1. Capítulos 2 y 3 del Manual de Escritura Académica de Raúl
Vallejo, Corporación Editora Nacional, Quito, 2006.
2.
ÉTICA ACADÉMICA
La Organización del Bachillerato Internacional, OBI, es una de las más prestigiosas
instituciones educativas del mundo y se ha convertido en sinónimo de una educación
impartida con altos y exigentes estándares de calidad. Del artículo 14 del Reglamento
General de OBI se desprende que el Bachillerato Internacional "espera que los alumnos
citen en detalle las fuentes de todo trabajo, pensamiento o idea ajenos", que para cada
materia hagan trabajos distintos, y que no contribuyan a que los trabajos propios sean
presentados por otros estudiantes3. Es imprescindible que, como parte de un esfuerzo
nacional para desarrollar una ética académica, nuestro sistema educativo adopte una
filosofía y una metodología similares para el tratamiento de las conductas deshonestas
del alumnado.
La OBI define tres conductas deshonestas del alumnado: la conducta improcedente,
la colusión y el plagio. Según la normativa de la OBI, Conducta improcedente es todo
intento por parte del alumnado de obtener ventaja no justificada en un componente de
evaluación. Colusión es cuando una alumna o un alumno permite, a sabiendas, que un
trabajo suyo sea presentado para evaluación como trabajo de otro alumno o alumna.
Plagio es la presentación como propios, a objeto de evaluación, el trabajo, pensamiento
o ideas de otra persona.
En nuestro país, un grave problema en los trabajos de investigación, no solo en la
escuela secundaria sino también en la universidad, es la tendencia a reproducir las
fuentes investigadas sin citarlas apropiadamente y reducir tales trabajos a un
resumen, en el mejor de los casos, o a una copia, palabra por palabra, de los textos
consultados, en otros; todo ello como si fueran propios. A veces se piensa
equivocadamente que las citas abundantes disminuyen la calidad del trabajo de
investigación; todo lo contrario: una buena investigación reconoce de manera
escrupulosa las fuentes consultadas y evidencia ante los lectores el esfuerzo
desplegado por quien ha investigado.
Recordemos que el plagio es una indebida apropiación intelectual que, en la vida
adulta, acarrea problemas civiles y penales. En muchas instituciones universitarias del
mundo es, junto a la copia o al acoso sexual, motivo de expulsión4.
Sugiero que, en nuestras instituciones educativas de educación general básica y de
educación complementaria, cualquiera de las ya definidas conductas deshonestas,
debidamente comprobadas, debería sancionarse poniendo la nota mínima (01), en el
periodo académico respectivo, en la materia en que se produce la falta. Asimismo, en el
caso de que la falta ocurriera en la escritura de la monografía para obtener el grado de
Bachiller, la conducta deshonesta debería ser sancionada con la suspensión del
alumno o la alumna para rendir los exámenes de grado en la segunda llamada, según
señala el Reglamento General de Educación. En estos casos no debería existir ninguna
contemplación y habría que proceder con firmeza, pues de esta manera estamos
educando también para una práctica de ciudadanía que combata la corrupción.
3
Las definiciones de esta sección están tomadas del Vademecum. Manual de procedimientos para los coordinadores y
profesores del BI, pp. A6-8.
4
En la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, la disposición 148 de las Normas para el funcionamiento de
los programas de Maestría, Diploma y Especialización Superior, dice: "Las autoridades de la universidad y la de los
respectivos programas están facultadas para proceder a sancionar a los estudiantes hasta con separación definitiva
del programa cuando hubieran cometido faltas como plagio, copia en los exámenes, alteración de registros de
asistencia u otras irregularidades comprobadas".
2. 3.
RECOMENDACIONES
PARA EVITAR EL PLAGIO
Uno puede, ciertamente, usar las palabras y los pensamientos de otras personas en
el trabajo de investigación, pero dicho material jamás debe aparecer como si fuera de
creación propia sino que, por el contrario, éste deberá aparecer con la fuente citada
apropiadamente. La ética y el sentido común nos ayudarán a discernir la manera de
citar en cada caso, pero lo que siempre debemos tener claro es que en un trabajo
académico es imprescindible otorgar el crédito de las ideas y de la investigación a
quienes las han producidos5.
Supongamos, por ejemplo, que uno quiere usar el material que aparece en el
siguiente párrafo de la página 189 del libro Testimonio y tendencia mítica en la obra de
José de la Cuadra, escrito por Humberto Robles:
Los Sangurimas es la obra más lograda y original de Cuadra. En ella confluyen lo puramente
inventivo, la labor de organización y síntesis, atribuible al talento creador de su autor, con
recursos que provienen de una tradición oral narrativa, propia de pueblos jóvenes, primitivos.
Sí uno escribiera la siguiente paráfrasis, sin la cita de ninguna documentación,
estaría cometiendo plagio:
La obra más lograda de Cuadra es Los Sangurimas. En ella coexisten la imaginación, la
buena organización y lo conciso, cuestiones que provienen de la primitiva tradición oral
ecuatoriana, una de las características de los pueblos jóvenes.
Pero, es aceptable, para efectos de los trabajos académicos, que uno presente este
material, en forma de paráfrasis, con la cita de la fuente:
En Los Sangurimas, la obra más lograda de Cuadra, coexisten la imaginación, la buena
organización y lo conciso, cuestiones que provienen de la tradición oral ecuatoriana (Robles,
189).
