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Teología
             Módulo Único
                Carrera:
    Administración de Empresas
           Contador Público
Profesor: Dra. María Verónica Talamé
               Autores:
Pbro. Lic. Oscar Alfredo Tapia Romero
     Dra. María Verónica Talamé
      Lic. Selva Beatriz Sánchez
      Prof. Sonia Beatriz Romero
  Prof. Silvia Del Valle Peralta Díaz
             Curso: 2º Año
               Año: 2011
Autoridades de la Universidad


          GRAN CANCILLER

     Su Excelencia Reverendísima
     MARIO ANTONIO CARGNELLO
           Arzobispo de Salta


              RECTOR

          Pbro. Licenciado
     JORGE ANTONIO MANZARÁZ


      VICERRECTOR ACADÉMICO

Mg. MARÍA ISABEL VIRGILI de RODRÍGUEZ


   VICERRECTOR ADMINISTRATIVO

    Ing. MANUEL CORNEJO TORINO


       SECRETARIA GENERAL

      Dra. ADRIANA IBARGUREN


   DELEGADO RECTORAL DEL SEAD

         Dr. OMAR CARRANZA




                 2
Indice General


UNIDAD I: El Hombre "capaz" de Dios ......................................................................................... 18

UNIDAD II: La Revelación: Dios al encuentro del hombre ............................................................ 36

UNIDAD III: La Sagrada Escritura: Dios habla en lenguaje humano ............................................. 58

UNIDAD IV: LA FE: RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS ........................................................... 74

Unidad V: “CREO EN DIOS PADRE...” ........................................................................................ 90

UNIDAD VI: EL MISTERIO DE CRISTO EN EL NUEVO TESTAMENTO ................................... 116

UNIDAD VII: BREVE CRISTOLOGÍA SISTEMÁTICA ................................................................. 178

UNIDAD VIII: CREO EN EL ESPÍRITU SANTO QUE VIVE EN LA IGLESIA .............................. 190

UNIDAD IX: INTRODUCCIÓN AL MISTERIO DE LA IGLESIA................................................... 224

UNIDAD X: LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA ................................................................... 244




                                                               3
Currículum Vitae

DATOS PERSONALES

Apellido: Talamé
Nombres: María Verónica
E-MAIL:       mtalame@hotmail.com
              verotalame@gmail.com

Antecedentes académicos

2007 Obtiene el título de “DOTTORE IN TEOLOGIA” especialidad: BÍBLICA con el argumento
     De Gaudio in Psalterio (“El tema de la alegría en el Salterio”) en la Pontificia Uni-
     versidad Gregoriana (Roma).
2002 Obtiene el título de “LICENZA IN TEOLOGIA”, especialidad: BÍBLICA en la Pontificia Uni-
     versidad Gregoriana (Roma).
2000 Obtiene el título de “BACCELLIERATO IN TEOLOGIA” en la Pontificia Universidad Grego-
     riana (Roma).
1995 Obtiene el título de “PROFESORA EN CIENCIAS SAGRADAS PARA EL NIVEL ELEMENTAL,
     MEDIO Y SUPERIOR” en el Profesorado en Ciencias Sagradas Mons. Roberto J. Tave-
     lla (Salta).
1987 Obtiene el título de “BACHILLER COMÚN” en el Colegio de Jesús (Salta).

Publicaciones y Trabajos Científicos

2010   Autora del módulo ESCRITOS PAULINOS, “para uso exclusivos de los estudiantes” del 4to año de Teo-
       logía del Bachillerato en Teología del Seminario Mayor Studium Theologicum “Nuestra Señora de
       Loreto” de Córdoba y del 2do año de Teología de la Escuela Superior de Teología de la UCSE (Uni-
       versidad Católica de Santiago del Estero) – 180 hojas.
       Autora (junto a otros) de la GUÍA para la “Peregrinación bíblica a Tierra Santa” - Editada por Ed.
       Millor - Salta.
       Colaboradora (junto a otros) de la AGENDA BÍBLICA ARQUIDIOCESANA con reflexiones bíblicas diarias y
       Lectio Divina dominical - Editada por Cartoon – Salta.
2009   Autora (junto a otros) del módulo PENSAMIENTO CRISTIANO para la Tecnicatura Universitaria en Se-
       cretariado Ejecutivo y Tecnicatura Universitaria en Ceremonial y Protocolo de la Universidad Católi-
       ca de Salta, SEAD (Sistema de Educación a Distancia), editado por la misma Universidad - Salta -
       165 hojas.
       Autora del módulo EVANGELIOS SINÓPTICOS Y HECHOS DE LOS APÓSTOLES, “para uso exclusivos de los
       estudiantes” del 2do año de Teología del Bachillerato en Teología del Seminario Mayor Studium
       Theologicum “Nuestra Señora de Loreto” de Córdoba - 200 hojas.
       Autora (junto a otros) del módulo TEOLOGÍA para la Licenciatura en Seguridad e Higiene en el Traba-
       jo - Escuela de Negocios - de la Universidad Católica de Salta para Salta y las Subsedes de Jujuy y
       Tartagal del SEAD (Sistema de Educación a Distancia), editado por la misma Universidad.
2008   Autora (junto a otros) del módulo de TEOLOGÍA I, para las carreras de Derecho I, Contador Público
       Nacional y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Salta, SEAD (Sistema de Edu-
       cación a Distancia), editado por la misma Universidad - Salta - 195 hojas.
       Autora (junto a otros) del módulo de TEOLOGÍA II, para las carreras de Derecho II, Relaciones Inter-
       nacionales y Contador Público Nacional de la Universidad Católica de Salta, SEAD (Sistema de
       Educación a Distancia), editado por la misma Universidad - Salta - 186 hojas.
       Autora del módulo JUAN Y APOCALIPSIS, “para uso exclusivos de los estudiantes” del 3er año de Teo-
       logía del Bachillerato en Teología del Seminario Mayor Studium Theologicum “Nuestra Señora de
       Loreto” de Córdoba - 250 hojas.
2007   Publica el libro: “ACLAMEN AL SEÑOR CON ALEGRÍA”. La alegría en el Salterio – editado por Editorial
       Paulinas - Buenos Aires - 664 páginas.



                                                    4
Cursos y congresos (como participante)

2010   Comienza “ESCUELA DE EJERCICIOS ESPIRITUALES IGNACIANOS”, organizada por el CEIA (Centro de
       Espiritualidad Ignaciana Argentina), con una duración de 2 (dos) años en la localidad de Villa Allen-
       de (Córdoba) – Total: 360 hs. Continúa
       Participa en el Curso-Taller “DE LA CULPA ESCLAVIZANTE A UNA ESPIRITUALIDAD LIBERADORA”, a cargo
       del Pbro. Juan José Berli s.j. y del Lic. Luis María Berli – 3 días (Villa Allende - Córdoba)
       Participa del 1º ENCUENTRO DE BIBLISTAS de la SAT (Sociedad Argentina de Teología) - 2 días (La
       Falda - Córdoba).
       Participa de los ciclos de Conferencia sobre ESPIRITUALIDAD Y PSICOLOGÍA: “Culpa y Salvación”, “Orar
       después de Freud”, “Implicancias afectivas de la relación con el dinero”, “Postmodernidad y consumis-
       mo”, “Jesucristo y la liberación de la mujer”, “Homosexualidad: un debate abierto”, organizado por la Uni-
       versidad Católica de Córdoba, a cargo del Pbro. Lic Domínguez Morano sj (Córdoba) - 3 días.
2009   Realiza el curso “EDUCACIÓN A DISTANCIA. ENTORNOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE”, organizado por la
       Universidad Católica de Salta - SEAD (Sistema de Educación a Distancia) – 1 semestre (Salta).
       Cursa y aprueba el Postgrado “PROFESORES EN LA RED. INTERNET EN LAS AULAS”, organizado por la
       Universidad Católica de Salta - SEAD (Sistema de Educación a Distancia) – 1 año (Salta).
       Participa del curso “EL SACERDOCIO DE JESUCRISTO”, estudio de la Carta a los Hebreos, a cargo del Pbro.
       Lic. Oscar Alfredo Tapia organizado con motivo de la XIII Exposición de “La Biblia en Salta” – 3 días (Salta).
       Participa del Curso “APRENDIENDO A SER COMUNIDAD”, a cargo del Padre Gustavo Jamut – 1 día (Pa-
       rroquia de Fátima - Salta).
2008   Participa en el Curso-Taller “BUSCAR Y HALLAR LA PAZ INTERIOR: LOS MANDATOS RECIBIDOS Y SOSTENI-
       DOS – LOS PENSAMIENTOS AUTOMÁICOS Y LAS EMOCIONES ”, a cargo del Padre Juan José Berli s.j. y del
       Lic. Luis María Berli – 3 días (Villa Allende - Córdoba).
       Participa en el Curso-Taller sobre “EJERCICIOS ESPIRITUALES EN LA VIDA DIARIA” a cargo de la Sub-
       área de Ejercicios Espirituales de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús – 1 día (Villa Allen-
       de - Córdoba).
2007   Participa en la XXVI Semana Argentina de Teología “EL DESAFÍO DE HABLAR DE DIOS EN EL SIGLO XXI:
       LENGUAJES, IMÁGENES, CATEGORÍAS” organizada por la Sociedad Argentina de Teología (La Falda –
       Córdoba) – 3 días.
       Participa del “CURSO PARA DOCENTES DE RELIGIÓN” a cargo del Arzobispo de Salta: Monseñor Mario
       A. Cargnello – 2 días (Salta).
2006   Participa en el Curso-Taller “EL DISCERNIMIENTO EN TIEMPOS DE CRISIS” a cargo del Pbro. Dr. Damián
       Astigueta (s.j.) – Colegio de Jesús (Salta) - 3 días.
2004   Participa en la XXIII Semana Argentina de Teología organizada por la Sociedad Argentina de Teo-
       logía (La Falda – Córdoba) – 3 días.
2002   Cursa y aprueba el Curso de “ARQUEOLOGÍA BÍBLICA” – Pontificio Instituto Bíblico (Jerusalén) - 30 días.
       Participa y aprueba el Curso de Perfeccionamiento en “DIREZIONE E GESTIONE DI SERVIZI FORMATIVI E
       ORGANIZZATIVI” - Facoltà di Scienze della Formazione dell’Università degli Studi di Padova – (Italia) - 150 hs.
2000   Participa del Congreso Internacional Teológico Pastoral: “I FIGLI, PRIMAVERA DELLA FAMIGLIA E DELLA
       SOCIETÀ” (Roma) - 45 hs.
1998   Aprueba el Curso monográfico de “CRISTOLOGÍA” - Instituto Internacional de Teología a Distancia de
       la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) - 1 año.
1997   Participa en el Curso: “LA RELIGIÓN ANTE UN NUEVO SIGLO” - Universidad Católica de Salta - 31 hs.
       Participa en el Curso: “EDUCACIÓN Y ORIENTACIÓN SEXUAL” - Universidad Católica de Salta - 30 hs.
1995   Participa en el Curso de Sexología humana: “DE LA EDUCACIÓN A LA CLÍNICA” - Instituto Jean Piaget
       de Salta - 2 días.
1995   Participa en el Curso de Post-Grado: “DESCUBRIMIENTO DE VALORES. TEORÍAS PSICOLÓGICAS CONTEM-
       PORÁNEAS” - Universidad Católica de Salta - 40 hs.
1994   Participa del Curso: “EPISTEMOLOGÍA Y HUMANISMO DE LA CIENCIA CONTEMPORÁNEA” - Universidad
       Católica de Salta - 32 hs.

Conocimientos lingüísticos

2001   Cursa y aprueba el 4º nivel de HEBREO en la Pontificia Università Gregoriana (Roma).
2000   Cursa y aprueba el 4º nivel de GRIEGO en la Pontificia Università Gregoriana (Roma).
1999   Cursa y aprueba el nivel inicial de LATÍN “Primus gradus” en la Pontificia Università Gregoriana (Roma).

                                                         5
1998   Cursa y aprueba el curso de “ITALIANO PRESSO LA PONTIFICIA UNIVERSITÀ GREGORIANA” – dictado por
       Centro Studi Cassia (Roma).
1987   Cursa y aprueba el 6° Año de INGLÉS en el Instituto: “Asociación Cultural Argentino - Británica de
       Salta” – Salta.

Cursos y conferencias (como disertante)

2010   Imparte el curso-taller “LAS IMÁGENES DISTORCIONADAS Y VERDADERAS DE DIOS”, organizado por la Catedral
       Arquidiocesana de Salta durante 1 jornada en la Casa de descanso “Monte de los Olivos” (Salta).
       Conferencista en el VII Encuentro Regional de Institutos Seculares sobre: “SAN PABLO: APÓSTOL Y
       MISIONERO” (Filp 4,13), organizado en el Seminario Mayor de San Miguel de Tucumán.
       Imparte el curso-taller “LAS IMÁGENES DISTORCIONADAS Y VERDADERAS DE DIOS”, organizado por la
       Parroquia San Benito durante 1 jornada (Salta).
       Organiza y dirige “Peregrinación Bíblica” a Tierra Santa (Galilea y Judea), Turquía (Estambul y Ca-
       padocia) e Italia (Roma) desde el 16 al 31 de Mayo.
       Imparte el Encuentro de Espiritualidad: “LA GIOIA NEI SALMI” y “DIO PADRE” – en la Parroquia “Dei
       Santi Andrea e Rita” – 6 días – Trieste (Italia).
       Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA”, organizado por el Instituto Supe-
       rior “Populorum Progressio” del obispado de Jujuy - durante el Mes de la Biblia - 2 jornadas (Jujuy)
       Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA I Y II”, organizado por E.F.E.C.
       (Equipos de Fornación Cristiana) en las instalaciones de la Compañía de Jesús de la ciudad de
       Córdoba - 4 jornadas (Córdoba).
2009   Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA”, organizado por el I.C.A.S. (Insti-
       tuto Catequístico Arquideocesano de Salta) durante 3 jornadas en la Parroquia León XIII (Salta).
       Imparte el curso “VOLVIENDO A CASA: TALLER SOBRE DIOS PADRE”, organizado por el Centro de Espiri-
       tualidad Sagrada Familia (Santiago de Chile) en los meses de Marzo y Agosto.
       Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA II”, organizado por el Centro de
       Espiritualidad Sagrada Familia (Santiago de Chile) en los meses de Marzo y Agosto.
       Disertante en el curso “TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL Y PSICOLÓGICA”, del Pbro. Carlos Aldunate sj,
       organizado por Parroquia Ntra. Sra. de Fátima (Salta).
       Imparte el curso sobre “SAN PABLO”, en el Monasterio de las Hermanas Clarisas (Corrientes).
       Imparte el curso “DIOS PADRE EN EL A.T. Y EN EL N.T.”, Parroquia Ntra. Sra. de Fátima (Salta).
       Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA”, organizado por el Centro de Es-
       piritualidad Sagrada Familia (Santiago de Chile).
       Imparte el curso sobre “SAN PABLO”, en el Colegio San Pablo (Salta).
       Imparte el curso para docentes “DIOS PADRE EN EL A.T. Y EN EL N.T.”, organizado por Colegio de
       Jesús (Salta).
       Imparte el curso para padres “LA ALEGRÍA Y LOS SALMOS”, organizado por Colegio de Jesús (Salta).
       Imparte el Curso “TEOLOGÍA PAULINA”, organizado por la Basílica María, Madre de los Desamparados
       (San Juan).
       Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS”, organizado por la Parroquia María Madre de Dios (San Juan).
       Imparte el curso “DIOS PADRE EN EL A.T. Y EN EL N.T.”, organizado por la Pastoral Espiritual-Bíblica
       de las Hnas. Esclavas del Corazón de Jesús (Villa Allende - Córdoba).
       Imparte el curso “EL DISCERNIMIENTO”, del Pbro. Carlos Aldunate sj, organizado por Parroquia Ntra.
       Sra. de Fátima (Salta).
2008   Disertante en la Jornada Docente sobre “LA PALABRA DE DIOS”, organizada por el Colegio Francisca-
       no (Tartagal - Salta).
       Conferencista en el Ciclo de Conferencias 2008, en adhesión al Año de la Palabra y en Preparación
       al VIII Centenario Franciscano, con el tema: “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS”, organizado en el Conven-
       to San Francisco (Jujuy).
       Disertante en la Jornada Docente sobre “SAN PABLO”, organizada por el Colegio San Pablo (Salta).
       Conferencista en el V Encuentro Regional de Institutos Seculares con el tema: “TODO LO PUEDO EN
       AQUEL QUE ME CONFORTA” (Filp 4,13), organizado en la Casa de retiros Buen Pastor (Salta).
       Conferencista en el XIII Encuentro Internacional E.F.E.C. (Equipos de Formación de Espiritualidad
       Católica), con el tema: “LOS SALMOS COMO ORACIÓN”, organizado en la Casa de retiros Santa Teresa
       de los Andes (Chile).


                                                     6
Imparte el Curso “CONOCIENDO A SAN PABLO”, organizado por la Parroquia María Madre de Dios
       (San Juan).
       Imparte el Curso “CONOCIENDO A SAN PABLO”, organizado por la Pastoral Diocesana de la Iglesia
       Catedral (San Juan).
       Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS”, organizado por la Basílica María, Madre de los Desampa-
       rados (San Juan).
       Conferencista en el Curso: “SAN PABLO: UN HOMBRE DE TRES CULTURAS”, organizado por el I.P.I.S.
       (Instituto para la Integración del Saber) de la Universidad Católica de Salta, el Profesorado en Cien-
       cias Sagradas Mons. R. Tavella y la Sociedad de San Pablo, en la Casa de la Cultura de la Provin-
       cia de Salta (Salta).
       Disertante en el Curso “Aprenda a rezar la Biblia” (Lectio Divina) con el tema: “El SALMO 35: UN «VA-
       DEMÉCUM» DE ALEGRÍA EN CAMINO”, en la Parroquia María Reina (Salta).
       Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS”, organizado por la Pastoral Espiritual-Bíblica de las
       Hnas. Esclavas del Corazón de Jesús (Villa Allende - Córdoba).
       Expositora en el Ciclo de Conferencia – Retiro de Ministros Extraordinarios de la Comunión, “F ALSAS
       IMÁGENES DE DIOS PADRE. DIOS PADRE EN EL A.T. Y EN EL N.T.”, Parroquia del Pilar (Salta).
       Disertante en el Ciclo de Formación y Conferencias Pascuales “UNA ALEGRÍA PASCUAL EN EL ANTIGUO
       TESTAMENTO: SAL 126”, Parroquia María Reina (Salta).
       Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS”, Monasterio de las Hermanas Clarisas (Corrientes).
       Disertante en el Ciclo de Formación y Conferencias Cuaresmales “LOS SALMOS CUARESMALES EN
       CADA DOMINGO DEL CICLO A”, Parroquia María Reina (Salta).
       Imparte el Curso de Capacitación Docente “DIOS PADRE EN EL CREDO CRISTIANO”, organizado por el
       Profesorado en Ciencias Sagradas Mons. Roberto Tavella y il I.P.I.S. (Instituto para la Inetgración
       del Saber) de la Universidad Católica de Salta (40 horas).
       Disertante en el Curso sobre TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL Y PSICOLÓGICA de autoría de Carlos Al-
       dunate s.j. en la Parroquia de Fátima (Salta).
2007   Imparte el SEMINARIO DE FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA, en forma conjunta con el Pbro. Lic. Oscar Tapia,
       para la Licenciatura en Gestión de la Educación General Básica - Escuela de Negocios – Universi-
       dad Católica de Salta (Salta).
       Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” organizado por la Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas.
       Esclavas del Corazón de Jesús (Villa Allende - Córdoba).
       Imparte el Curso “TENED ENTRE VOSOTROS LOS MISMOS SENTIMIENTOS QUE CRISTO JESÚS” (Lectura
       Bíblico-exegética de Flp 2,5-11) – Colegio de Jesús (Salta).
       Disertante en las JORNADAS DE ESPIRITUALIDAD BÍBLICO – IGNACIANA – Casa de Ejercicios Belén (Tucumán).
       Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS” - Instituto Superior del Profesorado San Pío X y Equi-
       po de Pastoral Bíblica (Catamarca).
       Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” organizado por la Pastoral Bíblica de la Parroquia María
       Reina (Salta).
       Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS” – Monasterio Trapense (Azul – Buenos Aires).
       Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS” – Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del
       Corazón de Jesús (La Rioja).
       Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS” – Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del
       Corazón de Jesús (Tucumán).
       Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” – Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del
       Corazón de Jesús (La Rioja).
2006   Presenta la Primera Carta Encíclica de S.S. Benedicto XVI “Deus Caritas Est” - Universidad Católica
       de Salta, Instituto para la Integración del Saber y Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta).
       Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” - Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta).
       Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” – Parroquia Santa Rosa de Lima (Güemes).
       Imparte el Curso Diocesano de actualización Bíblica de Antiguo Testamento sobre “LOS SALMOS” en
       el Colegio Santa Rosa (Salta).
       Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” – Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del
       Corazón de Jesús (Tucumán).
2005   Conferencista sobre “SALMI” en el ciclo de Conferencias Bíblicas de la “Chiesa del Gesù” - Collegio
       Internazionale del Gesù (Italia - Roma).


                                                     7
2004   Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” - Instituto Superior del Profesorado San Pío X y Equipo de
        Pastoral Bíblica (Catamarca).

Antecedentes laborales

2010   PROFESORA DE NUEVO TESTAMENTO (Escritos Paulinos), en el Bachillerato en Teología del Seminario
       Mayor Studium Theologicum “Nuestra Señora de Loreto” de Córdoba – (Córdoba) – Durante el 1º
       cuatrimestre del 4to año de Teología - 60 horas cátedras.
       PROFESORA DE NUEVO TESTAMENTO – CUERPO PAULINO, en la Escuela Superior de Teología de la
       UCSE (Universidad Católica de Santiago del Estero) – Santiago del Estero - 2º cuatrimestre - 40
       horas cátedras.
2009   PROFESORA DE NUEVO TESTAMENTO (Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles), en el Bachi-
       llerato en Teología del Seminario Mayor Studium Theologicum “Nuestra Señora de Loreto” de
       Córdoba – (Córdoba) – 1º cuatrimestre del 2do año de Teología - 60 horas cátedras.
       PROFESORA TITULAR DE INTRODUCCIÓN AL PENSAMIENTO CRISTIANO a Distancia (Campus Satelital) en
       la Tecnicatura Universitaria en Secretariado Ejecutivo y Tecnicatura Universitaria en Ceremonial y
       Protocolo - Universidad Católica de Salta - 2º Semestre - 40 horas cátedras.
       PROFESORA TITULAR de “TEOLOGÍA” en la Licenciatura en Seguridad e Higiene en el trabajo – Escuela
       de Negocios - Universidad Católica de Salta Subsede Jujuy (Jujuy) – 1º Semestre - 40 horas cáte-
       dras. Continúa
       PROFESORA TITULAR de “TEOLOGÍA” en la Licenciatura en Seguridad e Higiene en el trabajo – Escuela
       de Negocios - Universidad Católica de Salta (Salta) – 1º Semestre - 60 horas cátedras. Continúa
2008   MIEMBRO de la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Bíblica de la Provincia de Salta.
       PROFESORA DE NUEVO TESTAMENTO (San Juan y Apocalipsis), en el Seminario Mayor Studium Theo-
       logicum “Nuestra Señora de Loreto” de Córdoba – (Córdoba) – Durante el 1º cuatrimestre del 3er
       año de Teología - 60 horas cátedras.
       PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA I Y II a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Relaciones
       Internacionales - Universidad Católica de Salta. Continúa
       PROFESORA TITULAR de “TEOLOGÍA” en la Licenciatura en Seguridad e Higiene en el trabajo – Escuela
       de Negocios - Universidad Católica de Salta – Diócesis de Tartagal (Tartagal - Salta) – 1º Semestre
       - 60 horas cátedras. Continúa
       PROFESORA TITULAR de “SAN JUAN – APOCALIPSIS Y SAN PABLO”, en la Diplomatura Superior en Ciencias
       Sagradas – Universidad Católica de Salta – Diócesis de Orán (Orán - Salta) – 20 horas cátedras.
2007   PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Contador y Admi-
       nistración Pública - Universidad Católica de Salta. Continúa
       PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Relaciones Inter-
       nacionales - Universidad Católica de Salta. Continúa
       PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA I a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Abogacía - Uni-
       versidad Católica de Salta. Continúa
       PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA II a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Abogacía - Uni-
       versidad Católica de Salta. Continúa
       PROFESORA TITULAR de “INTRODUCCIÓN A LA SAGRADA ESCRITURA Y PENTATEUCO” (Anual) en el Profe-
       sorado Mons. R.J. Tavella (Salta). Continúa
       PROFESORA de “ANTIGUO TESTAMENTO” en la Diplomatura Superior en Ciencias Sagradas – Universi-
       dad Católica de Salta – Diócesis de Orán (Orán - Salta).
       PROFESORA TITULAR de “INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO” en la Escuela de Laicos – Parroquia
       San Alfonso – Salta.
2006   INVESTIGADORA del IPIS – Universidad Católica de Salta.
       MIEMBRO de la Comisión Arquidiocesana para “acompañar pastoralmente, estudiar y evaluar cuanto
       sucede en torno a la ermita del cerro en la zona denominada Tres Cerritos de la Ciudad de Salta” -
       Continúa
       PROFESORA TITULAR de “INTRODUCCIÓN A LA SAGRADA ESCRITURA” en la Escuela de Laicos – Parro-
       quia San Alfonso – Salta.
2004   PROFESORA TITULAR de “SINOTTICI E ATTI DEGLI APOSTOLI” en el Pontificium Institutum Regina Mundi
       (Italia - Roma).
       PROFESORA TITULAR de “PENTATEUCO E LIBRI STORICI” en el Pontificium Institutum Regina Mundi
       (Italia - Roma).
       PROFESORA TITULAR de “SALMI E LIBRI SAPIENZIALI” en el Pontificium Institutum Regina Mundi (Italia -
       Roma).


