2. • La sombra es parte del desarrollo
humano. Carl G. Jung planteó la
teoría de un inconsciente
colectivo, entendiendo por éste,
un conjunto de imágenes o
motivos comunes a toda la
humanidad.
3. • A estas configuraciones les
llamó: arquetipos.
• La sombra es un arquetipo. Es
un conjunto de complejos o
energías rechazadas
4. • Freud denomina “Ello”. Jung lo denomina:
“hermana sombra”, “el doble”, “los gemelos”
uno de los cuales muestra un lado siniestro,
“el alter ego”, “el sí mismo reprimido”, “el
lado sombrío de sí mismo”, “el sí mismo
alienado”, “la personalidad inferior de sí
mismo”, “el otro en nosotros”, “la
personalidad inconsciente del otro sexo”, “lo
inferior reprensible”, o “el otro que nos turba
y nos avergüenza”.
5. • La sombra es el lado negativo de la
personalidad, la suma de todas las
cualidades desagradables que
tendemos a detestar y a ocultar, así
como las funciones
insuficientemente desarrolladas y el
contenido del inconsciente personal.
6. • La sombra son las cualidades que no
aceptamos de nosotros mismos, lo
que permite acceder a nuestra
propia humanidad. Representa una
instancia psicológica negada que
mantenemos aislada en el
inconsciente donde termina
configurando una especie de
personalidad disidente.
7. • La sombra no es algo malo, contiene
cualidades que poseen potencialmente
una extraordinaria trascendencia moral.
Es el material psíquico de una persona
que ha cristalizado en el inconsciente por
compensación al desarrollo
unidimensional del yo consciente. Si el
ego es el anverso de la persona, la
sombra es el reverso inconsciente.
8. • Formas de la sombra
• Sombra negra: son los instintos rechazados
como el de la sexualidad y la agresividad. A
veces, la sombra negra que hemos querido
ignorar (logrando una reputación de rectitud y
virtud) se subleva contra los valores
transmitidos en: rebeldía contra las reglas,
rivalidad con los demás, actitudes de envidia y
de celos, deseo de dominación, impulsos
sexuales desordenados.
9. • Sombra blanca: proviene del rechazo de una
conducta virtuosa y espiritual. Cuando el
medio le impone a la persona normas y
actitudes desviadas y no permite su tendencia
a la honestidad y la generosidad. El mundo
espiritual que algunos niegan es su sombra
blanca.
10. • La formación de la sombra
• El término persona significa el yo social
resultante de los esfuerzos de
adaptación desplegados para observar
las normas sociales, morales y
educacionales del medio. La persona
echa de sí todo lo inaceptable, así se
produce la sombra. Se crea una
oposición entre el yo social y el yo
íntimo.
11. • La persona (yo social) se esfuerza por
adaptarse al medio social y al hacerlo el
yo íntimo pierde relevancia. Se corre el
riesgo de que el yo íntimo se esconda en
la sombra. Surge, entonces, el desafío:
adaptarse al entorno sin descuidar el
crecimiento del yo íntimo. La necesidad
es construir en el niño un yo social
(persona) sano y sólido.
12. • Algunas prohibiciones conflictivas:
–De llegar a ser uno mismo.
–De tener ciertas emociones.
–De aprender o no aprender.
–De tener intimidad.
–Relativas a autoafirmarse.
13. • Equivocaciones en el manejo de la
dualidad.
• Identificarse sólo con el yo ideal y negar
la sombra.
• Identificación sólo con la sombra.
• Mantener una doble vida.
14. • REDIMIR EL LADO OSCURO
• Dios puede obrar por medio de nuestro lado
oscuro para alcanzar los propósitos de su
reino y para elevarnos a posiciones de
liderazgo a las que tal vez no hubiésemos
aspirado sin la influencia de nuestro lado
oscuro. Sin embargo, es esencial en algún
punto que nuestro lado oscuro sea redimido
para servir de modo más adecuado a los
propósitos de Dios y usarlo menos para
satisfacer nuestras propias necesidades.
15. • Quienes tienen tendencias
compulsivas deben comprender que
Dios es soberano y tiene el control
completo no solamente de sus vidas
sino también de las circunstancias
que rodean sus vidas.
16. • El líder narcisista debe comprender
que ninguna cantidad de logro o de
reconocimiento personal aplacará su
persistente sed interior de un
sentido de capacidad y estima
personales aparte de encontrar la
plena satisfacción en Cristo.
17. • Quienes luchan con los rasgos del
líder paranoico, necesitan confiar en
que Dios es su protector y que Él
será una fortaleza contra todos los
ataques a su persona, ya sean reales
o imaginarios.
18. • Los líderes codependientes necesitan
aceptar el hecho de que ellos no son
responsables de las actitudes y los
actos de los demás, y que agradar a
Dios es más importante que gustarle
a todas las personas a quienes se
sirve.
19. • El líder que lucha con tendencias
pasivo-agresivas debe aprender que
la motivación producida por una
visión inspirada por Dios y una
estrategia bien diseñada para lograr
la visión es mucho más eficaz que la
manipulación de arrebatos
emocionales públicos.
20. • Mediante el proceso de aprender
acerca de nosotros mismos y
progresivamente tratar nuestro lado
oscuro evitamos su destructiva
paradoja y permitimos que Dios
ejerza mayor control sobre nuestro
liderazgo.
21. • Para superar el lado oscuro de nuestra
personalidad debemos someternos a un
proceso de toda la vida a disciplina y vigilancia
continua. Adopte los siguientes pasos:
• Reconozca su lado oscuro. Un hombre es los
que piensa en lo más profundo de su corazón,
Jeremías 17:9. Negar nuestro pecado no
soluciona las cosas, Proverbios 28:13. Dios
está presente en nuestra debilidad, 2
Corintios 12:9-10.
22. • Examine el pasado. El propósito de
examinar el pasado no es el de asignar
culpabilidades sino el de entendernos a
nosotros mismos. Traiga a la memoria los
eventos que hayan dejado una marca
indeleble e identifique los sentimientos
que le generan. Extienda el perdón que
se requiera.
23. • Resista la trampa de las expectativas
irreales. Las expectativas irreales
producen fricción y presión en la vida y
finalmente conducen al agotamiento.
Permita que la gracia de Dios lo libere de
esta trampa.
24. • Practique el autoconocimiento
progresivo. Expóngase regularmente
al espejo de las Escrituras (Stgo.
1:22-25). Practique las disciplinas
espirituales regularmente: oración,
ayuno, retiro, meditación, solitud,
etc.
25. • Comprenda su identidad en Cristo.
Su verdadero valor no reside en su
rendimiento, posición, títulos, logros
o poder. Está más allá de lo que
usted haya hecho o hará. Su fuente
de dignidad es ser declarado justo en
Cristo y ser conocido de Dios.
26. “Necesito acogerme y amarme
A mí mismo humildemente,
Pero por entero, sin restricciones:
Sombras y luces, dulzuras y cóleras,
Risas y lágrimas, humillaciones y orgullos,
Reivindicar todo mi pasado,
Mi pasado no confesado, inconfesable…!
Jacques Leclercq