1. Materia: Trabajo y Ciudadanía. Prof.: Mercedes Sanchez Viamonte
Trabajo práctico Nro. 1: “Evolución del trabajo”
Unidad 1: La Organización del Trabajo en las sociedades Capitalistas
Fecha de Entrega: Lunes 25/03 (6toA) y Martes 26/03 (6toB y C)
Cantidad de alumnos: 4 (cuatro) como máximo!
Pensar sobre el mundo del trabajo permite imaginar anticipaciones que atenuarán las
sorpresas. También estimula el desarrollo de una actitud activa, reflexiva y
comprometida con la realidad que le toca vivir a cada generación.
Material de lectura obligatoria:
“El trabajo y su conexto social” Karl Marx
“Ponerse la camiseta” Pablo Winokour y Sebastian Hadida, Revista Pymes
“La oficina del siglo XXI: flexible, inteligente y con clima relajado” Carlos Toppazzini, Diario Clarìn
“La oficina, en la nube” Maria Gabriela Ensinck, diario La Nación
“Recursos Humanos: el departamento que gracias a las redes sociales puede contratarte… o
despedirte”, extraído de infoempleo.com
Luego de la lectura del material, realizar una presentación en Power Point sobre los cambios más
importantes que se han sucedido en el ámbito laboral, comparando el trabajo en el S.XIX y en el S.XXI.
Se puede tomar como punto de partida los siguientes parámetros:
1. Cambios en el tipo de trabajo
2. Cambios en el lugar de trabajo
3. Cambio en los líderes
4. Cambio en los empleados
5. Cómo influyó los avances tecnológicos en las modalidades de trabajo (teletrabajo, oficina virtual,
etc.)
6. Impacto de las redes sociales en el trabajo.
7. Completar con una conclusión sobre còmo y donde nos imaginamos trabajando.
La presentación puede ser con imágenes, textos, videos o música.
Para la evaluación del trabajo, se tendrá en cuenta:
Presentación en tiempo y forma
Creatividad
Adaptación del material de lectura
Aclaraciòn sobre la entrega: el Power Point deben subirlo a la página slideshare.com y enviar el link por
mail o insertarlo como comentario en el blog de la materia (dentro de su división).
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2. El trabajo y su contexto social
“Ahora bien, ¿en qué consiste la alienación del trabajo? Ante todo, en el hecho de que el trabajo es
exterior al obrero, es decir, que no pertenece a su ser; que, en consecuencia, el obrero no se afirma en
su trabajo, sino que se niega; no se siente cómodo, sino desventurado; no despliega una libre actividad
física e intelectual, sino que martiriza su cuerpo y arruina su espíritu. En consecuencia, el obrero solo tiene
la sensación de estar consigo mismo cuando está fuera del trabajo, y, cuando está en su trabajo se siente
fuera de sí. Está como en su casa cuando no trabaja; cuando trabaja no se siente en su casa. Su trabajo
no es, pues, voluntario, sino impuesto; es trabajo forzado. No es pues, la satisfacción de una necesidad,
sino solo un medio de satisfacer algunas necesidades al margen del trabajo.
El carácter extraño del trabajo aparece con claridad en el hecho de que apenas deja de haber obligación
física o de otro tipo, el trabajo es rehuido como si fuera una peste. El trabajo exterior, el trabajo en el que
el hombre se aliena, es un trabajo de sacrificio de si, de mortificación. Por último, el carácter exterior del
trabajo con respecto al obrero aparece en el hecho de que no es un bien propio de éste, sino un bien de
otro; que no pertenece al obrero; que en el trabajo el obrero no se pertenece a si mismo, sino que
pertenece a otro.
Así como en la religión la actividad propia de la imaginación humana –del cerebro humano y del corazón
humano- actúa sobre el individuo independientemente de él, así también la actividad del obrero no es su
propia actividad. Pertenece a otro; es la pérdida de si mismo.
Llegamos, pues, al resultado de que el hombre solo se siente ya libremente activo en sus funciones
animales: comer, beber y procrear, y, cuando mucho, en su cuarto, en su arreglo personal, etc., y que en
sus funciones de hombre sólo se siente ya animal. Lo bestial se convierte en lo humano y lo humano se
convierte en lo bestial.
