL a partir del cual se debe
considerar terapia farmacológica*
Enfermedad coronaria o equivalentes de riesgo de
enfermedad coronaria (riesgo a 10 años >20%)
<100 mg/dl
(objetivo opcional:
<70 mg/dl)
≥100 mg/dl# ≥100 mg/dl**
(<100 mg/dl considerar
opciones farmacológicas)*
2 o más factores de riesgo (riesgo a 10 años 10-20%)
<130 mg/dl
(objetivo opcional:
<100 mg/dl)
≥130 mg/dl# ≥130 mg/dl#
(100-129 mg/dl
considerar opciones farmacológicas)
2 o más factores de riesgo (riesgo a 10 años <10%) <130 mg/dl ≥130 mg/dl ≥160 mg/dl
0-1 factores de riesgo <160 mg/dl ≥160 mg/dl
≥190 mg/dl (160-189 mg/dl opcional:
considerar terapia hipolipemiante)
9. 6semanas
6semanas
c/4-6meses
Monitorear la
respuesta y
la adhesión al
tratamiento
Es importante destacar que en personas ≥65 años el criterio clínico puede
justificar la implementación de un tratamiento más conservador, cuando la
presencia de otras enfermedades o el estado general de salud del paciente
así lo justifiquen.
Múltiples factores de riesgo (2 o más)
y riesgo a 10 años <10%
En esta categoría el objetivo también es alcanzar niveles de colesterol
LDL <130 mg/dl. Se busca reducir, principalmente, el riesgo de enfer-
medad coronaria a largo plazo.
Si los niveles de colesterol LDL basales son ≥130 mg/dl, se debe iniciar
el tratamiento con cambios en el estilo de vida. Si se consigue un valor de
LDL <160 mg/dl con la implementación de cambios en el estilo de vida
solamente, se debe continuar de esta manera, sin agregar tratamiento
farmacológico. En cambio, si el colesterol es ≥160 mg/dl, se debe iniciar
la terapia farmacológica para alcanzar niveles <130 mg/dl.
Uno o ningún factor de riesgo
La mayoría de las personas con 0-1 factor de riesgo tienen un riesgo
a 10 años <10%. El objetivo de LDL en esta categoría es alcanzar
niveles <160 mg/dl. Si este objetivo se logra luego de tres meses de
lograr cambios en el estilo de vida, se debe continuar con esta estra-
tegia de tratamiento. En cambio, si tras este período el colesterol LDL
se encuentra en 160-189 mg/dl, el agregar fármacos hipolipemiantes
queda a criterio médico.
Según estas guías, los factores de riesgo que sustentan el uso de fár-
macos son:
- Un único factor de riesgo muy severo (tabaquismo intenso, hiperten-
sión arterial no controlada, historia familiar importante de muerte
prematura por enfermedad coronaria o niveles de colesterol HDL
muy bajos).
- Múltiples factores de riesgo asociados al estilo de vida o múltiples
factores de riesgo emergentes.
- Riesgo a 10 años cercano a 10%.
Si el colesterol LDL permanece ≥190 mg/ dl a pesar de la implementación
de cambios en el estilo de vida, se deberá considerar el inicio de la terapia
farmacológica para alcanzar el objetivo de <160 mg/dl.
Cambios en el estilo de vida
en la terapia reductora del LDL
Las principales recomendaciones de estas guías en relación con
los cambios en el estilo de vida son:
• Reducir la ingesta de grasas saturadas (<7% del total de calorías)
y de colesterol (<200 mg/día).
• Consumir regularmente estanoles y esteroles provenientes de
vegetales (2 g/día) y fibra soluble (10-25 g/día).
• Disminuir el peso corporal.
• Incrementar la actividad física.
Es importante que los médicos tratantes
remitan a los pacientes al nutricionista.