                                                    8
2003   PROFESORA TITULAR de “PENTATEUCO” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta).
       PROFESORA INTERINA de “ESCRITOS JOÁNICOS” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta).
2002   PROFESORA INTERINA de “EVANGELIOS SINÓPTICOS” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta).
2001   PROFESORA INTERINA de “ESCRITOS JOÁNICOS” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta).
1998   MIEMBRO de la Comisión Redactora del DISEÑO CURRICULAR DE RELIGIÓN CATÓLICA para la Provincia
       de Salta.
1997   COORDINADORA de la ejecución y difusión del “EQUIPO JUBILEO 2000” de la Arquidiócesis de Salta.
       Propuesta de instrumentos gráficos (boletines) con la temática del Jubileo para ser trabajada inter-
       disciplinariamente en escuelas, colegio y comunidades eclesiales (Salta) – Duración 3 años.
       PROFESORA TITULAR de “CRISTOLOGÍA” en la Escuela de Laicos (Salta) - Duración 2 (dos) años.
       COORDINADORA en los trabajos prácticos del Ciclo de Conferencias “JESUCRISTO ÚNICO SALVADOR
       DEL MUNDO, AYER HOY Y SIEMPRE” en preparación al Gran Jubileo del año 2000 – Diócesis de Salta
       Se desempeña como AGENTE DE TRANSPORTE ADUANERO – en la Aduana de Salta. Continúa
1995   MIEMBRO de la JUNTA ARQUIDIOCESANA DE CATEQUESIS según decreto Arzobispal 14/95 como dele-
       gada del Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta) - Duración 4 (cuatro) años.
       PROFESORA ADSCRIPTA de “TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta) -
       Durante 3 (tres) años.
       PROFESORA TITULAR de “CATEQUÉTICA Y SU DIDÁCTICA” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta) - Duran-
       te 4 (cuatro) años.
1994   MAESTRA INTERINA de RELIGIÓN en el Nivel Primario del Colegio San Pablo (Salta) - Durante 2 (dos) años.
1993   PROFESORA TITULAR de TEOLOGÍA en el Nivel Secundario del Colegio San Pablo (Salta) - Durante 3
       (tres) años.
1991   MAESTRA TITULAR de RELIGIÓN en el Nivel Primario del Colegio de Jesús (Salta) - Durante 4 (cuatro)
       años.

Otros aspectos

2007   Miembro de la Coordinación Nacional de la Asociación de Equipos de Formación Espiritual Cristiana
       EFEC). Continúa
2000   Predica EJERCICIOS ESPIRITUALES, según la Espiritualidad Ignaciana (modalidad “personalizados”) de
       3 – 4 o 7 días en distintas provincias de la Argentina. Continúa
1996   Obtiene el Certificado de Capacitación para desempeñarse como AGENTE DE TRANSPORTE ADUANE-
       RO otorgado por la Administración Nacional de Aduanas (Buenos Aires).




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Carrera: Administración de Empresas - Contador Público
 Curso:    2º Año
 Materia: Teología
 Profesor Titular: Dra. María Verónica Talamé
 Profesores:        Lic. Selva Beatriz Sánchez
                    Prof. Silvia Peralta Díaz
                    Prof. Sonia Beatriz Romero
                    Prof. Iliana Verónica Romero
 Año Académico: 2011


1.- FUNDAMENTOS DE LA ASIGNATURA
   Teniendo en cuenta el Proyecto Institucional de nuestra Universidad, la Teología representa
una instancia ineludible en el perfil de nuestro egresado. Es fundamental, entonces, conducir al
estudiante hacia la profundización del Credo cristiano, en particular hacia la persona de Nuestro
Señor Jesucristo, mostrando las limitaciones del conocimiento humano y sobre todo la imposibili-
dad de acceder con la sola fuerza de la inteligencia a la intimidad Divina y sus misterios. Aparece
la necesidad de la Revelación sobrenatural y la respuesta del hombre mediante la fe.

  El intento será introducir al alumno, gradualmente, en los grandes postulados del Cristianismo
hasta llegar a su centro: el Misterio Pascual. Para ello, vimos necesario partir de un breve análisis
de la situación del mundo actual, con sus riquezas y sus límites, para que una vez abordadas al-
gunas verdades antropológicas, recién nos introduzcamos en el ámbito específicamente teológico.

   De la Teología, entre otros temas, afrontaremos la Revelación como fuente de conocimiento,
algunos fundamentos escriturísticos, la fe como respuesta del hombre a toda Palabra de Dios, la
Tradición y el Magisterio, la Iglesia, sus características, enseñanzas e incumbencias en la vida
práctica: la economía sacramental. Los tres argumentos centrales de esta asignatura serán los
referentes a las Personas trinitarias: Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo.

   Este camino nos llevará a “estudiar a Dios” (teo-logía), pero al mismo tiempo, creemos puede
ayudar a encontrar respuestas a tantos interrogantes de este mundo globalizado y en crisis de
valores, no menos ansioso de verdades inmutables, trascendentes y divinas.

   En concreto, la propuesta será presentar una Teología encarnada–ascendente que inicia anali-
zando los cambios modernos y postmodernos de este “mundo en transformación”, para luego de
abordar el misterio del hombre -imagen y semejanza de Dios- que, a pesar de los avatares históri-
cos, sigue siendo un camino hacia la comprensión de los misterios divinos revelados, nos conduce a
Jesucristo y éste por el Espíritu al Padre. Paulatinamente, nos iremos adentrándonos en la reflexión
sobre los tres artículos esenciales del Credo cristiano: el Padre Creador del universo, el Hijo Reden-
tor de la humanidad y el Espíritu Santo, Señor y Dador de vida. En definitiva, descubriremos un Dios
Familia, origen y fundamento de cada hombre y de una humanidad nueva.

   De esta manera, humilde pero responsablemente, creemos estar aportando a la forma-
ción integral de los estudiantes tan buscada por nuestra Institución.

2.- OBJETIVOS
   1.- Conocer y dominar los principales tópicos del misterio de la fe católica apostólica romana y
       los conceptos teológicos fundamentales.
   2.- Animar permanentemente desde una perspectiva teológica al diálogo entre fe y razón.


                                                 10
3.- Responder desde la fe a los grandes interrogantes del hombre contemporáneo, integrando
       con la ciencia particular los conocimientos teológicos dados.
   4.- Adquirir una visión de conjunto sobre la Revelación, contenida en la Escritura y en la Tra-
       dición, interpretada auténticamente por el Magisterio de la Iglesia.
   5.- Integrar vital y profesionalmente la reflexión teológica como vocación de servicio a Dios en
       el prójimo, a la vida personal y profesional.
   6.- Despertar en los estudiantes el deseo de promoción y participación en el diálogo entre la
       fe, la cultura y los saberes dentro del contexto pluralista y ecuménico de la Universidad.

3.- PROGRAMA DE LA ASIGNATURA
UNIDAD I: EL HOMBRE "CAPAZ" DE DIOS

1.- Introducción.
2.- Un mundo en transformación:
         2.1.- Cambios socioculturales.
         2.2.- Cambios psicológicos, morales y religiosos.
         2.3.- De la modernidad a la postmodernidad.
         2.4.- La postmodernidad en América Latina.
3.- Algunas verdades sobre el hombre:
         3.1.- El origen de la pregunta por el hombre.
         3.2.- El hombre: un “proyecto dinámico”.
         3.3.- El hombre: un ser social y religioso.
         3.4.- El hombre “imagen y semejanza de Dios”.
         3.5.- El hombre puede conocer a Dios.
                  3.5.1.- Vía Cosmológica.
                  3.5.2.- Vía Antropológica.
         3.6.- El hombre puede hablar de Dios.
4.- Conclusión.

UNIDAD II: LA REVELACIÓN: DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE

1.- Introducción.
2.- ¿Qué quiere decir Revelación de Dios?
3.- La Revelación como Palabra – Encuentro - Presencia.
4.- La historia de la salvación.
5.- Jesucristo: mediador y plenitud de la toda la revelación.
6.- La transmisión de la revelación:
         6.1.- Tradición.
         6.2.- Escritura.
         6.3.- Magisterio.
         6.4.- Relación entre Tradición, Escritura y Magisterio.
7.- Conclusión.

UNIDAD III: SAGRADA ESCRITURA: DIOS HABLA EN LENGUAJE HUMANO

1.- Introducción.
2.- Inspiración y verdad:
         2.1.- Inspiración.
         2.2.- Verdad.
3.- Canonicidad:
         3.1.- La formación del canon del Antiguo Testamento.
         3.2.- La fijación del canon del Antiguo Testamento por los cristianos.
         3.3.- Formación del canon del Nuevo Testamento.
         3.4.- Reflexión final sobre la canonicidad.


                                                   11
4.- Interpretación:
        4.1.- Presupuestos de la interpretación bíblica.
        4.2.- Principios generales de la interpretación bíblica.
        4.3.- Los géneros literarios.
        4.4.- Los sentidos bíblicos.
        4.5.- Métodos y lecturas.
        4.6.- Funciones del Pueblo de Dios en la interpretación.
5.- Conclusión.

UNIDAD IV: LA FE, RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS

1.- Introducción.
2.- El hecho humano de la fe: fenomenología de la fe:
         2.1.- Creer como acto humano de conocimiento.
         2.2.- Acto humano fundamental: creer en los otros y en los valores.
         2.3.- El creer religioso.
         2.4.- La fe don de Dios.
3.- Reflexión desde la teología sistemática:
         3.1.- El plan divino de salvación y la fe.
         3.2.- Noción bíblica de fe.
         3.3.- Textos bíblicos tradicionales en la reflexión sobre la fe.
         3.4.- Definiciones de fe y algunas definiciones conciliares.
         3.5.- El acto de fe.
         3.6.- Características de la Fe en el Catecismo de la Iglesia Católica.
         3.7.- Creo para entender y entiendo para creer.
4.- Conclusión.

UNIDAD V: “CREO EN DIOS PADRE...”

1.- Introducción.
2.- Dios Padre: Creador y Providente:
       2.1 “Creo en Dios”.
             2.1.1 Dios Uno.
             2.1.2 Dios Trino.
       2.2 “Padre Todopoderoso”.
             2.2.1 Imágenes de Dios distorsionadas.
             2.2.2 Dios en el Antiguo Testamento.
             2.2.3 Dios en el Nuevo Testamento.
             2.2.4 Dios Todopoderoso.
       2.3 “Creador del cielo y de la tierra”.
             2.3.1 Teología de la creación.
             2.3.2 Un falso dilema: conflicto entre fe y ciencia.
       2.4 Dios Providente.
             2.4.1 El gobierno de Dios.
             2.4.2 La conservación del mundo.
3.- Conclusión.

UNIDAD VI: EL MISTERIO DE CRISTO EN EL NUEVO TESTAMENTO

1.- Introducción.
2.- Los misterios de la vida de Cristo:
         2.1.- Misterios de la infancia de Jesús.
         2.2.- Misterios de la vida pública de Jesús.
         2.3.- El misterio pascual.
3.- Nociones preliminares:
         3.1.- El Kerigma.

                                                    12
3.2.- Tres ambiente vitales.
                3.2.1.- Liturgia.
                3.2.2.- Catequesis.
                3.2.3.- Misión.
        3.3.- Desde Cristo a las cristologías.
4.- Cristología en Pablo:
        4.1.- Algunos datos sobre Pablo y sus Cartas.
        4.2.- Jesucristo en Pablo.
5.- Cristología en los Evangelios Sinópticos:
        5.1.- Marcos.
                5.1.1.- Breve estructura del Evangelio de Marcos.
                5.1.2.- Jesucristo en Marcos.
        5.2.- Mateo.
                5.2.1.- Breve estructura del Evangelio de Mateo.
                5.2.2.- Jesucristo en Mateo.
        5.3.- Lucas.
                5.3.1.- Breve estructura del Evangelio de Lc.
                5.3.2.- Jesucristo en Lucas (Estudio de un texto).
6.- Cristología en las Epístolas Católicas:
        6.1.- Jesucristo en la Carta de Santiago.
        6.2.- Jesucristo en las Cartas de Pedro.
        6.3.- Jesucristo en las Cartas de Juan.
        6.4.- Jesucristo en la Carta de Judas.
7.- Cristología en la Carta a los Hebreos:
        7.1.- Breve estructura de la Carta a los Hebreos.
        7.2.- Jesucristo en la Carta a los Hebreos.
8.- Cristología en el Evangelio de Juan:
        8.1.- Breve estructura del Evangelio de Jn.
        8.2.- Jesucristo en Juan.
9.- Cristología en el Apocalipsis:
        9.1.- Breve estructura del Apocalipsis.
        9.2.- Jesucristo en el Apocalipsis.
10.- Conclusión:

UNIDAD VII: BREVE CRISTOLOGÍA SISTEMÁTICA

1.- Introducción.
2.- El misterio de la Encarnación:
         2.1.- La Encarnación como evento trinitario.
         2.2.- La iniciativa del Padre en la Encarnación.
         2.3.- La Encarnación como acto del Hijo.
         2.4.- La cooperación del Espíritu Santo en la Encarnación.
3.- El misterio Pascual: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
4.- Unión hipostática: diversas interpretaciones, antiguas y modernas. Visión comprensiva.
5.- Conclusión.

UNIDAD VIII: CREO EN EL ESPÍRITU SANTO QUE VIVE EN LA IGLESIA

1.- Introducción.
2.- Importancia de la Pneumatología.
3.- El Espíritu Santo en la Sagrada Escritura:
         3.1.- El Espíritu de Dios en el Antiguo Testamento.
         3.2.- El Espíritu Santo en el Nuevo Testamento.
                  3.2.1.- El Espíritu Santo en los Sinópticos.
                  3.2.2.- El Espíritu Santo en los Hechos de los Apóstoles.
                  3.2.3.- El Espíritu Santo en Pablo.

                                                    13
3.2.4.- El Espíritu Santo en Juan.
4.- Hacia una formulación de la fe en el Espíritu Santo:
        4.1.- Los primeros testimonios de la fe eclesial en el Espíritu Santo.
        4.2.- Algunos errores de interpretación: principales herejías pneumatológicas.
        4.3.- La cuestión del “Filioque”.
        4.4.- La formulación de la fe en el Espíritu Santo.
5.- “Creo en el Espíritu Santo”:
        5.1.- Nombres propios de la tercera persona divina.
        5.2.- Apelativos o “nombres apropiados” al Espíritu Santo.
        5.2.- Símbolos del Espíritu Santo.
6.- El Espíritu Santo y la Iglesia:
        6.1.- El Espíritu Santo “alma” de la Iglesia.
        6.2.- El Espíritu Santo da unidad a la Iglesia.
        6.3.- El Espíritu Santo da catolicidad a la Iglesia.
        6.4.- El Espíritu Santo mantiene la apostolicidad a la Iglesia.
        6.5.- El Espíritu Santo, principio de la santidad de la Iglesia.
7.- El Espíritu Santo en la vida del cristiano:
        7.1.- Nos hace hijos.
        7.2.- Nos unge.
        7.3.- Nos santifica.
        7.4.- Nos “deifica”.
        7.5.- Nos enseña a rezar.
        7.6.- Nos hace verdaderamente libres.
        7.7.- Nos regala dones y carismas.
        7.8.- Nos regala frutos.
8.- Conclusión.

UNIDAD IX: INTRODUCCIÓN AL MISTERIO DE LA IGLESIA

1.- Introducción.
2.- Origen y finalidad de la Iglesia:
         2.1- La palabra “Iglesia”.
         2.2- La Iglesia y la Trinidad.
         2.3- La Iglesia preparada en el Antiguo Testamento: Abrahán.
         2.4- Fundación de la Iglesia por Jesucristo.
         2.5- Para qué existe la Iglesia.
3.- Naturaleza de la Iglesia:
         3.1.- El misterio de la Iglesia.
         3.2.- Las imágenes de la Iglesia: Cuerpo místico de Cristo. Pueblo de Dios. Templo del
            Espíritu Santo.
         3.3.- Las notas de la Iglesia: Unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad.
4.- La Iglesia visible, sociedad jerárquicamente estructurada:
         4.1.- Origen de la jerarquía. La sucesión apostólica.
         4.2.- Los miembros de la Iglesia: El Papa. Los obispos. Los presbíteros y diáconos. Los
         laicos. La vida consagrada.
5.- María y la Iglesia:
         5.1 María, Madre de la Iglesia.
         5.2 María, modelo de la Iglesia.
6.- Conclusión.

UNIDAD X: LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA

1.- Introducción.
2.- El hombre sacramento de Dios.
3.- Cristo sacramento original del Padre.
4.- La Iglesia sacramento universal de salvación.

                                                14
5.- Los sacramentos cristianos.
6.- Características generales de los siete sacramentos.
7.- Los sacramentos de la iniciación cristiana:
        7.1.- El Bautismo.
                7.1.1.- Los nombres que recibe el sacramento.
                7.1.2.- Los efectos que produce el sacramento.
                7.1.3.- Los ministros del sacramento.
        7.2.- La Eucaristía.
                7.2.1.- La Eucaristía en el Antiguo Testamento.
                7.2.2.- La Eucaristía en el Nuevo Testamento.
                7.2.3.- La Eucaristía: presencia real de Jesucristo.
                7.2.4.- La Eucaristía verdadero sacramento.
                7.2.5.- Los efectos del sacramento.
        7.3.- La Confirmación.
                Efectos de la Confirmación.
8.- Los Sacramentos de sanación:
        8.1.- La Reconciliación.
                8.1.1.- Los actos del penitente.
                8.1.2.- Los efectos del sacramento.
        8.2.- La Unción de los enfermos.
                Efectos del sacramento.
9.- Los Sacramentos al servicio de la comunidad:
        9.1.- El Orden.
                9.1.1.- Efectos del Sacramento del Orden.
                9.1.2.- La diversidad de grados en el ministerio.
        9.2.- El Matrimonio.
                9.2.1.- Efectos del sacramento.
                9.2.2.- Los ministros del sacramento.
                9.2.3.- Las propiedades del sacramento la indisolubilidad y la unidad.
10.- Conclusión.

4.- BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

- LEVORATTI, A., TRUSSSO, A. B (Dir). Biblia del Pueblo de Dios. Ed. Paulinas. Buenos Aires 1980.
- MAGISTERIO PONTIFICIO. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA. Ed. Lumen. Buenos Aires
  1992.
- PIÉ-NINOT, S. La Teología Fundamental. “Dar razón de la esperanza” (1 Pe 3,15).
  Ed. Secretariado Trinitario. Salamanca 2001.
- SESBOÜÉ, B. Creer. Invitación a la fe católica para las mujeres y los hombres del siglo XXI.
  Ed. San Pablo. Buenos Aires 1999.

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

- CONGAR, Y. El Espíritu Santo. Ed. Herder. Barcelona 1980.
- FOUREZ, G. Sacramentos y vida del hombre: celebrar las tensiones y los gozos de la existencia.
  Ed. Sal Terrae. Madrid 1983.
- GASTALDI, I. El hombre un misterio. Ed. Don Bosco. Buenos Aires 1999.
- GONZÁLEZ DE CARDEDAL, O. Cristología. Ed. B.A.C. Manuales. Madrid 2001.
- KASPER, W. Jesús, El Cristo. Ed. Sígueme. Salamanca 1992.
- LATOURELLE, R. Teología de la Revelación. Ed. Sígueme. Salamanca 1989.
- MANNUCCI, V. La Biblia como Palabra de Dios. Introducción general a la Sagrada Escritura. Ed.
  Desclée De Brouwer. Bilbao 1995.
- RAHNER, K. Curso fundamental sobre la fe. Ed. Herder. Barcelona 1979.


                                                 15
- RATZINGER, J. La Iglesia. Una comunidad siempre en camino. Ed. San Pablo. Buenos Aires
  2005.
- RATZINGER, J. Introducción al cristianismo. Lecciones sobre el credo apostólico. Ed. Sígueme.
  Salamanca 2005.
- RIVAS, L. H. Los libros y la historia de la Biblia. Introducción a las Sagradas Escrituras. Ed. San
  Benito. Buenos Aires 2001.
- RIVAS, L. H. Dios Padre en las Sagradas Escrituras. Ed. Paulinas. Buenos Aires 1998.

SITIOS WEB DONDE SE PUEDE ENCONTRAR VERSIONES ELECTRÓNICAS DE LA BIBLIO-
GRAFÍA

- www.jesus.teologia.upsa.es
- http://www.vatican.va
- http://www.aciprensa.com
- http://es.catholic.net
- http://www.multimedios.org

5.- ESTRATEGIAS Y PRINCIPIOS DE PROCEDIMIENTO
   La cátedra de Teología privilegiará el acercamiento a los textos bíblicos y magisteriales (Sa-
grada Escritura, Documentos Conciliares, Declaraciones Dogmáticas, Catecismo de la Iglesia
Católica, etc.), intentando construir y discutir el pensar bíblico-teológico desde la dinámica propia
de tales textos. Asimismo, intentará iluminar estas conclusiones con la experiencia personal y co-
munitaria, no sin antes considerar las tesis o teorías de algunos autores reconocidos en materia
teológica (según Bibliografía).

  Teniendo presente la particularidad y la modalidad del cursado, la Cátedra procurará la activa
participación de los alumnos en el entorno virtual mediante los siguientes recursos:

  - Foro: para discutir e intercambiar, profundizar, aclarar dudas, realizar aportes, puestas en
    común, los contenidos curriculares.
  - Banco de oraciones: es el espacio de oración en el que se podrán compartir intenciones o
    acciones de gracias particulares, familiares o sociales por las que se desee rogar o agradecer
    al Señor como comunidad educativa; por todas ellas se ofrecerá una misa mensual.
  - Encuentros satelitales: las exposiciones del docente con diapositivas pertinentes estarán
    destinadas a profundizar los tópicos más relevantes de cada unidad.
  - Correo electrónico: en caso excepcional, permite la consulta personalizada. Dejamos cons-
    tancia de que el espacio de comunicación oficial de la asignatura es el FORO.
  - Trabajo Práctico Obligatorio: la elaboración de un Trabajo Práctico obligatorios que permi-
    tirán profundizar y enriquecer determinadas temáticas teológicas como asimismo la interrela-
    ción con algunos tópicos de la propia carrera, que podrá ser compartido no sólo con los do-
    centes sino también con el resto de los estudiantes.
  - Test de autoevaluación: realización y aprobación de dos test de autoevaluación con el 70 %
    cada uno. Estos test permitirán profundizar y reafirmar los contenidos de las distintas unidades.
  - Material complementario: la Cátedra o los alumnos podrán proponer lectura y comprensión
    de textos adicionales para desarrollar algunas temáticas particulares o de interés actual.