Comer, beber, procrear, etc., son también, por cierto, funciones auténticamente humanas.
Pero separadas en forma abstracta del resto del campo de actividades humanas y convertidas, así, en el
único y último fin, son bestiales”.
Marx, Karl, Manuscritos de 1844. Economía, Política y Filosofía. Buenos Aires, Arandu,
1968.
Luego de leer el texto, contestar:
• ¿Cuáles de estas afirmaciones que Karl Marx hizo sobre el trabajo en el siglo xix les parece que pueden
aplicarse en el mundo laboral actual? Justificar sus respuestas con situaciones contemporáneas.
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7. IEco – Domingo 3 de Febrero de 2013
La oficina del siglo XXI: flexible,
inteligente y con clima relajado
Espacios abiertos, luz natural, puestos de trabajo móviles, salas colaborativas y para el recreo se
imponen como tendencias.
PorCARLOS TOPPAZZINI
ESPECIAL PARA CLARIN
Desde la aparición del escritorio en el “Siglo de las Luces”, pasando por la irrupción del teléfono y la máquina de
escribir en las oficinas del siglo XIX, los espacios de trabajo se concebían atendiendo a una actividad
sedentaria y aislada. Pero el avance de la tecnología y los cambios de hábitos generacionales están
modificando ese tradicional esquema.
Los especialistas en el diseño de oficinas coinciden en que estos espacios laborales también se adecuan a las
modalidades del trabajo actual, basados en la interactividad y las nuevas tecnologías de comunicación, que
incorporan espacios abiertos y adaptables; optimizan el uso luz natural y la calidad de aire; poseen vistas
accesibles para todos los empleados; tienen mobiliarios flexibles, y aplican y fomentan prácticas sustentables.
“La demanda de flexibilidad, las posibilidades de movilidad y la disponibilidad tecnológica, junto a los formatos
laborales y las dificultades para trasladarse, mudaron el concepto acerca de dónde y cómo trabajamos”,
sintetiza Víctor Feingold, director de Contract Argentina, empresa enfocada en el rubro. Miguel Grehan, de Intro
Arquitectura, señala “el predominio de un mix de oficinas abiertas y flexibles para un mejor aprovechamiento del
piso y de la luz natural”.
“Se ven oficinas amplias, eficientes y libres que faciliten una distribución integradora”, dice Juan Manuel Farola,
de la consultora Colliers International. “Predominan las alturas de piso a techo más espaciosas, con fachadas
en vidrio y perímetros libres, y que cuentan con autonomía de servicios como gimnasios, comedores, cajeros o
guarderías”, detalló el entendido.
La necesidad de consolidar sus operaciones en un único sitio llevó a General Electric a inaugurar oficinas en
2012, distribuidas en 3 pisos de 1.400 m2 cada uno, en el barrio de Saavedra. “Las instalaciones anteriores
contaban con espacios de trabajo de cierta rigidez, con paneles divisorios elevados y oficinas privadas en la
periferia de la planta”, cuenta Juan Diego Lazzaro, de GE. Y agrega: “Para las nuevas instalaciones aplicamos
el concepto de espacios abiertos, incorporamos puestos operativos que permitan mayor contacto entre
empleados y el uso de áreas colaborativas flexibles, a la vez que se redujeron oficinas privadas para liberar
vistas, lo que permite también un mejor rendimiento de los equipos de aire acondicionado”.
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8. Santiago Falcone, de Neumann-kohn, una empresa diseñadora de oficinas, interpreta que “las empresas ahora
dan más importancia a zonas que no son estrictamente de trabajo, áreas comunes o de actividades que
propone al empleado, como sala de yoga, gimnasio, bibliotecas, entre otras”. Jorge Aslan, del estudio Aslan-
Ezcurra & Asoc., añade que eso “tiene que ver con el uso de sillas ergonómicas y muebles multifunción”.
