La Corte rechazó la demanda de Quintela contra DNU
Asuncion macri
1. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Quiero decirles que estoy muy contento. Finalmente vamos a empezar la tarea para la
que nos venimos preparando desde hace 5 años. El desafío es enorme, pero tengo la
suerte de empezar compartiendo el entusiasmo y la esperanza con todos los vecinos y
las vecinas de esta Ciudad. Sé que responder a esa expectativa no va a ser fácil, pero
estoy tranquilo, porque nos hemos preparado y hemos formado un gran equipo.
Equipo de excelencia, con alto profesionalismo, compromiso social y conocimiento
técnico en el área que le toca manejar. Estoy orgulloso de la gente que me acompaña
en esta etapa que iniciamos hoy. Hemos trabajado mucho para fortalecer un equipo de
gestión donde no hay lugar para los individualismos y donde cada uno sabe que tiene
qué hacer y cómo hacerlo. El equipo tendrá el desafío de tener una agenda de trabajo
llena de realizaciones, de obras, y de tareas muy concretas.
Todos saben, además, que con Gabriela tenemos un sólo compromiso y éste es
con la gente de nuestra Ciudad. Porque nuestro rol como gobernantes es servir a
nuestros ciudadanos, tanto a los que nos votaron como a los que no. Estoy seguro que
compartimos el mismo sueño de una ciudad mejor para todos los porteños. Ese es el
sentido de fondo de la política y a eso nos vamos a dedicar: a servir. Creo en la ética
del hacer. En la pasión del hacer para la gente. Creo en la emoción que genera
construir, resolver, dejar una huella que vive más allá de uno. Construir un puente
o un hospital, abrir una línea de subte o reparar una escuela sirven cuando las
energías están puestas al servicio de mejorar la vida a la gente. Tenemos un trabajo
inmenso por delante, porque en Buenos Aires hay mucha gente que necesita mejorar
su calidad de vida. Y esa va a ser nuestra obsesión.
Queremos lograr, junto a cada uno de ustedes, una ciudad más vivible y más justa.
Hay que animarse a soñar con una ciudad distinta, con una ciudad mejor.
Animarse a hacerla, trabajando todos los días. Mucha gente ha trabajado y trabaja en
la ciudad haciendo bien las cosas. Seremos respetuosos con ellos y con todo aquello
que se ha hecho bien en la ciudad. Nuestro deber como gobernantes es construir el
futuro pero sin creernos los iluminados que venimos a empezar todo de cero. Pero así
como hay cosas que preservar, hay muchas cosas que merecen cambiar. Hace años
que en la Ciudad venimos sufriendo los mismos problemas. Todos los días vemos el
caos en el tránsito, el deterioro de las escuelas públicas, la basura tirada en la calle, la
contaminación, el mal estado de las veredas y las calles, y las colas en los Hospitales
públicos. También vemos la dura desigualdad social, chicos trabajando en la calle, la
exclusión de personas con discapacidad, jóvenes que no consiguen trabajo, personas
durmiendo en cualquier parte. No podemos permitir que esto siga así. Y no lo
vamos a permitir.
Es increíble que esto ocurra en la Buenos Aires que fue sinónimo de igualdad de
oportunidades y ascenso social. Debemos trabajar todos juntos para que la pobreza y
la exclusión sean superadas por la integración, la cohesión social y la dignidad. Esta
inclusión también nos ayudará a crear condiciones para revertir la locura de la
inseguridad, que día a día nos desintegra como comunidad. Debemos parar al
crimen y al narcotráfico que quieren robarles el futuro a nuestros hijos. Les
propongo recuperar la Buenos Aires que conocieron nuestros abuelos. Esa Buenos
Aires en la que las familias se juntaban en la vereda a tomar mate y a conversar con
los vecinos. La Ciudad solidaria y generosa que albergó a los inmigrantes y fue un
ejemplo ante el mundo. Esa Buenos Aires que con gran amplitud de criterios y
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2. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
pluralismo desarrolló la maravillosa cultura que tenemos hoy, y que es admirada por el
mundo. Para lograrlo debemos ser capaces de pasar del diagnóstico a la solución.
Vamos a recuperar la capacidad del gobierno para llevar soluciones a los
problemas concretos de los vecinos y vecinas. Llegó la hora de resolver, la hora
de hacer, la hora de crecer.
No voy a defender a los ineficaces. Voy a defender a la gente. Me indigna cuando me
dicen que no es posible mejorar la infraestructura que tenemos. No podemos
engañarnos más con anuncios de obras que después no se concretan. En mi
gobierno, obra que empieza es obra que debe terminarse en fecha. El gobierno
tiene que cumplir con los presupuestos de inversión, y las empresas tienen que
cumplir con los precios y los plazos. Eso es respeto, respeto mutuo, respeto al
ciudadano y respeto al futuro que queremos y podemos construir juntos. Por eso, las
licitaciones deben ser transparentes y competitivas. Nuestro objetivo es poner todas
las licitaciones en Internet, a la luz pública, para que cualquiera desde su casa pueda
ver qué hacemos con sus impuestos. Internet está ahí, es sencilla de usar, es
democrática, y va a ayudarnos a generar una nueva cultura de transparencia en la
ciudad. Mejorando la capacidad de inversión vamos a poder mejorar las escuelas,
los hospitales, las plazas, los parques, el ambiente, el transporte y la vivienda.