6.- EVALUACIÓN
  Los criterios de evaluación considerarán la capacidad del alumno para:

  - Utilizar correctamente la Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica.
  - Demostrar adecuado dominio del vocabulario y contenidos teológicos impartidos en las dife-
    rentes actividades realizadas (mapas conceptuales, guías, cuestionarios, análisis de textos
    bíblicos y magisteriales, talleres, exámenes, etc.).


                                                 16
- Activa participación en el foro.
- Presentación de un Trabajo Práctico Obligatorio en tiempo y forma.
- Aprobación de dos test de autoevaluación con el 70% .

Las formas de regularidad y acreditación de la materia:

                                     ¡¡IMPORTANTE!!

  Los requisitos para regularizar la materia serán informados por el docente a través de
  los canales pertinentes de comunicación:

  - Tablón de anuncios.
  - Foro de la materia.
  - Cuadros de regularización publicados en la página web.

  ¡¡¡Manténgase atento!!!




                                            17
UNIDAD I: EL HOMBRE "CAPAZ" DE DIOS


1.- INTRODUCCIÓN

   La presente unidad es una invitación a profundizar y cuestionarnos sobre nosotros mismos: el
hombre. ¿Quiénes somos? ¿Qué significa ser hombres en una época de cambios tan vertigino-
sos, en donde nos es fácil unirnos por medio de un ordenador, de una PC o en donde no hay fron-
teras para el conocimiento ni límites para la imaginación?

   Nos encontramos ante un desafío y una serie de preguntas: ¿qué lugar ocupamos en este
mundo convulsionado, cambiante, invadido por los mass media y necesitado de constante movi-
miento? ¿Qué lugar ocupa Dios en este mundo, en el espacio de cada uno o en nuestros diferen-
tes estados de vida? ¿Qué relación tiene Dios conmigo? ¿Quién soy yo para Dios?

   Hemos pasado de considerar a Dios el centro de todo y el Proveedor de todo lo que podíamos
necesitar, a dejarlo de lado, a negar su existencia y a convertirnos nosotros en el eje del universo,
creadores de los más grandes inventos y avances científicos, pero a la vez -sin pensar lo que de-
jamos para las generaciones futuras- destructores de nuestro propio ecosistema.

   Al mirar nuestra existencia reconocemos nuestra unidad, nos sabemos un todo: alma y cuerpo,
voluntad e inteligencia, fe y razón. Sin embargo, en no pocas oportunidades nos sentimos fractu-
rados y hasta abrumados por una profunda sensación de vacío. En un mundo repleto de imáge-
nes y sensaciones, nos acorrala la soledad. Frustrados por calmar nuestros apetitos y deseos,
corremos presurosos tras ellos y al final nos quedamos sin nada. Es muy poco lo que nos sor-
prende o nos maravilla. Transitamos por la vida sin descubrir que el sentido está en las pequeñas
cosas de cada día y muchas veces, al vernos atrapados por el sinsentido de nuestra vida, hasta
nos interrogamos: ¿vale la pena vivir?, ¿vale la pena seguir?

   Estos son los planteamientos fundamentales del hombre de hoy que no podemos soslayar; las
características de la Postmodernidad, la New Age, las sectas, los gurúes, los falsos profetas y sus
consiguientes imágenes de una felicidad vacía de Dios y de su amor como no menos vacía del
amor por uno mismo y por nuestro prójimo.

   Mas estas preguntas existenciales sobre nuestra identidad y sobre el ¿para qué vivir? no en-
cuentran ni encontrarán respuesta fuera de nosotros mismos, es decir, en el mundo externo. Es
nuestro mundo interior, ese lugar al que nos negamos acceder porque nos cuestiona, nos plantea
y nos hace volver nuestra mirada a Dios, el único que puede darnos luces. Es en Dios, vivo y pre-
sente, que nos creó y nos llama a ser hombres en esta sociedad, en Quien podemos volver a re-
construirnos y a resignificarnos.

    Ningún contexto socio político ni cultural -de cualquier época que sea- puede acallar la
búsqueda de lo absoluto. Esto es lo que consideraremos en un segundo momento de esta unidad:
el ser humano como ser abierto al infinito, capaz de Dios, en su búsqueda y con su libertad. Nos
preguntaremos cómo podemos, racionalmente, conocer de su existencia y qué lenguaje debemos
utilizar para hablar de Él.

   En definitiva, caminando hacia el interior del propio corazón, esta unidad nos propone las vías
o modos con que podemos conocer a Dios, pero no sin antes invitarnos a una sincera y desafiante
reflexión sobre nosotros mismos ante los profundos cambios que, vertiginosamente, se dan en
nuestro entorno.




                                                 18
2.- UN MUNDO EN TRANSFORMACIÓN
  La Constitución Pastoral Gaudium et Spes en su artículo nº 54 titulado “nuevos estilos de vida”
nos sintetiza esta transformación de la cultura con las siguientes palabras:

   “...Nuevos caminos se han abierto para perfeccionar la cultura y darle una mayor expansión.
   Caminos que han sido preparados por el ingente progreso de las ciencias naturales y de las
   humanas, incluidas las sociales; por el desarrollo de la técnica, y también por los avances en el
   uso y recta organización de los medios que ponen al hombre en comunicación con los demás.
   De aquí provienen ciertas notas características de la cultura actual: las ciencias exactas culti-
   van al máximo el juicio crítico; los más recientes estudios de la psicología explican con mayor
   profundidad la actividad humana; las ciencias históricas contribuyen mucho a que las cosas se
   vean bajo el aspecto de su mutabilidad y evolución; los hábitos de vida y las costumbres tien-
   den a uniformarse más y más; la industrialización, la urbanización y los demás agentes que
   promueven la vida comunitaria crean nuevas formas de cultura (cultura de masas), de las que
   nacen nuevos modos de sentir, actuar y descansar; al mismo tiempo, el creciente intercambio
   entre las diversas naciones y grupos sociales descubre a todos y a cada uno con creciente
   amplitud los tesoros de las diferentes formas de cultura, y así poco a poco se va gestando una
   forma más universal de cultura, que tanto más promueve y expresa la unidad del género
   humano cuanto mejor sabe respetar las particularidades de las diversas culturas”.

   Por lo tanto, antes de abordar nuestra reflexión antropológica (identidad humana, característi-
cas, finalidades, etc.) creemos importante considerar algunos de estos profundos cambios -
producidos últimamente-, como asimismo aclarar lo que entendemos por “modernidad” y “postmo-
dernidad”, para luego presentar este fenómeno en América Latina.1

   2.1.- Cambios Socioculturales

    Admitamos sin más preámbulos que estamos sumergidos en un proceso de cambio sociocultu-
ral de proporciones gigantescas: asistimos a la muerte de un mundo y al amanecer de otro nuevo.
Hemos pasado de una civilización “pre-tecnológica” y preferentemente rural, a una civilización
tecnológica y preferentemente urbana, en la que los descubrimientos científicos y los avances
industriales han abierto posibilidades insospechadas. La nuestra es la “era nuclear”, la “era de la
electrónica”, la “era de la genética”, la “era espacial”, la “era de Internet”, la “era del chat”, la “era
del ciberespacio”... Estamos bajo el influjo de un nuevo “modelo cultural”.

   Pensemos, por ejemplo, a la distancia que se encuentra entre nuestras generaciones (noso-
tros) y nuestros padres y ni que hablar de nuestros abuelos. Las “generaciones sociológicas” (u
“olas” como suelen llamarse) se suceden cada cinco años: los padres se convierten fácilmente en
abuelos de sus propios hijos y, entre otras consecuencias, del diálogo se pasa al conflicto. Casi a
diario, experimentamos que en nuestros hogares se manejan códigos lingüísticos diferentes, ne-
cesitamos hacer un gran esfuerzo para descifrar lo que nuestros hijos dicen como para manejar
adecuadamente sus símbolos.

   Este cambio que afecta el ámbito familiar, gracias a los medios de comunicación social, tam-
bién tiene un alcance universal. En 1865 se necesitaron 12 días para conocer en Europa el asesi-
nato de Lincoln (presidente de los Estados Unidos). Cien años después -el 22 de noviembre de
1963- sobraron 12 minutos para que se difundiera el asesinato de John F. Kennedy. El planeta se
ha convertido en una gran caja de resonancia de todos los eventos.

   Ha sucedido un cambio profundo y radical. No se trata de detalles, de aspectos adjetivos de la
realidad, sino de una crisis que ha trastornado valores ancestrales pero que asimismo ha llevado a
estructurar una nueva escala de valores, nuevos criterios o “estilos de vida” desde los cuales se
juzgan todas las realidades.

1 Cfr. I. GASTALDI, El hombre un misterio, Ed. Don Bosco, Buenos Aires 1999, 11-26.

                                                       19
Tampoco es un cambio armónico, regular u homogéneo... Es un cambio convulsivo y acelera-
do. La UNESCO hacía notar que en este siglo XX se han realizado más inventos que en los 19 si-
glos anteriores y en la década del 80 más avances técnicos que en las 7 décadas anteriores.

   Sin embargo, en el cambio también coexisten realidades contrastantes y hasta contradictorias:
sociedades opulentas y muchedumbres hambrientas, pueblos cultos y pueblos analfabetos, regí-
menes democráticos y gobiernos dictatoriales, islotes de paz y guerras absurdas... Estamos ante
un mundo que conquista espacios interplanetarios, pero que no termina de resolver los problemas
de nuestro propio planeta.

   El Santo Padre JUAN PABLO II, en la carta Novo Millennio Ineunte, con la que abría este tercer
milenio, agudamente reflexionaba:

   “... son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan la sensibilidad cristiana.
   Nuestro mundo empieza el nuevo milenio cargado de las contradicciones de un crecimiento
   económico, cultural, tecnológico, que ofrece a pocos afortunados grandes posibilidades, dejan-
   do no sólo a millones y millones de personas al margen del progreso, sino a vivir en condicio-
   nes de vida muy por debajo del mínimo requerido por la dignidad humana. ¿Cómo es posible
   que, en nuestro tiempo, haya todavía quien se muere de hambre; quién está condenado al
   analfabetismo; quién carece de la asistencia médica más elemental; quién no tiene techo don-
   de cobijarse?...” (NMI 50).

   En el análisis de la situación actual, los Obispos argentinos, además de sostener que la crisis
de los valores de la cultura y de la civilización se ha profundizado, afirman que no sólo se trata de
una "época de cambios sino de un CAMBIO DE ÉPOCA" y que la ruptura entre Evangelio y cultura es,
sin duda alguna, el drama de nuestro tiempo (NMA 24).

   “El desafío radical y englobante que queremos asumir en la Argentina es la profunda crisis de
   valores de la cultura y la civilización en la que estamos inmersos...” (NMA 23).
   “En efecto, nadie puede negar que en estas últimas décadas la crisis se ha profundizado. No
   estamos sólo en una época de cambios sino ante un cambio de época que compromete seria-
   mente la identidad de nuestra nación...” (NMA 24)

   Estamos asistiendo a un cambio epocal, es decir, a una evolución cualitativa de la historia. En
efecto, la aceleración del cambio2 y las nuevas características surgidas como consecuencias del
mismo, han determinado un cambio de época. Desde hace bastante tiempo se habla de POSTMO-
DERNIDAD; no obstante, en muchos seres humanos este fenómeno sigue generando perplejidad y
desconcierto.

   En el mundo occidental al cual pertenecemos, afirmar que gran parte de la cultura vigente está
enmarcada en este fenómeno de la postmodernidad, nos ayuda a orientar la reflexión. Esta reali-
dad -en tantos aspectos positiva y en tantas otras negativa-, ya es parte de nuestras ciudades.
Aunque nacida en el Primer Mundo es lo que los Obispos latinoamenticanos en Puebla llamaron
“cultura adveniente”.

   2.2.- Cambios psicológicos, morales y religiosos

  El cambio de mentalidad y de estructuras somete con frecuencia a discusión las ideas recibi-
das. Esto se nota particularmente entre los jóvenes.

   Las instituciones, las leyes, las maneras de pensar y de sentir, heredadas del pasado, no
siempre se adaptan bien al estado actual de las cosas. De ahí, una grave perturbación en el com-
portamiento y aún en las mismas normas reguladoras de éste.

2 Cfr. EQUIPO EPISCOPAL DE EDUCACIÓN CATÓLICA, Educación y Proyecto de Vida, Ed. Oficina del Libro, Bue-
  nos Aires 1986, 4-5.

                                                  20
Las nuevas condiciones ejercen influjo también sobre la vida religiosa. Por una parte, el espíritu
crítico más agudizado la purifica de un concepto mágico del mundo y de residuos supersticiosos y
exige cada vez más una adhesión verdaderamente personal y operante a la fe, lo cual hace que
muchos alcancen un sentido más vivo de lo divino. Por otra parte, muchedumbres cada vez más
numerosas se alejan prácticamente de la religión. La negación de Dios o de la religión no constitu-
ye, como en épocas pasadas, un hecho insólito e individual; hoy día, en efecto, se presenta no
rara vez como exigencia del progreso científico y de un cierto humanismo nuevo. En muchas re-
giones esa negación se encuentra expresada no sólo en niveles filosóficos, sino que inspira am-
pliamente la literatura, el arte, la interpretación de las ciencias humanas y de la historia y la misma
legislación civil. Es lo que explica la perturbación de muchos (cfr. GS 7)

   Este es el parecer de E. GERVILLA: “La religión ya no compromete. Uno puede ser creyente y no
practicante, ateo y casarse por la Iglesia, creyente y vivir un relativismo moral... la religiosidad
postmoderna es antropocéntica, sociológica o ambiental, blanda y extremadamente cómoda... Es
una religiosidad escéptica ante el heroísmo y lejana ante cualquier entrega... una religiosidad ale-
jada de la Iglesia-Institución y carente de confianza en sus líderes... divorciada de la cultura”.3

   El movimiento postmoderno ha ganado la calle y, entrando en nuestras casas, escuelas, uni-
versidades e instituciones, dio origen a una religiosidad distorsionada cuya expresión más difundi-
da es el fenómeno de la “NEW AGE”, “NUEVA ERA” o “ERA DE ACUARIO” que oportunamente des-
arrollaremos.

   2.3.- De la modernidad a la postmodernidad

   El término “postmodernidad”, respecto a la “modernidad”, implica a la vez continuidad y ruptura.

   La “modernidad” fue un cierto clima que se instauró en la cultura occidental desde la segunda
mitad del siglo XVII. Su característica principal fue un cambio de mentalidad sobre el modo que
tiene el hombre de comprenderse a sí mismo, ante Dios y ante el mundo. Desde entonces busca
reivindicar su autonomía.

    La filosofía se separa de la teología, primero con Descartes (1596-1650), luego, de manera
más radical, con la Ilustración (siglo XVIII). El hombre se siente “mayor” delante de Dios. Hace la
experiencia de esta autonomía a través de una serie de descubrimientos científicos y técnicos,
mediante los cuales toma conciencia de su eficiencia y de su dominio sobre la naturaleza. Se sien-
te liberado de todo temor religioso o mágico. Esta emancipación se acelera a lo largo del siglo XIX
para, en el XX, alcanzar una velocidad vertiginosa.

   La llamada “revolución industrial” transforma profundamente el estado de la sociedad tradicio-
nal y la autonomía que el hombre conquista, paulatinamente, se convierte en individualismo.

   También busca autonomía política. Surge la democracia: los pueblos reivindican su necesidad de
autodeterminarse en forma popular. Fue la época de las grandes ideologías filosóficas y políticas.

   Se entreveía y se esperaba un futuro resplandeciente. La modernidad creía haber triunfado
tanto ante los progresos de la ciencia y de la técnica como ante el desarrollo de la reflexión racio-
nal. No se necesitaba más de Dios. El “cientificismo” anunciaba que el hombre podría resolver
todos sus problemas; sin embargo las transformaciones sociales encontraban dificultad puesto
que algunos grupos tradicionales se resistían. El cambio se quería y se rechazaba simultánea-
mente.




3 E. GERVILLA, Postmodernidad y Educación, Ed. Dykinson, Madrid 1993, 102.


                                                     21
Con la modernidad avanzó también la secularización hasta deformarse en secularismo4. Las
cuestiones sobre Dios pierden interés hasta que en el siglo XVII, con los “libertinos”, ya aparecen
las primeras manifestaciones culturales de ateísmo. Con el correr de los siglos, temas como “la
muerte de Dios” junto al surgimiento de conflictos entre fe y razón, hicieron que la religión termina-
ra siendo considerada como una actitud humana infantil y superada.

   Y dejar de tener a Dios como punto de referencia, en toda época, no puede sino llevar a la rui-
na. En el siglo XX, es decir, ya entrada la “postmodernidad”, estallaron dos guerras mundiales. La
sociedad se encuentra impotente ante la violencia que anida. Se asiste al gran declive de las ideo-
logías políticas y a la credibilidad de los mismos políticos. La ciencia ha mostrado que, por sí sola,
no puede resolver todos los problemas del ser humano. Los hombres se sienten atemorizados
ante su incapacidad para orientar hacia el bien común la economía y todos los progresos alcanza-
dos. El crecimiento de la riqueza va acompañado por el aumento de paros y por disparidades ca-
da vez mayores entre los países ricos y los países pobres.

   “¿Podemos quedar al margen ante las perspectivas de un desequilibrio ecológico, que hace in-
   habitables y enemigas del hombre vastas áreas del planeta? ¿O ante los problemas de paz,
   amenazada a menudo con la pesadilla de guerras catastróficas? ¿O frente al vilipendio de los de-
   rechos humanos fundamentales de tantas personas, especialmente de los niños? Muchas son
   las urgencias ante las cuales el espíritu cristiano no puede permanecer insensible...” (NMI 51)5

   En medio a innumerables avances culturales o revoluciones técnico-científicas, la postmoder-
nidad también expresa desencantamiento, pesimismo y hastío. Está dominada por la pérdida de
referencias y crisis institucionales (en particular de la familia y la escuela). El hombre ya no se
exalta, sino que, por detrás de un comportamiento distendido, se busca angustiosamente. La
cuestión de Dios ya no es objeto de debate ni de conflicto. Lo religioso se vuelve algo ambiguo y
problemático.

    Surge, entonces, plantearnos la pregunta de si “el futuro tiene todavía porvenir”. Esa sensación
de desilusión o “desesperanza” se justifica por el desencanto que la posmodernidad sufrió frente a
la fe en el progreso indefinido que ofrecía la modernidad.6

   Al respecto, el especialista JEAN-YVES CALVEZ, al reflexionar sobre el siglo actual se pregunta-
ba: “¿Puede ser grave el porvenir?” y respondía: “No podemos, creo, ser optimistas (y añado que
de hecho no lo somos tanto)”. Quién podía prever lo que ha acontecido en el comienzo del siglo
XX cuando todavía estaba en marcha la colonización o cuando todavía no había tenido lugar la
explosión demográfica (había 1,6 mil millones de hombres mientras al finalizar el siglo estamos en
6 mil millones), o cuando todavía no se había producido el fenómeno profundamente innovador de
la gran sacudida cientificista (cuya primacía cultural se dio en Alemania)... No queremos ser de
nuevo tan ingenuos!

4 Cabe señalar la diferencia entre secularización y secularismo. La secularización es la justa autonomía de las reali-
   dades terrenas que tiene sus leyes propias, sus valores propios independientes de la religión; mientras que el secu-
   larismo es la versión atea de la secularización, pues corta toda relación con Dios y deja al mundo sumergido en la
   inmanencia. El secularismo es herencia de una modernidad mal dirigida y más que un “ateísmo militante” se trata de
   una “indiferencia agnóstica”. Cfr. GASTALDI, El hombre un misterio, 15.
5 Estos y otros desafíos fueron retomados por los Obispos argentinos en un documento programático para el presente
   tiempo. De manera sintética son mencionados algunos de los principales “retos” del nuevo milenio, comenzando por
   la crisis de la civilización como desafío totalizante en el cual se inscriben los restantes, tales como: la búsqueda de
   Dios, el escándalo de la pobreza y la exclusión social, la crisis del matrimonio y la familia, la necesidad de mayor
   comunión... cfr. CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA, Navega mar adentro, Ed. Oficina del Libro, Buenos Ai-
   res 2003, 15-26 (no 21-48).
6 “La palabra "desencanto" me parece importante porque hace de eslabón, de empalme entre Modernidad y Postmo-
   dernidad. La postmodernidad comienza a nacer cuando parece constatarse palpablemente la imposibilidad de ese
   cambio histórico soñado. Cuando el hombre cae en la cuenta de que ya "hace siglos que pensaron las cosas maña-
   na irán mejor" y, por tanto, cuando la ilusión de Prometeo se transforma en la repetida constatación de Sísifo.” J. I.
   GONZÁLEZ FAUS, “Postmodernidad Europea y Cristianismo Latinoamericano”, en SPECCHIA N. G. - MORELLO G.
   (eds.), Crisis, rupturas y tendencias. Lecturas críticas de la globalización en la óptica de Cristianisme i Justicia, Ed.
   EDUCC, Córdoba 2003, 40.

                                                            22
... Cualquiera sea el caso, nos preguntamos si hay que pensar en un porvenir con igual o to-
davía mayor grado de cambios (de cambios inesperados, añadamos)... Por un lado, nos damos
cuenta de un problema de ritmo. El hombre no es infinitamente adaptable (son muchos hoy lo que,
aún a una edad no tan avanzada, no alcanzan a seguir). Se vive cada vez más en un estado de
tensión extrema, de stress. Por otro lado, el mundo cambió tanto en el siglo XX que, a diferencia
de los seres humanos del 1900, no nos atrevemos a prever el siglo próximo”.7

   A esos cambios significativos, deben sumarse otros elementos estructurales como el proceso
continuo de urbanización, que no solo ha llevado al paso masivo de la mano de obra agrícola y
artesanal a la industria y al sector de servicio en el mejor de los casos (pues no debemos olvidar
el fenómeno de las villas miserias), sino incluso conlleva la pérdida de las barreras ambientales
entre la ciudad y el campo. Son factores que indudablemente rompen con el "entorno social
homogéneo" en el que se habían acostumbrado a vivir las generaciones anteriores.

   Nos encontramos inmersos en el consumismo como respuesta a las necesidades insatisfechas
de poseer y encontrar la felicidad. Dios ha desaparecido del horizonte del hombre moderno. Esta
mentalidad, “postindustrial” tiene su centro de gravedad en el sector “terciario”: los servicios, los
medios de comunicación y de información, la sanidad, la cultura y el ocio, se convierten a su vez
en un producto comercial.

  Ante la sociedad de la informática, somos protagonistas de la transformación de la naturaleza y
de la circulación del saber. El individualismo ha ganado terreno y alcanzó el rango de ideal. Pero,
paradójicamente da lugar a una masificación de los comportamientos cada vez más estandariza-
dos por la opinión y los medios de comunicación. Al mismo tiempo, la movilidad de las poblacio-
nes, determinada por las exigencias económicas, provoca efectos desestructurantes.