Comunicación abierta Los 450 metros cuadrados que ocupa Campari en un edifico del bajo porteño se
caracterizan por la aplicación de colores vivos, que representan a su marca insignia, y a otras que posee la
compañía y que están presentes en los distintos ambientes de la planta. “Hace unos años decidimos cambiar a
una oficina más moderna, donde la decoración como los ambientes contribuyan a una comunicación abierta”,
cuenta Martín Domínguez, gerente de Recursos Humanos de Gruppo Campari. “Buscamos que todos –
completó– perciban un lugar de trabajo informal, amigable y cálido”.
Los ambientes descontracturados y relajantes irrumpieron de la mano de las empresas de tecnología, pero
según Feingold, “algunas compañías ya se animan a las habitaciones para la siesta, con luz tenue, sillones y
auriculares con música; o salas de reuniones en la cocina, donde se puede comer y hablar de trabajo”.
“El espacio de trabajo actual es tecnológico desde que el trabajador es multimedia”, continua Feingold. Por ello,
“no puede faltar el Wi Fi, sin dejar de lado sensores de intensidad de luz o sistemas inteligentes de regulación
de temperatura para evitar despilfarros”. Esto tiene que ver con “la arquitectura sustentable”, define Aslan. En
efecto, “se calcula que de los 122.000 m2 que ingresarán este año al mercado, el 90% corresponderá a
edificios y oficinas sustentables”, aseguran desde Colliers.
Reciclar y descomprimir Este concepto comprende desde la ubicación de la oficina en zonas
descomprimidas, pasando por el uso de pintura, alfombras y adhesivos con bajas emisiones de COV
(compuestos orgánicos volátiles), hasta el reciclado de agua de lluvia en baños y disposición de sectores para
la separación y almacenamiento de residuos, entre otras.
El banco HSBC fue uno de los pioneros en el país en incorporar características sustentables a sus oficinas de
Barracas. “Logramos reducir el consumo de energía, ahorramos un 35% de agua potable y mejoramos la
ventilación y calefacción natural. En general, el consumo del edificio bajó un 30% y el 92% de los empleados
goza de luz natural y vistas al exterior. Además, aumentó el rendimiento del personal y alcanzamos un 98% de
satisfacción en la encuesta interna de confort que realizamos”, puntualiza Christian Touceda, jefe de Compras y
Corporate Real Estate del HSBC.
Cualquiera sea la alternativa, los espacios de trabajo para el nuevo siglo se presentan abiertos y con áreas para
compartir, porque con esos ámbitos informales las empresas buscan potenciar el talento y la creatividad de sus
recursos.
OPINION
De los rigores en el horario a la
virtualidad
PorMIGUEL JURADO EDITOR ADJUNTO DEL SUPLEMENTO ARQUITECTURA
Las oficinas están por volverse obsoletas una vez más y tal vez para siempre. La primera gran mutación que
sufrieron fue a causa de los problemas sociales; la segunda, por cuestiones funcionales. Ahora, desaparecerán
por razones tecnológicas, funcionales y sociales. Las primeras oficinas, nacidas después de la Revolución
Industrial, copiaban la organización fabril: enormes espacios abiertos con cientos de escritorios alineados.
Trabajadores con horarios estrictos, tareas mecánicas y control visual del jefe. Un sistema casi carcelario.
Este esquema no funcionó porque la gente perdía la motivación y eso no le sirve a ningún sistema productivo.
La segunda etapa empezó en la década del 50. Podemos ver la estética y el ambiente social de esa época en
la serieMad Men . Un sentido más amable del ambiente de trabajo, lugares abiertos y fluidos para los
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9. empleados rasos, despachos cerrados con dominio de las ventanas para los ejecutivos y recintos transparentes
para las reuniones. Flexibilidad, transparencia y orden jerárquico en un ambiente que lucía más democrático de
lo que era. Al fin y al cabo, siempre ha habido jefes.
Ese ambiente empezó a cambiar en los 70, cuando se aplicaron las investigaciones para hacer más eficiente el
trabajo burocrático y nacieron los muebles modulares, desarmables, rearmables y reconfigurables. Capaces de
dar diferentes respuestas con un número limitado de piezas estandarizadas.