Figura 1. Progresión de la terapia
farmacológica en la prevención primaria
Iniciar fármacos
reductores
de LDL
Si no se alcanzó
el objetivo de
LDL, intensificar
el tratamiento
Si no se alcanzó
el objetivo de
LDL, intensificar
el tratamiento
o derivar a un
especialista
Comenzar
con estatina o
secuestrador de
ácidos biliares o
ácido nicotínico
Considerar una
dosis mayor de
estatina o agregar
secuestrador de
ácidos biliares o
ácido nicotínico
Si se alcanzó
el objetivo LDL,
tratar otros
factores de riesgo
lipídicos (síndrome
metabólico)
16 17
10. 18 19
la terapia durante el seguimiento, si es necesario, para alcanzar los
niveles deseados de LDL. Si los valores basales de LDL en el hospital
son relativamente bajos, la utilización de dosis estándares de estatinas
puede ser suficiente para alcanzar el objetivo terapéutico. En cambio, si
los niveles iniciales son altos, es posible que se requieran dosis eleva-
das de estatinas o la combinación de una dosis estándar de estatinas
con ezetimiba, secuestradores de ácidos biliares o ácido nicotínico.
Terapia farmacológica de reducción del
colesterol LDL en prevención primaria
Tal como sucede con la terapia basada en cambios en el estilo de
vida, la primera meta del tratamiento farmacológico es alcanzar el
objetivo de LDL.
La utilización de estatinas en dosis estándares reduce los niveles de
colesterol LDL en 30-40% (ver Tabla siguiente). Un efecto similar
puede obtenerse mediante la combinación de dosis bajas de estati-
nas con otros agentes como secuestradores de ácidos biliares, ácido
nicotínico, ezetimiba o fitoesteroles/fitoestanoles.
En la mayoría de los casos, las estatinas deben iniciarse en dosis
moderadas; en algunos pacientes, bajas dosis son suficientes para
alcanzar el objetivo de LDL. Sin embargo, cuando se recurre a la
terapia farmacológica puede resultar prudente utilizar una dosis que
se asocie al menos a una reducción moderada del riesgo.
La respuesta del paciente debe ser evaluada a las 6 semanas de
iniciado el tratamiento farmacológico. Si se alcanza el objetivo te-
rapéutico, se debe mantener la dosis del fármaco pero, si esto no
ocurre, se debe intensificar el tratamiento mediante el aumento de
la dosis de estatinas o a través de la combinación de una estatina
con un secuestrador de ácidos biliares, ácido nicotínico o ezetimiba.
Continúa en página 22
Tabla 7. Recomendaciones nutricionales de la
terapia basada en cambios en el estilo de vida
Nutriente Ingesta recomendada
Grasas saturadas Menos de 7% del total de calorías
Grasas poliinsaturadas Hasta 10% del total de calorías
Grasas monoinsaturadas Hasta 20% del total de calorías
Grasas totales 25-35% del total de calorías
Carbohidratos* 50-60% del total de calorías
Fibra 20-30 g/día
Proteínas
Aproximadamente 15%
del total de calorías
Colesterol Menos de 200 mg/día
Calorías totales
(energía)**
Balancear la ingesta y el gasto
energético para mantener el peso
deseable/prevenir la ganancia de peso
* Los carbohidratos deben provenir principalmente de alimentos ricos en
hidratos de carbono complejos, como granos, frutas y vegetales.
** El gasto energético diario debe incluir, al menos, un nivel de actividad física
moderado (que contribuya a reducir aproximadamente 200 calorías por día).