   En efecto, de esta reconfiguración de la realidad “brota una experiencia vital: la perplejidad
frente a la complejidad”. Una suerte de conjunción entre el “no saber a que atenerse o no querer
perder un núcleo de valores fundamentales” y el “no estar dispuestos a renunciar a seguir el ritmo
de la renovación del mundo”; entre “una falta de síntesis y cosmovisión y un deseo profundo de
certezas y armonías”.8

   Ligado a esta sensación de perplejidad, aparece la legitimación del "cambio continuado" y del
"pluralismo cultural e ideológico" que se vive en la familia, en el trabajo, en los medios de comuni-
cación y en la legislación estatal.

    En este clima que exige decididamente adaptarse a nuevos "sistemas de referencia" (y que por
lo tanto conlleva la problemática del sentido y de la identidad), el ser humano es conducido en
muchos casos a un sincretismo contradictorio. Lógicamente, en un mundo plural que plantea la
necesidad constante de elegir entre una amplia gama de valores o que pide establecer prioridades
y fijar criterios, no siempre puede lograrse una síntesis armoniosa y coherente.9 Ahora bien...

   “Es cierto que el progreso actual de las ciencias y de la técnica, puede favorecer cierto feno-
   menismo y agnosticismo y hasta corre con el peligro de que el hombre, confiado con exceso en
   los inventos actuales, crea que se basta a sí mismo y deje de buscar cosas más altas. Sin em-
   bargo, estas lamentables consecuencias no son efectos necesarios de la cultura contemporá-
   nea ni deben hacernos caer en la tentación de no reconocer los valores positivos de ésta. Entre


7 J.-Y. CALVEZ, “La Iglesia que podemos pensar para el siglo XXI”, en AA.VV., La Iglesia de cara al siglo XXI, Ed.
  San Pablo, Buenos Aires 1999, 61-62. Cabe recordar que CALVEZ, sacerdote francés de la Compañía de Jesús,
  participó como experto en el Concilio Vaticano II y durante quince años ha sido consultor del Secretariado para los
  no creyentes.
8 M. GONZÁLEZ, “La globalización y la teología. Un enfoque desde Argentina”, en AA.VV., La Iglesia de cara al siglo
  XXI, 122.
9 Cfr. C. SCHICKENDANTZ, “El cristianismo es gracia (NMI 4). Algunas reflexiones sobre antropología y santidad”, en
  COMISIÓN EPISCOPAL DE FE Y CULTURA, Caminemos con esperanza! Propuestas para un mundo que cambia,
  Ed. San Pablo, Buenos Aires 2003, 85-89.

                                                         23
tales valores se cuentan: el estudio de las ciencias y la exacta fidelidad a la verdad en las in-
   vestigaciones científicas, la necesidad de trabajar conjuntamente en equipos técnicos, el senti-
   do de la solidaridad internacional, la conciencia cada vez más intensa de la responsabilidad de
   los peritos para la ayuda y la protección de los hombres, la voluntad de lograr condiciones de
   vida más aceptables para todos, singularmente para los que padecen privación de responsabi-
   lidad o indigencia cultural. Todo esto puede aportar alguna preparación para recibir el mensaje
   del Evangelio, informado con la caridad divina de Aquel que vino a salvar el mundo” (GS 57)

   El documento Educación y Proyecto de Vida10 en su artículo 18, también nos habla de las forta-
lezas y riquezas de esta postmodernidad:

   “Paralelamente a los problemas de los nuevos tiempos han surgido fuerzas y ricas posibilida-
   des: el bagaje de experiencia humana y la creciente capacidad de elaborarla, la posibilidad de
   acceso a las profundidades del psiquismo humano para prestarle ayuda y poner en juego las
   fuerzas ocultas de sus dinamismos perfectivos, el afán de sinceridad, de autorrealización, el
   despertar del sentido de autonomía y libertad, el empeño por intervenir y participar en la vida
   comunitaria cada vez más estimada y deseada y un retorno a la religiosidad que pueda dar una
   respuesta a las inquietudes del espíritu. Asimismo merecen ser valoradas y rescatadas, en su
   riqueza potencial, la mayor gravitación de la juventud y la mayor presencia de la mujer en todas
   las manifestaciones de la vida social, política y laboral”.

  Autores contemporáneos como J. GONZÁLES FAUS11, haciendo un balance, no deja de atender,
dentro del fenómeno postmoderno, los aspectos que a su criterio resultan más positivos:

   - La valentía y lúcida honradez de pensar que el hombre es, en algún sentido, más pequeño de
     lo que pretende y, por lo tanto, se anima a denunciar algunos “mitos” de la modernidad como,
     por ejemplo, la frase “el futuro será mejor” o la hipocresía de identificar liberación con hacer
     “la real ganas”.
   - Es posible percibir un sentido de dignidad y de amor a lo bello en medio de la trágica medio-
     cridad, un innegable afán de dignificar esa “insoportable entidad de lo leve”.
   - La búsqueda de lo comunicativo (aunque pequeño y aún no totalmente encontrado) ha pasa-
     do por encima del afán de lo productivo.
   - El hombre “es en diálogo”. Desde que somos en diálogo y nos oímos unos a otros, el hombre
     ha aprendido mucho y ha dado nombre a muchas cosas celestiales. Queda la verdad como
     acogida abierta, la verdad como comunión. Nadie pretende venir al diálogo con toda la verdad
     ya construida, como una pretensión absoluta.

  En definitiva, modernidad y posmodernidad son hechos que debemos considerar con seriedad.
Convivimos con sus elementos positivos y negativos. Convendría dejar de lamentarnos por el pa-
sado y ver que la solución no está detrás sino delante y dentro de cada uno.

   La cuestión de Dios y del hombre adquiere una nueva dimensión. Sin menospreciar los aportes
de la modernidad y de la postmodernidad, deberíamos encontrar, a través de la Palabra de Dios y
de la vida cristiana, la resignificación de nuestra identidad, el sentido de nuestro ser y de nuestro
estar en el mundo que está en Dios, Quien además de Padre y Salvador (datos de fe) es Creador
y Proveedor (como nos puede llevar a descubrir la razón).




10 EQUIPO EPISCOPAL DE EDUCACIÓN CATÓLICA, Educación y Proyecto de Vida, 16.
11 GONZÁLES FAUS, “Postmodernidad europea y cristianismo latinoamericano”, 61-64.


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2.4.- La postmodernidad en América Latina

    Conviene no olvidar que la posmodernidad, como actitud existencial, como forma de vida, aún
siendo una atmósfera cultural de los países desarrollados, ya va llegando como en oleadas a
nuestro continente latinoamericano12. Esto significa que en los países del Tercer Mundo, donde
apenas ha llegado la modernización e industrialización, ya tienen que afrontar esta "tercera ola" -
como la llamó A. TOFFLER- la ola postindustrial y postmoderna. Somos ya posmodernos sin saber-
lo: “artesanales pero postmodernos”.13

   Los latinoamericanos, importadores y usuarios de tecnología, también recibimos los efectos
que produce la postmodernidad: la gran proliferación de sus valores (crea un clima de tolerancia y
de respeto por los que profesan opiniones, ideologías políticas o religiosas diferentes, respeta la
alteridad de los pueblos y de sus culturas, crea profundas redes solidarias y comunitarias, etc.)
como no menos de sus antivalores (encabezados por el relativismo y el hedonismo, busca la satis-
facción de lo inmediato y nos presenta un mundo sin Dios).

  Por eso América latina, para impedir o rechazar nuevas formas de opresión, se vio impulsada a
comprometerse en un proceso de liberación:

   - Los teólogos latinoamericanos, como respuesta a la situación social, gestaron la “Teología de
     la liberación”
   - La Doctrina Social de la Iglesia sigue propulsando, entre otras alternativas, la igualdad de
     oportunidades para todos
   - La religiosidad popular, adoptando nuevas formas de expresión y comprometida con los sec-
     tores más desprotegidos, se agrupa en las “Comunidades Eclesiales de Base”.

   Mientras tanto, entre las consecuencias deshumanizantes que propone la postmodernidad apa-
rece una “nueva forma de religiosidad”: la “New Age” o “Nueva Era” que, sin duda, plantea a los
cristianos serios desafíos.14

    Se trata de un movimiento difícil de definir -escribía el Cardenal G. DANEELS ya que “no es una
religión y, sin embargo, tiene carácter religioso; no es una filosofía, no obstante es una visión del
hombre y del mundo, algo así como una clave de interpretación: no es una ciencia, pero pretende
apoyarse sobre leyes científicas...”15

    La “Nueva Era” o “Era de Acuario” propone una sabiduría global, universal, accesible a todos y
fundada sólidamente en la ciencia. Busca reencantar este mundo desencantado, a través de las
religiones orientales, concebidas como más “naturales” y en cuyo resultado sincrético todo está
permitido, todo es light y cool. Presenta una falsa teoría explicativa del universo como de la vida y
una nueva práctica individual y social que contiene esoterismo, ocultismo, un pseudo pensamiento
místico y mágico sobre los secretos del buen vivir mezclados con un poco de Cristianismo y as-
trofísica.

   Para quien huya encontrarse consigo mismo, con los interrogantes de su propio silencio, con
abrirse a lo trascendente o no quiera tener experiencia del Dios verdadero -personal y cercano- y
más bien prefiera el sincretismo o “cóctel religioso” de un “dios” impersonal, cósmico y tan polimor-
fo que hasta incluso pueda ser demoníaco, la “New Age” aparece como la solución a sus expecta-
tivas.



12 Cfr. GASTALDI, El hombre un misterio, 22-24.
13 R. LARRAIN, “Modernidad y teorías irracionalistas de la ideología”, en Estudios Sociales 78 (1993), Santiago de
   Chile, 31.
14 Cfr. R. BOSCA, New Age, Ed. Atlántida, Buenos Aires 1993.
15 Card. G. DANEELS, “Cristo o acuario”, Carta Pastoral del Arzobispado de Malinas, Bruselas 1990, Revista Criterio
   (1991) Buenos Aires.

                                                        25
Al contrario, nuestra fe sigue invitándonos a ser administradores de la creación, a usar respon-
sablemente de los recursos naturales que, además de ser bienes comunes para todos, son los
bienes que dejaremos como herencia para nuestros hijos. El Cristianismo sigue invitándonos a
una intensa y personal relación con Dios, para que dando testimonio en el mundo, nos comprome-
tamos con el otro y en cada “prójimo” encontremos a Cristo que, en el servicio y en la caridad, nos
quiere felices.

3.- ALGUNAS VERDADES SOBRE EL HOMBRE
   La inscripción “conócete a ti mismo”, puesta por los siete sabios en el frontispicio del templo de
Delfos, resume la sabiduría antigua y es el adagio más emblemático de toda la reflexión filosófica
sobre el hombre. Toda la reflexión sapiencial de occidente y de muchas civilizaciones orientales
tenían como finalidad el conocer la verdadera naturaleza y, con ella, la dignidad esencial del ser
humano

   El hombre se ha preguntado siempre por el sentido de su vida, de su estar en el mundo y de su
relación con Dios. Ahora bien, la búsqueda del sentido de la vida significa una existencia dotada
de inteligibilidad, capaz de discernir valores y posibilidades futuras que de alguna u otra manera,
comprometen la libertad humana. Aparece, entonces que el tener sentido es previo al dar sentido;
puesto que el tener sentido funda la posibilidad y la responsabilidad del dar sentido. Por lo tanto,
el hombre no podrá encontrar el sentido de su vida sino en un acto de toda su persona: un acto
indiviso en el que interactúan tanto el conocimiento y la decisión como la acción.

   Al hablar de fe y de religión, la tendencia es hablar inmediatamente de Dios y olvidarse de
hablar del hombre. Nada más inapropiado. Debemos recuperar no sólo el sentido o el significado
de la palabra “Dios” (que en la actualidad no es fácilmente comprendido ni conocido), sino también
su relación con nosotros los hombres y su relación con el mundo ya que, a la hora de definir la fe
como la religión, son igualmente esenciales. Entre otras, son las situaciones difíciles y angustian-
tes que vive el hombre, las que fueron desdibujado la imagen de Dios. Preguntas como ¿Por qué
el sufrimiento o el dolor? ¿Por qué suceden cosas horribles o por qué tanto mal? ¿Si Dios existe
no debería intervenir para salvarnos de tantas situaciones penosas?, ponen en crisis una fe poco
madura o desinformada. En cambio un cabal conocimiento de quién es el Señor, de cómo actúa,
de qué quiere de nosotros, de cómo interviene en el mundo o de cómo participa de la vida huma-
na, nos ayudaría a comprender o a aceptar mejor las realidades dolorosas y a darles un sentido.

   Ahora bien, preguntándonos por nosotros mismos y nuestro entorno, es como comenzaremos
a encontrar la luz, pues en cada ser humano es donde hay que buscar la huella de Dios. El hom-
bre sigue siendo un camino válido para buscar y hallar a Dios como, no menos, para hablar de Él.

   3.1.- El origen de la pregunta por el hombre

   Sólo el hombre es capaz de autoconciencia, de preguntarse por sí mismo y por su destino. O
como lo define Aristóteles, el hombre es un “animal metafísico”, un animal que se pregunta y se
responde, un ser en búsqueda. De ahí que los interrogantes sobre su esencia (lo que es) o sobre
el significado de su existencia (para qué existe), afloran por sí mismos, irrumpen en toda concien-
cia y se imponen en cada ser humano por su propio peso. De esta pregunta se ocupa la antropo-
logía teológica.

   A partir de la Encarnación, hombre y Dios quedan mutuamente implicados, y el cristianismo re-
sulta profundamente antropocéntrico.16 La antropología teológica es, pues, la reflexión que parte
de la Revelación para que el hombre alcance la más profunda comprensión de sí mismo, a la luz
del acontecimiento Jesucristo. Por consiguiente, este aspecto de la teología considera la perspec-
tiva concreta del hombre al que Dios se le comunica en Jesús. En Jesucristo podemos acceder a
la plena inteligibilidad del misterio del hombre, pues Él es el proyecto humano que Dios quiere

16 Cfr. M. FLICK - Z. ALSZEGHY, Antropología Teológica, Ed. Sígueme, Salamanca 1967, 18-20.

                                                       26
para nosotros. Es éste un plan que quedó oscurecido en nosotros por el pecado original, de modo
que Jesús no es sólo un maestro que enseña un ejemplo a seguir sino sobre todo el redentor de
nuestra situación de ruptura con Dios17.

  Como dirá SAN AGUSTÍN: “el Dios que te ha creado sin ti, no quiere salvarte sin ti”. Dios no
abandonó al hombre a su indigencia sino que salió en su búsqueda y le ofrece su perdón y gracia.

   Ahora bien, la pregunta sobre el hombre puede darse por diversos motivos. Puede provenir del
asombro o de la admiración frente a las maravillas del universo: un cielo estrellado, la belleza de
una flor, la inmensidad del océano, la estabilidad de un témpano de hielo... pero también el mismo
hombre y sus tantas creaciones puede provocar el interrogante a cerca de ¿qué es el hombre?
Asombro o admiración que suponen una actitud contemplativa, muy sofocada en la civilización
industrial pero no del todo apagada, también ante la fascinación de la amistad, del amor, de los
ojos inocentes de un niño, de la audacia de un hombre que conquista la luna o del genio artístico...

   Asimismo la experiencia religiosa nos presenta la pregunta sobre el hombre. Así lo expresa por
ejemplo el Salmo 8: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has
establecido, digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y qué el hijo del hombre para
que lo cuides? (Sal 8,3-4)

   Por otro lado, la inseguridad como el ver tambalearse o derrumbarse las estructuras del mun-
do, pueden provocar serias crisis y con ellas la pregunta por el hombre. Aún en medio a un terreno
poco firme podemos preguntarnos: ¿En qué consiste lo humano que es preciso salvar? El hombre
busca ahí su identidad o autocomprensión.

  Otras veces las experiencias de la frustración o de fracaso son las que suscitan la pregunta:
“¿Qué significa ser hombre?”. Por ejemplo un accidente, una bancarrota económica, la muerte de
un ser querido, una enfermedad que echa por tierra mil proyectos... el contraste entre lo que so-
mos y lo que quisiéramos ser, es decir, una frustración existencial pueden dar origen a la pregunta
por el hombre.

   Ahora bien, todas estas situaciones o experiencias que originan o hacen propicia la pregunta
sobre el hombre, no deberían ignorarse ni acallarse. Aunque en nuestra civilización industrializada
predomine la técnica y el funcionalismo, respetar al hombre en su integridad, es también darle
lugar y tiempo a estos profundos interrogantes existenciales. De lo contrario, la sensación de vac-
ío o de nada, surgirá con fuerza.

   La necesidad de hallarle sentido a la propia existencia, es decir, de encontrarle a la vida un
significado último y definitivo como de lograr una concepción de sí mismo y del mundo a partir de
lo cual merezca la pena vivir, es insustituible. Se suma, además, la necesidad de buscar una liber-
tad definitiva, un fundamento eterno del amor, una razón válida para esperar, en una palabra, el
deseo de vivir siempre feliz que sólo Dios nos puede dar.

   Por eso, la pérdida de la capacidad de asombro, la constante inseguridad, la incapacidad de
detenernos ante las experiencias de frustración, de fracaso, de dolor o incluso ante la misma
muerte de seres queridos, nos llevan a concluir que el hombre no tiene a Dios, que el hombre vive
sin Dios. Hemos pasado de una visión teocéntrica a una visión antropocéntrica que, lamentable-
mente, tiene poco en cuenta a Dios.



17 L. F. LADARIA, Teología del pecado original y de la gracia, Colección Sapientia Fidei, Serie Manuales de Teología,
   Ed. B.A.C., Madrid 2001, 3: “… la antropología teológica fundamental ha mostrado ya al ser humano como criatura
   de Dios hecha a su imagen y semejanza y los elementos fundamentales de su constitución… (la antropología teoló-
   gica especial nos lleva a) considerar más directamente a este hombre en cuanto inmerso en el misterio del amor de
   Dios y de su gracia, en la historia salvífica que arranca desde la creación y que alcanza en Jesucristo la definitividad
   de su sentido”.

                                                            27
En definitiva, de la pregunta sobre ¿qué es el hombre?, se desprende no sólo la resignificación
de nuestra existencia (el sentido de nuestra vida y de nuestra muerte) sino además, la justa valo-
ración que debemos darle al mundo y, sobre todo, el lugar preeminente que debemos recuperar
para Dios.

  3.2.- El hombre: un “proyecto dinámico”

   El ya citado documento Educación y Proyecto de vida, en sus artículos 12-13 nos ilustra acerca
de esta realidad típicamente humana: ser dinámico y nos dice:

  “El hombre no sólo es el único ser de la tierra capaz de proyectos, sino que él mismo es pro-
  yecto, no ya solamente por su innata programación genética, sino también por la riqueza de su
  espíritu encarnado que tiende a desplegar sus virtualidades. Estas podrán desarrollarse de va-
  riadas formas accidentales, pero en lo esencial y profundo han de responder a las auténticas
  exigencias del espíritu creado para el bien, la verdad y la belleza.
  Toda vida lleva en sí un plan y un destino fundamentales que presiden el desarrollo de las vir-
  tualidades. A ese proyecto básico, ínsito por Dios en la naturaleza del ser humano nos referi-
  mos al decir que el hombre es un proyecto dinámico...
  Vivir humanamente es el resultado de un armónico desarrollo integral e integrado del triple nivel
  que caracteriza al hombre: el nivel vegetativo, el perceptivo-motor del vivir animal y el nivel de
  la vida propia del espíritu que penetra la esencia de las cosas, razona, decide y ama, crea el
  mundo de la ciencia, de la técnica, del arte, descubre la vocación moral (ver GS 16) y la dimen-
  sión religiosa. El hombre se percibe a sí mismo como un ser "llamado a elegir un proyecto de
  vida en conformidad con su propio ser, por lo tanto "artífice de su destino".
  Proyecto de vida no son pues, las ocurrencias antojadizas con que llenamos el tiempo de la vi-
  da, sino la orientación organizada de los esfuerzos para dar vida a la vida.
  Que el hombre sea un esencial proyecto dinámico no significa que su misión sea el activismo o
  el creativismo, como si él fuera valioso en la medida en que la sociedad lo juzgue útil, eficiente
  u original. El dinamismo a que aludimos es esa actividad interior que consiste en tomar con-
  ciencia de la realidad, buscar la verdad, reflexionar, elaborar experiencia, brindar amor profun-
  do, crear orden y belleza, meditar, contemplar. Riqueza interior que se traduce a veces en eje-
  cución de actividades, a menudo en el intercambio del diálogo enriquecedor y con frecuencia
  también en la aceptación del sufrimiento y la quietud ineludibles reconociendo en ellos un lla-
  mado a un mayor aprendizaje de interioridad y a una más íntima y depurada aproximación a los
  fines esenciales de la existencia”.

  3.3.- El hombre: un ser social y religioso

  Creyentes y no creyentes están generalmente de acuerdo en que todos los bienes de la tierra
deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos. Pero, ¿qué es el hombre?

   Nos dejemos iluminar por la respuesta ofrecida por el Concilio Vaticano II (promulgado por el
Papa Juan Pablo II en 1992) en su Constitución Pastoral Gaudium et Spes nº 12, tomando como
referencia el ya citado Salmo 8, ahora en sus versos sucesivos:

  “Muchas son las opiniones que el hombre se ha dado y se da sobre sí mismo. Diversas e inclu-
  so contradictorias. Exaltándose a sí mismo como regla absoluta o hundiéndose hasta la deses-
  peración. La duda y la ansiedad se siguen en consecuencia. La Iglesia siente profundamente
  estas dificultades, y, aleccionada por la Revelación divina, puede darles la respuesta que perfi-
  le la verdadera situación del hombre, dé explicación a sus enfermedades y permita conocer si-
  multáneamente y con acierto la dignidad y la vocación propias del hombre.
  La Biblia nos enseña que el hombre ha sido creado "a imagen de Dios", con capacidad para
  conocer y amar a su Creador, y que por Dios ha sido constituido señor de la entera creación vi-
  sible para gobernarla y usarla glorificando a Dios. “¿Qué es el hombre para que tú te acuerdes
  de él? ¿O el hijo del hombre para que cuides de él? Apenas lo has hecho inferior a los ángeles


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al coronarlo de gloria y esplendor. Tú lo pusiste sobre la obra de tus manos. Todo fue puesto
   por ti debajo de sus pies” (Sal 8,5-7).
   Pero Dios no creó al hombre solitario. Desde el principio los hizo hombre y mujer (Gn 1,27). Es-
   ta sociedad de hombre y mujer es la expresión primera de la comunión de personas humanas.
   El hombre es, en efecto, por su íntima naturaleza, un ser social y no puede vivir ni desplegar
   sus cualidades sin relacionarse con los demás.
   Y Dios, nos dice también la Biblia, “miró cuanto había hecho y lo juzgó muy bueno” (Gn 1,31).

  Además de un ser social, el hombre es un ser religioso, “capaz” de Dios que, relacionándose
con Él, puede conocerlo, amarlo, servirlo, adorarlo, reverenciarlo...

   Como nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica en su artículo 27, “el deseo de Dios está
inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por y para Dios; y Dios no
cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no
cesa de buscar. La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la
comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no exis-
te sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente
según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador”.18

   A lo largo de toda la historia, múltiples son las maneras con que los hombres han expresado
esta búsqueda de Dios. Pensemos a la pluralidad de creencias, ritos y comportamientos religiosos
(oraciones, sacrificios, cultos, meditaciones, etc.) que, a pesar de las ambigüedades que pueden
entrañar, expresan universalmente la verdad de que el hombre es un ser religioso.

   Sin embargo, esta "unión íntima y vital con Dios" a la que todo ser humano está llamado puede
ser olvidada, desconocida e incluso rechazada explícitamente por el hombre19, mas Dios, aunque
el hombre lo olvide o lo rechace, no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y en-
cuentre la dicha. Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la recti-
tud de su voluntad, como también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios.