Pero la defunción definitiva de las oficinas empezó cuando se popularizaron las PC y, ahora, la telefonía celular.
Ya no es necesario que el jefe mire si su subordinado trabaja porque su propia computadora lo deja registrado.
Los archivos son universales y compartibles; la comunicación, instantánea. En consecuencia, no es necesario
que los trabajadores estén todos juntos en un mismo lugar. De allí al trabajo en casa hay un paso.
Tal vez en menos de 10 años, como mucho, las oficinas sólo existan por cuestiones simbólicas. Ya hoy, las
reuniones se hacen por Internet. Se decide más por e-mail que en reuniones, los trabajadores más calificados
ocupan el 80% de su tiempo en su celular. Trabajar, lo que se llamaba trabajar, es cada vez menos útil. La
oficina se está convirtiendo en un espacio virtual, como ya lo hicieron las conversaciones, el poker y los amigos.
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10. Domingo 24 de abril de 2011 | Publicado en edición impresa
Extra Tecno
La oficina, en la nube
El trabajo móvil está cambiando la cultura laboral. Ahorra tiempo, reduce gastos y apuesta a la
flexibilidad. Los dispositivos portátiles son sus mejores aliados. Es tendencia en el mundo y ya
pisa fuerte en nuestro país
Ver más fotos Foto: Sebastián Feldman
Es una modalidad que no sólo ahorra tiempo y gastos en traslados. Algunas empresas la utilizan como incentivo
para el personal. Se trata del trabajo móvil, una tendencia que está modificando los hábitos del mundo laboral: ya
no asistimos todos los días a una oficina fija, con escritorio y sillón más o menos confortable. Desde hace un
tiempo, gracias a las nuevas tecnologías, la oficina viaja con uno en la laptop o el teléfono móvil.Y aquello que
antes cargaba el disco rígido de una pesada máquina ahora está en la nube, como se llama al paraíso de Internet
cuando se cruza la puerta de entrada del navegador.
Desde hace dos años, el 90% de los empleados de Nixe ( www.nixe.com ), una firma porteña de servicios
tecnológicos, trabaja desde su casa. Del mismo modo lo hace Gustavo Gasparrini (46), fundador de la compañía.
"Brindamos soporte y administración de sistemas operativos a empresas, una tarea que puede hacerse en forma
remota. Por eso decidimos implementar el teletrabajo de manera optativa", cuenta. El único requisito es trabajar
un año en la oficina, para recibir capacitación. Luego la firma provee a los empleados del equipamiento necesario
(computadora y teléfonos IP -Internet protocol-), y se hace cargo de la conexión de banda ancha. "Hasta ahora,
nadie rechazó la propuesta -dice Gasparrini-. A mí me costó más adaptarme, ya que vengo de una generación en la
que el trabajo era sinónimo de ir a un lugar y cumplir un horario. Los más jóvenes toman de forma más natural el
hecho de trabajar por objetivos y desde cualquier parte", confiesa.
A partir de la implementación del teletrabajo, no hay más llegadas tardes por piquetes y caos de tránsito, no hay
casi ausentismo, y es un beneficio para quienes, por ejemplo, deciden trabajar desde su lugar de veraneo para
extender las vacaciones.
En la Argentina hay actualmente 1,6 millones de teletrabajadores, y su número crece a un ritmo del 20% anual
según un informe de la consultora Carrier y Asociados basado en proyecciones del Ministerio de Trabajo. "El 90%
de quienes trabajan a distancia son autónomos o profesionales, y sólo un 10% lo hace manteniendo la relación de
dependencia con la empresa", destaca Fabio Boggino, titular de la agencia Jobing ( www.jobing.com.ar ),
especializada en implementación de teletrabajo y trabajo móvil en las organizaciones.
Desde 2008, una docena de empresas adhieren al Programa Piloto de Seguimiento y Promoción del Teletrabajo en
Empresas Privadas (Propet), impulsado por el Ministerio de Trabajo (www.trabajo.gob.ar/teletrabajo ). Aquellas
compañías que toman bajo esta modalidad a trabajadores mayores de 45 años tienen beneficios fiscales y una
reducción del pago de los aportes patronales del 20%. Contra la creencia popular de que precariza las condiciones
laborales, el teletrabajo implica continuar la relación de dependencia y contar con las mismas obligaciones y
beneficios que los trabajadores presenciales.