Terapia farmacológica para alcanzar
los objetivos de LDL
Los fármacos disponibles que afectan el metabolismo de las
lipoproteínas, junto con sus principales características, se listan
en la Tabla 8 (ver página 20)
Pacientes con síndromes coronarios agudos
Sobre la base de las actualizaciones de las guías ATP III realizadas en
2004 se recomienda implementar una terapia hipolipemiante intensiva
(objetivo de LDL <70 mg/dl) en todos los pacientes que presenten sín-
drome coronario agudo. La selección del fármaco hipolipemiante y su
dosis debe estar guiada por la medición de los niveles de colesterol LDL
dentro de las 24 horas de la admisión al hospital. Es posible modificar
11. 20 21
Tabla 8. Fármacos que afectan
el metabolismo de las lipoproteínas
Grupo farmacológico,
agentes y dosis diarias
Acción sobre lípidos
y lipoproteínas
Efectos adversos Contraindicaciones Evidencias clínicas
Inhibidores de la HMG CoA
reductasa (estatinas)
lovastatina (20-80 mg)
pravastatina (20-40 mg)
simvastatina (20-80 mg)
atorvastatina (10-80 mg)
fluvastatina (40-80 mg)
rosuvastatina (5-10 mg)
LDL ↓18-55%
HDL ↑5-15%
TG ↓7-30%
-Miopatía
-Incremento de las
enzimas hepáticas
Absolutas:
• Enfermedad hepática activa o crónica
Relativas:
• Uso concomitante de ciertos fár-
macos (ciclosporina, macrólidos,
varios antimicóticos e inhibidores del
citocromo P-450; fibratos y niacina
deberían utilizarse con precaución)
Redujo la incidencia de
eventos coronarios mayores,
accidentes cerebrovasculares,
muertes por enfermedad
coronaria, necesidad de
procedimientos corona-
rios y mortalidad total
Secuestradores de
ácidos biliares
colestiramina (4-16 g)
colestipol (5-20 g)
colesevelam (2-6-3-8 g)
LDL ↓15-30%
HDL ↑3-5%
TG Sin cambios
-Malestar gastrointestinal
-Constipación
-Disminución de la absor-
ción de otros fármacos
Absolutas:
• disbetalipoproteinemia
• TG >400 mg/dl
Relativas:
• TG >200 mg/dl
Redujo la incidencia
de eventos coronarios
mayores y muertes por
enfermedad coronaria
Ácido nicotínico
ácido nicotínico de liberación
inmediata (cristalino) (1,5-3g)
ácido nicotínico de liberación
extendida (1-2g)
ácido nicotínico de liberación
sostenida (1-2 g)
LDL ↓5-25%
HDL ↑15-35%
TG ↓20-50%
-Rubor
-Hiperglucemia
-Hiperuricemia (o gota)
-Malestar
gastrointestinal alto
-Hepatotoxicidad
Absolutas:
• Enfermedad hepática crónica
• Gota severa
Relativas:
• Diabetes
• Hiperuricemia
• Enfermedad ulcerosa péptica
Redujo la incidencia
de eventos coronarios
mayores y, posiblemente,
la mortalidad total
Fibratos
gemfibrozil (600 mg BID)
fenofibrato (200 mg)
clofibrato (1000 mg BID)
LDL ↓5-20%
HDL ↑10-20%
TG ↓20-50%
-Dispepsia
-Cálculos biliares
-Miopatía
-Muertes no relacionadas a
enfermedad cardiovascular
de origen desconocido
(en el estudio WHO)
Absolutas:
• Enfermedad renal severa
• Enfermedad hepática severa
Redujo la incidencia de
eventos coronarios mayores
Inhibidores de la absorción
intestinal de colesterol
ezetimiba (10 mg)
monoterapia/ combinación con
estatinas
LDL ↓18-20%
HDL ↑1-4%
TG ↓5-9%
-- Diarrea
-- Artralgia
-- Mareos
-- Infección respiratoria alta
-- Dolor en las extremidades
Monoterapia:
-Hipersensibilidad
En combinación con estatinas:
-Enfermedad hepática activa
-Embarazo, lactancia
Hasta el momento no se han
determinado sus efectos
sobre la morbilidad y la
mortalidad cardiovasculare
12. Tras 12 semanas de tratamiento farmacológico se debe evaluar
la respuesta nuevamente. Si el objetivo de LDL continúa sin al-
canzarse, se debe considerar intensificar aun más la terapéutica
farmacológica. Si el objetivo no puede alcanzarse mediante una
terapia hipolipemiante estándar, se debe considerar realizar in-
terconsulta con un especialista en lípidos.