   Como conclusión, recordemos las famosas y siempre nuevas palabras orantes de San Agustín:

   “Tú eres grande, Señor, y muy digno de alabanza: grande es tu poder, y tu sabiduría no tiene
   medida. Y el hombre, pequeña parte de tu creación, pretende alabarte, precisamente el hombre
   que, revestido de su condición mortal, lleva en sí el testimonio de su pecado y el testimonio de
   que tú resistes a los soberbios. A pesar de todo, el hombre, pequeña parte de tu creación, quie-
   re alabarte. Tú mismo le incitas a ello, haciendo que encuentre sus delicias en tu alabanza,
   porque nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en Ti”
   (Confesiones 1,1,1).

   Ahora bien, para comprender mejor esta posibilidad de buscar o conocer a Dios, es necesario
distinguir dos planos de conocimiento: el conocimiento natural y el conocimiento sobrenatural de
Dios (ver punto 3.5).




18 Sobre la doctrina tradicional de santo Tomás de Aquino que enseña acerca del “deseo natural en el hombre” de ver
   y de encontrarse con Dios, profundiza S. PIÉ-NINOT, La Teología Fundamental.”Dar razón de la esperanza” (1 Pe
   3,15), Ed. Secretariado Trinitario, Salamanca 20014, 110-173.
19 Tales actitudes pueden tener orígenes muy diversos (cfr. GS 19-21): la rebelión contra el mal en el mundo, la igno-
   rancia o la indiferencia religiosas, los afanes del mundo y de las riquezas (cfr. Mt 13,22), el mal ejemplo de los cre-
   yentes, las corrientes del pensamiento hostiles a la religión, y finalmente esa actitud del hombre pecador que, por
   miedo, se oculta de Dios (cfr. Gn 3,8-10) y huye ante su llamada (cfr. Jon 1,3). Cfr. Cat.I.C. nº 29. Además, para las
   distintas formas de ateísmo, cfr. GS 19-21.