Según Boggino, "el teletrabajo tiene múltiples ventajas para las personas, ya que les permite destinar el tiempo que
antes se iba en traslados a sí mismos y a su familia, y el ahorro en viáticos y comidas fuera de casa les implica
hasta un 20% de aumento relativo del salario". Las empresas también salen beneficiadas, ya que "incrementa la
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11. motivación y la productividad. Y permite ahorrar hasta el 64% sobre el costo anual de cada empleado por menor
necesidad de metros cuadrados de oficinas, su mantenimiento e impuestos, menores gastos de librería, café y
teléfonos", señala el consultor.
Sin embargo, existen barreras al teletrabajo, y son más de tipo cultural que tecnológico. Además de contar con
cierta infraestructura (básicamente, computadoras con buena conexión a Internet y teléfonos móviles), su
implementación requiere "dejar atrás la costumbre de controlar presencia y horarios para enfocarse en los objetivos
cumplidos", destaca Boggino.
El mayor acceso a computadoras y conexiones de banda ancha en los hogares (pasaron de 130.000 en 2001 a 4,7
millones en 2010, según un informe de la consultora Prince & Cooke) genera nuevas oportunidades laborales. Cada
vez más personas basan o completan sus ingresos a través de la venta de productos online. Según un estudio de
The Nielsen Company para Mercadolibre, a fines de 2009 había más de 52.000 personas que obtenían la mayor
parte de sus ingresos a través del comercio electrónico. Esta modalidad genera unos 18 mil nuevos puestos de
trabajo cada año, muchos creados por los propios vendedores, ya que un 67% tiene al menos un colaborador.
COMERCIANTES ONLINE
La tecnología derriba barreras a la hora de emprender, sobre todo para sectores que suelen tener dificultades de
empleo como los más jóvenes, las mujeres y los mayores de 45 o 50 años. Según datos de Nielsen, el comercio
electrónico representa la principal fuente de ingresos para el 10% de los usuarios de entre 18 y 25; y hay una
creciente proporción de mujeres que utiliza la venta online para complementar los ingresos de sus hogares.
En tanto, más de la mitad de los vendedores online (56%) son trabajadores híbridos. Es decir que mantienen su
ocupación habitual y en el tiempo libre desarrollan un emprendimiento comercial propio en Internet. Graciela
Imbrogno empezó de esta manera a vender fragancias y cosméticos bajo la marca Graines Perfumes. "Hace 2 años
y medio me jubilé después de trabajar 35 años en un banco -cuenta- y me dediqué a full a mi nuevo negocio." Hoy,
Graciela es una de las vendedoras más reconocidas en el mundillo del e-commerce, que permite a los clientes
otorgar puntaje y dejar comentarios luego de cada compra.
Al principio, el trabajo resultó más demandante que ir al banco. "Tenía que hacerme conocida, y trabajaba hasta
cualquier hora y los fines de semana. Pero ahora me puse un horario y lo respeto a rajatabla. Armé mi oficina en
el cuarto de uno de mis hijos, y el menor, que aún vive en casa, sabe que estoy, pero estoy trabajando", asegura.
"Después de tantos años de ir a una oficina disfruto mucho de poder trabajar en casa -dice Graciela-. No me siento
aislada, al contrario, me contacto con un montón de gente de todo el país. Me envían mensajes por correo
electrónico, por Facebook, en el chat o hablamos por teléfono. Descubrí un mundo nuevo y que sirvo para algo
más que ser bancaria."
SOLOS, PERO ACOMPAÑADOS
Artur Maklyarevsky (36) es ucraniano y lleva su oficina en su computadora portátil a todas partes. Es el creador
de dos compañías: un sitio de Internet dedicado al arte urbano ( www.bulkka.com ) y una firma de servicios
tecnológicos ( www.convertmyflash.com ) que convierte páginas Web armadas en flash al formato HTML, más
amigable para la navegación móvil. Cuando está en Buenos Aires, Artur maneja sus emprendimientos desde algún
cibercafé o desde Urban Station, estación de co-working -modalidad de trabajo en la que emprendedores de
diferentes rubros comparten una oficina-, en el barrio de Palermo. "La ventaja es que no estás solo en tu casa.