Una vez que se logra el objetivo de LDL, se puede centrar la aten-
ción en el control de otros factores de riesgo lipídicos y no lipídicos.
De ahí en adelante, los pacientes pueden ser evaluados cada 4 o
6 meses, o con mayor frecuencia en caso de que sea necesario.
Dosis de estatinas necesarias para alcanzar una
reducción de aproximadamente 30-40% en los
niveles de colesterol LDL (dosis estándares).
Fármaco Dosis (mg/d) Reducción del LDL (%)
Atorvastatina 10 39
Lovastatina 40 31
Pravastatina 40 34
Simvastatina 20-40 35-41
Fluvastatina 40-80 25-35
Rosuvastatina 5-10 39-45
Tercer paso: una vez alcanzado el
objetivo de LDL, tratar el síndrome
metabólico (si está presente)
Muchas personas presentan una constelación de factores de
riesgo mayores, factores de riesgo relacionados con el estilo de
vida y factores de riesgo emergentes que constituyen una condición
denominada síndrome metabólico.
Los factores característicos del síndrome metabólico son: obesidad
abdominal, dislipidemia aterogénica (niveles elevados de triglicéridos,
partículas de colesterol LDL pequeñas y bajos niveles de colesterol
HDL), presión arterial elevada, resistencia a la insulina (con o sin
intolerancia a la glucosa) y un estado protrombótico y proinflamatorio.
Las guías ATP III reconocen al síndrome metabólico como a un objetivo
secundario de la terapia de reducción de riesgo, luego de alcanzado el
objetivo primario de disminución del colesterol LDL.
El diagnóstico de síndrome metabólico se realiza cuando están pre-
sentes en un individuo tres o más de los determinantes de riesgo
indicados en la Tabla 9.
Tabla 9. Identificación clínica del síndrome metabólico
Factor de riesgo Nivel límite
Obesidad abdominal
Hombres
Mujeres
Circunferencia de cintura
>102 cm
>88 cm
Triglicéridos ≥150 mg/dl
Colesterol HDL
Hombres
Mujeres
<40 mg/dl
<50 mg/dl
Presión arterial ≥130/85 mmHg o bajo tratamiento
Glucosa en ayunas ≥100 mg/dl o bajo tratamiento
22 23
13. El manejo del síndrome metabólico persigue dos objetivos:
1) reducir las causas subyacentes que se asocian frecuentemente
con el desarrollo de este cuadro y 2) tratar los factores de riesgo
asociados, tanto lipídicos como no lipídicos.
Manejo de las causas subyacentes del
síndrome metabólico
Las terapias de primera línea para el manejo de los factores de
riesgo lipídicos y no lipídicos asociados al síndrome metabóli-
co son la reducción de peso y el incremento de la actividad física.
Por lo tanto, frente a la presencia de síndrome metabólico, luego
de lograr un control adecuado del colesterol LDL, los cambios en
el estilo de vida deben estar dirigidos a la reducción del peso y
a la realización de actividad física.
Tratamiento específico de los factores
de riesgo lipídicos y no lipídicos
El tratamiento de los factores de riesgo presentes en el síndro-
me metabólico reduce las probabilidades de sufrir enferme-
dad coronaria. Este tratamiento incluye terapia farmacológica
antihipertensiva, antitrombótica (uso de aspirina en pacientes
con enfermedad coronaria), de reducción de triglicéridos y de
aumento de los niveles de colesterol HDL.
Manejo de dislipidemias específicas
Si bien el esquema de tratamiento descrito hasta el momento
podrá ser aplicado en la mayoría de los pacientes, existen con-
diciones específicas que requieren un manejo diferente.
• Niveles muy elevados de colesterol LDL (≥190 mg/dl)
Las personas con niveles de colesterol LDL muy elevados usual-
mente presentan formas genéticas de hipercolesterolemia:
hipercolesterolemia familar monogénica, apolipoproteína B defec-
tuosa familiar e hipercolesterolemia poligénica. La prevención temprana
de estos trastornos mediante la evaluación del colesterol en adultos
jóvenes es necesaria para prevenir la enfermedad coronaria prematura.
