3. Durante un tiempo ha sido común plantear el problema de si los valores
tienen características propias, y cuáles son éstas. Una respuesta que ha
circulado mucho ha sido la que se expresa en los seis siguientes puntos:
el valer: no pueden caracterizarse por el ser, como los objetos reales y los
ideales. Se dice, que valen y, por lo tanto, que no tienen ser sino valer. Los
valores son intemporales y por eso han sido confundidos a veces con los entes
ideales, pero su forma de realidad no es el ser ideal ni el ser real, sino el ser
valioso. La realidad del valor es, pues, el valer.
Objetividad: Los valores son objetivos, es decir, no dependen de las
preferencias individuales, sino que mantienen su forma de realidad más allá de
toda apreciación. (la teoría relativista afirma que tiene valor lo deseable. La
absolutista sostiene que es deseable lo valioso).
No independencia: los valores no son independientes, pero esta dependencia no
debe entenderse como una subordinación del valor, sino como una no
independencia ontológica, como la necesaria adherencia del valor a las cosas.
Polaridad: los valores se presentan siempre polarmente, porque no son
entidades indiferentes como las otras realidades. La polaridad de los valores es
el desdoblamiento de cada cosa valente en un aspecto positivo y un aspecto
negativo (disvalor).
4. Cualidad: son totalmente independientes de la cantidad. Lo característico de
ellos es la cualidad pura.
Jerarquía: no son indiferentes no sólo en lo que se refiere a su polaridad, sino
también en las relaciones mutuas de las especies de valor. El conjunto de
valores se ofrece en una tabla general ordenada jerárquicamente.
La clasificación más habitual de los valores comprende los valores lógicos, los
éticos y los estéticos.
5. CLASES DE
VALORES
Valores Humanos:
Estos valores perfeccionan al hombre de tal manera que lo hacen más humanos,
por ejemplo, la justicia hace al hombre más noble, de mayor calidad como
persona.
Los Valores Infrahumanos:
Son aquellos que si perfeccionan al ser humano, pero en aspecto más inferiores,
en aspectos que comparte con otros seres, con los animales, por ejemplo. Aquí
se encuentran valores como el placer, la fuerza, la agilidad, la salud.
Los Valores Humanos Infra morales:
Son aquellos valores que son exclusivos del ser humano, ya no los alcanzan los
animales, únicamente las personas. Aquí encontramos valores como los
económicos, la riqueza, el éxito. Por ejemplo; La inteligencia y el conocimiento,
el arte, el buen gusto. Y socialmente hablando, la prosperidad, el prestigio, la
autoridad, etc.
Los Valores Morales:
Son aquellos valores que perfeccionan al individuo en lo más íntimamente
6. Las virtudes son el patrimonio moral del hombre. Ellas le ayudan a comportarse
bien en toda circunstancia, es decir, a hacerle bueno en el sentido más
verdadero y completo. Ningún hombre nace bueno o malo, como nadie nace
médico o artesano, pero de la naturaleza recibe la capacidad para llegar a serlo.
Y el deber de ser virtuosos, es decir, buenos en el sentido auténtico, debe ser
un empeño de todos porque todos deben buscar mejorar moralmente. No existe
otra posibilidad: o se hace uno mejor o se hace peor. Esto significa o que se
adquieren las virtudes o nos abandonamos a los vicios.
7. ara la psicología y la sociología, la anomia es un
estado que surge cuando las reglas sociales se han
degradado o directamente se han eliminado y ya no
son respetadas por los integrantes de una
comunidad. El concepto, por lo tanto, también
puede hacer referencia a la carencia de leyes.
8. En concreto, la anomia se refiere a una violación de las normas sociales,
aunque no de una ley: si una persona rompe la ley, incurre en un delito.
Lo habitual es que las clases bajas de la sociedad estén sometidas a una
mayor presión y tengan una mayor propensión a alejarse de las normas
sociales compartidas.
La anomia, en última instancia, genera un problema para los
gobernantes ya que sus mecanismos de control no son suficientes para
revertir la alienación que reflejan las personas o grupos en esta
condición.
9. Merton (1964) aporta una definición con mayor orientación y más específica en
aplicación: las estructuras sociales ejercen una presión definitiva en ciertas
personas de la sociedad, de tal manera que producen una conducta
inconformista en vez de una conformista. Cuando sucede un colapso entre los
medios institucionales y las metas culturales, en el acceso exitoso a los
objetivos de una sociedad por medios legítimos, se produce una conducta
desviada llamada anomia. Se puede imaginar una cadena histórica de colapsos
interruptores del orden colectivo, como una cadena de anomias, una sobre la
otra. Como el caso de una comunidad pequeña en armonía, que es capturada y
transformada en esclavos por otra comunidad más poderosa, para luego caer
una y otra vez en las manos de diferentes comunidades étnicas, raciales y
sociales. Transformando sus valores, creencias, costumbres y normas, una y
otra vez. Transformando, evolucionando, y reproduciendo este efecto de
generación en generación, hasta crear una gran anomia que hace prevalecer la
sumisión, abnegación y adaptación al medio hasta sentir un bienestar subjetivo
aun ante la muerte. Acaso, al final de la cadena se encuentra una gran pobreza
como disfraz de una nueva forma virtual de esclavitud, con un poco de mejores
prerrogativas, que le permiten a los grupos más fuertes, aunque indiferentes,
sentirse bien y ajenos de causa.