Tampoco se trata de ir a un café y tener que llevarte la laptop al baño para que no te roben, o que tus clientes te
llamen y escuchen el ruido del bar. Podés trabajar en un lugar cómodo, seguro y junto a personas interesantes",
dice el emprendedor.
A pocos metros de él, la porteña María Spitaleri (30) trabaja con su computadora portátil para una agencia
internacional de branding que está por instalarse en el país. "Es un proyecto que se está armando, y trabajamos
cinco personas desde la Argentina. En lugar de alquilar una oficina temporal, nos citamos en un bar o en una
estación de co-working y así podemos interactuar en un ambiente cómodo y con la tecnología y conexión de
Internet adecuadas", destaca.
"Combinamos la informalidad de un bar y la comodidad del hogar", dice Juan Pablo Russo, ex publicista y uno de
los socios de Urban Station ( www.enjoyurbanstation.com ), junto a Marcelo Cora, Claudio Bisurgi y Florencia
Faivich. "Todos venimos del ámbito corporativo y soñábamos con trabajar en un lugar como este, donde hay gente
muy diversa, buena onda y mucha flexibilidad", completa Florencia. Hay quienes vienen por un par de horas y
pagan como si fuera un ciber; otros alquilan su espacio por día, semana o mes. "Lo más interesante -apunta la
emprendedora- son los mix que se arman cuando se ponen a hablar una wedding planner con un trader que opera
en el mercado de futuros, un diseñador y una traductora, y a lo mejor de ese intercambio nace una amistad o un
nuevo negocio."
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12. UN NUEVO MODELO, UNA NUEVA RAZA
Cada vez más, el trabajo a distancia se está transformando en móvil. Este cambio está creando una nueva raza de
trabajadores y emprendedores nómades que organizan sus horarios, visitan clientes, proveedores y atienden
consultas y llamadas en cualquier momento y lugar, desde un teléfono móvil o una computadora portátil.
Según un informe de The Economist, en Estados Unidos, uno de los mercados con mayor desarrollo de esta
modalidad, "los trabajadores nómades están menos de la tercera parte del tiempo en las oficinas de la empresa, otro
tercio de su tiempo trabajan en sus casas y el tercio restante, en cafés, bibliotecas o parques con acceso Wi-Fi".
Si bien el concepto de trabajo a distancia se popularizó en la década del 90 gracias a las tecnologías de
comunicación fijas (teléfono, fax, PC de escritorio y conexión a Internet), el nuevo modelo de trabajo nómade es
radicalmente diferente y requirió para su implementación el desarrollo de las tecnologías de comunicación móviles
(telefonía celular, computadoras portátiles, conexiones de banda ancha móviles).
Mike Lazaridis, fundador de Research in Motion (RIM), la fabricante de Blackberry, afirma que este dispositivo
contribuyó a la globalización, ya que "sacó a la gente de sus escritorios en el momento en que se comenzaban a
demandar trabajadores disponibles durante las 24 horas".
A diferencia del trabajo a distancia, que mantiene a las personas ceñidas a un horario y lugar donde puedan ser
ubicadas, el trabajo móvil las libera de esas ataduras, pero exige un cambio de mentalidad. El nuevo paradigma de
trabajo se parece al de la universidad: el profesor asigna una tarea y una fecha de entrega, no importa en qué
momento y lugar los alumnos la resuelven. Sin embargo, no todos los trabajadores quieren ni se sienten cómodos
con las nuevas premisas. Uno de los principales peligros del trabajo móvil es el estrés, por la tendencia a estar
conectado con el trabajo todo el tiempo.