                                                           29
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  • 1. Teología Módulo Único Carrera: Administración de Empresas Contador Público Profesor: Dra. María Verónica Talamé Autores: Pbro. Lic. Oscar Alfredo Tapia Romero Dra. María Verónica Talamé Lic. Selva Beatriz Sánchez Prof. Sonia Beatriz Romero Prof. Silvia Del Valle Peralta Díaz Curso: 2º Año Año: 2011
  • 2. Autoridades de la Universidad GRAN CANCILLER Su Excelencia Reverendísima MARIO ANTONIO CARGNELLO Arzobispo de Salta RECTOR Pbro. Licenciado JORGE ANTONIO MANZARÁZ VICERRECTOR ACADÉMICO Mg. MARÍA ISABEL VIRGILI de RODRÍGUEZ VICERRECTOR ADMINISTRATIVO Ing. MANUEL CORNEJO TORINO SECRETARIA GENERAL Dra. ADRIANA IBARGUREN DELEGADO RECTORAL DEL SEAD Dr. OMAR CARRANZA 2
  • 3. Indice General UNIDAD I: El Hombre "capaz" de Dios ......................................................................................... 18 UNIDAD II: La Revelación: Dios al encuentro del hombre ............................................................ 36 UNIDAD III: La Sagrada Escritura: Dios habla en lenguaje humano ............................................. 58 UNIDAD IV: LA FE: RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS ........................................................... 74 Unidad V: “CREO EN DIOS PADRE...” ........................................................................................ 90 UNIDAD VI: EL MISTERIO DE CRISTO EN EL NUEVO TESTAMENTO ................................... 116 UNIDAD VII: BREVE CRISTOLOGÍA SISTEMÁTICA ................................................................. 178 UNIDAD VIII: CREO EN EL ESPÍRITU SANTO QUE VIVE EN LA IGLESIA .............................. 190 UNIDAD IX: INTRODUCCIÓN AL MISTERIO DE LA IGLESIA................................................... 224 UNIDAD X: LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA ................................................................... 244 3
  • 4. Currículum Vitae DATOS PERSONALES Apellido: Talamé Nombres: María Verónica E-MAIL: mtalame@hotmail.com verotalame@gmail.com Antecedentes académicos 2007 Obtiene el título de “DOTTORE IN TEOLOGIA” especialidad: BÍBLICA con el argumento De Gaudio in Psalterio (“El tema de la alegría en el Salterio”) en la Pontificia Uni- versidad Gregoriana (Roma). 2002 Obtiene el título de “LICENZA IN TEOLOGIA”, especialidad: BÍBLICA en la Pontificia Uni- versidad Gregoriana (Roma). 2000 Obtiene el título de “BACCELLIERATO IN TEOLOGIA” en la Pontificia Universidad Grego- riana (Roma). 1995 Obtiene el título de “PROFESORA EN CIENCIAS SAGRADAS PARA EL NIVEL ELEMENTAL, MEDIO Y SUPERIOR” en el Profesorado en Ciencias Sagradas Mons. Roberto J. Tave- lla (Salta). 1987 Obtiene el título de “BACHILLER COMÚN” en el Colegio de Jesús (Salta). Publicaciones y Trabajos Científicos 2010 Autora del módulo ESCRITOS PAULINOS, “para uso exclusivos de los estudiantes” del 4to año de Teo- logía del Bachillerato en Teología del Seminario Mayor Studium Theologicum “Nuestra Señora de Loreto” de Córdoba y del 2do año de Teología de la Escuela Superior de Teología de la UCSE (Uni- versidad Católica de Santiago del Estero) – 180 hojas. Autora (junto a otros) de la GUÍA para la “Peregrinación bíblica a Tierra Santa” - Editada por Ed. Millor - Salta. Colaboradora (junto a otros) de la AGENDA BÍBLICA ARQUIDIOCESANA con reflexiones bíblicas diarias y Lectio Divina dominical - Editada por Cartoon – Salta. 2009 Autora (junto a otros) del módulo PENSAMIENTO CRISTIANO para la Tecnicatura Universitaria en Se- cretariado Ejecutivo y Tecnicatura Universitaria en Ceremonial y Protocolo de la Universidad Católi- ca de Salta, SEAD (Sistema de Educación a Distancia), editado por la misma Universidad - Salta - 165 hojas. Autora del módulo EVANGELIOS SINÓPTICOS Y HECHOS DE LOS APÓSTOLES, “para uso exclusivos de los estudiantes” del 2do año de Teología del Bachillerato en Teología del Seminario Mayor Studium Theologicum “Nuestra Señora de Loreto” de Córdoba - 200 hojas. Autora (junto a otros) del módulo TEOLOGÍA para la Licenciatura en Seguridad e Higiene en el Traba- jo - Escuela de Negocios - de la Universidad Católica de Salta para Salta y las Subsedes de Jujuy y Tartagal del SEAD (Sistema de Educación a Distancia), editado por la misma Universidad. 2008 Autora (junto a otros) del módulo de TEOLOGÍA I, para las carreras de Derecho I, Contador Público Nacional y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Salta, SEAD (Sistema de Edu- cación a Distancia), editado por la misma Universidad - Salta - 195 hojas. Autora (junto a otros) del módulo de TEOLOGÍA II, para las carreras de Derecho II, Relaciones Inter- nacionales y Contador Público Nacional de la Universidad Católica de Salta, SEAD (Sistema de Educación a Distancia), editado por la misma Universidad - Salta - 186 hojas. Autora del módulo JUAN Y APOCALIPSIS, “para uso exclusivos de los estudiantes” del 3er año de Teo- logía del Bachillerato en Teología del Seminario Mayor Studium Theologicum “Nuestra Señora de Loreto” de Córdoba - 250 hojas. 2007 Publica el libro: “ACLAMEN AL SEÑOR CON ALEGRÍA”. La alegría en el Salterio – editado por Editorial Paulinas - Buenos Aires - 664 páginas. 4
  • 5. Cursos y congresos (como participante) 2010 Comienza “ESCUELA DE EJERCICIOS ESPIRITUALES IGNACIANOS”, organizada por el CEIA (Centro de Espiritualidad Ignaciana Argentina), con una duración de 2 (dos) años en la localidad de Villa Allen- de (Córdoba) – Total: 360 hs. Continúa Participa en el Curso-Taller “DE LA CULPA ESCLAVIZANTE A UNA ESPIRITUALIDAD LIBERADORA”, a cargo del Pbro. Juan José Berli s.j. y del Lic. Luis María Berli – 3 días (Villa Allende - Córdoba) Participa del 1º ENCUENTRO DE BIBLISTAS de la SAT (Sociedad Argentina de Teología) - 2 días (La Falda - Córdoba). Participa de los ciclos de Conferencia sobre ESPIRITUALIDAD Y PSICOLOGÍA: “Culpa y Salvación”, “Orar después de Freud”, “Implicancias afectivas de la relación con el dinero”, “Postmodernidad y consumis- mo”, “Jesucristo y la liberación de la mujer”, “Homosexualidad: un debate abierto”, organizado por la Uni- versidad Católica de Córdoba, a cargo del Pbro. Lic Domínguez Morano sj (Córdoba) - 3 días. 2009 Realiza el curso “EDUCACIÓN A DISTANCIA. ENTORNOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE”, organizado por la Universidad Católica de Salta - SEAD (Sistema de Educación a Distancia) – 1 semestre (Salta). Cursa y aprueba el Postgrado “PROFESORES EN LA RED. INTERNET EN LAS AULAS”, organizado por la Universidad Católica de Salta - SEAD (Sistema de Educación a Distancia) – 1 año (Salta). Participa del curso “EL SACERDOCIO DE JESUCRISTO”, estudio de la Carta a los Hebreos, a cargo del Pbro. Lic. Oscar Alfredo Tapia organizado con motivo de la XIII Exposición de “La Biblia en Salta” – 3 días (Salta). Participa del Curso “APRENDIENDO A SER COMUNIDAD”, a cargo del Padre Gustavo Jamut – 1 día (Pa- rroquia de Fátima - Salta). 2008 Participa en el Curso-Taller “BUSCAR Y HALLAR LA PAZ INTERIOR: LOS MANDATOS RECIBIDOS Y SOSTENI- DOS – LOS PENSAMIENTOS AUTOMÁICOS Y LAS EMOCIONES ”, a cargo del Padre Juan José Berli s.j. y del Lic. Luis María Berli – 3 días (Villa Allende - Córdoba). Participa en el Curso-Taller sobre “EJERCICIOS ESPIRITUALES EN LA VIDA DIARIA” a cargo de la Sub- área de Ejercicios Espirituales de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús – 1 día (Villa Allen- de - Córdoba). 2007 Participa en la XXVI Semana Argentina de Teología “EL DESAFÍO DE HABLAR DE DIOS EN EL SIGLO XXI: LENGUAJES, IMÁGENES, CATEGORÍAS” organizada por la Sociedad Argentina de Teología (La Falda – Córdoba) – 3 días. Participa del “CURSO PARA DOCENTES DE RELIGIÓN” a cargo del Arzobispo de Salta: Monseñor Mario A. Cargnello – 2 días (Salta). 2006 Participa en el Curso-Taller “EL DISCERNIMIENTO EN TIEMPOS DE CRISIS” a cargo del Pbro. Dr. Damián Astigueta (s.j.) – Colegio de Jesús (Salta) - 3 días. 2004 Participa en la XXIII Semana Argentina de Teología organizada por la Sociedad Argentina de Teo- logía (La Falda – Córdoba) – 3 días. 2002 Cursa y aprueba el Curso de “ARQUEOLOGÍA BÍBLICA” – Pontificio Instituto Bíblico (Jerusalén) - 30 días. Participa y aprueba el Curso de Perfeccionamiento en “DIREZIONE E GESTIONE DI SERVIZI FORMATIVI E ORGANIZZATIVI” - Facoltà di Scienze della Formazione dell’Università degli Studi di Padova – (Italia) - 150 hs. 2000 Participa del Congreso Internacional Teológico Pastoral: “I FIGLI, PRIMAVERA DELLA FAMIGLIA E DELLA SOCIETÀ” (Roma) - 45 hs. 1998 Aprueba el Curso monográfico de “CRISTOLOGÍA” - Instituto Internacional de Teología a Distancia de la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) - 1 año. 1997 Participa en el Curso: “LA RELIGIÓN ANTE UN NUEVO SIGLO” - Universidad Católica de Salta - 31 hs. Participa en el Curso: “EDUCACIÓN Y ORIENTACIÓN SEXUAL” - Universidad Católica de Salta - 30 hs. 1995 Participa en el Curso de Sexología humana: “DE LA EDUCACIÓN A LA CLÍNICA” - Instituto Jean Piaget de Salta - 2 días. 1995 Participa en el Curso de Post-Grado: “DESCUBRIMIENTO DE VALORES. TEORÍAS PSICOLÓGICAS CONTEM- PORÁNEAS” - Universidad Católica de Salta - 40 hs. 1994 Participa del Curso: “EPISTEMOLOGÍA Y HUMANISMO DE LA CIENCIA CONTEMPORÁNEA” - Universidad Católica de Salta - 32 hs. Conocimientos lingüísticos 2001 Cursa y aprueba el 4º nivel de HEBREO en la Pontificia Università Gregoriana (Roma). 2000 Cursa y aprueba el 4º nivel de GRIEGO en la Pontificia Università Gregoriana (Roma). 1999 Cursa y aprueba el nivel inicial de LATÍN “Primus gradus” en la Pontificia Università Gregoriana (Roma). 5
  • 6. 1998 Cursa y aprueba el curso de “ITALIANO PRESSO LA PONTIFICIA UNIVERSITÀ GREGORIANA” – dictado por Centro Studi Cassia (Roma). 1987 Cursa y aprueba el 6° Año de INGLÉS en el Instituto: “Asociación Cultural Argentino - Británica de Salta” – Salta. Cursos y conferencias (como disertante) 2010 Imparte el curso-taller “LAS IMÁGENES DISTORCIONADAS Y VERDADERAS DE DIOS”, organizado por la Catedral Arquidiocesana de Salta durante 1 jornada en la Casa de descanso “Monte de los Olivos” (Salta). Conferencista en el VII Encuentro Regional de Institutos Seculares sobre: “SAN PABLO: APÓSTOL Y MISIONERO” (Filp 4,13), organizado en el Seminario Mayor de San Miguel de Tucumán. Imparte el curso-taller “LAS IMÁGENES DISTORCIONADAS Y VERDADERAS DE DIOS”, organizado por la Parroquia San Benito durante 1 jornada (Salta). Organiza y dirige “Peregrinación Bíblica” a Tierra Santa (Galilea y Judea), Turquía (Estambul y Ca- padocia) e Italia (Roma) desde el 16 al 31 de Mayo. Imparte el Encuentro de Espiritualidad: “LA GIOIA NEI SALMI” y “DIO PADRE” – en la Parroquia “Dei Santi Andrea e Rita” – 6 días – Trieste (Italia). Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA”, organizado por el Instituto Supe- rior “Populorum Progressio” del obispado de Jujuy - durante el Mes de la Biblia - 2 jornadas (Jujuy) Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA I Y II”, organizado por E.F.E.C. (Equipos de Fornación Cristiana) en las instalaciones de la Compañía de Jesús de la ciudad de Córdoba - 4 jornadas (Córdoba). 2009 Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA”, organizado por el I.C.A.S. (Insti- tuto Catequístico Arquideocesano de Salta) durante 3 jornadas en la Parroquia León XIII (Salta). Imparte el curso “VOLVIENDO A CASA: TALLER SOBRE DIOS PADRE”, organizado por el Centro de Espiri- tualidad Sagrada Familia (Santiago de Chile) en los meses de Marzo y Agosto. Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA II”, organizado por el Centro de Espiritualidad Sagrada Familia (Santiago de Chile) en los meses de Marzo y Agosto. Disertante en el curso “TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL Y PSICOLÓGICA”, del Pbro. Carlos Aldunate sj, organizado por Parroquia Ntra. Sra. de Fátima (Salta). Imparte el curso sobre “SAN PABLO”, en el Monasterio de las Hermanas Clarisas (Corrientes). Imparte el curso “DIOS PADRE EN EL A.T. Y EN EL N.T.”, Parroquia Ntra. Sra. de Fátima (Salta). Imparte el curso “LOS SALMOS: ORACIONES QUE DESCIFRAN EL ALMA”, organizado por el Centro de Es- piritualidad Sagrada Familia (Santiago de Chile). Imparte el curso sobre “SAN PABLO”, en el Colegio San Pablo (Salta). Imparte el curso para docentes “DIOS PADRE EN EL A.T. Y EN EL N.T.”, organizado por Colegio de Jesús (Salta). Imparte el curso para padres “LA ALEGRÍA Y LOS SALMOS”, organizado por Colegio de Jesús (Salta). Imparte el Curso “TEOLOGÍA PAULINA”, organizado por la Basílica María, Madre de los Desamparados (San Juan). Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS”, organizado por la Parroquia María Madre de Dios (San Juan). Imparte el curso “DIOS PADRE EN EL A.T. Y EN EL N.T.”, organizado por la Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del Corazón de Jesús (Villa Allende - Córdoba). Imparte el curso “EL DISCERNIMIENTO”, del Pbro. Carlos Aldunate sj, organizado por Parroquia Ntra. Sra. de Fátima (Salta). 2008 Disertante en la Jornada Docente sobre “LA PALABRA DE DIOS”, organizada por el Colegio Francisca- no (Tartagal - Salta). Conferencista en el Ciclo de Conferencias 2008, en adhesión al Año de la Palabra y en Preparación al VIII Centenario Franciscano, con el tema: “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS”, organizado en el Conven- to San Francisco (Jujuy). Disertante en la Jornada Docente sobre “SAN PABLO”, organizada por el Colegio San Pablo (Salta). Conferencista en el V Encuentro Regional de Institutos Seculares con el tema: “TODO LO PUEDO EN AQUEL QUE ME CONFORTA” (Filp 4,13), organizado en la Casa de retiros Buen Pastor (Salta). Conferencista en el XIII Encuentro Internacional E.F.E.C. (Equipos de Formación de Espiritualidad Católica), con el tema: “LOS SALMOS COMO ORACIÓN”, organizado en la Casa de retiros Santa Teresa de los Andes (Chile). 6
  • 7. Imparte el Curso “CONOCIENDO A SAN PABLO”, organizado por la Parroquia María Madre de Dios (San Juan). Imparte el Curso “CONOCIENDO A SAN PABLO”, organizado por la Pastoral Diocesana de la Iglesia Catedral (San Juan). Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS”, organizado por la Basílica María, Madre de los Desampa- rados (San Juan). Conferencista en el Curso: “SAN PABLO: UN HOMBRE DE TRES CULTURAS”, organizado por el I.P.I.S. (Instituto para la Integración del Saber) de la Universidad Católica de Salta, el Profesorado en Cien- cias Sagradas Mons. R. Tavella y la Sociedad de San Pablo, en la Casa de la Cultura de la Provin- cia de Salta (Salta). Disertante en el Curso “Aprenda a rezar la Biblia” (Lectio Divina) con el tema: “El SALMO 35: UN «VA- DEMÉCUM» DE ALEGRÍA EN CAMINO”, en la Parroquia María Reina (Salta). Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS”, organizado por la Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del Corazón de Jesús (Villa Allende - Córdoba). Expositora en el Ciclo de Conferencia – Retiro de Ministros Extraordinarios de la Comunión, “F ALSAS IMÁGENES DE DIOS PADRE. DIOS PADRE EN EL A.T. Y EN EL N.T.”, Parroquia del Pilar (Salta). Disertante en el Ciclo de Formación y Conferencias Pascuales “UNA ALEGRÍA PASCUAL EN EL ANTIGUO TESTAMENTO: SAL 126”, Parroquia María Reina (Salta). Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS”, Monasterio de las Hermanas Clarisas (Corrientes). Disertante en el Ciclo de Formación y Conferencias Cuaresmales “LOS SALMOS CUARESMALES EN CADA DOMINGO DEL CICLO A”, Parroquia María Reina (Salta). Imparte el Curso de Capacitación Docente “DIOS PADRE EN EL CREDO CRISTIANO”, organizado por el Profesorado en Ciencias Sagradas Mons. Roberto Tavella y il I.P.I.S. (Instituto para la Inetgración del Saber) de la Universidad Católica de Salta (40 horas). Disertante en el Curso sobre TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL Y PSICOLÓGICA de autoría de Carlos Al- dunate s.j. en la Parroquia de Fátima (Salta). 2007 Imparte el SEMINARIO DE FILOSOFÍA Y TEOLOGÍA, en forma conjunta con el Pbro. Lic. Oscar Tapia, para la Licenciatura en Gestión de la Educación General Básica - Escuela de Negocios – Universi- dad Católica de Salta (Salta). Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” organizado por la Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del Corazón de Jesús (Villa Allende - Córdoba). Imparte el Curso “TENED ENTRE VOSOTROS LOS MISMOS SENTIMIENTOS QUE CRISTO JESÚS” (Lectura Bíblico-exegética de Flp 2,5-11) – Colegio de Jesús (Salta). Disertante en las JORNADAS DE ESPIRITUALIDAD BÍBLICO – IGNACIANA – Casa de Ejercicios Belén (Tucumán). Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS” - Instituto Superior del Profesorado San Pío X y Equi- po de Pastoral Bíblica (Catamarca). Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” organizado por la Pastoral Bíblica de la Parroquia María Reina (Salta). Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS” – Monasterio Trapense (Azul – Buenos Aires). Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS” – Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del Corazón de Jesús (La Rioja). Imparte el Curso “LA ALEGRÍA EN LOS SALMOS” – Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del Corazón de Jesús (Tucumán). Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” – Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del Corazón de Jesús (La Rioja). 2006 Presenta la Primera Carta Encíclica de S.S. Benedicto XVI “Deus Caritas Est” - Universidad Católica de Salta, Instituto para la Integración del Saber y Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta). Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” - Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta). Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” – Parroquia Santa Rosa de Lima (Güemes). Imparte el Curso Diocesano de actualización Bíblica de Antiguo Testamento sobre “LOS SALMOS” en el Colegio Santa Rosa (Salta). Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” – Pastoral Espiritual-Bíblica de las Hnas. Esclavas del Corazón de Jesús (Tucumán). 2005 Conferencista sobre “SALMI” en el ciclo de Conferencias Bíblicas de la “Chiesa del Gesù” - Collegio Internazionale del Gesù (Italia - Roma). 7
  • 8. 2004 Imparte el Curso “ORAR CON LOS SALMOS” - Instituto Superior del Profesorado San Pío X y Equipo de Pastoral Bíblica (Catamarca). Antecedentes laborales 2010 PROFESORA DE NUEVO TESTAMENTO (Escritos Paulinos), en el Bachillerato en Teología del Seminario Mayor Studium Theologicum “Nuestra Señora de Loreto” de Córdoba – (Córdoba) – Durante el 1º cuatrimestre del 4to año de Teología - 60 horas cátedras. PROFESORA DE NUEVO TESTAMENTO – CUERPO PAULINO, en la Escuela Superior de Teología de la UCSE (Universidad Católica de Santiago del Estero) – Santiago del Estero - 2º cuatrimestre - 40 horas cátedras. 2009 PROFESORA DE NUEVO TESTAMENTO (Evangelios Sinópticos y Hechos de los Apóstoles), en el Bachi- llerato en Teología del Seminario Mayor Studium Theologicum “Nuestra Señora de Loreto” de Córdoba – (Córdoba) – 1º cuatrimestre del 2do año de Teología - 60 horas cátedras. PROFESORA TITULAR DE INTRODUCCIÓN AL PENSAMIENTO CRISTIANO a Distancia (Campus Satelital) en la Tecnicatura Universitaria en Secretariado Ejecutivo y Tecnicatura Universitaria en Ceremonial y Protocolo - Universidad Católica de Salta - 2º Semestre - 40 horas cátedras. PROFESORA TITULAR de “TEOLOGÍA” en la Licenciatura en Seguridad e Higiene en el trabajo – Escuela de Negocios - Universidad Católica de Salta Subsede Jujuy (Jujuy) – 1º Semestre - 40 horas cáte- dras. Continúa PROFESORA TITULAR de “TEOLOGÍA” en la Licenciatura en Seguridad e Higiene en el trabajo – Escuela de Negocios - Universidad Católica de Salta (Salta) – 1º Semestre - 60 horas cátedras. Continúa 2008 MIEMBRO de la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Bíblica de la Provincia de Salta. PROFESORA DE NUEVO TESTAMENTO (San Juan y Apocalipsis), en el Seminario Mayor Studium Theo- logicum “Nuestra Señora de Loreto” de Córdoba – (Córdoba) – Durante el 1º cuatrimestre del 3er año de Teología - 60 horas cátedras. PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA I Y II a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Relaciones Internacionales - Universidad Católica de Salta. Continúa PROFESORA TITULAR de “TEOLOGÍA” en la Licenciatura en Seguridad e Higiene en el trabajo – Escuela de Negocios - Universidad Católica de Salta – Diócesis de Tartagal (Tartagal - Salta) – 1º Semestre - 60 horas cátedras. Continúa PROFESORA TITULAR de “SAN JUAN – APOCALIPSIS Y SAN PABLO”, en la Diplomatura Superior en Ciencias Sagradas – Universidad Católica de Salta – Diócesis de Orán (Orán - Salta) – 20 horas cátedras. 2007 PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Contador y Admi- nistración Pública - Universidad Católica de Salta. Continúa PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Relaciones Inter- nacionales - Universidad Católica de Salta. Continúa PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA I a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Abogacía - Uni- versidad Católica de Salta. Continúa PROFESORA TITULAR DE TEOLOGÍA II a Distancia (Campus Satelital) en la carrera de Abogacía - Uni- versidad Católica de Salta. Continúa PROFESORA TITULAR de “INTRODUCCIÓN A LA SAGRADA ESCRITURA Y PENTATEUCO” (Anual) en el Profe- sorado Mons. R.J. Tavella (Salta). Continúa PROFESORA de “ANTIGUO TESTAMENTO” en la Diplomatura Superior en Ciencias Sagradas – Universi- dad Católica de Salta – Diócesis de Orán (Orán - Salta). PROFESORA TITULAR de “INTRODUCCIÓN AL ANTIGUO TESTAMENTO” en la Escuela de Laicos – Parroquia San Alfonso – Salta. 2006 INVESTIGADORA del IPIS – Universidad Católica de Salta. MIEMBRO de la Comisión Arquidiocesana para “acompañar pastoralmente, estudiar y evaluar cuanto sucede en torno a la ermita del cerro en la zona denominada Tres Cerritos de la Ciudad de Salta” - Continúa PROFESORA TITULAR de “INTRODUCCIÓN A LA SAGRADA ESCRITURA” en la Escuela de Laicos – Parro- quia San Alfonso – Salta. 2004 PROFESORA TITULAR de “SINOTTICI E ATTI DEGLI APOSTOLI” en el Pontificium Institutum Regina Mundi (Italia - Roma). PROFESORA TITULAR de “PENTATEUCO E LIBRI STORICI” en el Pontificium Institutum Regina Mundi (Italia - Roma). PROFESORA TITULAR de “SALMI E LIBRI SAPIENZIALI” en el Pontificium Institutum Regina Mundi (Italia - Roma). 8
  • 9. 2003 PROFESORA TITULAR de “PENTATEUCO” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta). PROFESORA INTERINA de “ESCRITOS JOÁNICOS” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta). 2002 PROFESORA INTERINA de “EVANGELIOS SINÓPTICOS” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta). 2001 PROFESORA INTERINA de “ESCRITOS JOÁNICOS” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta). 1998 MIEMBRO de la Comisión Redactora del DISEÑO CURRICULAR DE RELIGIÓN CATÓLICA para la Provincia de Salta. 1997 COORDINADORA de la ejecución y difusión del “EQUIPO JUBILEO 2000” de la Arquidiócesis de Salta. Propuesta de instrumentos gráficos (boletines) con la temática del Jubileo para ser trabajada inter- disciplinariamente en escuelas, colegio y comunidades eclesiales (Salta) – Duración 3 años. PROFESORA TITULAR de “CRISTOLOGÍA” en la Escuela de Laicos (Salta) - Duración 2 (dos) años. COORDINADORA en los trabajos prácticos del Ciclo de Conferencias “JESUCRISTO ÚNICO SALVADOR DEL MUNDO, AYER HOY Y SIEMPRE” en preparación al Gran Jubileo del año 2000 – Diócesis de Salta Se desempeña como AGENTE DE TRANSPORTE ADUANERO – en la Aduana de Salta. Continúa 1995 MIEMBRO de la JUNTA ARQUIDIOCESANA DE CATEQUESIS según decreto Arzobispal 14/95 como dele- gada del Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta) - Duración 4 (cuatro) años. PROFESORA ADSCRIPTA de “TEOLOGÍA MORAL FUNDAMENTAL” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta) - Durante 3 (tres) años. PROFESORA TITULAR de “CATEQUÉTICA Y SU DIDÁCTICA” en el Prof. Mons. R.J. Tavella (Salta) - Duran- te 4 (cuatro) años. 1994 MAESTRA INTERINA de RELIGIÓN en el Nivel Primario del Colegio San Pablo (Salta) - Durante 2 (dos) años. 1993 PROFESORA TITULAR de TEOLOGÍA en el Nivel Secundario del Colegio San Pablo (Salta) - Durante 3 (tres) años. 1991 MAESTRA TITULAR de RELIGIÓN en el Nivel Primario del Colegio de Jesús (Salta) - Durante 4 (cuatro) años. Otros aspectos 2007 Miembro de la Coordinación Nacional de la Asociación de Equipos de Formación Espiritual Cristiana EFEC). Continúa 2000 Predica EJERCICIOS ESPIRITUALES, según la Espiritualidad Ignaciana (modalidad “personalizados”) de 3 – 4 o 7 días en distintas provincias de la Argentina. Continúa 1996 Obtiene el Certificado de Capacitación para desempeñarse como AGENTE DE TRANSPORTE ADUANE- RO otorgado por la Administración Nacional de Aduanas (Buenos Aires). 9
  • 10. Carrera: Administración de Empresas - Contador Público Curso: 2º Año Materia: Teología Profesor Titular: Dra. María Verónica Talamé Profesores: Lic. Selva Beatriz Sánchez Prof. Silvia Peralta Díaz Prof. Sonia Beatriz Romero Prof. Iliana Verónica Romero Año Académico: 2011 1.- FUNDAMENTOS DE LA ASIGNATURA Teniendo en cuenta el Proyecto Institucional de nuestra Universidad, la Teología representa una instancia ineludible en el perfil de nuestro egresado. Es fundamental, entonces, conducir al estudiante hacia la profundización del Credo cristiano, en particular hacia la persona de Nuestro Señor Jesucristo, mostrando las limitaciones del conocimiento humano y sobre todo la imposibili- dad de acceder con la sola fuerza de la inteligencia a la intimidad Divina y sus misterios. Aparece la necesidad de la Revelación sobrenatural y la respuesta del hombre mediante la fe. El intento será introducir al alumno, gradualmente, en los grandes postulados del Cristianismo hasta llegar a su centro: el Misterio Pascual. Para ello, vimos necesario partir de un breve análisis de la situación del mundo actual, con sus riquezas y sus límites, para que una vez abordadas al- gunas verdades antropológicas, recién nos introduzcamos en el ámbito específicamente teológico. De la Teología, entre otros temas, afrontaremos la Revelación como fuente de conocimiento, algunos fundamentos escriturísticos, la fe como respuesta del hombre a toda Palabra de Dios, la Tradición y el Magisterio, la Iglesia, sus características, enseñanzas e incumbencias en la vida práctica: la economía sacramental. Los tres argumentos centrales de esta asignatura serán los referentes a las Personas trinitarias: Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo. Este camino nos llevará a “estudiar a Dios” (teo-logía), pero al mismo tiempo, creemos puede ayudar a encontrar respuestas a tantos interrogantes de este mundo globalizado y en crisis de valores, no menos ansioso de verdades inmutables, trascendentes y divinas. En concreto, la propuesta será presentar una Teología encarnada–ascendente que inicia anali- zando los cambios modernos y postmodernos de este “mundo en transformación”, para luego de abordar el misterio del hombre -imagen y semejanza de Dios- que, a pesar de los avatares históri- cos, sigue siendo un camino hacia la comprensión de los misterios divinos revelados, nos conduce a Jesucristo y éste por el Espíritu al Padre. Paulatinamente, nos iremos adentrándonos en la reflexión sobre los tres artículos esenciales del Credo cristiano: el Padre Creador del universo, el Hijo Reden- tor de la humanidad y el Espíritu Santo, Señor y Dador de vida. En definitiva, descubriremos un Dios Familia, origen y fundamento de cada hombre y de una humanidad nueva. De esta manera, humilde pero responsablemente, creemos estar aportando a la forma- ción integral de los estudiantes tan buscada por nuestra Institución. 2.- OBJETIVOS 1.- Conocer y dominar los principales tópicos del misterio de la fe católica apostólica romana y los conceptos teológicos fundamentales. 2.- Animar permanentemente desde una perspectiva teológica al diálogo entre fe y razón. 10
  • 11. 3.- Responder desde la fe a los grandes interrogantes del hombre contemporáneo, integrando con la ciencia particular los conocimientos teológicos dados. 4.- Adquirir una visión de conjunto sobre la Revelación, contenida en la Escritura y en la Tra- dición, interpretada auténticamente por el Magisterio de la Iglesia. 5.- Integrar vital y profesionalmente la reflexión teológica como vocación de servicio a Dios en el prójimo, a la vida personal y profesional. 6.- Despertar en los estudiantes el deseo de promoción y participación en el diálogo entre la fe, la cultura y los saberes dentro del contexto pluralista y ecuménico de la Universidad. 3.- PROGRAMA DE LA ASIGNATURA UNIDAD I: EL HOMBRE "CAPAZ" DE DIOS 1.- Introducción. 2.- Un mundo en transformación: 2.1.- Cambios socioculturales. 2.2.- Cambios psicológicos, morales y religiosos. 2.3.- De la modernidad a la postmodernidad. 2.4.- La postmodernidad en América Latina. 3.- Algunas verdades sobre el hombre: 3.1.- El origen de la pregunta por el hombre. 3.2.- El hombre: un “proyecto dinámico”. 3.3.- El hombre: un ser social y religioso. 3.4.- El hombre “imagen y semejanza de Dios”. 3.5.- El hombre puede conocer a Dios. 3.5.1.- Vía Cosmológica. 3.5.2.- Vía Antropológica. 3.6.- El hombre puede hablar de Dios. 4.- Conclusión. UNIDAD II: LA REVELACIÓN: DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE 1.- Introducción. 2.- ¿Qué quiere decir Revelación de Dios? 3.- La Revelación como Palabra – Encuentro - Presencia. 4.- La historia de la salvación. 5.- Jesucristo: mediador y plenitud de la toda la revelación. 6.- La transmisión de la revelación: 6.1.- Tradición. 6.2.- Escritura. 6.3.- Magisterio. 6.4.- Relación entre Tradición, Escritura y Magisterio. 7.- Conclusión. UNIDAD III: SAGRADA ESCRITURA: DIOS HABLA EN LENGUAJE HUMANO 1.- Introducción. 2.- Inspiración y verdad: 2.1.- Inspiración. 2.2.- Verdad. 3.- Canonicidad: 3.1.- La formación del canon del Antiguo Testamento. 3.2.- La fijación del canon del Antiguo Testamento por los cristianos. 3.3.- Formación del canon del Nuevo Testamento. 3.4.- Reflexión final sobre la canonicidad. 11