Mejorando la capacidad de inversión vamos a generar más trabajo, vamos a llevar
vida y desarrollo a zonas relegadas de la ciudad, a los postergados barrios del
sur, que parece que fueran el pariente pobre de los barrios del norte. La inversión
será una herramienta que nos permita hacer justicia y ayudar a los más
necesitados.
Para cambiar la cultura del gasto por la cultura de la inversión, debemos dejar bien
claro que no es lo mismo trabajar que no trabajar. No es lo mismo capacitarse que
no capacitarse. No voy a retroceder frente a los que quieran conservar
privilegios, a los que se acostumbraron a la corrupción y al abuso. Esta mal
poner una persona en el Estado sin una tarea específica y necesaria. Valoremos a los
que trabajan y a los que quieren trabajar, quiero recuperar en el Estado la carrera
pública, los concursos y el mérito.
Nuestro desafío es que todos nos podamos sentir orgullosos de Buenos Aires.
Orgullosos del respeto que queremos que se respire en toda la ciudad. Porque respeto
no es sólo una linda palabra, el respeto es, por sobre todo, un modo de vida. El
Respeto tiene que ser la norma fundamental de la relación entre las personas.
Debe volver a ser algo concreto y no una palabra vacía que se usa para quedar bien.
Respeto es que los vecinos sepan que sus impuestos son bien invertidos. Porque
es su plata, no la de los funcionarios. Respeto es darle a los docentes y a sus
alumnos las escuelas adecuadas para que puedan encontrarse y estudiar juntos.
Respeto es lograr que los médicos y sus pacientes tengan lugares y recursos para
cuidar la salud, que tengan hospitales públicos de excelencia. Respeto es que la
salud y la educación pública y gratuita funcionen bien, funcionen para todos.
Eso es respeto. Estar más preocupado por lograr eficacia en la gestión que por
hablar. Ese es mi compromiso y el de quienes me acompañan.
Quiero invitar a todos los vecinos, y a ustedes sus representantes, a trabajar juntos
en esta tarea. Porque la seguridad podrá mejorar cuando haya una policía bien paga
y bien entrenada, una justicia eficiente que proteja a los vecinos y una ciudad más
integrada. Pero también cuando todos los vecinos tengamos actitudes solidarias.
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3. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
Cuando nos preocupemos los unos por los otros. Cuando no seamos indiferentes ante
los atropellos. Queremos que cada vecino de la ciudad sea protagonista de la
transformación que hoy comienza. Que sienta que sus derechos son respetados, pero
que también debe cumplir con sus responsabilidades y sus deberes. Sé que no va a
ser fácil, que va a haber muchos momentos difíciles, que van a poner palos en la
rueda, pero si estamos juntos lo vamos a lograr.
Para terminar quiero dejar claro que no vengo a ser oposición de nadie. No voy a
guiarme por banderas políticas o diferencias partidarias. Quiero saludar especialmente
a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Le deseo el mayor de los éxitos en
su gestión, porque su éxito va a ser el de todos los argentinos. Tenemos
diferencias, pero de nuestra parte puede esperar seriedad, honestidad, buena fe y la
vocación de resolverlas mediante el diálogo democrático. Nuestro desafío es común.
Tenemos la difícil tarea de solucionarle los problemas a la gente, mejorar su calidad de
vida y no debemos perder energías en peleas inútiles. No estamos en la gestión para
eso. La gente nos votó para que trabajemos juntos.
También quiero saludar al Presidente Néstor Kirchner que hoy termina su mandato.
Todos saben que hemos tenido muchas diferencias en estos cuatros años. Siempre lo
lamenté. Estoy seguro que si hubiésemos dialogado podríamos haber hecho más por
la gente. Pero no quiero dejar de reconocer su compromiso con sus ideas y con el
trabajo. Le deseo la mayor de las suertes.
También quiero saludar y desearle suerte al Gobernador de la Provincia de Buenos
Aires, Daniel Scioli. La agenda metropolitana nos obliga a trabajar juntos, estar cerca y
ayudarnos. Nuestra responsabilidad es la misma. La General Paz o el Riachuelo no
son una frontera, al contrario, nos integran y nos unen, tanto en lo bueno como en lo
malo.
Mi sueño es que nuestra generación de dirigentes sea recordada como la que cambió
el juego, la que superó la costumbre de los enfrentamientos inútiles y se puso a
trabajar unida para sentar las bases del país del futuro, del país próspero e integrado.
Espero que junto a esta Legislatura podamos trabajar en ese sentido. Con toda
humildad pero con firmeza y con la ilusión del sueño compartido, les pido a todos
ayuda y participación. Llegó la hora de poner manos a la obra, de hablar menos y
hacer más. Muchas gracias.
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