Este documento ofrece consejos y reflexiones sobre la maternidad y la educación de los hijos. Resalta que los padres están llamados a cooperar con Dios en la creación y educación de los hijos, y que la madre juega un papel fundamental en la formación de la identidad e inclinación religiosa de los niños pequeños. También enfatiza la importancia de educar con amor, paciencia, comunicación y rezar juntos en familia.
2. “Cuando se trae un
hijo al mundo, se
contrae la obligación
de procurar hacerlo
feliz” (C. Llano)
3. ISABEL SAN SEBASTIÁN
• “Ser madre es una hazaña heroica que se
complica cada día que pasa, pero es la
más hermosa de las empresas a las que
dedicar una vida.” ABC, día 6/05/2013
4. Cooperar con el poder
creador de Dios
“Es importante que los esposos adquieran sentido claro de
la dignidad de su vocación, que sepan que han sido llamados por
Dios a llegar al amor divino también a través del amor humano;
que han sido elegidos, desde la eternidad, para cooperar con el
poder creador de Dios en la procreación y después en la
educación de los hijos; que el Señor les pide que hagan, de su
hogar y de su vida familiar entera, un testimonio de todas las
virtudes cristianas” (San Josemaría)
5. Ser Madre
•
"En la educación de los hijos tiene un papel de primerísima
madre.
•
importancia la
Debido a la especial relación que la une al
niño sobre todo en los primeros años de la vida, ella le ofrece ese
sentido de seguridad y de confianza, sin el cual le sería difícil
desarrollar correctamente su identidad personal, y después, establecer
relaciones positivas y fecundas con los demás.
Esta relación original entre madre e hijo tiene además un valor
educativo muy especial en el plano religioso, porque permite orientar a
Dios la mente y el corazón del niño, mucho antes de que inicie una
educación religiosa forma“ (J.P.II Mensaje por la paz, enero , 1995.)
6. Salud de los hijos
Mirar con realismo
los problemas de
la vida y a no
perderse en ellos
Enseña a afrontarlos
con valentía, a no
ser débiles
Enseña a tomar
decisiones
con
libertad
Alegría
Transmite la fe
Reza unida
7. Una
mamá
Ayuda a los hijos a crecer y quiere que crezcan
bien, por ello los educa a no ceder a la pereza
– que también se deriva de un cierto bienestar –
a no conformarse con una vida cómoda que
se contenta sólo con tener algunas cosas.
La mamá cuida a los hijos para que crezcan más
y más, crezcan fuertes, capaces de asumir
responsabilidades, de asumir compromisos en
la vida, de tender hacia grandes ideales.
8. ¡Tres palabras clave!
• Hace unas semanas dije en esta
plaza que para sacar adelante
una familia es necesario usar
tres palabras. Quisiera repetirlo.
Tres palabras:
1. Permiso
2. Gracias
3. Perdón
9. Aprender a educar
1) Hay que formarse
2) Tener un proyecto / plan con metas
3) Dedicar tiempo: “nuestros hijos necesitan
horas y horas con nosotros”.
4) Adquirir virtudes
5) Sentido del humor / rectificar
10. Para Pensar…
“No intentéis cambiar al resto. Los
que tenéis que cambiar sois
vosotros mismos.
Sólo si conseguís moldearos a
vosotros podréis cambiar el
mundo”.
15. Rezar en familia
la hace fuerte
• Rezar juntos el “Padrenuestro”, alrededor de la
mesa, no es algo extraordinario: es fácil. Y rezar
juntos el Rosario, en familia, es muy bello, da
mucha fuerza. Y rezar también el uno por el
otro: el marido por la esposa, la esposa por el
marido, los dos por los hijos, los hijos por los
padres, por los abuelos… Rezar el uno por el
otro. (Papa Francisco 27-X-13)
Notas del editor
“Condición ineludible para que la familia se constituya como ámbito formativo
del carácter de los hijos es el amor firme de los padres (…). Habría después, sí, recomendaciones,
técnicas, fórmulas, procesos y recetas positivas para lograr el
objetivo (de formación) de los hijos; pero todas las recomendaciones serán apenas
una cabeza de alfiler en el profundo y extenso universo del amor familiar en
que se desarrollen (...), serían bordados en el vacío si no se dan dentro del espacio
del amor familiar” (C. Llano).
“Cuando se trae un hijo al mundo, se contrae la obligación de procurar hacerlo
feliz. Para lograrlo (…) existe sobre todo el deber de hacer feliz al cónyuge, incluso
con todos sus defectos. Para ser felices, los hijos necesitan ver felices a sus padres.
El hijo no es feliz cuando se lo inunda de caricias o de regalos, sino sólo
cuando puede participar en el amor dichoso de los padres. Si la madre está peleada
con el padre, aun cuando luego cubra de arrumacos a su hijo, éste experimentará
una herida profunda: lo que quiere es participar en la familia, en el amor
de los padres entre sí. Engendrar a un hijo equivale a comprometerse a hacer feliz
al cónyuge” (U. Borghello).