James Katz, profesor de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey y jefe de un centro de investigaciones sobre el
impacto social de las tecnologías móviles, afirma: "La movilidad del trabajo exige una nueva integración de las
esferas productivas y sociales". El investigador señala que en la era de los agricultores y artesanos preindustriales,
las personas no separaban el espacio físico del trabajo, la familia y el esparcimiento. Frecuentemente trabajaban
en sus casas, junto a la familia, que era mucho más extensa que la actual. La era industrial, con la creación de
máquinas y líneas de montaje, obligó a la separación de hogares y fábricas, y otro tanto ocurrió con las burocracias
previas a esta era digital.
En la actualidad, en cambio, estas esferas vuelven a converger. La diferencia entre la integración de los espacios
de trabajo y familia en la era preindustrial y en la época actual es que antiguamente la productividad personal tenía
un límite. Hoy, la conectividad permanente brinda la falsa ilusión de que, con las nuevas tecnologías, siempre se
puede lograr más productividad.
A pesar de sus fallas y sus puntos en contra, lo cierto es que la movilidad del trabajo ha llegado para quedarse. Las
nuevas generaciones de nativos digitales tienden cada vez menos a afincarse en un lugar (sea una ciudad, un hogar,
una pareja o un empleo), y su forma de vida se ha vuelto nómade.
¿Por qué aguantarse un congestionamiento de tráfico de una hora para llegar a una oficina si se puede trabajar
desde casa, un bar o la playa? Con el advenimiento de la oficina sin papeles y las conexiones a Internet de alta
velocidad, la información se ha vuelto ubicua, y hoy se puede trabajar virtualmente desde cualquier lugar.
Por María Gabriela Ensinck
revista@lanacion.com.ar
Para saber más www.trabajo.gob.ar/teletrabajo ; www.jobing.com.ar Oficinas a demanda y estaciones de
teletrabajo www.enjoyurbanstation.com ; www.areatresworkplace.com
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13. Recursos Humanos: El departamento que gracias
a las redes sociales puede contratarte… o
despedirte
Gracias a la generalización de las redes sociales estos departamentos están ampliando su
ámbito de actuación hasta lugares donde antes no llegaban, para lo bueno y para lo malo. Recuerdo
con nostalgia aquellos tiempos cuando se reclutaba candidatos vía ofertas en la prensa escrita de
los domingos o mediante anuncios por sms desde la base de datos de la empresa para sus
candidatos inscritos. Todo esto cambió con la llegada en primer lugar de la Web y sus servicios
de contacto como el mail o los portales de empresa, y ahora aún más con la llegada de las redes
sociales.
Recientemente ha salido a la luz una sentencia del Tribunal Constitucional en la que se niega la
vulneración de los derechos a la intimidad personal y al secreto de las comunicaciones al
entender que quienes realizaron actos dispositivos (dos trabajadoras que instalaron un chat sin
consentimiento y difamaron a compañeros/as y jefes) determinaron la eliminación de
la privacidad de sus conversaciones, al incluirlas en el ordenador común y que fueron descubiertas
de manera casual y “sin ninguna intención” por otro trabajador. Reiterando que “no podía existir
una expectativa razonable de confidencialidad”.
Amparados en esa divulgación gratuita y sin control, los departamentos de Recursos
Humanoscuentan con gran cantidad de información sobre gente como tú.
Pueden darte un trabajo desde sus perfiles en redes sociales, sus páginas de empresa
en Facebook, Google Plus o Linkedin, las cuentas en redes sociales de sus profesionales de
reclutamiento o pueden gestionar ofertas en portales como este (Infoempleo.com) que luego son
compartidas en los perfiles sociales de que disponen estos mismos portales. Pero también hay un
“reverso” ya que este departamento se encarga igualmente de despedir y ahora puede llegar muy
lejos con tus perfiles en redes sociales y sin violar en ningún momento tu derecho fundamental a la
intimidad, por una sencilla razón: tuscomentarios, fotos, vídeos y artículos compartidos en
redes sociales son públicos y no gozan de dicha protección. Salvo que tú configures esos perfiles
en un modo seguro o cerrado.
Y no tiene mucho que ver este artículo con la llegada de tanta “tele-realidad” a la parrilla televisiva,
pero sí que es cierto que hoy en día gracias a la gran difusión de nuestra vida privada en las redes
sociales, las empresas disponen de más información que la que 30 cámaras de TV tienen a diario
en un espacio cerrado y acondicionado para unos concursantes de reality.
