La práctica docente es una práctica compleja que se desarrolla en entornos singulares influenciados por múltiples factores. Estos incluyen una red burocrática, una organización jerárquica, condiciones de trabajo objetivas y una significación social contradictoria para los docentes. La interacción de estas dimensiones genera resultados imprevisibles y demanda decisiones éticas y políticas de los docentes, haciendo que la práctica docente sea diversa, incerta y dinámica en el tiempo.