Se ponen los cimientos de su personalidad,su vida y felicidad
Megor negocio de tu vida : formar a tus hijos
Los esposos cristianos han de ser conscientes de que están llamados a
santificarse santificando, de que están llamados a ser apóstoles, y de que su
primer apostolado está en el hogar. Deben comprender la obra sobrenatural
que implica la fundación de una familia, la educación de los hijos, la irradiación
cristiana en la sociedad. De esta conciencia de la propia misión dependen
en gran parte la eficacia y el éxito de su vida: su felicidad.
Una mamá además piensa en la salud de sus hijos, educándoles también a afrontar las dificultades de la vida. No se educa, no se cuida la salud evitando los problemas, como si la vida fuera una autopista sin obstáculos. La mamá ayuda a los hijos a mirar con realismo los problemas de la vida y a no perderse en ellos, sino a afrontarlos con valentía, a no ser débiles, y saberlos superar, en un sano equilibrio que una madre "siente" entre las áreas de seguridad y las zonas de riesgo. Y esto una madre sabe hacerlo. Lleva al hijo no siempre sobre el camino seguro, porque de esta manera no puede crecer. Pero tampoco solamente sobre el riesgo, porque es peligroso. Una madre sabe equilibrar estas cosa
3. Un último aspecto: una buena mamá no sólo acompaña a los niños en el crecimiento, sin evitar los problemas, los desafíos de la vida, una buena mamá ayuda también a tomar las decisiones definitivas con libertad. Esto no es fácil. Pero una madre sabe hacerlo, en este momento en que reina la filosofía de lo provisional.
Queridas familias, el Señor conoce nuestras dificultades: ¡las conoce! Y conoce los pesos de nuestra vida. Pero el Señor sabe también que dentro de nosotros hay un profundo anhelo de encontrar la alegría del consuelo. ¿Recuerdan? Jesús dijo: “Su alegría llegue a plenitud” (Jn 15,11). Jesús quiere que nuestra alegría sea plena. Se lo dijo a los apóstoles y nos lo repite a nosotros hoy. Esto es lo primero que quería compartir con ustedes esta tarde, y son unas palabras de Jesús: Vengan a mí, familias de todo el mundo –dice Jesús–, y yo les aliviaré, para que su alegría llegue a plenitud. Y estas palabras de Jesús llévenlas a casa, llévenlas en el corazón, compártanlas en familia. Nos invita a ir a Él para darnos, para dar a todos la alegría.
para sacar adelante una familia es necesario usar tres palabras. Quisiera repetirlo. Tres palabras: permiso, gracias, perdón. ¡Tres palabras clave! Pedimos permiso para ser respetuosos en la familia. “¿Puedo hacer esto? ¿Te gustaría que hiciese eso?”. Con el lenguaje de pedir permiso. ¡Digamos gracias, gracias por el amor! Pero dime, ¿cuántas veces al día dices gracias a tu mujer, y tú a tu marido? ¡Cuántos días pasan sin pronunciar esta palabra: Gracias! Y la última: perdón: Todos nos equivocamos y a veces alguno se ofende en la familia y en el matrimonio, y algunas veces –digo yo- vuelan los platos, se dicen palabras fuertes, per escuchen este consejo
El aprendizaje favorecido por los periodos sensitivos queda reflejado en hábitos que más tarde, si tienden al bien y son queridos por la voluntad, se convertirán en virtudes. De aquí se deduce la conveniencia de orientar los Periodos Sensitivos hacia la adquisición de hábitos positivos durante los primeros años, como medio de cimentar los principios de las virtudes humanas.
La educación temprana consiste en potenciar un determinado hábito o virtud en el momento más idóneo de su aprendizaje. A esos momentos oportunos en los que el niño asimila con más facilidad determinados aprendizajes se les denomina "periodos sensitivos". Estos periodos están condicionados por un "instinto guía", es el que facilita el aprendizaje de unos conocimientos innatos que los niños poseen desde siempre.La mayor parte del periodo sensitivo de los niños sucede antes de los 10 años, y con mayor intensidad antes de los 6 años
UNA ORACIÓN EN CADA DEDO1.- El dedo pulgar es el más cercano a ti. Así que empieza orando por quienes están más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por nuestros seres queridos es una dulce obligación.2.- El siguiente dedo es el dedo índice. Ora por quienes enseñan, instruyen y curan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás. Tenlos siempre presentes en tus oraciones.3.- El siguiente dedo es el más alto. Es llamado dedo medio, corazón o mayor. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora por el presidente, los congresistas, los empresarios y los gerentes. Estas personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión pública. Necesitan la guía de Dios.4.- El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda es nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano. Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los matrimonios, en cuyos dedos anulares llevan la alianza de su matrimonio.5.- Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los dedos, que es como debemos vernos ante Dios y ante los demás. Como dice la Biblia, “los últimos serán los primeros”. Tu meñique debe recordarte orar por ti. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos, verás tus necesidades en la perspectiva correcta y podrás orar mejor por las tuyas.