Según el manual para escritores de trabajos de investigación de la Modem Language
Association of America, MLA, que estamos siguiendo, la fuente está indicada por el
nombre del autor y por la página de la referencia en paréntesis. El nombre remite al
lector a la entrada correspondiente en la lista de trabajos citados que aparece al final
del trabajo:
Robles, Humberto. Testimonio y tendencia mítica en la obra de José de la Cuadra. Quito, Casa
de la Cultura Ecuatoriana, 1976.
Analicemos dos ejemplos más de plagio. Si dice la fuente:
...un testimonio es una narración -usualmente pero no obligatoriamente del tamaño de una
novela o una novela corta- contada en primera persona gramatical por un narrador que es a
la vez el protagonista (o el testigo) de su propio relato. Su unidad narrativa suele ser una
"vida" o una vivencia particularmente significativa…6
Es plagio escribir en nuestro trabajo:
Para este trabajo definiremos el testimonio como la narración que cuenta, en primera
persona, una vivencia significativa.
Veamos el segundo ejemplo de plagio. Si dice la fuente:
En la discusión del equilibrio y las medidas, aparecen otras tres palabras como categorías
primarias en la cultura de las sociedades andinas: ayni, mita y mink'a. Ayni, como lo explica
5
Este apartado expone y traduce libremente las ideas expresadas en Joseph Gibaldi, MLA Handbook for Writers
of Research Papers (New York, The Modern Language Association of America, 1995): 26-29. Los ejemplos, no
obstante lo dicho, son míos.
6
John Beverley, Del Lazarillo al Sandinismo: estudios sobre la función ideológica de la literatura española e
hispanoamericana (Minneapolis, The Prisma Institute, 1987): 157.
3. González Holguín, significa "trauajar otro tanto por otro como el por mí", "aynilla manta
llamcapuni" ([1608] 1952: 40). En este sentido ayni representa el concepto andino de
reciprocidad entre iguales, en donde el trabajo no se concibe como un contrato sino
(teóricamente) como un intercambio de servicios a otro, quien debe retribuir en reciprocidad
un servicio similar. Implícitamente se entiende que debe ser realizado el mismo tipo de
trabajo7.
Es plagio escribir en nuestro trabajo:
Existen tres categorías de reciprocidad en las sociedades andinas: ayni, mita y mink'a. Ayni
significa un intercambio de servicios que debe ser retribuido de igual manera.
En el primer ejemplo, el o la estudiante se apropia de la definición de la categoría
testimonio sin citar el nombre de quien la ha concebido y desarrollado. En el
segundo, se apropia de una línea de pensamiento frente a la investigación de tres
categorías culturales sin otorgar crédito a quien las ha investigado. Nótese que
Harrison cita la fuente -un diccionario quichua de 1608- de donde tomó la definición
primaria de los términos.
El o la estudiante hubiera evitado el plagio si hubiese señalado la fuente
apropiadamente de las siguientes maneras:
En el primer ejemplo:
Para este trabajo entenderemos el testimonio, siguiendo la definición que desarrolla John
Beverley, como la narración que cuenta, en primera persona, una vivencia significativa (157).
En el segundo ejemplo:
Según Regina Harrison, que ha investigado en el diccionario de González Holguín, existen tres
categorías de reciprocidad en las sociedades andinas: ayni, mita y mink'a. Ayni significa un
intercambio de servicios que debe ser retribuido de igual manera (70).
En cada paráfrasis, el nombre del autor refiere al lector a la lista completa de
trabajos citados al final de nuestro trabajo académico:
Beverley, John. Del Lazarillo al Sandinismo: estudios sobre la función ideológica de la literatura
española e hispanoamericana. Minneapolis, The Prisma Institute, 1987.
Harrison, Regina. Signos, cantos y memoria en los Andes. Quito, Abya-Yala, 1994.
Al escribir el trabajo académico, uno debe documentar todo lo que ha „pedido
prestado‟: no solo las citas y las paráfrasis sino también la información y las ideas.
Claro está, el sentido común y la ética nos permiten discriminar qué tipo de
información o conocimiento no es necesario citar. Por ejemplo, los refranes (“El hábito
no hace al monje”), frases conocidas (“He arado en el mar”) o conocimientos generales
(“Juan José Flores fue el primer presidente del Ecuador”).
Finalmente, hay dos asuntos más que tienen que ver con el plagio y que no se
refieren a las fuentes. El primero, cuando un estudiante presenta un trabajo que ya
entregó en otra materia o en un curso previo. Obviamente no es lo mismo que robar las
ideas de otro; no obstante, esto resulta como un plagio a uno mismo y constituye otra
forma de copiar. Si uno quiere reescribir un trabajo hecho para otro curso o materia,
es indispensable solicitar permiso al profesor o profesora de la materia que está
tomando, y señalar el origen del trabajo.
El otro asunto tiene que ver con los trabajos de investigación en grupo. Una
manera, para evitar injusticias al respecto, es, si los aportes estuvieran claramente
demarcados o fuesen dispares, señalar con exactitud quién hizo qué cosa en los
créditos del trabajo. La otra manera, si las contribuciones fuesen iguales, es la de
reconocer dichas contribuciones por igual desde el comienzo del trabajo. En todos los
casos, es importante que el profesor o profesora tenga claro el aporte individual.
7
Regina Harrison, Signos, cantos y memoria en los Andes (Quito, Abya-Yala, 1994): 70.