1. Octavio Corona M.
LIBRO: LA FAMILIA EN DESORDEN
Élisabeth Roudinesco.
CAP. 7 El poder de las madres.
A mediados del siglo XX cambiaron las reglas estéticas impuestas
por la moda lo que trajo una revolución de la condición femenina.
Las mujeres cuidaron mas su imagen y su rol social, entonces fueron
menos rebeldes, menos histéricas pero más depresivas.
Es decir, ellas se “masculinizaban” y los hombres se “feminizaban”.
La familia contemporánea resulto más frágil, neurótica, consciente de su
desorden.
A los niños que en esa época se consideraban “bastardos” se cambiaron
a “naturales” para integrarlos al núcleo familiar.
El divorcio empezó a ser cosa corriente y a mirarse normal pues unos
años antes las mujeres divorciadas no eran admitidas en las “buenas familias”.
Con el aumento de los divorcios, la procreación fuera del matrimonio y la
baja de fecundidad se busco educar a los padres sobre la mejor forma de
educar el deseo infantil.
La palabra “parentalidad” se utilizo a partir de 1970 para definir el padre/
madre según su “calidad” de tal o su facultad de acceder a una función
calificada de “parental”
La ciencia sustituyó al hombre y reemplazaba un acto sexual por una
acción médica (inseminación artificial inter conyugal) es decir la mujer ya podía
concebir libremente niños sin la relación sexual, sin el placer e incluso sin el
deseo.
La fecundación con el semen del padre o de un donante anónimo se
realizaba en una probeta, y por lo tanto, fuera del cuerpo de la madre, luego el
huevo era reimplantado en el útero materno.
De ahí que el padre genitor (un poco de semen) fuera ahora “incierto” y
su nombre que antes imprimía en el cuerpo de su hijo ya no servía de prueba
irrefutable de una paternidad “demostrada”.

2. Los hombre tenían un papel “maternante” por que las mujeres ya no
estaban obligadas a ser madres por que se había conquistado el control de la
procreación.
De aquí viene un nuevo modelo familiar, los homosexuales unidos y
“teniendo” hijos propios.

3. Octavio Corona M.
LIBRO: LA FAMILIA EN DESORDEN
Élisabeth Roudinesco.
CAP. 8 la familia venidera.
Desde 1975 en su lucha de la despenalización de la homosexualidad,
esto incluía el derecho a tener una familia, es decir adoptar hijos sin cuestionar
las dos leyes del parentesco, la prohibición del incesto y la prohibición de la
confusión de las generaciones.
Freud considerada que las personas podían elegir la homosexualidad
debido a la universalidad de la bisexualidad psíquica y que además cuando el
niño era criado solo por una mujer o varias tenia mas tendencia hacia la
homosexualidad.
Para otros (en aquella época) la homosexualidad fue siempre una
inversión sexual, es decir, una anomalía psíquica, la expresión de un trastorno
de la identidad o personalidad que podía llegar a la psicosis y podía conducir al
suicidio.
En 1974 APA retiro la homosexualidad de la lista de enfermedades
mentales en el DSM.
En 1975 los gays y lesbianas intentaron probar que eran buenos padres
y que sus hijos adoptados procreados artificialmente o procedentes de familias
recompuestas, se comportaban también como los criados en las llamadas
familias “heterosexuales”
A diferencia de Freud, Lacan consideraba la homosexualidad como una
perversión en sí misma; no una práctica sexual perversa si no la manifestación
de un deseo perverso común a los o dos sexos. Y jamás es curable.
En el continente americano hay entre uno y 5 millones de madres
lesbianas, de uno a 3 millones de padres gays y de 6 a 14 millones de niños
creados por padres homosexuales.
Una tercera parte de los matrimonios “normales” se divorcian y quien
más paga las consecuencias es la mujer aunque ellas mismas los propician.
¿Cuál es pues el futuro de la institución llamada familia?