El documento habla sobre la celebración de la Semana Santa y la Pascua. Resalta que la fe pascual es creer en el amor de Dios que vence a la muerte. Aunque a veces dudamos, la experiencia de Jesús resucitado es promesa de vida plena. El documento enfatiza celebrar el Jueves Santo para comprender el amor con que Jesús nos ama y nos envía, un amor que crea fraternidad. Finalmente, anima a entrar con determinación al tiempo de Cuaresma para prepararnos a la gran fiesta
Luisa de Marillac Animadora de las Cofradías de la Caridad
Carta de Maite Uribe sobre la Pascua y el amor que vence a la muerte
1. Texto: Carta de Maite Uribe
Música: O’Clock. Vangelis
Montaje: Eloísa DJ
Avance manual
2.
3. Caminamos con todos los cristianos hacia la fiesta de la
Pascua, la noche en la que al amor se hace más fuerte que la
muerte y la vida victoria definitiva,
5. Nuestra fe pascual no es un mito, ni una fábula, es una
historia de amor de Dios con el hombre.
6. Es creer que Dios nos ama con un amor que vence a la
muerte, un amor que se nos ofrece en Jesús para que
también nosotros podamos amar y ser amados.
7. La realidad del mundo en el
que vivimos, las dificultades
de todo tipo que atraviesan
nuestra existencia pueden
hacernos dudar de esta
esperanza.
8. Como las mujeres que
corren al sepulcro,
como los discípulos de
Emaús, como Pedro y
como tantos hombres y
mujeres de nuestro
tiempo,
10. Incluso a veces la
comunidad más
cercana y hasta la
Iglesia puede
parecer que no
nos sostienen
suficientemente
en esta búsqueda.
11. Nos cuesta creer
en la victoria
definitiva de la
vida y del amor,
nos cuesta creer
en la
resurrección.
12. Sin embargo la
experiencia de Jesús
resucitado es promesa y
es alianza, es promesa de
plenitud de vida y es
alianza definitiva de un
Amor que nos precede, se
encarna en nuestra
historia, nos acompaña y
hace posible desde El y
con El un compromiso en
fidelidad.
13. Este amor de Jesús, real y concreto, se manifiesta con todos
los que cruzan su camino, amigos enemigos, justos y
pecadores,
14. es un amor que
atraviesa el
sufrimiento, la prueba
y la persecución, que
se hace perdón y
misericordia, y porque
atraviesa el tiempo es
definitivo y para
siempre.
15. Cuando somos capaces de vivir
desde esta experiencia podemos
caminar junto a muchos hombres
y mujeres compartiendo con
ellos una buena noticia.
16. Por eso la decisión de Benedicto XVI ha
sorprendido a todos,
17. porque ha hecho creíble que el amor, cuando es servicio
humilde y verdadero, es más fuerte que la muerte, abre
nuevos caminos al Evangelio y se hace esperanza para
nuestro mundo hoy.
18. En este año de la
justicia, entendida
como compromiso
de liberación y
como fraternidad,
creemos que es
posible narrar la
experiencia
pascual de manera
creíble para
nuestros
contemporáneos
19. porque se trata de una
manera de ser y de actuar
basada en la justicia y el
amor.
20. En este tiempo de
preparación a la
Pascua queremos
seguir acogiendo la
llamada del profeta
Miqueas,
21. “Se te ha indicado
lo que exige de ti
el Señor, nada
más que practicar
la justicia, amar la
misericordia, y
caminar
humildemente con
tu Dios” (Miq 6,8)
23. “El Señor ha hecho
en nosotros y en
nuestro mundo
obras grandes, ha
ensalzado a los
humildes y ha
colmado de bienes a
los hambrientos”
(Lc 1,47)
24. Dentro del ciclo pascual,
este año queremos
subrayar especialmente el
Jueves Santo y darnos
cita en ese día para
celebrar de manera
significativa lo que esa
fiesta expresa como
experiencia de solidaridad
y de hermandad, de un
amor que se hace justicia
y paz.
25.
26. La experiencia de
los discípulos en la
cena del Jueves
Santo, que es cena
pascual, es un
momento
especialmente
significativo para
entender el amor
con que Jesús les
ama y les envía.
27. “Habiendo amado a los suyos, les amó
hasta el extremo”.
Este proyecto, que es el de Dios Padre, es un proyecto de
fraternidad y de comunión.
28. Este proyecto
que se hace
rostro en
Jesús se basa
en la entrega
de la vida, en
una manera de
amar que crea
fraternidad,
29. en un estilo que promueve
espacios de acogida y no de
exclusión, de valoración mutua
y no de competitividad, de
confianza y no de comparación.
30. Espacios en los
que los más
débiles son los
primeros y
donde todos
encuentran su
lugar, su sitio,
su tarea
31. para juntos
sobrepasar el miedo
a la soledad, a la
inseguridad, a la
marginación y
juntos compartir la
esperanza de un
amor que vence la
muerte.
32. El cristiano, nos
dice Benedicto
XVI en su
Mensaje para la
Cuaresma,
33. es una persona
conquistada por
el amor de
Cristo y movido
por este amor
está abierto de
modo profundo y
concreto al
amor al prójimo.
34. Esta actitud nace
ante todo de la
conciencia de que
el Señor nos ama,
nos perdona,
incluso nos sirve,
se inclina a lavar
los pies de los
apóstoles y se
entrega a sí mismo
por amor.
35. En este año en que
subrayamos nuestro
empeño común por la
justicia,
36. la Eucaristía, como
sacramento del
amor, nos tiene que
llevar
necesariamente a
acoger la vida de
nuestros
hermanos, sus
hambres y sus
muertes,
37. porque compartir el Cuerpo de Cristo tiene que abrirnos
a la solidaridad y a la búsqueda de relaciones más justas
y fraternas,