La selección de candidatos
Pueden saber de nosotros mil cosas, algunas positivas como nuestros gustos literarios,
culturales, musicales o profesionales, pero también pueden saber si tenemos una tendencia
política u otra, o una posición favorable o contraria en algunos asuntos espinosos que afectan a la
sociedad.
Y no es muy difícil saber todo esto ya que por “desgracia”, el motor de búsqueda de buscadores
como Google potencia ante todo la “sociabilidad” de un nombre y sus apellidos. Haciendo un poco
de “Ego-Surfing” (Googlear nuestro nombre) si somos muy sociales, podemos ver como todo lo
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indudablemente ahora tiene un tiempo ganado enorme.
Este profesional dispondrá en un momento de tus opiniones sobre temas espinosos que pueden
generar un mal ambiente en la organización que te está evaluando. Puede conocer si tus fines de
semana son de una manera u otra, si consumes mucho o poco alcohol u otras sustancias, si has
pertenecido a grupos de una ideología radical o no, o si perteneces actualmente. Puede saber
si eres una persona alterable, envidiosa, irrespetuosa, grosera, molesta o con ganas de
protagonismo. Si eres una persona obsesiva con su físico o con una baja autoestima…
Respecto al despido
Las redes ponen en bandeja de plata a los departamentos de personal los fraudes más
comunes por algunos “espabilad@s” profesionales del absentismo. Les dan a Recursos
Humanos la capacidad de saber, la geolocalización (chek in), su actividad en las últimas horas, sus
fotos recientes, comentarios y un impagable ojo de halcón que permite ver si se está realmente en
la cama con fiebre o en una pista jugando al baloncesto con un par de amigos, por ejemplo.
Ante un conflicto entre dos trabajadores y versiones contradictorias, un par de indagaciones en
redes sociales pueden decantar el criterio para desprenderse de uno u otro, en función de su
historial de conflictividad en la red.
Otro aspecto inquietante para los trabajadores es la posibilidad de poder saber hora a hora lo que
estás haciendo gracias a los tuits, publicaciones de Facebook, fotos en Instagram… Por lo que las
bajadas de rendimiento pueden quedar acreditadas con esa nueva actividad como “Community
Manager” de autobombo personal. Esto hay que tomarlo con mucha reserva porque existen
servicios comoHootsuite con los que se pueden programar desde casa los tuits y parece que
mientras trabaja estátuiteando o posteando, cuando lo que ha hecho ha sido programarlos horas
o días antes.
También se puede saber quién busca trabajo en otros sitios, porque se puede saber que
contactos nuevos tienes en las redes profesionales, de qué tipo son, si tuiteas a gente
pidiendo un empleo, etc.
Es por eso que muchos profesionales de la orientación recomendamos un uso responsable de las
redes sociales tanto a empleados en activo como a buscadores de empleo, porque todo lo que
compartas en la red puede ser usado en tu contra, pero ojo, también a tu favor y es aquí donde
entran conceptos como marca personal o reputación digital que si tecleas en un buscador son muy
comentados por miles de profesionales del empleo 2.0 y de los cuales yo también he hablado en
muchas ocasiones.
Tan malo es la sobreexposición como el recelo que puede generar encontrarte con un
candidato/a que maneja herramientas TIC, smartphones y tablets “supuestamente” en su CV
y luego no deja ni un rastro en redes sociales. Esto te está determinando en algunos casos que
la persona es muy recelosa de su vida y que puede estar ocultando cosas que luego aflorarán. O
no. Hay que jugar con todas las bazas que uno dispone.
Lo dicho al principio, para lo bueno y para lo malo las redes sociales pueden ayudar a un
responsable deselección a tomar sus decisiones más trascendentales.
Y para finalizar, si estás en Redes Sociales con tu nombre y apellidos a modo de ventana
profesional, ante todo, uniformidad, has de ser igual en todas ellas, ya que así generas marca y
evitas la dispersión de tu información principal como profesional conectado.
Fuente: blog.infoempleo.com
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