  • 12. 4.- Interpretación: 4.1.- Presupuestos de la interpretación bíblica. 4.2.- Principios generales de la interpretación bíblica. 4.3.- Los géneros literarios. 4.4.- Los sentidos bíblicos. 4.5.- Métodos y lecturas. 4.6.- Funciones del Pueblo de Dios en la interpretación. 5.- Conclusión. UNIDAD IV: LA FE, RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS 1.- Introducción. 2.- El hecho humano de la fe: fenomenología de la fe: 2.1.- Creer como acto humano de conocimiento. 2.2.- Acto humano fundamental: creer en los otros y en los valores. 2.3.- El creer religioso. 2.4.- La fe don de Dios. 3.- Reflexión desde la teología sistemática: 3.1.- El plan divino de salvación y la fe. 3.2.- Noción bíblica de fe. 3.3.- Textos bíblicos tradicionales en la reflexión sobre la fe. 3.4.- Definiciones de fe y algunas definiciones conciliares. 3.5.- El acto de fe. 3.6.- Características de la Fe en el Catecismo de la Iglesia Católica. 3.7.- Creo para entender y entiendo para creer. 4.- Conclusión. UNIDAD V: “CREO EN DIOS PADRE...” 1.- Introducción. 2.- Dios Padre: Creador y Providente: 2.1 “Creo en Dios”. 2.1.1 Dios Uno. 2.1.2 Dios Trino. 2.2 “Padre Todopoderoso”. 2.2.1 Imágenes de Dios distorsionadas. 2.2.2 Dios en el Antiguo Testamento. 2.2.3 Dios en el Nuevo Testamento. 2.2.4 Dios Todopoderoso. 2.3 “Creador del cielo y de la tierra”. 2.3.1 Teología de la creación. 2.3.2 Un falso dilema: conflicto entre fe y ciencia. 2.4 Dios Providente. 2.4.1 El gobierno de Dios. 2.4.2 La conservación del mundo. 3.- Conclusión. UNIDAD VI: EL MISTERIO DE CRISTO EN EL NUEVO TESTAMENTO 1.- Introducción. 2.- Los misterios de la vida de Cristo: 2.1.- Misterios de la infancia de Jesús. 2.2.- Misterios de la vida pública de Jesús. 2.3.- El misterio pascual. 3.- Nociones preliminares: 3.1.- El Kerigma. 12
  • 13. 3.2.- Tres ambiente vitales. 3.2.1.- Liturgia. 3.2.2.- Catequesis. 3.2.3.- Misión. 3.3.- Desde Cristo a las cristologías. 4.- Cristología en Pablo: 4.1.- Algunos datos sobre Pablo y sus Cartas. 4.2.- Jesucristo en Pablo. 5.- Cristología en los Evangelios Sinópticos: 5.1.- Marcos. 5.1.1.- Breve estructura del Evangelio de Marcos. 5.1.2.- Jesucristo en Marcos. 5.2.- Mateo. 5.2.1.- Breve estructura del Evangelio de Mateo. 5.2.2.- Jesucristo en Mateo. 5.3.- Lucas. 5.3.1.- Breve estructura del Evangelio de Lc. 5.3.2.- Jesucristo en Lucas (Estudio de un texto). 6.- Cristología en las Epístolas Católicas: 6.1.- Jesucristo en la Carta de Santiago. 6.2.- Jesucristo en las Cartas de Pedro. 6.3.- Jesucristo en las Cartas de Juan. 6.4.- Jesucristo en la Carta de Judas. 7.- Cristología en la Carta a los Hebreos: 7.1.- Breve estructura de la Carta a los Hebreos. 7.2.- Jesucristo en la Carta a los Hebreos. 8.- Cristología en el Evangelio de Juan: 8.1.- Breve estructura del Evangelio de Jn. 8.2.- Jesucristo en Juan. 9.- Cristología en el Apocalipsis: 9.1.- Breve estructura del Apocalipsis. 9.2.- Jesucristo en el Apocalipsis. 10.- Conclusión: UNIDAD VII: BREVE CRISTOLOGÍA SISTEMÁTICA 1.- Introducción. 2.- El misterio de la Encarnación: 2.1.- La Encarnación como evento trinitario. 2.2.- La iniciativa del Padre en la Encarnación. 2.3.- La Encarnación como acto del Hijo. 2.4.- La cooperación del Espíritu Santo en la Encarnación. 3.- El misterio Pascual: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. 4.- Unión hipostática: diversas interpretaciones, antiguas y modernas. Visión comprensiva. 5.- Conclusión. UNIDAD VIII: CREO EN EL ESPÍRITU SANTO QUE VIVE EN LA IGLESIA 1.- Introducción. 2.- Importancia de la Pneumatología. 3.- El Espíritu Santo en la Sagrada Escritura: 3.1.- El Espíritu de Dios en el Antiguo Testamento. 3.2.- El Espíritu Santo en el Nuevo Testamento. 3.2.1.- El Espíritu Santo en los Sinópticos. 3.2.2.- El Espíritu Santo en los Hechos de los Apóstoles. 3.2.3.- El Espíritu Santo en Pablo. 13
  • 14. 3.2.4.- El Espíritu Santo en Juan. 4.- Hacia una formulación de la fe en el Espíritu Santo: 4.1.- Los primeros testimonios de la fe eclesial en el Espíritu Santo. 4.2.- Algunos errores de interpretación: principales herejías pneumatológicas. 4.3.- La cuestión del “Filioque”. 4.4.- La formulación de la fe en el Espíritu Santo. 5.- “Creo en el Espíritu Santo”: 5.1.- Nombres propios de la tercera persona divina. 5.2.- Apelativos o “nombres apropiados” al Espíritu Santo. 5.2.- Símbolos del Espíritu Santo. 6.- El Espíritu Santo y la Iglesia: 6.1.- El Espíritu Santo “alma” de la Iglesia. 6.2.- El Espíritu Santo da unidad a la Iglesia. 6.3.- El Espíritu Santo da catolicidad a la Iglesia. 6.4.- El Espíritu Santo mantiene la apostolicidad a la Iglesia. 6.5.- El Espíritu Santo, principio de la santidad de la Iglesia. 7.- El Espíritu Santo en la vida del cristiano: 7.1.- Nos hace hijos. 7.2.- Nos unge. 7.3.- Nos santifica. 7.4.- Nos “deifica”. 7.5.- Nos enseña a rezar. 7.6.- Nos hace verdaderamente libres. 7.7.- Nos regala dones y carismas. 7.8.- Nos regala frutos. 8.- Conclusión. UNIDAD IX: INTRODUCCIÓN AL MISTERIO DE LA IGLESIA 1.- Introducción. 2.- Origen y finalidad de la Iglesia: 2.1- La palabra “Iglesia”. 2.2- La Iglesia y la Trinidad. 2.3- La Iglesia preparada en el Antiguo Testamento: Abrahán. 2.4- Fundación de la Iglesia por Jesucristo. 2.5- Para qué existe la Iglesia. 3.- Naturaleza de la Iglesia: 3.1.- El misterio de la Iglesia. 3.2.- Las imágenes de la Iglesia: Cuerpo místico de Cristo. Pueblo de Dios. Templo del Espíritu Santo. 3.3.- Las notas de la Iglesia: Unidad, santidad, catolicidad y apostolicidad. 4.- La Iglesia visible, sociedad jerárquicamente estructurada: 4.1.- Origen de la jerarquía. La sucesión apostólica. 4.2.- Los miembros de la Iglesia: El Papa. Los obispos. Los presbíteros y diáconos. Los laicos. La vida consagrada. 5.- María y la Iglesia: 5.1 María, Madre de la Iglesia. 5.2 María, modelo de la Iglesia. 6.- Conclusión. UNIDAD X: LOS SACRAMENTOS DE LA IGLESIA 1.- Introducción. 2.- El hombre sacramento de Dios. 3.- Cristo sacramento original del Padre. 4.- La Iglesia sacramento universal de salvación. 14
  • 15. 5.- Los sacramentos cristianos. 6.- Características generales de los siete sacramentos. 7.- Los sacramentos de la iniciación cristiana: 7.1.- El Bautismo. 7.1.1.- Los nombres que recibe el sacramento. 7.1.2.- Los efectos que produce el sacramento. 7.1.3.- Los ministros del sacramento. 7.2.- La Eucaristía. 7.2.1.- La Eucaristía en el Antiguo Testamento. 7.2.2.- La Eucaristía en el Nuevo Testamento. 7.2.3.- La Eucaristía: presencia real de Jesucristo. 7.2.4.- La Eucaristía verdadero sacramento. 7.2.5.- Los efectos del sacramento. 7.3.- La Confirmación. Efectos de la Confirmación. 8.- Los Sacramentos de sanación: 8.1.- La Reconciliación. 8.1.1.- Los actos del penitente. 8.1.2.- Los efectos del sacramento. 8.2.- La Unción de los enfermos. Efectos del sacramento. 9.- Los Sacramentos al servicio de la comunidad: 9.1.- El Orden. 9.1.1.- Efectos del Sacramento del Orden. 9.1.2.- La diversidad de grados en el ministerio. 9.2.- El Matrimonio. 9.2.1.- Efectos del sacramento. 9.2.2.- Los ministros del sacramento. 9.2.3.- Las propiedades del sacramento la indisolubilidad y la unidad. 10.- Conclusión. 4.- BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAFÍA BÁSICA - LEVORATTI, A., TRUSSSO, A. B (Dir). Biblia del Pueblo de Dios. Ed. Paulinas. Buenos Aires 1980. - MAGISTERIO PONTIFICIO. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA. Ed. Lumen. Buenos Aires 1992. - PIÉ-NINOT, S. La Teología Fundamental. “Dar razón de la esperanza” (1 Pe 3,15). Ed. Secretariado Trinitario. Salamanca 2001. - SESBOÜÉ, B. Creer. Invitación a la fe católica para las mujeres y los hombres del siglo XXI. Ed. San Pablo. Buenos Aires 1999. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA - CONGAR, Y. El Espíritu Santo. Ed. Herder. Barcelona 1980. - FOUREZ, G. Sacramentos y vida del hombre: celebrar las tensiones y los gozos de la existencia. Ed. Sal Terrae. Madrid 1983. - GASTALDI, I. El hombre un misterio. Ed. Don Bosco. Buenos Aires 1999. - GONZÁLEZ DE CARDEDAL, O. Cristología. Ed. B.A.C. Manuales. Madrid 2001. - KASPER, W. Jesús, El Cristo. Ed. Sígueme. Salamanca 1992. - LATOURELLE, R. Teología de la Revelación. Ed. Sígueme. Salamanca 1989. - MANNUCCI, V. La Biblia como Palabra de Dios. Introducción general a la Sagrada Escritura. Ed. Desclée De Brouwer. Bilbao 1995. - RAHNER, K. Curso fundamental sobre la fe. Ed. Herder. Barcelona 1979. 15
  • 16. - RATZINGER, J. La Iglesia. Una comunidad siempre en camino. Ed. San Pablo. Buenos Aires 2005. - RATZINGER, J. Introducción al cristianismo. Lecciones sobre el credo apostólico. Ed. Sígueme. Salamanca 2005. - RIVAS, L. H. Los libros y la historia de la Biblia. Introducción a las Sagradas Escrituras. Ed. San Benito. Buenos Aires 2001. - RIVAS, L. H. Dios Padre en las Sagradas Escrituras. Ed. Paulinas. Buenos Aires 1998. SITIOS WEB DONDE SE PUEDE ENCONTRAR VERSIONES ELECTRÓNICAS DE LA BIBLIO- GRAFÍA - www.jesus.teologia.upsa.es - http://www.vatican.va - http://www.aciprensa.com - http://es.catholic.net - http://www.multimedios.org 5.- ESTRATEGIAS Y PRINCIPIOS DE PROCEDIMIENTO La cátedra de Teología privilegiará el acercamiento a los textos bíblicos y magisteriales (Sa- grada Escritura, Documentos Conciliares, Declaraciones Dogmáticas, Catecismo de la Iglesia Católica, etc.), intentando construir y discutir el pensar bíblico-teológico desde la dinámica propia de tales textos. Asimismo, intentará iluminar estas conclusiones con la experiencia personal y co- munitaria, no sin antes considerar las tesis o teorías de algunos autores reconocidos en materia teológica (según Bibliografía). Teniendo presente la particularidad y la modalidad del cursado, la Cátedra procurará la activa participación de los alumnos en el entorno virtual mediante los siguientes recursos: - Foro: para discutir e intercambiar, profundizar, aclarar dudas, realizar aportes, puestas en común, los contenidos curriculares. - Banco de oraciones: es el espacio de oración en el que se podrán compartir intenciones o acciones de gracias particulares, familiares o sociales por las que se desee rogar o agradecer al Señor como comunidad educativa; por todas ellas se ofrecerá una misa mensual. - Encuentros satelitales: las exposiciones del docente con diapositivas pertinentes estarán destinadas a profundizar los tópicos más relevantes de cada unidad. - Correo electrónico: en caso excepcional, permite la consulta personalizada. Dejamos cons- tancia de que el espacio de comunicación oficial de la asignatura es el FORO. - Trabajo Práctico Obligatorio: la elaboración de un Trabajo Práctico obligatorios que permi- tirán profundizar y enriquecer determinadas temáticas teológicas como asimismo la interrela- ción con algunos tópicos de la propia carrera, que podrá ser compartido no sólo con los do- centes sino también con el resto de los estudiantes. - Test de autoevaluación: realización y aprobación de dos test de autoevaluación con el 70 % cada uno. Estos test permitirán profundizar y reafirmar los contenidos de las distintas unidades. - Material complementario: la Cátedra o los alumnos podrán proponer lectura y comprensión de textos adicionales para desarrollar algunas temáticas particulares o de interés actual. 6.- EVALUACIÓN Los criterios de evaluación considerarán la capacidad del alumno para: - Utilizar correctamente la Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica. - Demostrar adecuado dominio del vocabulario y contenidos teológicos impartidos en las dife- rentes actividades realizadas (mapas conceptuales, guías, cuestionarios, análisis de textos bíblicos y magisteriales, talleres, exámenes, etc.). 16
  • 17. - Activa participación en el foro. - Presentación de un Trabajo Práctico Obligatorio en tiempo y forma. - Aprobación de dos test de autoevaluación con el 70% . Las formas de regularidad y acreditación de la materia: ¡¡IMPORTANTE!! Los requisitos para regularizar la materia serán informados por el docente a través de los canales pertinentes de comunicación: - Tablón de anuncios. - Foro de la materia. - Cuadros de regularización publicados en la página web. ¡¡¡Manténgase atento!!! 17
  • 18. UNIDAD I: EL HOMBRE "CAPAZ" DE DIOS 1.- INTRODUCCIÓN La presente unidad es una invitación a profundizar y cuestionarnos sobre nosotros mismos: el hombre. ¿Quiénes somos? ¿Qué significa ser hombres en una época de cambios tan vertigino- sos, en donde nos es fácil unirnos por medio de un ordenador, de una PC o en donde no hay fron- teras para el conocimiento ni límites para la imaginación? Nos encontramos ante un desafío y una serie de preguntas: ¿qué lugar ocupamos en este mundo convulsionado, cambiante, invadido por los mass media y necesitado de constante movi- miento? ¿Qué lugar ocupa Dios en este mundo, en el espacio de cada uno o en nuestros diferen- tes estados de vida? ¿Qué relación tiene Dios conmigo? ¿Quién soy yo para Dios? Hemos pasado de considerar a Dios el centro de todo y el Proveedor de todo lo que podíamos necesitar, a dejarlo de lado, a negar su existencia y a convertirnos nosotros en el eje del universo, creadores de los más grandes inventos y avances científicos, pero a la vez -sin pensar lo que de- jamos para las generaciones futuras- destructores de nuestro propio ecosistema. Al mirar nuestra existencia reconocemos nuestra unidad, nos sabemos un todo: alma y cuerpo, voluntad e inteligencia, fe y razón. Sin embargo, en no pocas oportunidades nos sentimos fractu- rados y hasta abrumados por una profunda sensación de vacío. En un mundo repleto de imáge- nes y sensaciones, nos acorrala la soledad. Frustrados por calmar nuestros apetitos y deseos, corremos presurosos tras ellos y al final nos quedamos sin nada. Es muy poco lo que nos sor- prende o nos maravilla. Transitamos por la vida sin descubrir que el sentido está en las pequeñas cosas de cada día y muchas veces, al vernos atrapados por el sinsentido de nuestra vida, hasta nos interrogamos: ¿vale la pena vivir?, ¿vale la pena seguir? Estos son los planteamientos fundamentales del hombre de hoy que no podemos soslayar; las características de la Postmodernidad, la New Age, las sectas, los gurúes, los falsos profetas y sus consiguientes imágenes de una felicidad vacía de Dios y de su amor como no menos vacía del amor por uno mismo y por nuestro prójimo. Mas estas preguntas existenciales sobre nuestra identidad y sobre el ¿para qué vivir? no en- cuentran ni encontrarán respuesta fuera de nosotros mismos, es decir, en el mundo externo. Es nuestro mundo interior, ese lugar al que nos negamos acceder porque nos cuestiona, nos plantea y nos hace volver nuestra mirada a Dios, el único que puede darnos luces. Es en Dios, vivo y pre- sente, que nos creó y nos llama a ser hombres en esta sociedad, en Quien podemos volver a re- construirnos y a resignificarnos. Ningún contexto socio político ni cultural -de cualquier época que sea- puede acallar la búsqueda de lo absoluto. Esto es lo que consideraremos en un segundo momento de esta unidad: el ser humano como ser abierto al infinito, capaz de Dios, en su búsqueda y con su libertad. Nos preguntaremos cómo podemos, racionalmente, conocer de su existencia y qué lenguaje debemos utilizar para hablar de Él. En definitiva, caminando hacia el interior del propio corazón, esta unidad nos propone las vías o modos con que podemos conocer a Dios, pero no sin antes invitarnos a una sincera y desafiante reflexión sobre nosotros mismos ante los profundos cambios que, vertiginosamente, se dan en nuestro entorno. 18
  • 19. 2.- UN MUNDO EN TRANSFORMACIÓN La Constitución Pastoral Gaudium et Spes en su artículo nº 54 titulado “nuevos estilos de vida” nos sintetiza esta transformación de la cultura con las siguientes palabras: “...Nuevos caminos se han abierto para perfeccionar la cultura y darle una mayor expansión. Caminos que han sido preparados por el ingente progreso de las ciencias naturales y de las humanas, incluidas las sociales; por el desarrollo de la técnica, y también por los avances en el uso y recta organización de los medios que ponen al hombre en comunicación con los demás. De aquí provienen ciertas notas características de la cultura actual: las ciencias exactas culti- van al máximo el juicio crítico; los más recientes estudios de la psicología explican con mayor profundidad la actividad humana; las ciencias históricas contribuyen mucho a que las cosas se vean bajo el aspecto de su mutabilidad y evolución; los hábitos de vida y las costumbres tien- den a uniformarse más y más; la industrialización, la urbanización y los demás agentes que promueven la vida comunitaria crean nuevas formas de cultura (cultura de masas), de las que nacen nuevos modos de sentir, actuar y descansar; al mismo tiempo, el creciente intercambio entre las diversas naciones y grupos sociales descubre a todos y a cada uno con creciente amplitud los tesoros de las diferentes formas de cultura, y así poco a poco se va gestando una forma más universal de cultura, que tanto más promueve y expresa la unidad del género humano cuanto mejor sabe respetar las particularidades de las diversas culturas”. Por lo tanto, antes de abordar nuestra reflexión antropológica (identidad humana, característi- cas, finalidades, etc.) creemos importante considerar algunos de estos profundos cambios - producidos últimamente-, como asimismo aclarar lo que entendemos por “modernidad” y “postmo- dernidad”, para luego presentar este fenómeno en América Latina.1 2.1.- Cambios Socioculturales Admitamos sin más preámbulos que estamos sumergidos en un proceso de cambio sociocultu- ral de proporciones gigantescas: asistimos a la muerte de un mundo y al amanecer de otro nuevo. Hemos pasado de una civilización “pre-tecnológica” y preferentemente rural, a una civilización tecnológica y preferentemente urbana, en la que los descubrimientos científicos y los avances industriales han abierto posibilidades insospechadas. La nuestra es la “era nuclear”, la “era de la electrónica”, la “era de la genética”, la “era espacial”, la “era de Internet”, la “era del chat”, la “era del ciberespacio”... Estamos bajo el influjo de un nuevo “modelo cultural”. Pensemos, por ejemplo, a la distancia que se encuentra entre nuestras generaciones (noso- tros) y nuestros padres y ni que hablar de nuestros abuelos. Las “generaciones sociológicas” (u “olas” como suelen llamarse) se suceden cada cinco años: los padres se convierten fácilmente en abuelos de sus propios hijos y, entre otras consecuencias, del diálogo se pasa al conflicto. Casi a diario, experimentamos que en nuestros hogares se manejan códigos lingüísticos diferentes, ne- cesitamos hacer un gran esfuerzo para descifrar lo que nuestros hijos dicen como para manejar adecuadamente sus símbolos. Este cambio que afecta el ámbito familiar, gracias a los medios de comunicación social, tam- bién tiene un alcance universal. En 1865 se necesitaron 12 días para conocer en Europa el asesi- nato de Lincoln (presidente de los Estados Unidos). Cien años después -el 22 de noviembre de 1963- sobraron 12 minutos para que se difundiera el asesinato de John F. Kennedy. El planeta se ha convertido en una gran caja de resonancia de todos los eventos. Ha sucedido un cambio profundo y radical. No se trata de detalles, de aspectos adjetivos de la realidad, sino de una crisis que ha trastornado valores ancestrales pero que asimismo ha llevado a estructurar una nueva escala de valores, nuevos criterios o “estilos de vida” desde los cuales se juzgan todas las realidades. 1 Cfr. I. GASTALDI, El hombre un misterio, Ed. Don Bosco, Buenos Aires 1999, 11-26. 19
  • 20. Tampoco es un cambio armónico, regular u homogéneo... Es un cambio convulsivo y acelera- do. La UNESCO hacía notar que en este siglo XX se han realizado más inventos que en los 19 si- glos anteriores y en la década del 80 más avances técnicos que en las 7 décadas anteriores. Sin embargo, en el cambio también coexisten realidades contrastantes y hasta contradictorias: sociedades opulentas y muchedumbres hambrientas, pueblos cultos y pueblos analfabetos, regí- menes democráticos y gobiernos dictatoriales, islotes de paz y guerras absurdas... Estamos ante un mundo que conquista espacios interplanetarios, pero que no termina de resolver los problemas de nuestro propio planeta. El Santo Padre JUAN PABLO II, en la carta Novo Millennio Ineunte, con la que abría este tercer milenio, agudamente reflexionaba: “... son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan la sensibilidad cristiana. Nuestro mundo empieza el nuevo milenio cargado de las contradicciones de un crecimiento económico, cultural, tecnológico, que ofrece a pocos afortunados grandes posibilidades, dejan- do no sólo a millones y millones de personas al margen del progreso, sino a vivir en condicio- nes de vida muy por debajo del mínimo requerido por la dignidad humana. ¿Cómo es posible que, en nuestro tiempo, haya todavía quien se muere de hambre; quién está condenado al analfabetismo; quién carece de la asistencia médica más elemental; quién no tiene techo don- de cobijarse?...” (NMI 50). En el análisis de la situación actual, los Obispos argentinos, además de sostener que la crisis de los valores de la cultura y de la civilización se ha profundizado, afirman que no sólo se trata de una "época de cambios sino de un CAMBIO DE ÉPOCA" y que la ruptura entre Evangelio y cultura es, sin duda alguna, el drama de nuestro tiempo (NMA 24). “El desafío radical y englobante que queremos asumir en la Argentina es la profunda crisis de valores de la cultura y la civilización en la que estamos inmersos...” (NMA 23). “En efecto, nadie puede negar que en estas últimas décadas la crisis se ha profundizado. No estamos sólo en una época de cambios sino ante un cambio de época que compromete seria- mente la identidad de nuestra nación...” (NMA 24) Estamos asistiendo a un cambio epocal, es decir, a una evolución cualitativa de la historia. En efecto, la aceleración del cambio2 y las nuevas características surgidas como consecuencias del mismo, han determinado un cambio de época. Desde hace bastante tiempo se habla de POSTMO- DERNIDAD; no obstante, en muchos seres humanos este fenómeno sigue generando perplejidad y desconcierto. En el mundo occidental al cual pertenecemos, afirmar que gran parte de la cultura vigente está enmarcada en este fenómeno de la postmodernidad, nos ayuda a orientar la reflexión. Esta reali- dad -en tantos aspectos positiva y en tantas otras negativa-, ya es parte de nuestras ciudades. Aunque nacida en el Primer Mundo es lo que los Obispos latinoamenticanos en Puebla llamaron “cultura adveniente”. 2.2.- Cambios psicológicos, morales y religiosos El cambio de mentalidad y de estructuras somete con frecuencia a discusión las ideas recibi- das. Esto se nota particularmente entre los jóvenes. Las instituciones, las leyes, las maneras de pensar y de sentir, heredadas del pasado, no siempre se adaptan bien al estado actual de las cosas. De ahí, una grave perturbación en el com- portamiento y aún en las mismas normas reguladoras de éste. 2 Cfr. EQUIPO EPISCOPAL DE EDUCACIÓN CATÓLICA, Educación y Proyecto de Vida, Ed. Oficina del Libro, Bue- nos Aires 1986, 4-5. 20
  • 21. Las nuevas condiciones ejercen influjo también sobre la vida religiosa. Por una parte, el espíritu crítico más agudizado la purifica de un concepto mágico del mundo y de residuos supersticiosos y exige cada vez más una adhesión verdaderamente personal y operante a la fe, lo cual hace que muchos alcancen un sentido más vivo de lo divino. Por otra parte, muchedumbres cada vez más numerosas se alejan prácticamente de la religión. La negación de Dios o de la religión no constitu- ye, como en épocas pasadas, un hecho insólito e individual; hoy día, en efecto, se presenta no rara vez como exigencia del progreso científico y de un cierto humanismo nuevo. En muchas re- giones esa negación se encuentra expresada no sólo en niveles filosóficos, sino que inspira am- pliamente la literatura, el arte, la interpretación de las ciencias humanas y de la historia y la misma legislación civil. Es lo que explica la perturbación de muchos (cfr. GS 7) Este es el parecer de E. GERVILLA: “La religión ya no compromete. Uno puede ser creyente y no practicante, ateo y casarse por la Iglesia, creyente y vivir un relativismo moral... la religiosidad postmoderna es antropocéntica, sociológica o ambiental, blanda y extremadamente cómoda... Es una religiosidad escéptica ante el heroísmo y lejana ante cualquier entrega... una religiosidad ale- jada de la Iglesia-Institución y carente de confianza en sus líderes... divorciada de la cultura”.3 El movimiento postmoderno ha ganado la calle y, entrando en nuestras casas, escuelas, uni- versidades e instituciones, dio origen a una religiosidad distorsionada cuya expresión más difundi- da es el fenómeno de la “NEW AGE”, “NUEVA ERA” o “ERA DE ACUARIO” que oportunamente des- arrollaremos. 2.3.- De la modernidad a la postmodernidad El término “postmodernidad”, respecto a la “modernidad”, implica a la vez continuidad y ruptura. La “modernidad” fue un cierto clima que se instauró en la cultura occidental desde la segunda mitad del siglo XVII. Su característica principal fue un cambio de mentalidad sobre el modo que tiene el hombre de comprenderse a sí mismo, ante Dios y ante el mundo. Desde entonces busca reivindicar su autonomía. La filosofía se separa de la teología, primero con Descartes (1596-1650), luego, de manera más radical, con la Ilustración (siglo XVIII). El hombre se siente “mayor” delante de Dios. Hace la experiencia de esta autonomía a través de una serie de descubrimientos científicos y técnicos, mediante los cuales toma conciencia de su eficiencia y de su dominio sobre la naturaleza. Se sien- te liberado de todo temor religioso o mágico. Esta emancipación se acelera a lo largo del siglo XIX para, en el XX, alcanzar una velocidad vertiginosa. La llamada “revolución industrial” transforma profundamente el estado de la sociedad tradicio- nal y la autonomía que el hombre conquista, paulatinamente, se convierte en individualismo. También busca autonomía política. Surge la democracia: los pueblos reivindican su necesidad de autodeterminarse en forma popular. Fue la época de las grandes ideologías filosóficas y políticas. Se entreveía y se esperaba un futuro resplandeciente. La modernidad creía haber triunfado tanto ante los progresos de la ciencia y de la técnica como ante el desarrollo de la reflexión racio- nal. No se necesitaba más de Dios. El “cientificismo” anunciaba que el hombre podría resolver todos sus problemas; sin embargo las transformaciones sociales encontraban dificultad puesto que algunos grupos tradicionales se resistían. El cambio se quería y se rechazaba simultánea- mente. 3 E. GERVILLA, Postmodernidad y Educación, Ed. Dykinson, Madrid 1993, 102. 21
  • 22. Con la modernidad avanzó también la secularización hasta deformarse en secularismo4. Las cuestiones sobre Dios pierden interés hasta que en el siglo XVII, con los “libertinos”, ya aparecen las primeras manifestaciones culturales de ateísmo. Con el correr de los siglos, temas como “la muerte de Dios” junto al surgimiento de conflictos entre fe y razón, hicieron que la religión termina- ra siendo considerada como una actitud humana infantil y superada. Y dejar de tener a Dios como punto de referencia, en toda época, no puede sino llevar a la rui- na. En el siglo XX, es decir, ya entrada la “postmodernidad”, estallaron dos guerras mundiales. La sociedad se encuentra impotente ante la violencia que anida. Se asiste al gran declive de las ideo- logías políticas y a la credibilidad de los mismos políticos. La ciencia ha mostrado que, por sí sola, no puede resolver todos los problemas del ser humano. Los hombres se sienten atemorizados ante su incapacidad para orientar hacia el bien común la economía y todos los progresos alcanza- dos. El crecimiento de la riqueza va acompañado por el aumento de paros y por disparidades ca- da vez mayores entre los países ricos y los países pobres. “¿Podemos quedar al margen ante las perspectivas de un desequilibrio ecológico, que hace in- habitables y enemigas del hombre vastas áreas del planeta? ¿O ante los problemas de paz, amenazada a menudo con la pesadilla de guerras catastróficas? ¿O frente al vilipendio de los de- rechos humanos fundamentales de tantas personas, especialmente de los niños? Muchas son las urgencias ante las cuales el espíritu cristiano no puede permanecer insensible...” (NMI 51)5 En medio a innumerables avances culturales o revoluciones técnico-científicas, la postmoder- nidad también expresa desencantamiento, pesimismo y hastío. Está dominada por la pérdida de referencias y crisis institucionales (en particular de la familia y la escuela). El hombre ya no se exalta, sino que, por detrás de un comportamiento distendido, se busca angustiosamente. La cuestión de Dios ya no es objeto de debate ni de conflicto. Lo religioso se vuelve algo ambiguo y problemático. Surge, entonces, plantearnos la pregunta de si “el futuro tiene todavía porvenir”. Esa sensación de desilusión o “desesperanza” se justifica por el desencanto que la posmodernidad sufrió frente a la fe en el progreso indefinido que ofrecía la modernidad.6 Al respecto, el especialista JEAN-YVES CALVEZ, al reflexionar sobre el siglo actual se pregunta- ba: “¿Puede ser grave el porvenir?” y respondía: “No podemos, creo, ser optimistas (y añado que de hecho no lo somos tanto)”. Quién podía prever lo que ha acontecido en el comienzo del siglo XX cuando todavía estaba en marcha la colonización o cuando todavía no había tenido lugar la explosión demográfica (había 1,6 mil millones de hombres mientras al finalizar el siglo estamos en 6 mil millones), o cuando todavía no se había producido el fenómeno profundamente innovador de la gran sacudida cientificista (cuya primacía cultural se dio en Alemania)... No queremos ser de nuevo tan ingenuos! 4 Cabe señalar la diferencia entre secularización y secularismo. La secularización es la justa autonomía de las reali- dades terrenas que tiene sus leyes propias, sus valores propios independientes de la religión; mientras que el secu- larismo es la versión atea de la secularización, pues corta toda relación con Dios y deja al mundo sumergido en la inmanencia. El secularismo es herencia de una modernidad mal dirigida y más que un “ateísmo militante” se trata de una “indiferencia agnóstica”. Cfr. GASTALDI, El hombre un misterio, 15. 5 Estos y otros desafíos fueron retomados por los Obispos argentinos en un documento programático para el presente tiempo. De manera sintética son mencionados algunos de los principales “retos” del nuevo milenio, comenzando por la crisis de la civilización como desafío totalizante en el cual se inscriben los restantes, tales como: la búsqueda de Dios, el escándalo de la pobreza y la exclusión social, la crisis del matrimonio y la familia, la necesidad de mayor comunión... cfr. CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA, Navega mar adentro, Ed. Oficina del Libro, Buenos Ai- res 2003, 15-26 (no 21-48). 6 “La palabra "desencanto" me parece importante porque hace de eslabón, de empalme entre Modernidad y Postmo- dernidad. La postmodernidad comienza a nacer cuando parece constatarse palpablemente la imposibilidad de ese cambio histórico soñado. Cuando el hombre cae en la cuenta de que ya "hace siglos que pensaron las cosas maña- na irán mejor" y, por tanto, cuando la ilusión de Prometeo se transforma en la repetida constatación de Sísifo.” J. I. GONZÁLEZ FAUS, “Postmodernidad Europea y Cristianismo Latinoamericano”, en SPECCHIA N. G. - MORELLO G. (eds.), Crisis, rupturas y tendencias. Lecturas críticas de la globalización en la óptica de Cristianisme i Justicia, Ed. EDUCC, Córdoba 2003, 40. 22