La evaluación de los familiares es importante para detectar parientes
con la misma afección. Estas enfermedades requieren generalmente
una terapia farmacológica combinada (estatinas + secuestradores de
ácidos biliares) para alcanzar los objetivos terapéuticos.
• Triglicéridos séricos elevados
Es importante destacar que los triglicéridos elevados constituyen un
factor de riesgo independiente de producir enfermedad coronaria. Los
principales factores que contribuyen a la alteración de la trigliceridemia
son: obesidad y sobrepeso, inactividad física, tabaquismo, ingesta ex-
cesiva de alcohol, dietas altas en carbohidratos (>60% de la ingesta ca-
lórica total), comorbilidades (diabetes tipo 2, enfermedad renal crónica
y síndrome nefrótico), algunos medicamentos (por ejemplo, corticoides,
estrógenos, retinoides, betabloqueadores en dosis altas) y enfermeda-
des genéticas (hiperlipidemia combinada familiar, hipertrigliceridemia
familiar y disbetalipoproteinemia familiar).
Las guías ATP III adoptan la siguiente clasificación de acuerdo con los
niveles de triglicéridos séricos:
- Triglicéridos normales: <150 mg/dl
- Triglicéridos en el límite alto: 150-199 mg/dl
- Triglicéridos altos: 200-499 mg/dl
- Triglicéridos muy altos: >500 mg/dl
El hecho de que los niveles elevados de triglicéridos constituyen un fac-
tor de riesgo independiente en la generación de enfermedad coronaria
sugiere que algunas lipoproteínas ricas en triglicéridos serían aterogé-
nicas. Estas son las VLDL parcialmente degradadas, frecuentemente
llamadas lipoproteínas remanentes. En la práctica diaria, el colesterol
VLDL se utiliza como medida de las lipoproteínas remanentes. Por lo
tanto, se pueden utilizar los niveles de VLDL como objetivo terapéutico.
Las guías ATP III identifican a la suma de los niveles de colesterol LDL
+ VLDL (denominada colesterol no-HDL) como un objetivo terapéutico
secundario en personas con triglicéridos elevados (>200 mg/dl). El
objetivo de colesterol no-HDL en personas con triglicéridos altos es
mayor en 30 mg/dl que el de los niveles de colesterol LDL, ya que un
nivel de VLDL ≤30mg/dl es considerado normal (Tabla 10).
24 25
14. Tabla 10. Comparación de los objetivos de colesterol LDL
y colesterol no-HDL para las tres categorías de riesgo
Categoría de riesgo
Objetivo de
LDL (mg/dl)
Objetivo de
colesterol no-HDL
(mg/dl)
Enfermedad coronaria
o equivalentes de riesgo
de enfermedad coronaria
(riesgo a 10 años >20%)
<100 <130
Múltiples (2 o más) factores de
riesgo y riesgo a 10 años <20%
<130 <160
0-1 factor de riesgo <160 <190
La estrategia de tratamiento de la hipertrigliceridemia depende de sus
causas y de su severidad. Para todas las personas con triglicéridos ele-
vados, la meta terapéutica primaria es alcanzar el objetivo de colesterol
LDL. Cuando los triglicéridos están en el límite alto (150-199 mg/dl),
se debe poner énfasis en la reducción de peso y en la realización de
actividad física. Con triglicéridos altos (200-499 mg/dl), el colesterol
no-HDL se vuelve un objetivo terapéutico secundario.
Además de la reducción de peso y el incremento en la actividad física,
en personas con alto riesgo es posible considerar la implementación de
tratamiento farmacológico para alcanzar el objetivo de colesterol no-HDL.
Existen dos estrategias farmacológicas. Una consiste en lograr el ob-
jetivo de colesterol no-HDL mediante la intensificación de la terapia
reductora de LDL. Otra es agregar ácido nicotínico o fibratos al régimen
de tratamiento, con el propósito de alcanzar los objetivos de colesterol
no-HDL mediante la reducción de los niveles de colesterol VLDL.
