1. PRIMER GOBIERNO DE ALAN GARCÍA PÉREZ
Presidencia de la República (1985-1990)
Alan García Pérez asumió el gobierno en 1985, luego de ganar las elecciones generales
de 1985 con un gran apoyo por parte del pueblo debido a su juventud, sus grandes dotes
de orador y su aparente radicalismo en la defensa del pueblo peruano, que causaron una
gran ilusión en el mismo.
El gobierno de García es controvertido pues, si bien en los primeros años demostró una
vitalidad y una autoridad desconocidos en un gobierno del Perú, los resultados de sus
políticas, principalmente la económica, fueron duramente criticadas y consideradas por
gran parte de la población como la crisis económica más severa que vivió el país.
Gestión económica
Los primeros dos años la fuerte inversión del estado y medidas keynesianas reactivaron
la economía, García disfruto entonces de una popularidad record en América Latina.
Cuando la capacidad de gasto del estado fue agotada entonces comenzaron múltiples
problemas.
La política económica de García incluyó un severo control del tipo de cambio, así como
las sobreemisiones de moneda. Igualmente se rechazaron los consejos del Fondo
Monetario Internacional y se limitó el pago de la deuda externa al 10% de los ingresos
que por exportaciones obtenía el país. Esta decisión causó el retraso en el pago de la
deuda externa y que el país fuera declarado como inelegible por el FMI en 1986.
Terrorismo
Otro tema que sacudió el gobierno de García fue la actividad terrorista que se inició
durante el anterior gobierno de Fernando Belaúnde Terry pero que alcanzó los picos
más altos de violencia en los años de 1986 y 1988. Dentro de este contexto se produjo el
caso de la matanza de terroristas amotinados en los distintos centros penitenciarios de
Lima el 19 de junio de 1986. (Matanza de las prisiones)
Durante el gobierno de Alan García, junto a la violencia subversiva, que costó miles de
vidas, se realizaron actos de represión militar, como la de la matanza de las prisiones y
la masacre de decenas de campesinos en el pueblo ayacuchano de Cayara en 1988.
Aunque inicialmente García mostró interés en frenar las violaciones a los derechos
humanos, tras la matanza de los penales, permitió que continuase la violencia
contrasubversiva de las fuerzas armas y se formaron escuadrones de la muerte
(Comando Rodrigo Franco), los que amedrentaron a sospechosos de terrorismo y a
críticos de la política antiterrorista.
A partir de 1988 y 1989 los grupos terroristas intensificaron su ola de atentados en Lima
y varias otras ciudades frente a la impotencia gubernamental.
2. La controversia se volvió a dar cuando a menos de veinte días de la transferencia al
nuevo gobierno, Víctor Polay, "Comandante Rolando" y 47 militantes del Movimiento
Revolucionario Tupac Amaru lograron fugar del penal de "máxima seguridad" Miguel
Castro Castro a través de un túnel de 330 metros construido desde fuera del penal.
La construcción contaba con conexiones de agua y desagüe, instalaciones de servicios
de alumbrado y un respiradero que facilitaba el trabajo operativo. Por la precisión del
diseño del túnel, la policía supuso la participación de personal altamente calificado.
Más allá del hecho mismo, la repercusión obtenida por el Movimiento Revolucionario
Tupac Amaru (MRTA), a nivel nacional e internacional, constituyó un duro
cuestionamiento no sólo a la estrategia antisubversiva del gobierno, sino también a la
capacidad operativa de las autoridades policiales y penales.
El punto de ruptura de su gobierno fue la intención de estatizar la banca como una
forma de controlar la inflación que, a esas alturas (28 de julio de 1987), ya resultaba
agobiante. En efecto, los indicadores económicos señalan que el Perú, durante su
mandato, llegó a sufrir una hiperinflación de 1,722.00% en 1988 y 2,776.00% en 1989.
Para inicios de 1990 estos índices alcanzaron el 2,178.00 %. La devaluación de la
moneda fue altísima y durante su gobierno hubo que cambiar dos veces la moneda
oficial (Sol e Inti) debido a que quedó rápidamente sin valor. Ello derivó en una gran
especulación y en la escasez de productos de primera necesidad.
Actos de corrupción
La crisis se vio agravada por la corrupción generalizada practicada por todas las
instancias del gobierno, que llevó a niveles muy altos y que dejó exangüe a la caja fiscal
(las reservas monetarias en 1990 se habían reducido a $8 millones) y llevó al colapso de
los servicios públicos (cuya expresión más evidente fueron los continuos cortes del
servicio eléctrico). Si bien García fue acusado de múltiples y graves cargos de
corrupción durante su gobierno y el siguiente (vinculados a narcotráfico, sobornos,
malversación de fondos, lavado de dinero e involucramiento en negocios turbios) las
denuncias no consiguieron prosperar debido al control y peso político que el Partido
Aprísta poseía en el Congreso, siendo finalmente la mayoría archivadas sin llegar a
veredicto alguno condenándolo o absolviéndolo.
Oposición y cambio de gobierno
La oposición al gobierno creció significativamente desde el intento de estatización de la
banca, una medida que fue sumamente impopular y disparó un enérgico movimiento de
protesta de la derecha encabezado por el escritor Mario Vargas Llosa, este movimiento
finalmente evolucionaría en la alianza política FREDEMO (que incluía al Partido
Popular Cristiano, Acción Popular y al Movimiento Libertad) que postuló sin éxito en
las elecciones de 1990 con Vargas Llosa como candidato presidencial. En su último
3. mensaje a la nación, el 28 de julio de 1990, el Congreso no le permitió hablar,
interrumpiéndolo constantemente mediante carpetazos y pifias[3]
Estos hechos de inestabilidad económica y terrorismo provocaron el descontento de la
población peruana que en las elecciones de 1990 eligió como Presidente a Alberto
Fujimori.
La forma en que Alan García gobernó y llevo al país a una crisis irreparable, lo hizo
huir del Perú, de la misma manera que hizo Fujimori. Alan al regresar al Perú después
de 15 años, no pudo ser juzgado ni procesado puesto que el tiempo para hacer estas
acciones había vencido, y el ex-presidente pudo venir como cualquier ciudadano
peruano sin crímenes y hasta logra ser presidente nuevamente.
Carrera política tras su presidencia
Cambio de mando
En 1990 García entregó la presidencia dentro de un marco totalmente contrario al de
1985. Su popularidad se encontraba muy baja y en la ceremonia de entrega de mando a
Alberto Fujimori, después de entregar la banda presidencial al presidente del Congreso,
tal como lo establece el protocolo oficial, García abandonó el hemiciclo del Congreso y
no presenció el primer mensaje de su sucesor.
Acusaciones
En 1991 fue juzgado de una acusación constitucional de enriquecimiento ilícito,
archivándose el caso en febrero de 1992 por considerarse inconsistente la denuncia.
Debe resaltarse que Cambio 90 y el Partido Aprista votaban en contra de cualquier
investigación o no propiciaban que las mismas fueran minuciosas. Al año siguiente fue
nombrado Secretario General del APRA.
Autogolpe y exilio en Francia
El 5 de abril de 1992, Alberto Fujimori dio el Auto Golpe. Alan García se exilió en
Colombia, acompañado por su amigo de confianza Jorge Del Castillo y poco después se
estableció en Francia, en donde viviría los siguientes años.([60]) García no regresó al
país hasta el año 2001. Sobre él pendían denuncias penales respecto a su supuesta
responsabilidad en la matanza de los penales y de enriquecimiento ilícito, pero habían
preescrito sin habérsele podido probar nada.