  • 23. ... Cualquiera sea el caso, nos preguntamos si hay que pensar en un porvenir con igual o to- davía mayor grado de cambios (de cambios inesperados, añadamos)... Por un lado, nos damos cuenta de un problema de ritmo. El hombre no es infinitamente adaptable (son muchos hoy lo que, aún a una edad no tan avanzada, no alcanzan a seguir). Se vive cada vez más en un estado de tensión extrema, de stress. Por otro lado, el mundo cambió tanto en el siglo XX que, a diferencia de los seres humanos del 1900, no nos atrevemos a prever el siglo próximo”.7 A esos cambios significativos, deben sumarse otros elementos estructurales como el proceso continuo de urbanización, que no solo ha llevado al paso masivo de la mano de obra agrícola y artesanal a la industria y al sector de servicio en el mejor de los casos (pues no debemos olvidar el fenómeno de las villas miserias), sino incluso conlleva la pérdida de las barreras ambientales entre la ciudad y el campo. Son factores que indudablemente rompen con el "entorno social homogéneo" en el que se habían acostumbrado a vivir las generaciones anteriores. Nos encontramos inmersos en el consumismo como respuesta a las necesidades insatisfechas de poseer y encontrar la felicidad. Dios ha desaparecido del horizonte del hombre moderno. Esta mentalidad, “postindustrial” tiene su centro de gravedad en el sector “terciario”: los servicios, los medios de comunicación y de información, la sanidad, la cultura y el ocio, se convierten a su vez en un producto comercial. Ante la sociedad de la informática, somos protagonistas de la transformación de la naturaleza y de la circulación del saber. El individualismo ha ganado terreno y alcanzó el rango de ideal. Pero, paradójicamente da lugar a una masificación de los comportamientos cada vez más estandariza- dos por la opinión y los medios de comunicación. Al mismo tiempo, la movilidad de las poblacio- nes, determinada por las exigencias económicas, provoca efectos desestructurantes. En efecto, de esta reconfiguración de la realidad “brota una experiencia vital: la perplejidad frente a la complejidad”. Una suerte de conjunción entre el “no saber a que atenerse o no querer perder un núcleo de valores fundamentales” y el “no estar dispuestos a renunciar a seguir el ritmo de la renovación del mundo”; entre “una falta de síntesis y cosmovisión y un deseo profundo de certezas y armonías”.8 Ligado a esta sensación de perplejidad, aparece la legitimación del "cambio continuado" y del "pluralismo cultural e ideológico" que se vive en la familia, en el trabajo, en los medios de comuni- cación y en la legislación estatal. En este clima que exige decididamente adaptarse a nuevos "sistemas de referencia" (y que por lo tanto conlleva la problemática del sentido y de la identidad), el ser humano es conducido en muchos casos a un sincretismo contradictorio. Lógicamente, en un mundo plural que plantea la necesidad constante de elegir entre una amplia gama de valores o que pide establecer prioridades y fijar criterios, no siempre puede lograrse una síntesis armoniosa y coherente.9 Ahora bien... “Es cierto que el progreso actual de las ciencias y de la técnica, puede favorecer cierto feno- menismo y agnosticismo y hasta corre con el peligro de que el hombre, confiado con exceso en los inventos actuales, crea que se basta a sí mismo y deje de buscar cosas más altas. Sin em- bargo, estas lamentables consecuencias no son efectos necesarios de la cultura contemporá- nea ni deben hacernos caer en la tentación de no reconocer los valores positivos de ésta. Entre 7 J.-Y. CALVEZ, “La Iglesia que podemos pensar para el siglo XXI”, en AA.VV., La Iglesia de cara al siglo XXI, Ed. San Pablo, Buenos Aires 1999, 61-62. Cabe recordar que CALVEZ, sacerdote francés de la Compañía de Jesús, participó como experto en el Concilio Vaticano II y durante quince años ha sido consultor del Secretariado para los no creyentes. 8 M. GONZÁLEZ, “La globalización y la teología. Un enfoque desde Argentina”, en AA.VV., La Iglesia de cara al siglo XXI, 122. 9 Cfr. C. SCHICKENDANTZ, “El cristianismo es gracia (NMI 4). Algunas reflexiones sobre antropología y santidad”, en COMISIÓN EPISCOPAL DE FE Y CULTURA, Caminemos con esperanza! Propuestas para un mundo que cambia, Ed. San Pablo, Buenos Aires 2003, 85-89. 23
  • 24. tales valores se cuentan: el estudio de las ciencias y la exacta fidelidad a la verdad en las in- vestigaciones científicas, la necesidad de trabajar conjuntamente en equipos técnicos, el senti- do de la solidaridad internacional, la conciencia cada vez más intensa de la responsabilidad de los peritos para la ayuda y la protección de los hombres, la voluntad de lograr condiciones de vida más aceptables para todos, singularmente para los que padecen privación de responsabi- lidad o indigencia cultural. Todo esto puede aportar alguna preparación para recibir el mensaje del Evangelio, informado con la caridad divina de Aquel que vino a salvar el mundo” (GS 57) El documento Educación y Proyecto de Vida10 en su artículo 18, también nos habla de las forta- lezas y riquezas de esta postmodernidad: “Paralelamente a los problemas de los nuevos tiempos han surgido fuerzas y ricas posibilida- des: el bagaje de experiencia humana y la creciente capacidad de elaborarla, la posibilidad de acceso a las profundidades del psiquismo humano para prestarle ayuda y poner en juego las fuerzas ocultas de sus dinamismos perfectivos, el afán de sinceridad, de autorrealización, el despertar del sentido de autonomía y libertad, el empeño por intervenir y participar en la vida comunitaria cada vez más estimada y deseada y un retorno a la religiosidad que pueda dar una respuesta a las inquietudes del espíritu. Asimismo merecen ser valoradas y rescatadas, en su riqueza potencial, la mayor gravitación de la juventud y la mayor presencia de la mujer en todas las manifestaciones de la vida social, política y laboral”. Autores contemporáneos como J. GONZÁLES FAUS11, haciendo un balance, no deja de atender, dentro del fenómeno postmoderno, los aspectos que a su criterio resultan más positivos: - La valentía y lúcida honradez de pensar que el hombre es, en algún sentido, más pequeño de lo que pretende y, por lo tanto, se anima a denunciar algunos “mitos” de la modernidad como, por ejemplo, la frase “el futuro será mejor” o la hipocresía de identificar liberación con hacer “la real ganas”. - Es posible percibir un sentido de dignidad y de amor a lo bello en medio de la trágica medio- cridad, un innegable afán de dignificar esa “insoportable entidad de lo leve”. - La búsqueda de lo comunicativo (aunque pequeño y aún no totalmente encontrado) ha pasa- do por encima del afán de lo productivo. - El hombre “es en diálogo”. Desde que somos en diálogo y nos oímos unos a otros, el hombre ha aprendido mucho y ha dado nombre a muchas cosas celestiales. Queda la verdad como acogida abierta, la verdad como comunión. Nadie pretende venir al diálogo con toda la verdad ya construida, como una pretensión absoluta. En definitiva, modernidad y posmodernidad son hechos que debemos considerar con seriedad. Convivimos con sus elementos positivos y negativos. Convendría dejar de lamentarnos por el pa- sado y ver que la solución no está detrás sino delante y dentro de cada uno. La cuestión de Dios y del hombre adquiere una nueva dimensión. Sin menospreciar los aportes de la modernidad y de la postmodernidad, deberíamos encontrar, a través de la Palabra de Dios y de la vida cristiana, la resignificación de nuestra identidad, el sentido de nuestro ser y de nuestro estar en el mundo que está en Dios, Quien además de Padre y Salvador (datos de fe) es Creador y Proveedor (como nos puede llevar a descubrir la razón). 10 EQUIPO EPISCOPAL DE EDUCACIÓN CATÓLICA, Educación y Proyecto de Vida, 16. 11 GONZÁLES FAUS, “Postmodernidad europea y cristianismo latinoamericano”, 61-64. 24
  • 25. 2.4.- La postmodernidad en América Latina Conviene no olvidar que la posmodernidad, como actitud existencial, como forma de vida, aún siendo una atmósfera cultural de los países desarrollados, ya va llegando como en oleadas a nuestro continente latinoamericano12. Esto significa que en los países del Tercer Mundo, donde apenas ha llegado la modernización e industrialización, ya tienen que afrontar esta "tercera ola" - como la llamó A. TOFFLER- la ola postindustrial y postmoderna. Somos ya posmodernos sin saber- lo: “artesanales pero postmodernos”.13 Los latinoamericanos, importadores y usuarios de tecnología, también recibimos los efectos que produce la postmodernidad: la gran proliferación de sus valores (crea un clima de tolerancia y de respeto por los que profesan opiniones, ideologías políticas o religiosas diferentes, respeta la alteridad de los pueblos y de sus culturas, crea profundas redes solidarias y comunitarias, etc.) como no menos de sus antivalores (encabezados por el relativismo y el hedonismo, busca la satis- facción de lo inmediato y nos presenta un mundo sin Dios). Por eso América latina, para impedir o rechazar nuevas formas de opresión, se vio impulsada a comprometerse en un proceso de liberación: - Los teólogos latinoamericanos, como respuesta a la situación social, gestaron la “Teología de la liberación” - La Doctrina Social de la Iglesia sigue propulsando, entre otras alternativas, la igualdad de oportunidades para todos - La religiosidad popular, adoptando nuevas formas de expresión y comprometida con los sec- tores más desprotegidos, se agrupa en las “Comunidades Eclesiales de Base”. Mientras tanto, entre las consecuencias deshumanizantes que propone la postmodernidad apa- rece una “nueva forma de religiosidad”: la “New Age” o “Nueva Era” que, sin duda, plantea a los cristianos serios desafíos.14 Se trata de un movimiento difícil de definir -escribía el Cardenal G. DANEELS ya que “no es una religión y, sin embargo, tiene carácter religioso; no es una filosofía, no obstante es una visión del hombre y del mundo, algo así como una clave de interpretación: no es una ciencia, pero pretende apoyarse sobre leyes científicas...”15 La “Nueva Era” o “Era de Acuario” propone una sabiduría global, universal, accesible a todos y fundada sólidamente en la ciencia. Busca reencantar este mundo desencantado, a través de las religiones orientales, concebidas como más “naturales” y en cuyo resultado sincrético todo está permitido, todo es light y cool. Presenta una falsa teoría explicativa del universo como de la vida y una nueva práctica individual y social que contiene esoterismo, ocultismo, un pseudo pensamiento místico y mágico sobre los secretos del buen vivir mezclados con un poco de Cristianismo y as- trofísica. Para quien huya encontrarse consigo mismo, con los interrogantes de su propio silencio, con abrirse a lo trascendente o no quiera tener experiencia del Dios verdadero -personal y cercano- y más bien prefiera el sincretismo o “cóctel religioso” de un “dios” impersonal, cósmico y tan polimor- fo que hasta incluso pueda ser demoníaco, la “New Age” aparece como la solución a sus expecta- tivas. 12 Cfr. GASTALDI, El hombre un misterio, 22-24. 13 R. LARRAIN, “Modernidad y teorías irracionalistas de la ideología”, en Estudios Sociales 78 (1993), Santiago de Chile, 31. 14 Cfr. R. BOSCA, New Age, Ed. Atlántida, Buenos Aires 1993. 15 Card. G. DANEELS, “Cristo o acuario”, Carta Pastoral del Arzobispado de Malinas, Bruselas 1990, Revista Criterio (1991) Buenos Aires. 25
  • 26. Al contrario, nuestra fe sigue invitándonos a ser administradores de la creación, a usar respon- sablemente de los recursos naturales que, además de ser bienes comunes para todos, son los bienes que dejaremos como herencia para nuestros hijos. El Cristianismo sigue invitándonos a una intensa y personal relación con Dios, para que dando testimonio en el mundo, nos comprome- tamos con el otro y en cada “prójimo” encontremos a Cristo que, en el servicio y en la caridad, nos quiere felices. 3.- ALGUNAS VERDADES SOBRE EL HOMBRE La inscripción “conócete a ti mismo”, puesta por los siete sabios en el frontispicio del templo de Delfos, resume la sabiduría antigua y es el adagio más emblemático de toda la reflexión filosófica sobre el hombre. Toda la reflexión sapiencial de occidente y de muchas civilizaciones orientales tenían como finalidad el conocer la verdadera naturaleza y, con ella, la dignidad esencial del ser humano El hombre se ha preguntado siempre por el sentido de su vida, de su estar en el mundo y de su relación con Dios. Ahora bien, la búsqueda del sentido de la vida significa una existencia dotada de inteligibilidad, capaz de discernir valores y posibilidades futuras que de alguna u otra manera, comprometen la libertad humana. Aparece, entonces que el tener sentido es previo al dar sentido; puesto que el tener sentido funda la posibilidad y la responsabilidad del dar sentido. Por lo tanto, el hombre no podrá encontrar el sentido de su vida sino en un acto de toda su persona: un acto indiviso en el que interactúan tanto el conocimiento y la decisión como la acción. Al hablar de fe y de religión, la tendencia es hablar inmediatamente de Dios y olvidarse de hablar del hombre. Nada más inapropiado. Debemos recuperar no sólo el sentido o el significado de la palabra “Dios” (que en la actualidad no es fácilmente comprendido ni conocido), sino también su relación con nosotros los hombres y su relación con el mundo ya que, a la hora de definir la fe como la religión, son igualmente esenciales. Entre otras, son las situaciones difíciles y angustian- tes que vive el hombre, las que fueron desdibujado la imagen de Dios. Preguntas como ¿Por qué el sufrimiento o el dolor? ¿Por qué suceden cosas horribles o por qué tanto mal? ¿Si Dios existe no debería intervenir para salvarnos de tantas situaciones penosas?, ponen en crisis una fe poco madura o desinformada. En cambio un cabal conocimiento de quién es el Señor, de cómo actúa, de qué quiere de nosotros, de cómo interviene en el mundo o de cómo participa de la vida huma- na, nos ayudaría a comprender o a aceptar mejor las realidades dolorosas y a darles un sentido. Ahora bien, preguntándonos por nosotros mismos y nuestro entorno, es como comenzaremos a encontrar la luz, pues en cada ser humano es donde hay que buscar la huella de Dios. El hom- bre sigue siendo un camino válido para buscar y hallar a Dios como, no menos, para hablar de Él. 3.1.- El origen de la pregunta por el hombre Sólo el hombre es capaz de autoconciencia, de preguntarse por sí mismo y por su destino. O como lo define Aristóteles, el hombre es un “animal metafísico”, un animal que se pregunta y se responde, un ser en búsqueda. De ahí que los interrogantes sobre su esencia (lo que es) o sobre el significado de su existencia (para qué existe), afloran por sí mismos, irrumpen en toda concien- cia y se imponen en cada ser humano por su propio peso. De esta pregunta se ocupa la antropo- logía teológica. A partir de la Encarnación, hombre y Dios quedan mutuamente implicados, y el cristianismo re- sulta profundamente antropocéntrico.16 La antropología teológica es, pues, la reflexión que parte de la Revelación para que el hombre alcance la más profunda comprensión de sí mismo, a la luz del acontecimiento Jesucristo. Por consiguiente, este aspecto de la teología considera la perspec- tiva concreta del hombre al que Dios se le comunica en Jesús. En Jesucristo podemos acceder a la plena inteligibilidad del misterio del hombre, pues Él es el proyecto humano que Dios quiere 16 Cfr. M. FLICK - Z. ALSZEGHY, Antropología Teológica, Ed. Sígueme, Salamanca 1967, 18-20. 26
  • 27. para nosotros. Es éste un plan que quedó oscurecido en nosotros por el pecado original, de modo que Jesús no es sólo un maestro que enseña un ejemplo a seguir sino sobre todo el redentor de nuestra situación de ruptura con Dios17. Como dirá SAN AGUSTÍN: “el Dios que te ha creado sin ti, no quiere salvarte sin ti”. Dios no abandonó al hombre a su indigencia sino que salió en su búsqueda y le ofrece su perdón y gracia. Ahora bien, la pregunta sobre el hombre puede darse por diversos motivos. Puede provenir del asombro o de la admiración frente a las maravillas del universo: un cielo estrellado, la belleza de una flor, la inmensidad del océano, la estabilidad de un témpano de hielo... pero también el mismo hombre y sus tantas creaciones puede provocar el interrogante a cerca de ¿qué es el hombre? Asombro o admiración que suponen una actitud contemplativa, muy sofocada en la civilización industrial pero no del todo apagada, también ante la fascinación de la amistad, del amor, de los ojos inocentes de un niño, de la audacia de un hombre que conquista la luna o del genio artístico... Asimismo la experiencia religiosa nos presenta la pregunta sobre el hombre. Así lo expresa por ejemplo el Salmo 8: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido, digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y qué el hijo del hombre para que lo cuides? (Sal 8,3-4) Por otro lado, la inseguridad como el ver tambalearse o derrumbarse las estructuras del mun- do, pueden provocar serias crisis y con ellas la pregunta por el hombre. Aún en medio a un terreno poco firme podemos preguntarnos: ¿En qué consiste lo humano que es preciso salvar? El hombre busca ahí su identidad o autocomprensión. Otras veces las experiencias de la frustración o de fracaso son las que suscitan la pregunta: “¿Qué significa ser hombre?”. Por ejemplo un accidente, una bancarrota económica, la muerte de un ser querido, una enfermedad que echa por tierra mil proyectos... el contraste entre lo que so- mos y lo que quisiéramos ser, es decir, una frustración existencial pueden dar origen a la pregunta por el hombre. Ahora bien, todas estas situaciones o experiencias que originan o hacen propicia la pregunta sobre el hombre, no deberían ignorarse ni acallarse. Aunque en nuestra civilización industrializada predomine la técnica y el funcionalismo, respetar al hombre en su integridad, es también darle lugar y tiempo a estos profundos interrogantes existenciales. De lo contrario, la sensación de vac- ío o de nada, surgirá con fuerza. La necesidad de hallarle sentido a la propia existencia, es decir, de encontrarle a la vida un significado último y definitivo como de lograr una concepción de sí mismo y del mundo a partir de lo cual merezca la pena vivir, es insustituible. Se suma, además, la necesidad de buscar una liber- tad definitiva, un fundamento eterno del amor, una razón válida para esperar, en una palabra, el deseo de vivir siempre feliz que sólo Dios nos puede dar. Por eso, la pérdida de la capacidad de asombro, la constante inseguridad, la incapacidad de detenernos ante las experiencias de frustración, de fracaso, de dolor o incluso ante la misma muerte de seres queridos, nos llevan a concluir que el hombre no tiene a Dios, que el hombre vive sin Dios. Hemos pasado de una visión teocéntrica a una visión antropocéntrica que, lamentable- mente, tiene poco en cuenta a Dios. 17 L. F. LADARIA, Teología del pecado original y de la gracia, Colección Sapientia Fidei, Serie Manuales de Teología, Ed. B.A.C., Madrid 2001, 3: “… la antropología teológica fundamental ha mostrado ya al ser humano como criatura de Dios hecha a su imagen y semejanza y los elementos fundamentales de su constitución… (la antropología teoló- gica especial nos lleva a) considerar más directamente a este hombre en cuanto inmerso en el misterio del amor de Dios y de su gracia, en la historia salvífica que arranca desde la creación y que alcanza en Jesucristo la definitividad de su sentido”. 27
  • 28. En definitiva, de la pregunta sobre ¿qué es el hombre?, se desprende no sólo la resignificación de nuestra existencia (el sentido de nuestra vida y de nuestra muerte) sino además, la justa valo- ración que debemos darle al mundo y, sobre todo, el lugar preeminente que debemos recuperar para Dios. 3.2.- El hombre: un “proyecto dinámico” El ya citado documento Educación y Proyecto de vida, en sus artículos 12-13 nos ilustra acerca de esta realidad típicamente humana: ser dinámico y nos dice: “El hombre no sólo es el único ser de la tierra capaz de proyectos, sino que él mismo es pro- yecto, no ya solamente por su innata programación genética, sino también por la riqueza de su espíritu encarnado que tiende a desplegar sus virtualidades. Estas podrán desarrollarse de va- riadas formas accidentales, pero en lo esencial y profundo han de responder a las auténticas exigencias del espíritu creado para el bien, la verdad y la belleza. Toda vida lleva en sí un plan y un destino fundamentales que presiden el desarrollo de las vir- tualidades. A ese proyecto básico, ínsito por Dios en la naturaleza del ser humano nos referi- mos al decir que el hombre es un proyecto dinámico... Vivir humanamente es el resultado de un armónico desarrollo integral e integrado del triple nivel que caracteriza al hombre: el nivel vegetativo, el perceptivo-motor del vivir animal y el nivel de la vida propia del espíritu que penetra la esencia de las cosas, razona, decide y ama, crea el mundo de la ciencia, de la técnica, del arte, descubre la vocación moral (ver GS 16) y la dimen- sión religiosa. El hombre se percibe a sí mismo como un ser "llamado a elegir un proyecto de vida en conformidad con su propio ser, por lo tanto "artífice de su destino". Proyecto de vida no son pues, las ocurrencias antojadizas con que llenamos el tiempo de la vi- da, sino la orientación organizada de los esfuerzos para dar vida a la vida. Que el hombre sea un esencial proyecto dinámico no significa que su misión sea el activismo o el creativismo, como si él fuera valioso en la medida en que la sociedad lo juzgue útil, eficiente u original. El dinamismo a que aludimos es esa actividad interior que consiste en tomar con- ciencia de la realidad, buscar la verdad, reflexionar, elaborar experiencia, brindar amor profun- do, crear orden y belleza, meditar, contemplar. Riqueza interior que se traduce a veces en eje- cución de actividades, a menudo en el intercambio del diálogo enriquecedor y con frecuencia también en la aceptación del sufrimiento y la quietud ineludibles reconociendo en ellos un lla- mado a un mayor aprendizaje de interioridad y a una más íntima y depurada aproximación a los fines esenciales de la existencia”. 3.3.- El hombre: un ser social y religioso Creyentes y no creyentes están generalmente de acuerdo en que todos los bienes de la tierra deben ordenarse en función del hombre, centro y cima de todos ellos. Pero, ¿qué es el hombre? Nos dejemos iluminar por la respuesta ofrecida por el Concilio Vaticano II (promulgado por el Papa Juan Pablo II en 1992) en su Constitución Pastoral Gaudium et Spes nº 12, tomando como referencia el ya citado Salmo 8, ahora en sus versos sucesivos: “Muchas son las opiniones que el hombre se ha dado y se da sobre sí mismo. Diversas e inclu- so contradictorias. Exaltándose a sí mismo como regla absoluta o hundiéndose hasta la deses- peración. La duda y la ansiedad se siguen en consecuencia. La Iglesia siente profundamente estas dificultades, y, aleccionada por la Revelación divina, puede darles la respuesta que perfi- le la verdadera situación del hombre, dé explicación a sus enfermedades y permita conocer si- multáneamente y con acierto la dignidad y la vocación propias del hombre. La Biblia nos enseña que el hombre ha sido creado "a imagen de Dios", con capacidad para conocer y amar a su Creador, y que por Dios ha sido constituido señor de la entera creación vi- sible para gobernarla y usarla glorificando a Dios. “¿Qué es el hombre para que tú te acuerdes de él? ¿O el hijo del hombre para que cuides de él? Apenas lo has hecho inferior a los ángeles 28
  • 29. al coronarlo de gloria y esplendor. Tú lo pusiste sobre la obra de tus manos. Todo fue puesto por ti debajo de sus pies” (Sal 8,5-7). Pero Dios no creó al hombre solitario. Desde el principio los hizo hombre y mujer (Gn 1,27). Es- ta sociedad de hombre y mujer es la expresión primera de la comunión de personas humanas. El hombre es, en efecto, por su íntima naturaleza, un ser social y no puede vivir ni desplegar sus cualidades sin relacionarse con los demás. Y Dios, nos dice también la Biblia, “miró cuanto había hecho y lo juzgó muy bueno” (Gn 1,31). Además de un ser social, el hombre es un ser religioso, “capaz” de Dios que, relacionándose con Él, puede conocerlo, amarlo, servirlo, adorarlo, reverenciarlo... Como nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica en su artículo 27, “el deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar. La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no exis- te sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador”.18 A lo largo de toda la historia, múltiples son las maneras con que los hombres han expresado esta búsqueda de Dios. Pensemos a la pluralidad de creencias, ritos y comportamientos religiosos (oraciones, sacrificios, cultos, meditaciones, etc.) que, a pesar de las ambigüedades que pueden entrañar, expresan universalmente la verdad de que el hombre es un ser religioso. Sin embargo, esta "unión íntima y vital con Dios" a la que todo ser humano está llamado puede ser olvidada, desconocida e incluso rechazada explícitamente por el hombre19, mas Dios, aunque el hombre lo olvide o lo rechace, no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y en- cuentre la dicha. Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la recti- tud de su voluntad, como también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios. Como conclusión, recordemos las famosas y siempre nuevas palabras orantes de San Agustín: “Tú eres grande, Señor, y muy digno de alabanza: grande es tu poder, y tu sabiduría no tiene medida. Y el hombre, pequeña parte de tu creación, pretende alabarte, precisamente el hombre que, revestido de su condición mortal, lleva en sí el testimonio de su pecado y el testimonio de que tú resistes a los soberbios. A pesar de todo, el hombre, pequeña parte de tu creación, quie- re alabarte. Tú mismo le incitas a ello, haciendo que encuentre sus delicias en tu alabanza, porque nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en Ti” (Confesiones 1,1,1). Ahora bien, para comprender mejor esta posibilidad de buscar o conocer a Dios, es necesario distinguir dos planos de conocimiento: el conocimiento natural y el conocimiento sobrenatural de Dios (ver punto 3.5). 18 Sobre la doctrina tradicional de santo Tomás de Aquino que enseña acerca del “deseo natural en el hombre” de ver y de encontrarse con Dios, profundiza S. PIÉ-NINOT, La Teología Fundamental.”Dar razón de la esperanza” (1 Pe 3,15), Ed. Secretariado Trinitario, Salamanca 20014, 110-173. 19 Tales actitudes pueden tener orígenes muy diversos (cfr. GS 19-21): la rebelión contra el mal en el mundo, la igno- rancia o la indiferencia religiosas, los afanes del mundo y de las riquezas (cfr. Mt 13,22), el mal ejemplo de los cre- yentes, las corrientes del pensamiento hostiles a la religión, y finalmente esa actitud del hombre pecador que, por miedo, se oculta de Dios (cfr. Gn 3,8-10) y huye ante su llamada (cfr. Jon 1,3). Cfr. Cat.I.C. nº 29. Además, para las distintas formas de ateísmo, cfr. GS 19-21. 29