En aquellos casos en que los triglicéridos son extremadamente al-
tos (≥500 mg/dl), el principal objetivo del tratamiento es prevenir
el desarrollo de una pancreatitis aguda mediante la reducción de
la hipertrigliceridemia. Para ello se requiere una dieta muy baja en
grasas (≤15% de la ingesta calórica), reducción de peso, incremento
de la actividad física y, frecuentemente, algún fármaco reductor de
triglicéridos (fibrato o ácido nicotínico). Recién una vez que los niveles
de triglicéridos se reducen a <500 mg/dl se debe poner atención en
la disminución del colesterol LDL.
• Colesterol HDL bajo
Los niveles bajos de colesterol HDL (<40 mg/dl) son un fuerte
predictor independiente de enfermedad coronaria. En las guías ATP III,
los valores bajos de HDL modifican el objetivo de LDL y se usan
además como elemento de análisis para estimar el riesgo a 10 años
de sufrir enfermedad coronaria.
Estas guías no especifican el objetivo de colesterol HDL, pero sí
brindan algunas pautas. Si los bajos niveles de HDL se asocian a
altos valores de triglicéridos (200-499 mg/dl), el objetivo secundario
(luego de alcanzar niveles adecuados de LDL) es lograr los niveles
de colesterol no-HDL definidos previamente. En cambio, si los
triglicéridos son <200 mg/dl, se puede considerar el uso de fármacos
que incrementen el colesterol HDL (fibratos o ácido nicotínico).
El tratamiento del colesterol HDL bajo, en forma aislada, se reserva
para personas con enfermedad coronaria o equivalentes de riesgo
de enfermedad coronaria.
• Dislipidemia diabética
Este desorden es, esencialmente, una dislipidemia aterogénica
(triglicéridos elevados, colesterol HDL bajo y partículas LDL
pequeñas y densas) en personas con diabetes tipo 2. Es importante
destacar que, como la diabetes es considerada un equivalente de
riesgo de enfermedad coronaria, el objetivo de LDL para la mayoría
de estos pacientes será de <100 mg/dl.
Cuando el LDL es ≥130 mg/dl, la mayoría de los diabéticos
requerirá el uso de fármacos hipolipemiantes junto a cambios en
el estilo de vida para alcanzar el objetivo de LDL.
Cuando los niveles de colesterol LDL se encuentran dentro del
rango 100-129 mg/dl, en forma basal o durante el tratamiento,
se puede elegir entre varias opciones terapéuticas: intensificar
la terapia reductora de LDL, agregar otro fármaco para efectuar
la modificación de la dislipidemia aterogénica (fibrato o ácido
nicotínico) o intensificar el control de otros factores de riesgo (como
la hiperglucemia).
Cuando los triglicéridos alcanzan valores ≥200 mg/dl, el coles-
terol no-HDL se considera un objetivo secundario de la terapia
hipolipemiante.
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15. Fuentes:
National Institutes of Health. Third Report of the National
Cholesterol Education Program Expert Panel on Detection,
Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in
Adults (Adult Treatment Panel III). Bethesda, Md: National
Institutes of Health; 2001. NIH Publication 01-3670.
Grundy SM, Cleeman JI, Bairey Merz CN, Brewer HB,
Clark LT, Hunninghake DB, Pasternak RC, Smith SC, Stone NJ
for the Coordinating Committee of the National Cholesterol
Education Program. Implications of Recent Clinical Trials for
the National Cholesterol Education Program Adult Treatment
Panel III Guidelines. Circulation 2004;110:227-239.
Grundy SM, Cleeman JI, Daniels SR, Donato KA, Eckel RH, Franklin
BA, Gordon DJ, Krauss RM, Savage PJ, Smith SC Jr, Spertus JA,
Costa F. Diagnosis and management of the metabolic syndrome:
an American Heart Association/National Heart, Lung, and Blood
Institute Scientific Statement. Circulation 2005;112(17):2735-52.
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