El documento define el aborto como la interrupción del desarrollo del feto antes de las 20 semanas de embarazo. Explica que un aborto inducido es la terminación activa del embarazo antes de las 22 semanas, ya sea por razones médicas o por decisión de la mujer. También describe el aborto espontáneo como aquel que no es intencional y suele deberse a anomalías genéticas o del tracto reproductivo de la madre.